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José María Aricó ✆ R. Olcelli
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Constanza Bosch
Alessio & Laura Catena | El presente trabajo se propone analizar la
recepción del concepto de formación socio-económica en la obra de José María
Aricó, a la luz de la reciente edición de Nueve lecciones sobre economía y
política en el marxismo (2012). Nos proponemos demostrar que la interpretación
de Aricó difiere del sentido original que Marx le imprime al término,
distanciándose, consecuentemente, del uso que le da el marxismo de la Segunda
Internacional.
Introducción
En 1973 el grupo nucleado en torno a José María Aricó
publicó en sus Cuadernos de Pasado y Presente un volumen dedicado íntegramente
al análisis del concepto de formación económico-social (Luporini, Cesare et
al.). Reconociendo el lugar central que la categoría ocupa en el materialismo
histórico, los editores presentaban una serie de artículos –originalmente
publicados entre 1966 y 1972- que reflejaban diversos posicionamientos teóricos
en torno al significado del concepto. Los ensayos de mayor envergadura
pertenecían a Cesare Luporini y Emilio Sereni, ambos miembros del Partido
Comunista italiano entre las décadas del cuarenta y sesenta. Por entonces, el
PCI estrechaba fuertes vínculos con el PCUS, a través de su dirigente, Palmiro
Togliatti. En uno de los
ensayos que componía el volumen en cuestión, Luporini
sostuvo –confrontando a Marx y a Lenin en torno a la categoría de formación
económico-social– que ambos autores diferían en la utilización del concepto:
La noción de
‘formación económica de la sociedad’ sirve aquí a Marx para designar la
continuidad, la no-interrupción, de un tejido económico en la discontinuidad y
pluralidad sucesivas de las formaciones sociales. No denota una generalidad
exactamente (…) sino más bien, algo que no deja encerrar en la especificidad de
un modo de producción particular o de una particular formación social. Se trata
de un concepto perfectamente opuesto al que proporciona Lenin bajo el mismo
término (…). En Lenin, el de la especificidad de la formación social, es su
connotación económica. En Marx, el de la continuidad (económica) entre
diferentes formaciones sociales (Luporini, Cesare, 103).
Si bien Sereni mantenía algunos desacuerdos con Luporini
acerca del significado del término, su visión evidenciaba también –como veremos
más adelante-, una notable distorsión del sentido marxiano del término:
Para Marx, la noción
de ‘formación social’ (…) es siempre entendida en un sentido dinámico y no
estático, como un proceso (…) y no como la sustancia (por así decirlo) de una
época o de una fase histórica en sí misma inmóvil y acabada (Sereni,
Emilio, 60).
Nos interesa remarcar aquí, además, el explícito y absoluto
rechazo que mantenía el marxismo italiano de mediados del siglo XX en torno a
las contribuciones de la Segunda Internacional:
Se trata, en suma por
parte de estos máximos exponentes del “marxismo de la II Internacional”, de la
total incomprensión (cuando no, sin más, del sistemático rechazo) de una de las
categorías fundamentales de la marxiana concepción materialista de la historia;
y cuando se tenga en cuenta el hecho de que consideraciones análogas podrían
ser repetidas con respecto de la mayor parte de los otros exponentes de este
mismo “marxismo de la II Internacional” (Sereni, Emilio, 68).
Incomprensión, rechazo, incongruencia, reduccionismo: tales
son los cargos que el estalinismo italiano le atribuye a la II Internacional en
relación a la categoría de formación socio-económica. Y tales las bases a
partir de las cuales José Aricó arremeterá en el futuro en contra del concepto.
A continuación, procuraremos demostrar que la influencia del PCI en Aricó acabó
por distanciarlo del sentido marxista original de la categoría “formación
socio-económica” o “económico-social”. Para ello, en primer lugar, expondremos
las tesis de Aricó en torno al concepto, para luego contrastarlas con las de
Marx y con las de sus discípulos de la Segunda Internacional (1889-1916). Para
finalizar, analizaremos el uso que hace Lenin de la noción en cuestión en su
obra.