"No hay porvenir sin Marx. Sin la memoria y sin la herencia de Marx: en todo caso de un cierto Marx: de su genio, de al menos uno de sus espíritus. Pues ésta será nuestra hipótesis o más bien nuestra toma de partido: hay más de uno, debe haber más de uno." — Jacques Derrida

"Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal" Karl Marx

4/1/15

Una bandera común | Marxistas y anarquistas en la Primera Internacional

Fotos: Karl Marx & Mijaíl Bakunin 
Michael Löwy   |   Marxistas y anarquistas (términos que no eran habituales en ese momento) formaron parte de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) —la I Internacional— desde su origen, en 1864. Los desacuerdos entre los partidarios de Marx y Bakunin condujeron a una amarga escisión en 1872. Poco después la AIT “marxista” se disolvió, mientras los partidarios de Bakunin crearon su propia AIT, que aún sigue existiendo, en la Conferencia celebrada en Saint-Imier, Suiza (1872). Para Marx, las razones de la escisión residían en las tendencias paneslavistas y el fraccionalismo antidemocrático y conspirativo de Bakunin. Por su parte, Bakunin consideraba que la escisión se debía a la orientación pangermánica de Marx, así como a su autoritarismo e inaceptable comportamiento. Más allá de las exageraciones obvias, ambas acusaciones contienen algo de verdad y es difícil situar la respon- sabilidad solo en uno de los dos campos. Historiadores marxistas y anarquistas continúan reproducien- do estos argumentos, acusándose mutuamente de la crisis de la AIT. Aun sin tomar partido por unos u otros, los investigadores académicos también enfatizan el conflicto de ideas entre unos y otros/1.

Desde esa perspectiva, que ha predominado ampliamente en la literatura sobre la I Internacional, lo que se olvida es el hecho simple e importante de que esta organización fue abierta y pluralista. Era una Asociación en la que los partidarios de Proudhon, Marx, Bakunin, Blanqui y otros, más allá de los desacuerdos y conflictos, fueron capaces de trabajar juntos a lo largo de muchos años, adoptando en ocasiones resoluciones comunes y luchando codo con codo en el mayor acontecimiento del siglo XIX: la Comuna de París. Permítasenos realizar un breve esbozo de algunos de los momentos fundamentales de esta historia olvidada del “trayecto común” entre marxistas y anarquistas en la AIT.

II

Poco tiempo después de fundarse la I Internacional, su Consejo General encomendó a Marx la redacción de los Estatutos Provisionales de la Asociación. El documento comenzaba con el llamamiento “La emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos”, que continúa siendo la base común de marxistas y anarquistas.

Desde el principio, en la I Internacional participaron anarquistas y libertarios —utilizo el término francés, que se refiere a la amplia tendencia socialista-revolucionaria anti-autoritaria, porque en inglés este termino ha sido apropiado por la ideología capitalista ultrareaccionaria—, junto a otros socialistas. Entre ellos, en primer lugar, los seguidores de Proudhon (1809- 1865), cuyas relaciones con los socialistas marxistas no eran necesariamente conflictivas. Entre los amigos de Marx y los representantes del ala izquierda del proudhonismo, como el belga Cèsar de Paepe y el francés Eugène Varlin, existía un amplio acuerdo. Ambas tendencias se oponían al ala derecha (pequeñoburguesa) del proudhonismo, partidaria del autodenominado “mutualismo” y de un proyecto económico basado en el “intercambio igualitario” entre pequeños propietarios. Uno de los mayores impulsores del mutualismo y de la propiedad privada fue el delegado francés Henri Tolain, quien poco tiempo después, al apoyar al gobierno burgués de Versalles contra la Comuna de París, fue expulsado de la Internacional por traidor.

En el Congreso de Bruselas de la AIT en 1868, la alianza entre las dos alas de izquierda —frente a los “mutualistas”— dio lugar a la adopción de un programa colectivista presentado por el libertario socialista belga Cèsar de Paepe. Esta resolución proponía la propiedad colectiva de los bienes de producción: tierras, minas, bosques, máquinas y medios de transporte (Manfredonia, 2001: p. 36). En retrospectiva, la resolución sobre los bosques aparece como una de las más interesantes en lo que respecta a sus implicaciones socialistas y medioambientales:
Considerando que abandonar los bosques a la iniciativa privada conduce a su destrucción;
Que esta destrucción en determinadas partes del territorio perjudicará la conservación de las fuentes de agua y, también, la buena calidad de la tierra, así como la salud pública y la vida de los ciudadanos;
El Congreso decide que los bosques deben volver a ser la propiedad colectiva de la sociedad
(Amaro del Rosal, 1958: p. 159).
Ambas tendencias también apoyaron la resolución que establecía que los trabajadores deben rechazar la guerra a través de la huelga general. A Carlos Marx, que no estuvo presente en el congreso de Bruselas, no le gustó esta resolución, que le parecía irrealista, aunque fuera propuesta por Charles Longuet, uno de sus seguidores que poco después se convertiría en su yerno al casarse con su hija, Jenny Marx. Fue en ese momento, en 1868, cuando Bakunin se adhirió a la I Internacional.

En muchas cuestiones, se consideraba a sí mismo como partidario de las ideas de Marx. Se encontró con Marx durante sus viajes a Londres en 1864 y en 1867. Marx le envió una copia de El Capital. La reacción de Bakunin fue entusiasta; felicitó “al Sr. K. Marx, el ilustre líder del comunismo alemán” y “su magnífico trabajo, El Capital”. Creía que el libro debía ser traducido al francés:
"… y claro y, también puedo decirlo, tan despiadado a la hora de desenmascarar la formación del capital burgués y su sistemática y cruel explotación a la que somete al proletariado. El único defecto del libro es que… está escrito, solo en parte, en un estilo demasiado metafísico y abstracto… que hace que su lectura sea dificultosa e incluso imposible para la mayoría de los trabajadores. Sin embargo, los trabajadores deberían leerlo. La burguesía no lo leerá nunca, y si lo hace, no lo entenderá, y si lo entiende, nunca se referirá a él; este libro no es otra cosa que su condena a muerte, no como individuos sino como clase, científicamente basada e irrevocablemente pronunciada (Maximoff, 1953: p. 187; Bakounine, 1974: p. 357).
No es por casualidad que en una fecha tan tardía como 1879, varios años después de la escisión, un cercano seguidor de Bakunin, el anarquista italiano Carlo Cafiero, produjera una versión popular de El Capital, que Marx consideró muy útil.

Por supuesto, las fuertes divergencias entre Marx y Bakunin existieron desde el principio. El 28 de octubre de 1869, en una carta a Herzen, Bakunin expresó su oposición de principio a lo que consideraba el “comunismo estatal” de Marx. Pero en la misma carta señalaba acerca de Marx:
“… no debemos menospreciar, y yo no lo hago, el inmenso servicio que ha rendido a la causa del socialismo, al que ha servido con inteligencia, energía y sinceridad a lo largo de los últimos 25 años, en cuyo empeño nos ha superado a todos” (Wikipedia).
En 1869, en la Conferencia de Basilea de la AIT, ambas tendencias aprobaron una resolución común proponiendo la socialización de la tierra. Sin embargo, los anarquistas obtuvieron una victoria simbólica al lograr el apoyo significativo —pero no la mayoría necesaria— a su resolución a favor de la abolición de la herencia: 32 votos de los 68 delegados (23 se posicionaron en contra y 13 se abstuvieron). Marx y sus amigos en el Consejo General argumentaron que la herencia era solo una consecuencia del sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción y no la causa de la explotación. Su propuesta —impuesto sobre la herencia más que su supresión— solo obtuvo 19 votos (37 en contra y 6 abstenciones). Bakunin vio este voto como la “victoria completa” de sus ideas.

III

En la Comuna de París de 1871 anarquistas y marxistas cooperaron en el primer gran ensayo de poder proletario en la historia moderna. Ya en 1870, Leo Frankel, un activista obrero húngaro que trabajaba en Francia, muy amigo de Marx, y Eugène Varlin, disidente proudhoniano, trabajaron juntos para la reorganización de la sección francesa de la AIT. Tras el 18 de marzo de 1871, colaboraron estrechamente en la dirección de la Comuna de París: Frankel como comisario de trabajo y Varlin como comisario de guerra. En mayo de 1871 ambos tomaron parte en los enfrentamientos contra las tropas de Versalles. Varlin fue ejecutado tras la derrota de la Comuna mientras que Frankel logró emigrar a Londres.

A pesar de su corta duración —solo unos meses— la Comuna fue la primera experiencia histórica de poder revolucionario de los trabajadores organizado democráticamente (con delegados elegidos a través del sufragio universal), y de destrucción del aparato burocrático del Estado burgués. También constituyó una verdadera experiencia de pluralismo en la que trabajaron conjuntamente “marxistas” (aunque el término aún no existía), proudhonianos de izquierda, jacobinos, blanquistas y socialistas republicanos.

Por supuesto, los análisis de Marx y Bakunin sobre este acontecimiento revolucionario fueron totalmente contradictorios. De forma sumaria, la posición de Marx se puede resumir en la siguiente cita:
La situación del reducido número de convencidos socialistas en la Comuna era muy difícil. Tuvieron que enfrentar un gobierno y un ejército revolucionario al gobierno y al ejército de Versalles.
Contra esta interpretación de la guerra civil en Francia como un enfrentamiento entre dos gobiernos y sus respectivos ejércitos, Bakunin desarrolló un fuerte punto de vista antiestatal:
La Comuna de París fue una revolución contra el Estado como tal, contra ese monstruo sobrenatural producido por la sociedad.
Los lectores y lectoras bien informados ya habrán corregido esta presentación: en realidad, la primera cita fue escrita por Bakunin en su ensayo La Comuna de París y la noción del Estado (Bakunin, 1972: p. 412) y la segunda fue escrita por Marx en el primer borrador de La guerra civil en Francia (Marx, Engels, Lenin, 1971, p. 45). Hemos invertido las citas a propósito, para mostrar que las —innegables— diferencias entre Marx y Bakunin, entre marxistas y anarquistas, no son tan simples como se supone a menudo.

De forma interesada, Marx se alegró de que durante el período de la Comuna, en la práctica, los proudhonianos se olvidaran de la hostilidad hacia la acción política de su promotor, al mismo tiempo que algunos anarquistas se congratulaban de que los escritos de Marx sobre la Comuna dejaran de lado el centralismo y abrazaran el federalismo. Es cierto que La guerra civil en Francia, así como la declaración de la I Internacional sobre la Comuna que escribió Marx y muchos otros materiales y borradores para su elaboración, dieron testimonio del feroz antiestatismo de Marx. Definiendo la Comuna como la forma política, finalmente encontrada, para la emancipación de los trabajadores, insistió en la destrucción del Estado, ese cuerpo artificial, esa boa constrictor como la denominó, esa angustiosa pesadilla, esa excrecencia parasitaria (Marx y Engels, 2008).

De hecho, no era la primera vez que Marx manifestaba enérgicamente su punto de vista antiestatista. Ya lo había hecho en el manuscrito Crítica a la filosofía del derecho de Hegel (1843), en la que opuso la “verdadera democracia” al Estado, así como en otros escritos políticos como, por ejemplo, El 18 brumario de Luis Bonaparte (1852), en el que escribió que
“… el Estado tiene atada, fiscalizada, regulada, vigilada y tutelada a la sociedad civil, desde sus manifestaciones más amplias de vida hasta sus vibraciones más insignificantes, desde las modalidades más generales de existencia hasta la existencia privada de los individuos.
En la sociedad burguesa moderna
“… este cuerpo parasitario adquiere, por medio de una centralización extraordinaria, una ubicuidad, una omnisciencia, una capacidad acelerada de movimiento y una elasticidad que solo encuentran correspondencia en la dependencia desamparada, en el carácter caóticamente informe del auténtico cuerpo social (Gesellschaftskörper) (Abensour, 2004: pp. 137-142; Marx, 1937: p. 236).
El ensayo sobre la Comuna es la expresión más nítida del rechazo revolucionario del Estado. Sin embargo, tras la Comuna, el conflicto entre las dos tendencias revolucionarias se intensificó, llegando a la exclusión de Bakunin y Guillaume (su seguidor suizo) durante el Congreso en La Haya (1872) y la transferencia de la dirección de la AIT a Nueva York; de hecho, su disolución. Tras la escisión, los anarquistas, como se ha señalado más arriba, fundaron su propia AIT.

Más allá de la escisión, Marx y Engels no ignoraron los escritos de Bakunin y, en determinados casos, estaban de acuerdo con sus argumentos antiestatistas.

Un ejemplo llamativo de ello es la Critica del Programa de Gotha (1875). En su libro Estatismo y anarquía (1873) Bakunin criticó con agudeza el concepto de “Estado nacional” usado por los socialdemócratas alemanes que fue atribuido (con razón) a Ferdinand Lassalle y (erróneamente) a Marx. Cuando los seguidores de Marx se unieron en Gotha en 1875 para fundar el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) su Programa común recogió la fórmula Estado Popular para Alemania. En su Crítica al programa de Gotha —escrito como contribución interna y solo hecho público tras su fallecimiento— Marx rechazaba abiertamente este concepto. Más aún, en una carta a su amigo Wilhelm Bracke —uno de los líderes del Partido— enviada junto a la Crítica, explicaba que una de las razones para escribir este documento era que “Bakunin… me hace responsable no solo de todo el programa del Partido, sino también de toda la trayectoria de [Wilhelm] Liebcknecht desde el primer día de su colaboración con el Partido Popular (Volkspartei)” (Marx y Engels, 1937: p. 6)/2. En marzo de 1875, en una carta a August Bebel, Engels era aún más explícito: “Los anarquistas nos han echado en cara más de la cuenta esto del ‘Estado popular’, a pesar de que ya la obra de Marx contra Proudhon y luego el Manifiesto Comunista dicen claramente que, con la implantación del régimen social socialista, el Estado se disolverá por sí mismo y desaparecerá” (Ibid, p. 29).

Por lo tanto, se puede concluir que el argumento contra el estatismo de Lasalle en la Crítica al Programa de Gotha estaba, en cierta medida, motivado por las críticas de Bakunin a los socialdemócratas alemanes. En la misma carta a Bebel, Engels va incluso más lejos en la dirección del anarquismo
“Tras la Comuna de París, que no fue un Estado en el sentido amplio del término, debería darse por concluida toda esta polémica […] Por eso, nosotros propondríamos reemplazar en todas las partes [del Programa] Estado por la palabra ‘comunidad’ (Gemeinwesen), una buena y antigua palabra alemana equivalente a la palabra francesa Commune (Ibid, p. 31).
IV

En lugar de tratar de señalar los errores y las meteduras de pata de cada parte en conflicto —no faltan las acusaciones mutuas— he intentado enfatizar los aspectos positivos de la I Internacional: un movimiento internacionalista plural, diverso y democrático donde quienes tomaron parte con posiciones políticas diferentes fueron capaces no solo de coexistir sino de cooperar en el pensamiento y en la acción durante varios años, teniendo un papel de vanguardia en la primera gran revolución proletaria moderna. Fue una internacional en la que marxistas y libertarios, tanto individualmente como a nivel organizativo (como el Partido Socialdemócrata Alemán) pudieron —a pesar de los conflictos— trabajar juntos y emprender acciones comunes.

Las Internacionales posteriores —la II, la III y la IV— no dejaron mucho espacio para los anarquistas. Sin embargo, en varios momentos importantes de la historia del siglo XX anarquistas y socialistas o comunistas han sido capaces de aunar fuerzas:
1. En los primeros años de la revolución de octubre (1917-1921) muchos anarquistas, como Emma Goldman y Alexander Berkman, dieron un apoyo crítico a los líderes bolcheviques.
2. Durante la revolución española, los anarquistas de la CNT-FAI y los simpatizantes trotskistas del POUM lucharon codo con codo contra el fascismo y se opusieron a la orientación no revolucionaria de los estalinistas y del ala derecha de la socialdemocracia.
3. En Mayo del 68 una de las primeras iniciativas revolucionarias fue la fundación del Movimiento 22 de Marzo, bajo el liderazgo del anarquista Daniel Cohn-Bendit y del trotskista Daniel Bensaïd.

También ha habido varios intentos intelectuales para conjugar estas dos tradiciones revolucionarias entre escritores como William Morris o Victor Serge, poetas como André Breton (fundadores del movimiento surrealista), filósofos como Walter Benjamin o historiadores como Daniel Guérin.

Por supuesto, la experiencia de la I Internacional es irrepetible en sentido estricto pero para nosotros resulta muy significativo que a comienzos del siglo XXI, de nuevo, marxistas, anarquistas o autonomistas o libertarios, etcétera, unan sus fuerzas y actúen conjuntamente, como individuos o como organizaciones políticas (cuya existencia no es un obstáculo para la cooperación) en la solidaridad con los zapatistas de Chiapas, en el Movimiento por la Justicia Global, en las luchas ecologistas radicales, en las masivas movilizaciones de las y los indignados (en España, Grecia) o en Occupy Wall Street.

Bibliografía citada

Abensour, M. (2004) La Démocratie contre l'Etat. Marx et le moment machiavélien. París: Le Felin.
Amaro del Rosal, (1958) Los congresos obreros internacionales en el siglo XIX. México: Grijalbo.
Bakunin, M. (1972) De la guerre à la Commune, textos ed. Fernand Rudé. París: Anthropos.
— (1974) OEuvres Paris: Champ libre, VIII.
Manfredonia, G. (2001) L'anarchisme en Europe París: PUF.
Marx, K. (1937) El dieciocho brumario de Luis Bonaparte, en K. Marx-F. Engels, Obras Escogidas T I, Ediciones Progreso 1937.
Marx, K. y Engels, F. (1937) Obras Escogidas T III Moscú: Ediciones Progreso.
— (2008) “Inventer l'inconnu. Textes et correspondances autour de la Commune”, con la introducción de Daniel Bensaïd, en Politiques de Marx París: Editions de La Fabrique.
Marx, Engels, Lenin (1971) Sur la Commune de Paris. Moscow: Ed. Du Progrès.
Maximoff, G.O. (ed.) (1953) The Political Philosophy of Bakunin. Londres: The Free Press ofd Glencore.
Wikipedia “Asociación Internacional de Trabajadores”.

Notas

1/ Un ejemplo reciente es Robert Graham, “Marxism and Anarchism on Communism: The Debate between the Two Bastions of the Left,” in Shannon Brincat (ed.) Communism in the 21st Century. Vol 2 Whither Communism? Oxford, Praeger, 2014.
2/ El Partido citado es el Partido Socialdemócrata de los Trabajadores (SDAP) fundado por Liebknecht y Bebel en 1869 en la ciudad de Eisenach (el precursor del SPD). El Volkspartei era el partido liberal burgués en el que participó Liebknecht antes de la fundación del SDAP.
 


http://vientosur.info/

◆ El que busca, encuentra...

Todo lo sólido se desvanece en el aire; todo lo sagrado es profano, y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocasKarl Marx

Not@s sobre Marx, marxismo, socialismo y la Revolución 2.0

— Notas notables
Cecilia Feijoo: Apuntes sobre el Concepto de Revolución Burguesa en Karl Marx — Red Diario Digital
Moishe Postone: Il compito della teoria critica oggi: Ripensare la critica del capitalismo e dei suoi futuri — Blackblog Franco Senia
Pierre-Yves Quiviger: Marx ou l'élimination des inégalités par la révolution — Le Point
Hernán Ouviña: Indigenizar el marxismo — La Tinta
Emmanuel Laurentin: Les historiens américains et Karl Marx — France Culture
Adèle Van Reeth: Le Capital de Karl Marx: La fabrique de la plus-value — France Culture
Manuel Martínez Llaneza: Reproches a Marx acerca de El Capital (Bajo la égida de Friedrich Engels) — Rebelión
Victoria Herrera: Marx y la historia — Buzos
Alejandro F. Gutiérrez Carmona: La vigencia del pensamiento marxista — Alianza Tex
Víctor Arrogante: El Capital y las aspiraciones de la clase trabajadora — Nueva Tribuna
Mauricio Mejía: Karl Marx, el poeta de la mercancía — El Financiero
Emmanuel Laurentin: Karl Marx à Paris: 1843-1845 — France Culture
Jacinto Valdés-Dapena Vivanco: La teoría marxista del Che Guevara — Bohemia
Aldo Casas: El marxismo como herramienta para la lucha — La necesidad de la formación en la militancia — La Tinta
Evald Vasiliévich Iliénkov: La dialéctica de lo abstracto y lo concreto en El Capital de Marx — Templando el Acero
Vincent Présumey: Suivi des écrits de Karl Marx / 1837-1848 - Part I, Part II, Part III & Part IV — Mediapart
Roman Rosdolky: Marx ésotérique et Marx exotérique — Palim Psao
Lepotier: Marx, Marxisme, Cui bono? — Bella Ciao
Andrea Vitale: La critica di Pareto a Marx: una abborracciatura — Operai e Teoria
Annelie Buntenbach: Marx provides us with a glimpse behind the scenes of capitalism — Marx 200
Antoni Puig Solé: La Ley del Valor y la ecología en Marx — Lo que somos
Vladimiro Giacché: Note sui significati di "Libertà" nei Lineamenti di Filosofia del Diritto di Hegel — Il Comunista
Salvador López Arnal: Manuel Sacristán (1925-1985) como renovador de las tradiciones emancipatorias — Rebelión
Paúl Ravelo Cabrera: Marx, Derrida, el Gesto Político y la supercapitalización mundial — Scribb
Dino Greco: In difesa del marxismo — Sollevazione
Alberto Quiñónez: Arte, praxis y materialismo histórico — Rebelión
Josefina L. Martínez: Feminismo & Socialismo marxista - Eleanor Marx, la cuestión de la mujer y el socialismo — Rebelión
John Bellamy Foster: Marx y la fractura en el metabolismo universal de la naturaleza — Scribb
José Manuel Bermudo Ávila: Concepto de Praxis en el joven Marx — Scribb
Carlos Oliva Mendoza: Adolfo Sánchez Vázquez: ¿marxismo radical o crítica romántica? — InfoLibre
Bernardo Coronel: ¿El marxismo es una ciencia? — La Haine
Sylvain Rakotoarison: Le capitalisme selon Karl Marx — Agora Vox

— Notas y comentarios sobre El Capital
António Ferraz: Os 150 anos do livro ‘O Capital’, de Karl Marx — Correio do Minho
Horacio Tarcus: Traductores y editores de la “Biblia del Proletariado” - Parte I & Parte II — Memoria
Emmanuel Laurentin: Le Capital, toujours utile pour penser la question économique et sociale? — France Culture
J.M. González Lara: 150 años de El Capital — Vanguardia
Roberto Giardina: Il Capitale di Marx ha 150 anni — Italia Oggi
Alejandro Cifuentes: El Capital de Marx en el siglo XXI — Voz
Marcela Gutiérrez Bobadilla: El Capital, de Karl Marx, celebra 150 años de su edición en Londres — Notimex
Mario Robles Roberto Escorcia Romo: Algunas reflexiones sobre la vigencia e importancia del Tomo I de El Capital — Memoria
Antoni Puig Solé: El Capital de Marx celebra su 150° aniversario — Lo que Somos
Jorge Vilches: El Capital: el libro de nunca acabar — La Razón
Carla de Mello: A 150 años de El Capital, la monumental obra de Karl Marx — Juventud Socialista del Uruguay
Rodolfo Bueno: El Capital cumple 150 años — Rebelión
Diego Guerrero: El Capital de Marx y el capitalismo actual: 150 años más cerca — Público
José Sarrión Andaluz & Salvador López Arnal: Primera edición de El Capital de Karl Marx, la obra de una vida — Rebelión
Sebastián Zarricueta: El Capital de Karl Marx: 150 años — 80°
Marcello Musto: La durezza del 'Capitale' — Il Manifesto
Esteban Mercatante: El valor de El Capital de Karl Marx en el siglo XXI — Izquierda Diario
Michael Roberts: La desigualdad a 150 años de El Capital de Karl Marx — Izquierda Diario
Ricardo Bada: El Capital en sus 150 años — Nexos
Christoph Driessen: ¿Tenía Marx razón? Se cumplen 150 años de edición de El Capital — El Mundo
Juan Losa: La profecía de Marx cumple 150 años — Público
John Saldarriaga: El Capital, 150 años en el estante — El Colombiano
Katia Schaer: Il y a 150 ans, Karl Marx publiait ‘Le Capital’, écrit majeur du 20e siècle — RTS Culture
Manuel Bello Hernández: El Capital de Karl Marx, cumple 150 años de su primera edición — NotiMex
Ismaël Dupont: Marx et Engels: les vies extravagantes et chagrines des deux théoriciens du communisme! — Le Chiffon Rouge
Jérôme Skalski: Lire Le Capital, un appel au possible du XXIe siècle - L’Humanité
Sebastiano Isaia: Il Capitale secondo Vilfredo Pareto — Nostromo

— Notas y reportajes de actualidad
Román Casado: Marx, Engels, Beatles, ese es el ritmo de Vltava — Radio Praga
María Gómez De Montis: El Manifiesto Comunista nació en la Grand Place — Erasmus en Flandes
Enrique Semo: 1991: ¿Por qué se derrumbó la URSS? — Memoria
Michel Husson: Marx, un économiste du XIXe siècle? A propos de la biographie de Jonathan Sperber — A L’Encontre
César Rendueles: Todos los Marx que hay en Marx — El País
Alice Pairo: Karl Marx, Dubaï et House of cards: la Session de rattrapage — France Culture
Sebastián Raza: Marxismo cultural: una teoría conspirativa de la derecha — La República
Samuel Jaramillo: De nuevo Marx, pero un Marx Nuevo — Universidad Externado de Colombia
Sergio Abraham Méndez Moissen: Karl Marx: El capítulo XXIV de El Capital y el “descubrimiento” de América — La Izquierda Diario
Joseph Daher: El marxismo, la primavera árabe y el fundamentalismo islámico — Viento Sur
Francisco Jaime: Marxismo: ¿salvación a través de la revolución? — El Siglo de Torreón
Michel Husson: Marx, Piketty et Aghion sur la productivité — A l’encontre
Guido Fernández Parmo: El día que Marx vio The Matrix — Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires
Cest: Karl Marx y sus "Cuadernos de París" toman vida con ilustraciones de Maguma — El Periódico
Leopoldo Moscoso: 'Das Kapital': reloading... — Público
Laura "Xiwe" Santillan: La lucha mapuche, la autodeterminación y el marxismo — La Izquierda Diario
José de María Romero Barea: Hölderlin ha leído a Marx y no lo olvida — Revista de Letras
Ismaël Dupont: Marx et Engels: les vies extravagantes et chagrines des deux théoriciens du communisme! — Le Chiffon Rouge Morlai
Francisco Cabrillo: Cómo Marx cambió el curso de la historia — Expansión
El “Dragón Rojo”, en Manchester: Cierran el histórico pub donde Marx y Engels charlaban "entre copa y copa" — BigNews Tonight
Marc Sala: El capitalismo se come al bar donde Marx y Engels debatían sobre comunismo — El Español

— Notas sobre debates, entrevistas y eventos
Fabrizio Mejía Madrid: Conmemoran aniversario de la muerte de Lenin en Rusia — Proceso
Segundo Congreso Mundial sobre Marxismo tendrá lugar en Beijing — Xinhua
Debate entre Andrew Kliman & Fred Moseley — Tiempos Críticos
David McNally & Sue Ferguson: “Social Reproduction Beyond Intersectionality: An Interview” — Marxismo Crítico
Gustavo Hernández Sánchez: “Edward Palmer Thompson es un autor que sí supo dar un giro copernicano a los estudios marxistas” — Rebelión
Alberto Maldonado: Michael Heinrich en Bogotá: El Capital de Marx es el misil más terrible lanzado contra la burguesía — Palabras al Margen
Leonardo Cazes: En memoria de Itsván Mészáros — Rebelión (Publicada en O Globo)
Entrevista con István Mészáros realizada por la revista persa Naghd’ (Kritik), el 02-06-1998: “Para ir Más allá del Capital” — Marxismo Crítico
Rosa Nassif: “El Che no fue solo un hombre de acción sino un gran teórico marxista” Agencia de Informaciones Mercosur AIM
Entrevista a Juan Geymonat: Por un marxismo sin citas a Marx — Hemisferio Izquierdo
Juliana Gonçalves: "El Capital no es una biblia ni un libro de recetas", dice José Paulo Netto [Português ] — Brasil de Fato
Entrevista a Michael Heinrich: El Capital: una obra colosal “para desenmascarar un sistema completo de falsas percepciones” — Viento Sur
Alejandro Katz & Mariano Schuster: Marx ha vuelto: 150 años de El Capital. Entrevista a Horacio Tarcus — La Vanguardia
Salvador López Arnal: Entrevista a Gustavo Hernández Sánchez sobre "La tradición marxista y la encrucijada postmoderna" — Rebelión
Jorge L. Acanda: "Hace falta una lectura de Marx que hunda raíces en las fuentes originarias del pensamiento de Marx" — La Linea de Fuego

— Notas sobre Lenin y la Revolución de Octubre
Guillermo Almeyra: Qué fue la Revolución Rusa — La Jornada
Jorge Figueroa: Dos revoluciones que cambiaron el mundo y el arte — La Gaceta
Gilberto López y Rivas: La revolución socialista de 1917 y la cuestión nacional y colonial — La Jornada
Aldo Agosti: Repensar la Revolución Rusa — Memoria
Toni Negri: Lenin: Dalla teoria alla pratica — Euronomade
Entretien avec Tariq Ali: L’héritage de Vladimir Lénine — Contretemps
Andrea Catone: La Rivoluzione d’Ottobre e il Movimento Socialista Mondiale in una prospettiva storica — Marx XXI
Michael Löwy: De la Revolución de Octubre al Ecocomunismo del Siglo XXI — Herramienta
Serge Halimi: Il secolo di Lenin — Rifondazione Comunista
Víctor Arrogante: La Gran Revolución de octubre — El Plural
Luis Bilbao: El mundo a un siglo de la Revolución de Octubre — Rebelión
Samir Amin: La Revolución de Octubre cien años después — El Viejo Topo
Luis Fernando Valdés-López: Revolución rusa, 100 años después — Portaluz
Ester Kandel: El centenario de la Revolución de octubre — Kaos en la Red
Daniel Gaido: Come fare la rivoluzione senza prendere il potere...a luglio — PalermoGrad
Eugenio del Río: Repensando la experiencia soviética — Ctxt
Pablo Stancanelli: Presentación el Atlas de la Revolución rusa - Pan, paz, tierra... libertad — Le Monde Diplomatique
Gabriel Quirici: La Revolución Rusa desafió a la izquierda, al marxismo y al capitalismo [Audio] — Del Sol

— Notas sobre la película “El joven Karl Marx”, del cineasta haitiano Raoul Peck
Eduardo Mackenzie:"Le jeune Karl Marx ", le film le plus récent du réalisateur Raoul Peck vient de sortir en France — Dreuz
Minou Petrovski: Pourquoi Raoul Peck, cinéaste haïtien, s’intéresse-t-il à la jeunesse de Karl Marx en 2017? — HuffPost
Antônio Lima Jûnior: [Resenha] O jovem Karl Marx – Raoul Peck (2017) — Fundaçâo Dinarco Reis
La película "El joven Karl Marx" llegará a los cines en el 2017 — Amistad Hispano-Soviética
Boris Lefebvre: "Le jeune Karl Marx": de la rencontre avec Engels au Manifeste — Révolution Pernamente

— Notas sobre el maestro István Mészáros, recientemente fallecido
Matteo Bifone: Oltre Il Capitale. Verso una teoria della transizione, a cura di R. Mapelli — Materialismo Storico
Gabriel Vargas Lozano, Hillel Ticktin: István Mészáros: pensar la alienación y la crisis del capitalismo — SinPermiso
Carmen Bohórquez: István Mészáros, ahora y siempre — Red 58
István Mészáros: Reflexiones sobre la Nueva Internacional — Rebelión
Ricardo Antunes: Sobre "Más allá del capital", de István Mészáros — Herramienta
Francisco Farina: Hasta la Victoria: István Mészáros — Marcha
István Mészáros in memoriam : Capitalism and Ecological Destruction — Climate & Capitalism.us