Jimena Vergara |
Hace ya más de un siglo Karl Marx saldaba cuentas con la filosofía
materialista que le precedió. Según el autor de
El Capital:
El defecto fundamental
de todo el materialismo anterior -incluido el de Feuerbach- es que sólo concibe
las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de
contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica, no de
un modo subjetivo… De aquí que el lado activo fuese desarrollado por el
idealismo, por oposición al materialismo, pero sólo de un modo abstracto, ya
que el idealismo, naturalmente, no conoce la actividad real, sensorial, como
tal. Feuerbach quiere objetos sensoriales, realmente distintos de los objetos
conceptuales; pero tampoco él concibe la propia actividad humana como una
actividad objetiva. (Marx: 1888)