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Karl Marx ✆ Ufuk Sucsuzer
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Evald
Vasilievich Iliénkov | Pienso que los organizadores del simposio
actuaron de una manera absolutamente correcta cuando propusieron analizar las
ideas de Marx como tales, en su forma prístina original, abstrayéndose
estrictamente con esto de todas las interpretaciones y aplicaciones
político-prácticas más tardías de estas ideas. Esto es algo muy difícil, si tomamos en consideración el
enorme papel que desempeñan estas ideas en la tensa situación espiritual de
nuestros días. Sin embargo, como un primer paso en el diálogo entre marxistas y
no marxistas es necesario efectuar esta abstracción, pues en caso contrario el
simposio se convertiría de inmediato en una caldeada polémica en torno a
problemas de actualidad, se convertiría en algo así como una especie de filial
de uno de los comités o subcomités de la Asamblea General y no cumpliría con su
tarea específica.
Pero en tal caso mi propia ponencia, que fue planeada originalmente como una
antítesis francamente polémica de las actuales interpretaciones
europeo-occidentales y norteamericanas de las ideas de Marx, entraría en
contradicción con la intención fundamental de la discusión. Por eso me veo
obligado —si bien no por la esencia, al menos por la forma de la exposición — a
apartarme un poco del tema que se me había propuesto directamente, tal y como
se expresa en el título de la ponencia.