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Las espigadoras, escena de campesinos ✆ Jean-François Millet
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Gabriel Oyhantçabal | El
artículo que aquí presentamos inicia una serie que busca aportar a la
sistematización de las ideas de los principales intelectuales que, desde una
perspectiva pos-capitalista, han analizado al grupo/clase/sujeto social conocido
como campesinado. Se trata de un primer aporte, necesariamente parcial e
incompleto, que se propone promover otros aportes que dinamicen la reflexión y
la polémica desde esta herramienta de comunicación y encuentro que es Suma Sarnaqaña.
En este artículo esbozaremos algunas de las principales reflexiones
que nos legó Karl Marx sobre el campesinado. En artículos subsiguientes
esperamos poder avanzar sobre el análisis de otros autores como Vladimir Ilich
Ulianov (Lenin), Karl Kautsky, Alexander Chayanov y Theodor Shanin. Demás está
decir que serán bienvenidos artículos de otros autores/lectores interesados en
amplificar la discusión sobre la temática. Por qué ocuparnos de autores que
escribieron sobre el campesinado y la cuestión agraria hace más de 150 años se
preguntarán con razón los lectores de la revista. La respuesta, aunque
pueda
parecer sencilla, radica en que algunos de los autores mencionados han
tenido una influencia trascendental en el pensamiento contemporáneo a nivel
social, político y académico, en lo que hace a cómo entender al campesinado y
su devenir histórico en la sociedad capitalista 1. Se trata, creemos, de elaboraciones
de gran solidez teórica y que, producto de la orientación ideológica de sus
autores (algo que no menoscaba su rigurosidad), genera lineamientos concretos
para la acción o, poniéndolo en otros términos, para la praxis social y
política.
La última aclaración que queremos hacer antes de pasar al
artículo en sí, refiere a la utilización del concepto campesinos/campesinado.
Como es bien sabido este concepto es de escasa o nula utilización en la jerga
habitual a nivel político, social y académico en Uruguay. Estamos acostumbrados
a escuchar términos como pequeño productor, productor familiar o
más recientemente y cada vez con mayor utilización agricultor familiar. En
particular desde la academia se ha generalizado el uso de este concepto. La
principal organización representativa de este tipo social, la Comisión Nacional
de Fomento Rural (CNFR), se autodenomina como representante de los agricultores
familiares, así como desde esferas gubernamentales (Dirección General de Desarrollo
Rural) se utiliza indistintamente agricultura familiar o producción
agropecuaria familiar (hay una definición oficial al respecto) y a nivel
regional se oficializó la Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar
(REAF). No es objeto de este artículo polemizar sobre los usos y desusos en la
nomenclatura nacional de los sujetos/clases sociales del medio rural, aunque esta
es sin duda una tarea importante, sin embargo vale la pena enfatizar que los
conceptos no son neutros, que entrañan aspectos críticos y/o legitimadores del
orden establecido, y que son resultado de la disputa de ideas. Así por ejemplo
en el artículo del Maestro Miguel Soler Roca en el Número 0 de Suma Sarnaqaña, aparece el término campesinos en la declaración sobre
“Reforma Agraria” de la Primera Convención de la Federación Uruguaya de
Magisterio. En este sentido es que optamos por utilizar el término con el que
desde 1800 se denomina a los productores rurales que trabajan la tierra
con su familia, sea para autoconsumo y/o para la venta de mercancías, y con el
que en la actualidad se auto-definen los más de 70 millones de campesinos organizados
en La Vía Campesina.
Karl Marx
Seguramente conocido, al menos de nombre, por casi todos
dada la influencia y difusión que tuvieron sus ideas durante el siglo XX, en
particular luego del triunfo de la Revolución Bolchevique en Rusia (1917) y la
posterior generalización de diversas experiencias socialistas en el mundo. Karl
Marx (1818-1883) es indudablemente el autor que sintetizó mejor el más potente
arsenal críticosobre el sistema capitalista y la sociedad burguesa, expuesto en
su obra magna El Capital (1867). Nació
en Tréveris (hoy Alemania) en una familia de “clase media”, estudió filosofía
en la Universidad de Jena de la cual se graduó en 1841, sin embargo debió
dedicarse al periodismo por las sucesivas persecuciones políticas de las
que fue víctima. Formado bajo la influencia del idealismo dialéctico del
también filósofo alemán Friedrich Hegel (1770-1831), se distanció de
esta perspectiva a partir del descubrimiento del materialismo de la obra
Ludwig Feuerbach (1804-1872)que lo llevó a la elaboración de su concepción de
mundo conocida como materialismo dialéctico (Netto, 2009), y que es
brillantemente sintetizada en las Tesis sobre Feuerbach de 1845. No fue un
académico como se los conoce hoy en día, dedicó su vida a la militancia
política por la superación del capitalismo y la construcción de una sociedad
comunista (Netto, 2009), y fue desde esa perspectiva que elaboró un marco
doctrinario para el análisis crítico del modo de producción capitalista. En
este sentido que Antonio Gramsci (1891-1937) denominó la teoría de Marx como filosofía
de la praxis, en la medida que filosofía y conocimiento son puestos al servicio
de la acción y la transformación social, y no son un fin en sí mismo.
Los campesinos
franceses
Es fundamental señalar que Marx nunca se abocó
específicamente a estudiar al campesinado como clase social y su inserción en
el capitalismo. Su objeto de estudio, para lo cual desarrolló el materialismo
dialéctico como método de investigación, fue la economía capitalista. Por este
motivo se encuentran en su obra abordajes parciales y no específicos del
campesinado, no obstante lo cual, su aporte a la discusión teórica y práctica sobre
este tipo social ha sido de gran relevancia, tanto por el aporte de
conocimiento específico que realizó como por la influencia que tuvo, y tiene,
en el pensamiento de las sociedades contemporáneas en general y en las
ciencias sociales en particular. En su obra es posible encontrar abordajes
diferentes, sino contradictorios, sobre el campesinado. Uno de los pasajes más
difundidos y polémicos se encuentra en El
18 Brumario de Luis Bonaparte (1852), donde analiza como la revolución de
1848 en Francia desembocó en el golpe de Estado de Luis Bonaparte (sobrino de
Luis XVI) en 1851 a impulso de la burguesía francesa. En este estudio histórico-concreto
sobre la lucha de clases en Francia, Marx realiza una severa crítica sobre el
papel desempeñado por los campesinos franceses en este período, refiriéndose a
ellos en un célebre pasaje de la siguiente forma:
“Los campesinos
parcelarios forman una masa inmensa, cuyos individuos viven en idéntica
situación, pero sin que entre ellos existan muchas relaciones. Su modo de producción
los aísla a unos de otros, en vez de establecer relaciones mutuas entre ellos
(...) Cada familia campesina se basta, sobre poco más o menos, a sí misma,
produce directamente ella misma la mayor parte de lo que consume y obtiene así
sus materiales de existencia más bien en intercambio con la naturaleza que en
contacto con la sociedad. La parcela, el campesino y su familia; y al
lado, otra parcela, otro campesino y otra familia. Unas cuantas unidades de
éstas forman una aldea, y unas cuantas aldeas, un departamento. Así se
forma la gran masa de la nación francesa, por la simple suma de unidades
del mismo nombre, al modo como, por ejemplo, las patatas de un saco forman un saco de patatas. (...) Por
cuanto existe entre los campesinos parcelarios una articulación puramente
local y la identidad de sus intereses no engendra entre ellos ninguna
comunidad, ninguna unión nacional y ninguna organización política, no forman una clase. Son, por tanto,
incapaces de hacer valer su interés de clase en su propio nombre, ya sea
por medio de un parlamento o por medio de una Convención. No pueden representarse, sino que tienen
que ser representados (...) por consiguiente, la influencia política de los
campesinos parcelarios encuentra su última expresión en el hecho de que el
poder ejecutivo somete bajo sumando a la sociedad” [negritas de GO] (Marx,
2003: 115-116).
La interpretación de este pasaje es clave a la hora de
determinar las características del campesinado en la sociedad capitalista, ya
que se lo interpreta como un juicio de alcance universal (para todo tiempo y
lugar), o como un análisis histórico y concreto de una coyuntura particular,
como entendemos fue el objetivo de Marx. En otro pasaje igualmente polémico se
refiere a la insurrección de los campesinos en la Francia revolucionaria de
1848 como “bufonada histórico-universal, jeroglífico
indescifrable para la inteligencia de hombres civilizados, este símbolo
ostentaba inequívocamente la fisonomía de la clase que representaba la barbarie
dentro de la civilización” (Marx, 2001a: cap. 2). Estas ideas se relacionan
con los escritos de Marx sobre el papel positivo y progresista del
imperialismo inglés en la India 2, de la colonización francesa en Argelia y de
la invasión de México por los Estados Unidos. Posteriormente en El
Capital, a la luz del caso del desarrollo industrial en Inglaterra, Marx esboza
la ley de tendencia de la diferenciación social de los productores directos
de mercancías en burgueses por un lado y obreros por otro, tendencia
precedida por el proceso de acumulación originaria donde la naciente burguesía
utilizando la violencia del Estado expropia las tierras comunales, según la
cual los campesinos son una clase en transición dentro del capitalismo que tiende
a desaparecer. Esta idea aparece en el Prólogo a la edición de El
Capital de 1867 en la célebre frase sobre el desarrollo capitalista según
la cual “El país industrialmente más
desarrollado no hace sino mostrar al menos desarrollado la imagen de su propio
futuro” (Marx, 1975: 7).
Según Da Costa Neto (2003) esta concepción denota, al menos
parcialmente, un esbozo de teoría general de la historia de corte
evolucionista-determinista, que parece sugerir que el desarrollo capitalista de
Europa Occidental y en particular de Inglaterra, es el rumbo que
inexorablemente seguirán el resto de las sociedades del mundo, lo que supone,
entre otros aspectos, la tendencia a la extinción del campesinado. Esta idea
será desarrollada con mayor profundidad en la obra de Lenin El desarrollo del capitalismo en Rusia de
1899, y por Karl Kautsky en La
cuestión agraria editada también en 1899.
El Marx “tardío”
Sin embargo, y este es un aspecto no exento de polémica,
varios autores sostienen que es posible observar en la última etapa de la obra
de Marx (1871-1883) un abandono definitivo de cualquier concepción
fatalista-evolucionista de la historia, en un proceso caracterizado por la
auto-depuración crítica de su propio pensamiento y por el análisis crítico de
los primeros “marxistas” que estaban fuertemente influidos por el positivismo 3
burgués. Entre los principales factores que influyeron en las reflexiones del
último Marx, Shanin destaca: (1) la derrota de la Comuna de París (1871), (2)
eldescubrimiento de la pre-historia, (3) el mayor conocimiento de las sociedades
rurales pre-capitalistas, y (4) el caso ruso (Da Costa Neto, 2003). En esta
etapa cobran especial relevancia los estudios sobre la comuna rural rusa4 como
base para la construcción de una sociedad pos-capitalista. Los textos donde
aborda esta cuestión son su carta al director de Otiechéstvennie Zapiski 5 de fines de 1877, su carta a Vera
Zasulich 6 con sus tres borradores de marzo de 1881 y el Prefacio a
la segunda edición rusa de El
Manifiesto Comunista de 1882. La preocupación de Marx por el caso ruso
también se relaciona con el éxito de la divulgación de su obra en Rusia. El Capital (redactado en
alemán) se tradujo y publicó en Rusia en 1872 y en un solo año vendió 3000
ejemplares como señala el propio Marx en el epílogo de la segunda edición de El Capital (1873), cuando por
ejemplo la primer traducción al inglés, cuna del capitalismo, data de1882 y con
ventas en el primer año de alrededor de 1000 ejemplares. En Rusia la obra tuvo
una gran repercusión entre los intelectuales de izquierda y los populistas rusos
(naródniks), de ahí la correspondencia
con Vera Zasulich, en la que el tema crucial era si debía esperar la disolución
de la comuna rusa como paso previo a la construcción del socialismo, o por el
contrario era posible utilizar la comuna como base para la construcción del
socialismo. La lectura de El Capital
despertó una fuerte polémica entre los populistas por un lado, que colocaban al
campesinado como vanguardia revolucionaria, y los primeros “marxistas” rusos
por otro, que a partir de las ideas de El Capital rechazaban
la idea del campesinado como vanguardia7. En la correspondencia con Zasulich,
Marx (2001c: 8) sostiene que
“El análisis
presentado en El Capital no da, pues, razones, en pro ni en contra de la
vitalidad de la comuna rural, pero el estudio especial que de ella he hecho, y
cuyos materiales he buscado en las fuentes originales, me ha convencido de que
esta comuna es el punto de apoyo de la regeneración social en Rusia, mas
para que pueda funcionar como tal será preciso eliminar primeramente las
influencias deletéreas”.
Para luego afirmar que:
“la existencia
simultánea de la producción occidental, dominante en el mercado mundial, le
permite a Rusia incorporar a la comunidad todos los adelantos positivos
logrados por el sistema capitalista sin pasar por sus Horcas Caudinas”
[negritas de GO].
Esta idea ya estaba presente en la carta de Marx
(2001b) al director de Otiechéstvennie
Zapisk cuando señala que
“si Rusia sigue
por el camino que ha seguido desde 1861, perderá la mejor oportunidad que le
haya ofrecido jamás la historia a una nación, y sufrirá todas las fatales
vicisitudes del régimen capitalista. El capítulo sobre la acumulación primitiva
no pretende más que trazar el camino por el cual surgió el orden económico
capitalista, en Europa Occidental”.
El principal argumento para sostener la posibilidad
histórica de la construcción de una sociedad pos-capitalista a partir de
la comuna rusa radica en la propiedad colectiva de la tierra, mientras que en
la Europa Occidental
“la propiedad privada,
fundada en el trabajo personal... va a ser suplantada por la
propiedad capitalista fundada en la explotación del trabajo de otros, en
el sistema asalariado (...) se trata, pues, de la transformación de
una forma de propiedad privada en otra forma de propiedad privada” (Marx,
2001c: 2).
Queda en evidencia entonces la ausencia de una filosofía de
la historia supra-histórica, lo que el propio Marx (2001b) señala al
criticar al director de Otiechéstvennie
Zapisk porque
“Se siente obligado
a metamorfosear mi esbozo histórico de la génesis del capitalismo en el
Occidente europeo en una teoría histórico-filosófica de la marcha general que
el destino le impone a todo pueblo, cualesquiera sean las circunstancias
históricas en que se encuentre”.
A modo de síntesis
(provisoria)
Con estas líneas intentamos poner a discusión las
principales ideas que atravesaron las reflexiones de Karl Marx sobre el
campesinado, relacionándolas con sus concepciones de la historia y el cambio
social. Dado lo breve del artículo y nuestras propias limitaciones, se trata de
una primera aproximación y no de un ensayo concluyente, que esperamos pueda ser
leído críticamente. Tampoco abordamos las ideas de Marx a la luz del devenir
histórico de las sociedades capitalistas y dentro deestas del campesinado en
los últimos 150 años, lo que queda pendiente para artículos posteriores. Sí intentemos
sintetizar algunas de las principales contribuciones de este brillante
intelectual alemán, buscando saldar cuentas acerca de qué dijo y qué no
dijo Marx al respecto del campesinado y su devenir en la historia. Lo que nos
parece más interesante es destacar la ausencia en el “último” Marx de una
teoría general de la historia que pre-establece las etapas que es inevitable
atravesar para “llegar” al socialismo sino que, muy por el
contrario, su método nos ofrece orientaciones para el análisis riguroso de cada
formación social como requisito para una acción más consciente. En nuestro
caso, estamos convencidos que sus ideas son un punto de partida fundamental
para pensar hoy, en Uruguay y en pleno siglo XXI, cuáles pueden ser las
vías para acumular fuerzas y conciencia de cara a un cambio social rural que
nos permita construir una sociedad pos-capitalista.
Bibliografía
MARX, K. 1975 [1872]. El Capital: El proceso de
producción del capital. Tomo I. Vol. 1. Traducción Pedro Scarón. Buenos Aires,
Siglo XXI
MARX, K. 2003 [1852]. El 18 Brumario de Luis Bonaparte.
Buenos Aires, Prometeo Libros. 126 p. NETTO, J. P. 2009. Introdução.
Inédito. 17 p.
Notas
1 El capitalismo es una forma histórica de producir riqueza
en la sociedad que, simplificando, podemos caracterizar por los
siguientes elementos: (1) se producen mercancías para vender en el mercado
con el objetivo último de obtener ganancias (y no de satisfacer las
necesidades humanas); (2) propiedad privada de los medios de producción
(tierra, maquinarias, infraestructura); (3) uso generalizado de trabajo
asalariado porque existen trabajadores separados de los medios de
producción. En la sociedad capitalista existen por tanto clases sociales, es decir,
grandes agrupamientos humanos con intereses contrapuestos. De forma muy
sintética, y con fines didácticos, se distingue entre los burgueses (dueños de
los medios de producción), los obreros (que venden su fuerza de trabajo por un
salario), y en una situación intermedia los campesinos y artesanos que
controlan parte de los mediosde producción, utilizan trabajo familiar (no
asalariado), y son subordinados a las empresas capitalistas que lesvenden
insumos y les compran la producción.
2 Dice Marx en su artículo La dominación británica en la India (1852):
“a pesar de todos sus
crímenes, Inglaterra fue el instrumento inconsciente de la historia al
realizar dicha revolución. En tal caso, por penoso que sea para nuestros
sentimientos personales el espectáculo de un viejo mundo que se derrumba, desde
el punto de vista de lahistoria tenemos pleno derecho a exclamar con Goethe: “¿Quién
lamenta los estragos, si los frutos son placeres?`”
3 Corriente de la filosofía de la ciencia (epistemología) de
fines del siglo XIX. Sostenía que la ciencia podía estar libre de cualquier
“preconcepto ideológico”, sin representar intereses políticos y sociales, para
lo cual el científico debía “abstenerse” de introducir sus ideas durante el proceso
de investigación. Es una concepción fuertemente legitimadora del orden
establecido, que acusa de “ideológicas” a las teorías críticas del capitalismo.
4 La comuna rusa, el mir,
estaba conformada por unidades domésticas campesinas que controlaban tierras
comunales donde vivían familias extensas (varias generaciones) que contaban de
2 a 6 ha. por familia. La distribución de las tierras comunales se realizaba en
asambleas según las necesidades de cada familia, de forma tal que una misma familia
podía modificar la cantidad de hectáreas controladas a lo largo de su evolución
demográfica.
5 “El Memorial de la
Patria”. Revista rusa publicada entre 1818 y 1884.
6 Revolucionaria rusa (1849-1919). Inicialmente milita en
organizaciones del populismo ruso, funda junto a Plekhanov la organización “Disidencia negra” en 1880 y luego el
Partido Social Demócrata Ruso (PSDR).Finalmente se integra a la fracción
minoritaria del PSDR conocida como mencheviques
(1903).
7 Apuntes de las aulas del Prof. Manuel de Jesús Masulo
(Universidade Federal da Amazonia, Brasil, 2011).