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Lenin
✆ Petr Vasilevich Vasilev
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Gabriel Oyhantçabal | Este
artículo es parte de una serie que comenzó con el número anterior y que busca
recuperar las principales reflexiones de los intelectuales y militantes
que desde una perspectiva pos-capitalista han abordado lo que se conoce como
cuestión o problema agrario. Mientras que en el número pasado abordamos
las principales reflexiones que dejó Karl Marx, en esta oportunidad dejaremos algunas
pistas sobre los aportes teóricos de Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido
como Lenin, protagonista de la Revolución Rusa de 1917 y de la creación de la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
[Ver en Ñángara Marx: Marx
y los campesinos]
La elección de Lenin no es casual, ya que al igual que su
referente intelectual (Marx), sus ideas además de tener valor en sí mismas,
fueron ampliamente difundidas a lo largo y ancho del planeta de 1919 en
adelante, con la organización de la III Internacional Comunista 1 y la posterior divulgación
del marxismo-leninismo como doctrina oficial de la URSS. Su pensamiento influyó
en los debates políticos y académicos que se dieron en diversos rincones del
mundo, sobre todo desde las perspectivas críticas o de izquierda. En Nuestra
América sus tesis sobre el desarrollo capitalista, la cuestión agraria y la evolución
del campesinado provocaron una fuerte polémica entre los “campesinistas”
defensores de la supervivencia del campesinado como sustrato de la nueva sociedad,
y los “descampesinistas” que señalaban su inexorable desaparición en las
economías capitalistas.
Sin embargo como bien señala Shanin (1979) una cosa fue
la reflexión de Lenin en los albores del 900, y otra bastante diferente fue la
divulgación que de sus ideas hizo el Partido Comunista de la Unión Soviética
(PCUS), que no en pocas ocasiones convirtió sus tesis en dogmas religiosos
aplicables a todo tiempo y lugar.
El que
pertenece al río Lena
Tal es el
significado de Lenin, el apodo que asumió Vladimir Ilich Ulianov para
desarrollar su actividad política. Nació
en 1870 en una familia de la pequeña nobleza de la ciudad de Simbirsk, ubicada a
900 km de Moscú. Su padre fue funcionario público y Consejero de Estado del zar Nicolás
II, sin embargo el vínculo con las ideas socialistas fue a través de su hermano
mayor, Aleksandr, que integró la organización
“Voluntad del Pueblo”, una facción de los populistas rusos que en 1881 ultimó al zar Alejandro II y en 1887
intentó asesinar a su heredero, el zar Alejandro III, provocando su
detención y posterior ejecución.
Fue un estudiante brillante que se graduó de abogado en 1891
en la Universidad de San Petersburgo. Si bien ejerció algunos años defendiendo
a pequeños campesinos, dedicó su vida a la militancia revolucionaria viviendo
durante varios períodos en el exilio. En 1895 participó en la fundación de la
“Unión de lucha por la emancipación de la clase trabajadora”, con la que en
1898 junto a otros dirigentes marxistas funda el Partido Obrero Socialdemócrata
de Rusia (POSDR). En1903 durante su 2º Congreso el POSDR se divide en dos
facciones: la mayoritaria (“bolcheviques”)liderada por Lenin y la minoritaria
(“mencheviques”). Estas dos facciones coexistieron conflictivamente en el seno
del partido, sosteniendo fuertes polémicas en torno a la Revolución de1905 2 ,la
Primera Guerra Mundial (1914-1917) y
finalmente la Revolución Rusa (1917), donde los bolcheviques conducen el
proceso revolucionario, y el Congreso de los Soviets de Rusia elige a Lenin
como Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo. Con ese cargo Lenin
protagoniza el período conocido como “Comunismo de guerra”
(1918-1920) cuando se enfrentan en una cruenta guerra civil el poder bolchevique con los enemigos internos con
apoyo militar de varias potencias (Inglaterra, Japón, Estados Unidos, Alemania), y luego
participa en el diseño de la Nueva Política Económica (NEP) que intentó sacar a la
URSS de los estragos generados por siete años de guerra. En plena aplicación de
la NEP muere en enero de 1924.
La Rusia zarista
A comienzos del siglo XX Rusia era considerada una potencia
en Europa a pesar de tener un desarrollo capitalista atrasado con presencia de
estructuras feudales (la servidumbre 3 fue abolida recién en 1861). Hasta 1905
no habían partidos políticos legales ni elecciones, y el control político y militar
lo ejercía la autocracia zarista que transmitía el mando por herencia. En 1917
Rusia (sin incluir territorios anexos al imperio) contaba con alrededor de 85
millones de habitantes, 80% de los cuales eran campesinos (68 millones), y sólo
3 millones de obreros urbanos radicados fundamentalmente en Petrogrado
(Fitzpatrick, 2005). De esta forma el problema de la tierra o la cuestión
agraria era crucial. Según Lenin (1954), la particularidad del problema agrario
en Rusia se explicaba por el extraordinario atraso de esta con respecto a
Europa, con relaciones capitalistas fuertemente dominadas por relaciones
feudales que deformaban su desarrollo. La estructura agraria según datos del
censo de 1905, daba cuenta de que 30.000 grandes propietarios de origen feudal controlaban
76 millones de hectáreas (2200 hectáreas/establecimiento) mientras que 10
millones de familias campesinas controlaban 79 millones de hectáreas (7,9
hectáreas/establecimiento), situación que mantenía en los hechos sistemas de
servidumbre en las grandes haciendas.
El qué hacer ante la cuestión agraria rusa, fue un motor de
debates y reflexiones entre la “inteliguentsia” rusa, integrada fundamentalmente
por universitarios jóvenes muy críticos del zarismo que exigían reformas que
incrementaran las libertades y los derechos del pueblo ruso. Dentro de la
“inteliguentsia” habían dos grandes agrupamientos: los “populistas rusos” o narodniks
4, que se oponían a las reformas capitalistas por los estragos que generó en
Europa occidental y sostenían que el campesinado conduciría el derrocamiento de
la monarquía y el cambio revolucionario; y los “marxistas” que crecieron en
oposición a los populistas, y defendían las reformas democrático-burguesas y el
desarrollo capitalista en Rusia como paso necesario para el desarrollo de una
clase obrera que posteriormente construyera el socialismo. Es en este sentido
que Fitzpatrick (2005) sostiene que los marxistas en Rusia pregonaban no sólo
una ideología revolucionaria, sino también una ideología modernizadora.
En este contexto Lenin, desde el “bando” de los marxistas y
en dura polémica con los populistas y sus continuadores (los
socialistas-revolucionarios), desarrolla sus reflexiones sobre el desarrollo
del capitalismo, la cuestión agraria, el rol del campesinado, y las alianzas
fundamentales para llevar adelante el proceso revolucionario. Sus
posiciones estuvieron fuertemente marcadas por eventos cruciales de su época:
las revoluciones de 1905 y 1917, la Primera Guerra Mundial (1914-1917) y la guerra
civil (1918-1920).
El desarrollo del
capitalismo
Lenin era antes que nada un “revolucionario profesional”, si
cabe el término, mucho antes que un académico, por lo que toda su reflexión teórica
está orientada a encontrar respuestas políticas para construir el socialismo.
Es por eso que sus reflexiones se encuentran en libros, en un sinnúmero de artículos
políticos y periodísticos y en las propias resoluciones y debates en los
congresos del POSDR (1898-1917) y del Partido Comunista Ruso (PCR) (1917-1923).
En el caso particular de sus reflexiones sobre la cuestión agraria la obra más
importante e influyente de Lenin es el libro El desarrollo del capitalismo en Rusia (publicado en 1899) y
en especial el capítulo II, que además fue base del programa agrario del
POSDR de 1903 y 1905.
Lenin creía firmemente que para avanzar hacia la revolución
socialista primero era necesario avanzar en reformas políticas y económicas que
desarrollaran el capitalismo en Rusia, así como defendía la necesidad del
protagonismo político del POSDR, como vanguardia de la clase obrera, endicho
proceso. En particular durante la Revolución de 1905 los bolcheviques defendían
una revolución democrático-burguesa que terminase con el zarismo y concretara
el “reparto negro” (la distribución de tierras) entre los campesinos bajo la
conducción del proletariado. Abramovay (1992) es muy enfático en señalar que no
es posible comprender sus primeros textos (1893-1905) sin tener en cuenta
el contexto en el cual escribió, donde al tiempo que defendía la revolución
democrático- burguesa, tenía que demostrar, a diferencia de los
populistas, la heterogeneidad de un mundo rural que mostraba cada vez más
rasgos de polarización capitalista (proletariado y burguesía), lo que volvía
una necesidad la revolución socialista bajo la conducción del proletariado.
En El desarrollo
del capitalismo en Rusia intenta demostrar, utilizando el método de Marx y
con base en las estadísticas generadas por los zemstvos 5, el proceso de diferenciación social del campesinado en
las dos clases fundamentales del capitalismo: burgueses (campesinos ricos) y proletarios
(campesinos pobres). Para Lenin se trataba de un proceso de descomposición
interna del propio campesinado (Shanin, 1979), generado por la penetración
del capitalismo en el campo que iba conformando un mercado interno donde los
trabajadores venden su fuerza de trabajo y compran los bienes necesarios para
su reproducción, y los burgueses compran fuerza de trabajo y medios
de producción y consumo. Su tesis central es que la economía campesina no
representa una formación específica y que está en proceso de desintegración ya
que “la comunidad campesina rusa no es antagónica
al capitalismo, sino por el contrario, es su base más profunda y sólida” (Lenin,
1982:113).En otras palabras, es la comuna rural rusa la base sobre la cual se
desarrolla el capitalismo en el campo, por eso la descampesinización es interna en la medida que constantemente
produce elementos capitalistas 6.
En dicho texto Lenin (1982) clasificó al campesinado ruso en
tres grandes clases a partir de la tenencia de la tierra, la posesión de
animales de tracción y la compra/venta de fuerza de trabajo. En un extremo
están los campesinos ricos o burguesía rural que acumulan tierra y animales
detracción, compran fuerza de trabajo y desarrollan empresas industriales y
comerciales. En otro extremo están los campesinos pobres o proletariado rural,
que no tienen suficientes medios de producción para producir los bienes
necesarios para su reproducción y venden parte de su fuerza de trabajo. Y en el
“medio” están los campesinos medios, que tienen los medios de producción
(tierra y animales) estrictamente suficientes para producir, no venden ni
compran fuerza de trabajo, y son los que originan las otras dos clases. Estos
son los “destinados” a desaparecer 7.
Es interesante observar como al comparar la evolución del
campesinado entre los censos de caballos de 1888-1891 y 1896-1900 afirma que se
asiste a un proceso de desintegración del campesinado ya que se incrementa el
número de campesinos pobres (sin caballos) y se reduce el número de campesinos
ricos (con más de 3 caballos). Sin embargo, las cifras totales muestran un
incremento de casi 1 millón de establecimientos, lo que evidencia la
reproducción del campesinado en base al incremento de la fracción pobre. La
desintegración del campesinado que analiza Lenin no supone desplazamiento de la
producción ni del campo, sino incremento de campesinos pobres que combinan la
producción agrícola en su tierra con la venta de parte de su fuerza de trabajo.
El autor explica esta particularidad en su quinta tesis al final del
capítulo, según la cual la penetración del capitalismo en la agricultura es
lento y asume formas variadas, entre ellas y en particular en Rusia, la producción
de proletariado “fijado” a pequeñas parcelas de tierra que permite descontar
salario(porque los alimentos los produce el propio asalariado) y retener mano
de obra en el campo.
La agenda socialista
El desarrollo del
capitalismo en Rusia fue el texto que canonizó el PCUS bajo la conducción
de Joseph Stalin difundiendo la idea de la diferenciación social y la
desintegración del campesinado como tendencia inevitable del desarrollo
capitalista al estilo de las leyes de la naturaleza. De esta forma más que
demostrar la existencia de la diferenciación social, el foco estaba en
identificar las formas y la velocidad del proceso. Sin embargo como señala
Shanin (1979) la propia postura de Lenin fue evolucionando con el correr de los
años y de la coyuntura política rusa. En 1906 publica el folleto Revisión del programa agrario del partido
obrero, donde relativiza algunas
de sus tesis y que es base del libro de 1907 El programa agrario de la socialdemocracia en la primera revolución rusa
de 1905-1907, donde Lenin
defiende las reivindicaciones del campesinado relacionadas con la nacionalización
de la tierra, la expropiación de la tierra de los terratenientes y su reparto
entre los campesinos pobres y medios.
Ya en 1917, en pleno desarrollo de la revolución, Lenin se
enfoca en la alianza de clases necesaria para la victoria sobre la
burguesía y los restos del zarismo. Por más que nunca abandona la tesis de que
la vanguardia de la revolución es el proletariado urbano e industrial
organizado por el POSDR, destaca la necesidad de organizar como su principal
aliado al proletariado rural y a los campesinos pobres (los
semi-proletarios), y de despertar creciente simpatía entre los campesinos
medios. Esta concepción se desarrolla más plenamente durante la construcción
del Estado soviético, cuando se enfrenta al desafió de abastecer de alimentos a
las ciudades y generar excedentes para potenciar la industrialización, para lo
cual es muy enfático en la defensa de políticas de apoyo a los campesinos medios
(tierra, insumos, maquinaria, apoyo técnico, créditos) y a sus organizaciones
cooperativas como principal soporte de la agricultura socialista, antes incluso
que las grandes haciendas estatales, sobre las que afirma que, a pesar de ser
superiores técnicamente, se deben desarrollar lentamente conforme se generen
las bases materiales y culturales necesarias para su consolidación.
En el artículo Sobre
la cooperación, uno de sus últimos escritos publicado en 1923, Lenin
indicaba que la “labor cultural entre los
campesinos persigue precisamente como objetivo económico la cooperación. Si
pudiéramos organizar en las cooperativas a toda la población, ya estaríamos con
ambos pies en el suelo socialista” (Lenin, 1954: 739). Estas reflexiones
forman parte de las discusiones sobre la NEP, que colocó la necesidad de
construir un “capitalismo de Estado” cediendo parte las actividades
productivas al capital privado con control estatal, al tiempo que ubicaba la cooperación,
y la labor “cultural” asociada a esta, como motor de la construcción del
socialismo una vez conquistado el poder del Estado. La cita a continuación es
elocuente:
“Ahora tenemos derecho
a afirmar que, para nosotros, el simple desarrollo de las cooperativas se
identifica (...) con el desarrollo del socialismo, y al mismo tiempo nos
vemos obligados a reconocer el cambio
radical que se ha operado en todo nuestro punto de vista sobre el
socialismo. Ese cambio radical consiste en que antes poníamos y debíamos
poner el centro de gravedad en la lucha política, en la revolución, en la
conquista del poder, etc. Ahora el centro de gravedad se desplaza hacia la
labor pacífica de organización "cultural"” (Lenin,
1954: 738, negritas del autor).
Sus reflexiones fueron abortadas de cuajo con su muerte en
enero de 1924, dando lugar a una dura polémica en el seno del Comité
Central por la conducción del partido y del Estado Soviético, que finalizó con
la “coronación” de Stalin en 1927. Por su parte el debate sobre la cuestión
agraria se cerró en 1929 cuando Stalin resolvió impulsar la industrialización
de la URSS a partir de los excedentes de los campesinos que fueron obligados a
la colectivización forzada y a emigrar a las ciudades para trabajar en la
industria (entre 1928 y 1932 más de 10 millones de campesinos dejaron la
agricultura) (Fitzpatrick, 2005). Al mismo tiempo, los intelectuales críticos
de la colectivización fueron paulatinamente purgados política y físicamente,
entre ellos, Alexander Chayanov.
Cierre parcial
Las líneas que presentamos hasta aquí son necesariamente
parciales y requieren de mayor profundidad. Al igual que en el
artículo del número anterior buscamos sintetizar los aportes de los intelectuales
que abordaron la cuestión agraria desde la perspectiva de los sectores populares
rurales. Es evidente que sus reflexiones merecen ser contextualizadas para
poder entender mejor su particularidad así como para identificar qué nos
pueden aportar a la reflexión de “nuestra” cuestión agraria, en Uruguay y en
pleno siglo XXI. Sobre todo nos interesa rescatar la riqueza del abordaje de
Lenin de la situación rusa, con sus aciertos y limitaciones, que muestran un
enfrentamiento permanente de la teoría con la realidad en la búsqueda de
respuestas para la acción política para y por los pobres del campo.
Bibliografía
FITZPATRICK, S. 2005. La revolución rusa. Buenos Aires, Siglo XXI. 237 p. LENIN, V. I.
1982 [1899]. O desenvolvimento do
capitalismo na Russia (cap. 2).Traducción José Paulo Netto. Sâo Paulo,
Abril cultural.LENIN, V. I. 1954. La alianza de la clase obrera y el
campesinado. Moscú, Editorial Progreso. 774 p.
LENIN, V. I.1973. Obras
completas. Tomo III (1905-1912). Moscú, Editorial Progreso. Disponible en
marxists.org/espanol/lenin/obras/oe12/lenin-obrasescogidas03-12.pdf
Notas
1 Fundada en 1919
por el Partido Comunista de Rusia y otros grupos socialistas para superar la II
Internacional (la internacional social-demócrata). Fue la impulsora de la
fundación de partidos comunistas en todo el planeta.
2 Desencadenada
por el fracaso ruso en la guerra con el Japón de 1904, la Revolución de 1905
por más que no logró derrocar al zarismo, y las reformas políticas y económicas
fueron menores, desembocó en la creación de un parlamento consultivo (la
Duma) y en la promoción de una reforma agraria liberal (Fitzpatrick, 2005).
3 La servidumbre
es una forma de contrato social y jurídico típica del feudalismo mediante la
cual el siervo quedaba al servicio del señor feudal, quien tenía la potestad de
decidir en numerosos asuntos de su vida. La condición de siervo era hereditaria
y no podía abandonar la tierra sin el permiso de su señor.
4 Nombre con
el que se conoció a los revolucionarios rusos de 1860 y 1870, que significa yendo con el pueblo (narod).
5 Creados en
1864, fueron los centros oficiales de investigación y extensión rural donde
trabajaban agrónomos y economistas, muchos vinculados al populismo. Generaron
una importantísima base de datos sobre el campesinado ruso a partir de la cual
se formularon la principales teorías sobre este sujeto.
6 Para De la
Garza (1983) Lenin utiliza en su trabajo el método hipotético-deductivo y no
estrictamente el método marxista, ya que primero deriva sus hipótesis sobre la
diferenciación social del marco teórico expuesto por Marx en El Capital y luego las intenta
verificar con datos de la realidad rusa. De esta forma no logra dar cuenta de
la totalidad de la formación social rusa y de sus diferencias con el capitalismo
inglés.
7 Según
estimaciones de Lenin (1982), el campesinado ruso se integraba a fines del
siglo XIX por un 50% de pobres, un 20% de ricos y un 30% de medios sobre un
total de más de 11,2 millones de establecimientos.