|
Lenin ✆ Serguey Polischuk |
Eric Blanc / En
los últimos años, los socialistas han discutido encarnizadamente sobre la
cuestión de los llamados “partidos amplios”. Muchos han defendido que hay que
desechar el modelo "leninista" en favor de formaciones más amplias,
como Syriza, Podemos, el Partido Laborista británico, los Verdes, etc. Otros
han rechazado participar en este tipo de organizaciones, con el argumento
"leninista" de que la construcción de partidos marxistas revolucionarios
independientes sigue siendo la tarea de organización estratégica de los
socialistas. Entrelazado con este debate ha habido una seria reevaluación
del propio "leninismo". En particular, después de la publicación del
monumental Lenin Rediscovered de
Lars T. Lih, se han abierto algunas grandes interrogantes: ¿Rompió Lenin en la
teoría y / o práctica con la estrategia "ortodoxa" articulada por el
teórico marxista Karl Kautsky? ¿Fueron los bolcheviques, en otras palabras, un
"partido de nuevo tipo"?
Por desgracia, el debate ha pasado por alto hasta ahora una
de las obras de Kautsky más reveladores sobre la construcción del partido
revolucionario, su artículo de 1909
"¿Sectas o partidos de clase?".
El artículo merece llegar a un público más amplio, ya que aclara la estrategia
del Kautsky revolucionario (es decir, antes de su capitulación posterior ante
la burocracia del partido alemán) y porque perspicazmente pone en cuestión las
orientaciones políticas problemáticas que se han convertido en hegemónicas
entre los socialistas de hoy.
Kautsky polemiza contra lo que él considera que son dos
falsas estrategias puestas de manifiesto en el debate relativo a la afiliación
en 1908 del Partido Laborista británico a la Segunda Internacional. Por un
lado, algunos reformistas defendieron que el Partido Laborista, bastante
amorfo, era una alternativa positiva a los partidos explícitamente marxistas.
No menos erróneo, desde el punto de vista de Kautsky, fue el intento sectario
del Partido Socialdemócrata británico (SDP) de construir directamente un
partido marxista en Gran Bretaña al margen del Partido Laborista. El artículo
de Kautsky intenta demostrar por qué no tenía sentido contraponer el proyecto
de construir partidos obreros de masas independientes con los partidos
estrictamente marxistas. Los primeros, según él, deben considerarse como un
paso hacia estos últimos.
Uno de los aspectos más significativos de "¿Sectas o
partidos de clase?" Es que destruye el mito tan repetido de que Kautsky
buscó construir (
como
un reciente artículo de Kevin Corr y Gareth Jenkins en International
Socialism afirma) un "partido de toda la clase", fundado
sobre la "unidad en un sentido amplio en vez de la unidad en el sentido de
la cohesión ideológica". Si alguna vez existió un ejemplo de tal partido
ese fue el Laborismo británico. Sin embargo, Kautsky argumenta enfáticamente
que los intentos de exportar este modelo a países con partidos de masas
marxistas sería meramente "un intento de acabar con una forma superior de
partido ya existente, y reemplazarla por otra más arcaica". Kautsky aboga
claramente por un partido basado en "el socialismo marxista, la teoría de
la lucha de clases proletaria como se deduce del estudio de la sociedad
capitalista". De acuerdo con la concepción de Kautsky, los trabajadores
necesitan un partido independiente; ese partido debe ser en la teoría y en la
práctica marxista revolucionario; y si todavía no es cabalmente un partido
marxista, el papel de los revolucionarios es empujar para que se transforme en
él.
(Lenin, hay que señalar, compartía esta orientación
"ortodoxa", tanto en lo que respecta a Rusia como a Gran Bretaña. Al
expresar su acuerdo con la decisión de 1908 de admitir al Partido Laborista
británico en la Segunda Internacional, el líder bolchevique argumentó que el
Partido Laborista "representa el primer paso de las auténticas organizaciones
proletarias de Gran Bretaña hacia una política de clase consciente y hacia un
partido socialista de los trabajadores".)
Teniendo en cuenta que los laboristas británicos estaban
dirigidos por líderes parlamentarios y sindicales ligados a los liberales y a la
ideología burguesa, Kautsky defendió de manera muy "leninista" que
hacía falta una organización revolucionaria propiamente dicha:
“La peculiaridad de
Inglaterra consiste en el hecho de que las condiciones allí hacen necesario que
los marxistas formen una organización sólida propia, que en los países donde
existen partidos de masas con un programa socialdemócrata - es decir, marxista
- serían superfluas. ... Sólo por medio de la propaganda marxista más
energética entre las masas, y la crítica más decidida de los errores y los
enredos de los líderes, el Partido (Laborista) podrá transformarse en una
organización fuerte y confiable, en la lucha por la emancipación del
proletariado”.
Kautsky criticó a los revolucionarios británicos no porque
buscasen construir un partido estrictamente marxista, sino porque su negativa
abstencionista a participar en el Partido Laborista británico les impedía
alcanzar este objetivo en la práctica. Auto-proclamar un partido marxista no
bastaba, ya que las condiciones distintas en diferentes países obligaba a
aplicar tácticas flexibles para la construcción eficaz de partidos
revolucionarios de masas.
En retrospectiva, el problema con el enfoque de
Kautsky no era que defendiese un modelo de partido equivocado (
"el partido de toda la clase"), sino que, al igual que Lenin,
subestimó el grado en que la burocratización de los partidos con un programa
marxistas, como el SPD alemán, los hizo en la práctica similares al
Laborismo británico. Se podría argumentar que la tragedia de la izquierda
revolucionaria de la Segunda Internacional fue que la estrategia
"leninista" que Kautsky defendió para Gran Bretaña - es decir, la
organización de una corriente revolucionaria marxista propia con el objetivo de
superar el reformismo dentro de los partidos socialistas de masas - no se
aplicó en el resto de Europa también. Sólo después de las traiciones históricas
de las burocracias obreras en 1914, Lenin y (finalmente) Rosa Luxemburgo
adaptaron sus estrategias de organización para Europa.
A pesar de esta y otras deficiencias en el texto de Kautsky
– incluida entre otras una seria subestimación de la acción de masas - me
parece que la orientación estratégica general que invoca sigue siendo hoy más
relevante que en 1909. Si bien la ausencia de un partido de masas marxista en
Gran Bretaña fue excepcional en su momento, hoy se ha convertido en la norma.
Por desgracia, las dos orientaciones criticadas por Kautsky
- que contraponen ambas la construcción de partidos amplios y de partidos
marxistas - se han convertido en hegemónicas. De hecho, las posiciones contra
las que polemizaba Kautsky en 1909 eran en algunos aspectos más avanzadas que
sus formulaciones contemporaneas. Los defensores reformistas del modelo de
partido amplio de la Segunda Internacional al menos defendían una
organización de la clase obrera,
mientras que en la actualidad es habitual que muchos socialistas promuevan
formaciones populistas interclasistas (o que incluso participen en estructuras
capitalistas, como el Partido Demócrata de Estados Unidos). A su vez, el
sectario SDP. Británico - contra el cual Kautsky polemizó por creer que podría
transformarse directamente en un partido de masas - tenía aproximadamente unos
13.000 miembros, mientras que los defensores hoy de su mismo enfoque a menudo
solo agrupan a unas docenas o cientos de militantes.
La experiencia de las últimas décadas parecería demostrar
que mientras que los partidos amplios no marxistas no pueden superar de manera
efectiva el capitalismo, los proyectos de construcción de partidos marxistas
probablemente fracasarán si están divorciados de los esfuerzos más amplios para
construir una representación política de masas de y para la mayoría de la clase
trabajadora. Los socialistas de hoy harían bien en redescubrir esta olvidada
contribución de Kautsky de 1909 y reconsiderar su conclusión estratégica:
“No es una cuestión de
si preferimos un pequeño y decidido partido socialdemócrata a un partido amplio
de clase sin un programa definido ... Una organización socialista del tipo del
SDP (británico) es tan insuficiente por sí mismo como el Partido Laborista.
Debemos alentar ambos”.
Traducción de inglés por G. BusterTítulo original: “Party, class, and Marxism: Did Kautsky advocate ‘Leninism’?”