Carlos Medina
Gallego | Esta ponencia se centrará, en lo esencial, en
el esbozo de unas tesis generales sobre lo que ha dado en denominarse El Socialismo del Siglo XXI y el
concepto de Poder Popular como
práctica de acumulación política en la construcción del proyecto socialista. Es
el resultado del trabajo de investigación y reflexión permanente sobre los
desarrollos programáticos y teóricos de distintas fuerzas políticas y sociales
en Colombia y América Latina, de los procesos de construcción crítica de nuevos
imaginarios políticos para la izquierda en el contexto de la posguerra fría, la
globalización y el capitalismo neoliberal. Se busca en lo esencial aportar elementos para animar la
discusión al respecto, tomando en consideración las particulares concepciones
existentes en el marco de los procesos políticos continentales, buscando
definir a la vez los rasgos esenciales de un modelo socialista propio. Para
ello se formulan unas tesis generales que buscan dar razón a los aspectos más
relevantes de la discusión existente al respecto.
Sobre el socialismo
del siglo XXI
Existe una amplia discusión acerca de la designación de
socialismo del Siglo XXI, que se centra básicamente en dos grandes posturas:
La primera,
señala que el socialismo es uno y que está concebido como un modelo histórico
del desarrollo social centrado en la propiedad estatal de los medios de producción
y la distribución social de los beneficios en una sociedad conducida por la
dictadura de la clase trabajadora que encarna los intereses de la sociedad en su
conjunto.
La segunda,
considera que el socialismo es un proceso histórico construido sobre la base la
propiedad social de los medios de producción, el ejercicio de la libertad
individual y colectiva y un modelo de democracia que se centra en el poder
popular como la capacidad de la sociedad en su conjunto para generar
transformaciones estructurales que conduzcan al bienestar general, a la
convivencia fraterna y a la seguridad del conjunto de la sociedad. En esta
concepción el Estado es en lo fundamental un potencializador de las formas de
organización social y de la acción política de la sociedad civil y no
constituye el Estado de la "dictadura" de la clase obrera.
En el desarrollo de esta discusión se han introducido
interesantes análisis que conllevan a la comprensión compleja no sólo del
concepto, sino de los distintos caminos que conducen hacia la construcción diferenciada del
socialismo. En general, se considera que el concepto surge en las luchas
sociales y políticas del siglo XIX, en una fase especifica del desarrollo
capitalista; se construye como realidad
histórica diversa en confrontación con las transformaciones que el
capitalismo tiene en el siglo XX, siguiendo los fundamentos del modelo teórico
en una apropiación adecuada de las condiciones históricas de cada sociedad que avanzó en su materialización,
haciendo de éste un fenómeno diferenciado; este proceso, que tuvo su gran
crisis a finales de la década de los ochenta, ha generado una fase de reconceptualización
de la concepción del socialismo sobre la base de los alcances y limitaciones de
su implementación en el siglo pasado, a través de una nueva propuesta que toma
en consideración el papel del individuo y la sociedad en su conjunto en la
construcción de un proceso histórico de bienestar colectivo fundamentado en el humanismo,
en el marco de los avances y trasformaciones del mundo del siglo XXI y en confrontación
con el desarrollo del capitalismo neoliberal y la globalización. Del balance
general del estado de la discusión y las elaboraciones hechas al respecto considero
pertinente presentar unas tesis centrales que permitan animar la discusión
sobre las caracterizaciones básicas del socialismo del siglo XXI. Constituyen
supuestos desde los cuales se comienza a imaginar una sociedad poscapitalista
que se asume también en torno a las reflexiones críticas del llamado socialismo real.