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Foto: Francisco Posada |
Medófilo Medina | Francisco
Posada estaría cumpliendo en 2014 ochenta años. Murió hace 40. Desde 1970
cubrió a esta figura de la historia intelectual colombiana un manto de
silencio. Por iniciativa de María Cristina Posada, competente promotora
cultural, se prepara un homenaje nacional a Francisco Posada, que tendrá lugar
en El Socorro los días 17 y 18 de marzo. ¿Por qué en esa ciudad? Una obra
póstuma de quien aquí evoco, publicada en 1971, se titula:
El movimiento revolucionario de los Comuneros.
De manera simultánea se conmemora el acontecimiento y se
rinde tributo a uno de los autores que lo investigó. Son múltiples las facetas
de la breve parábola vital de Posada. En 1958 fundó la revista Tierra Firme, que fue la primera
publicación moderna dedicada a las Ciencias Humanas en el país. Buscaba Posada
abrir en Colombia las ventanas a las corrientes avanzadas del pensamiento
mundial, al psicoanálisis, al marxismo, al existencialismo. Es cierto que desde
los tiempos de Baldomero Sanín Cano se dieron tentativas de apertura, pero se
restringían a la poesía y la literatura. (Miguel Ángel Urrego ofrece una reseña
de Tierra Firme en ‘Intelectuales, Estado y Nación en Colombia’,
publicado en 2002). En la revista al lado de artículos de Heidegger, Jean
Hippolite, Merleau-Ponty pusieron sus ensayos intelectuales colombianos como
Jorge Child, Eduardo Cote Lamus y José Olmedo.
Hoy sorprende la amplitud de la visión de Posada sobre la
historia de la cultura del país, la cual se advierte al leer su ensayo ‘Ideas sobre la cultura nacional y el arte
realista’, publicado en la revista Letras
Nacionales en febrero de 1965. Desde la época colonial hasta la fecha
cuando se publica el trabajo, el autor lleva a cabo un inteligente rastreo por
la literatura y la poesía, las artes plásticas, los primeros pasos del cine
nacional. Al tiempo consigna sus comentarios como crítico tanto con respecto a
la literatura como al arte. Presenta algunas de las tendencias de la teoría
estética en el mundo. Mantienen su interés las líneas polémicas que esboza con respecto
a los juicios, no pocas veces muy prescriptivos de Marta Traba sobre los
artistas nacionales.
Guarda todo su interés polémico el análisis que Francisco
Posada ofrece sobre la Violencia de 1946 a 1964 en su libro Colombia: violencia y subdesarrollo, publicado
por la Universidad Nacional en 1969. Llama la atención su hipótesis de que la
Violencia habría sido el camino mediante el cual las clases dominantes habrían
mantenido en Colombia el subdesarrollo en oposición a visiones que, como la de
Estanislao Zuleta, apreciaron la Violencia como el derrotero por el cual
avanzaron las relaciones capitalistas en el campo colombiano.
Su interés por la discusión teórica sobre el modo de
producción asiático, que alcanzó relevancia en círculos académicos franceses, lo
llevó a medir sus instrumentos de análisis con el estudio de los muiscas. Un
ensayo publicado en dos artículos en la revista Documentos Políticos, Nos.
55/56, Bogotá, 1965/1966, marcan esa estación de la insaciable curiosidad
intelectual de Posada.
El marxismo latinoamericano fue otro campo en el que
Francisco Posada hizo sus aportes en los estudios sobre el intelectual peruano
José Carlos Mariátegui. Con notable originalidad y convicción se empeñó en
introducir en el país los modelos estéticos de la teoría del Teatro Épico,
propuesta por Bertold Brecht. En este campo estuvo secundado por el trabajo
artístico y organizativo de Santiago García en el tiempo de su primera
tentativa de crear un grupo teatral: El Teatro Estudio de 1963. Por el mismo
tiempo trabajó con el grupo Nuevo Teatro, dirigido por Dina Moscovicci, quien
se convertiría en su compañera. Francisco Posada tuvo en la Universidad
Nacional en Bogotá su campo inmediato de influencia intelectual. Era la
Universidad de la Reforma decisiva introducida por el rector José Félix Patiño.
Posada, al igual que otros profesores de avanzada como Ramón
Pérez Mantilla, Tomás Ducay, Fals Borda, secundaron la reforma en abierto
enfrentamiento con sectores tradicionales del profesorado. Era, además, la
Universidad Nacional el epicentro de un poderoso movimiento estudiantil que
producía notables movilizaciones y alentaba vigorosas fórmulas de
representación y organización. El carisma intelectual de Posada facilitó su
relación con el estudiantado, especialmente con aquel que siendo políticamente
avanzado no concordaba con aquellos que le asignaban a la Universidad la
función de fungir como la retaguardia del movimiento insurgente.
Posada fue decano de la Gran Facultad de Ciencias Humanas
que había resultado de la integración de las antiguas pequeñas facultades
napoleónicas anteriores a la Reforma Patiño. En buena hora se ha iniciado esta
labor de recuperación de la memoria de Francisco Posada, sin duda uno de los
grades intelectuales del siglo XX colombiano.
Conmemoración de
Francisco Posada
El evento en el cual se relanzará el libro de Francisco
Posada Díaz, 'Movimiento Revolucionario de los Comuneros', editado por Siglo
XXI, en 1970, póstumo, ha sido coordinado por María Cristina Posada, su hermana
y quien hace más de un año se ha puesto en la tarea de recopilar y rescatar,
libros, artículos y variedad de folios y documentos escritos y publicados en
diversos medios culturales, obras que Posada escribió en sus cortos 36 años de
vida. El próximo 22 de julio, Francisco Posada, cumpliría 80 años.
María Cristina Posada, acompañada por un grupo de intelectuales y académicos de
la Universidad Nacional, Jorge Tadeo Lozano y Libre, ha programado durante
2014, con el aporte del profesor Carlos Rincón, numerosos eventos que
rescatarán la memoria histórica del país, divulgada por Posada Díaz, para el
conocimiento de las nuevas generaciones.
[…] Francisco Posada
Díaz (Bogotá, 1934-1970) fue uno de esos intelectuales que produjo la mejor
actitud revisionista y humanística del marxismo europeo de los años cincuentas
y sesentas (Garaudy, Merlau-Ponty). Pues siendo muy joven, Posada viajó a
Europa, concretamente a Francia y Alemania, para complementar sus estudios de Filosofía,
después de haber pasado por la Universidad Nacional de Colombia y de haber
estudiado Derecho en la Universidad del Rosario. Pero sin duda el espacio
propio de Posada fue la agitada universidad pública de los sesentas, que en
parte le presta un carácter, nada esquemático, a sus investigaciones y ensayos:
el rigor académico, la carga ideológica y el sentido crítico. Pero ni el rigor
ni el compromiso ideológico se convierten, en los trabajos de Posada, en
lastres que escamoteen el carácter ensayístico de su propuesta: una lucidez a
toda prueba y una voluntad de elaboración prosística, unidas a una indudable
afirmación personal (aun en el manejo de los datos objetivos) presiden sus
investigaciones históricas, pioneras en la aplicación cuidadosa de los métodos
de la sociología militante marxista, en particular sus estudios sobre la
historia de Colombia: sobre los chibchas, sobre los Comuneros o sobre todo el
movimiento socialagrario en el siglo XX
A su muerte temprana, causada por una leucemia, el joven de
36 años ya había publicado sus trabajos en importantes editoriales de España y
Argentina (y póstumamente se publicaría en Siglo XXI de México su ensayo
histórico sobre los Comuneros), y en revistas europeas y norteamericanas, y
había sido director del Departamento de Filosofía y decano de la Facultad de
Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia.
(El ensayo 'Ideas
sobre la cultura nacional y el arte realista' fue publicado por la revista
Letras Nacionales, dirigida por Manuel Zapata Olivella, en el número de
enero-febrero de 1965
Bibliografía básica
-Los orígenes del pensamiento marxista en Latinoamérica.
Política y cultura en José Carlos Mariátegui. Madrid, Ciencia Nueva, 1968.
-Colombia: violencia y subdesarrollo. Bogotá, Tercer Mundo,
1968
-El camino chibcha a la sociedad de clases y Familia y
cultura en las comunidades chibchas. En Ensayos marxistas sobre la sociedad
chibcha. Bogotá, Ediciones Los Comuneros, Coautor con Diego Montaña y Sergio
Santis.
-Lukács, Brecht y la situación actual del realismo
socialista. Buenos Aires, Galerna, 1969.
-El movimiento revolucionario de los Comuneros. México,
Siglo XXI, 1971. Póstumo.