► Investigadores
aseguran que, en los hechos, ya opera una súper entidad que controla la
economía global. Según el índice creado por la Universidad de Zúrich, 737
multinacionales controlan el 80% de la economía global. La tendencia va en el
sentido de profundizar el proceso con fuerte impacto en la libre competencia y
la estabilidad financiera.
Federico Schmalen | Hace
ya casi un siglo, allá por el año 1916, el revolucionario ruso Vladimir Ilich
Lenin publicó uno de sus libros teóricos de mayor relevancia y proyección con
el título de El imperialismo como fase superior del capitalismo. En rigor,
Lenin había recogido el concepto forjado por el entonces dirigente del Partido
Socialdemócrata Alemán Rudolf Hilferding en su obra escrita 6 años antes con el
título El capital financiero.
A partir de ese concepto, Lenin desarrolló su teoría que
sostiene que, a partir de esta nueva forma de capital, que sería el resultado
de la fusión entre el capital bancario y el industrial y la conformación de una
clase social crecientemente transnacional, se inauguraba una nueva y última
fase del capitalismo, la era del imperialismo.
Allí, inspirado en Hilferding, el teórico marxista, dando
continuidad a la Teoría de la tendencia
decreciente de la Tasa de Ganancia de Carlos Marx, sostenía que como
resultado del agotamiento del régimen capitalista y su capacidad de desenvolver
las fuerzas productivas se daría comienzo a una etapa en la que, para sostener
su alicaída tasa de ganancia y sobrevivirse a si mismo, el capitalismo se vería
obligado a negar su rasgo esencial que no era otra cosa que el hecho de basar
su motor de desarrollo en la libre competencia. De ese modo, según al teoría del
imperialismo, se abriría paso la era de los monopolios (trust), como un recurso
artificial para sostener precios y beneficios. La tendencia a la concentración y centralización del
capital, entonces, sería un rasgo esencial del régimen capitalista en su fase
superior y por lo tanto un síntoma de su propio agotamiento. A la vez que una
manifestación de su crisis, una vía brutal para su superación.
La llamada era de la globalización y publicaciones como el
famoso bestseller El Fin de la Historia de Francis Fukuyama constituyeron, en
la década del noventa, el envoltorio ideológico que presagiaba una nueva fase
de ascenso del capitalismo a partir del derrumbe de los regímenes comunistas en
todo el planeta y la apertura de esos inmensos mercados de consumo para el
lucro capitalista de Occidente.
Además, claro, de la supuesta refutación teórica y práctica
del marxismo a escala planetaria y con un alcance histórico irreversible.
Un cachetazo de la
realidad
El estallido de la crisis financiera internacional en 2008
puso un fin abrupto a ese optimismo reinante y volvió a poner en el escenario
la idea de que la crisis es un factor inherente al propio capitalismo.
Del mismo modo, la tendencia a la concentración del capital
como recurso para afrontar la crisis parece haberse profundizado y afianzado
como una tendencia durante el transcurso de la propia crisis.
Análisis científico
Según un estudio reciente, que no ha sido publicado en
nuestro país, realizado por la Universidad de Zurich, con el título de
"The Network of Global Corporate Control", 737 compañías controlan el
80% de la economía global.
La investigación, realizada en 2010, se concentró sobre un
total de 46 mil compañías transnacionales seleccionadas de una base de datos
compuesta por 30 millones de actores económicos.
El grupo de profesionales tuvo el propósito de conformar un
nuevo indicador capaz de determinar los niveles de concentración de la economía
pero no a partir de los beneficios de cada una de las empresas sobre el total
sino en función de los vínculos entre cada una de ellas a través de la
presencia accionaria y en los diferentes directorios identificando vínculos de
propiedad directa e indirecta.
Este abordaje, aseguran en una parte de su informe, demostró
que "los actores mejor clasificados tienen un control diez veces más
grande que lo que cabría esperar en función de su riqueza".
De este modo, el concepto de "control", excede el
análisis del peso específico de cada firma e incorpora también los
conglomerados, grupos y sus vínculos cruzados y, por lo tranto la capacidad de
decisión que, en forma directa o indirecta, una gran compañía ejerce sobre el
conjunto del entramado empresario.
Los amos del mundo
De esas 737 empresas, mayormente bancos, aseguradoras y
distintas entidades financieras transnacionales, 147 controlan, a su vez, más
del 40% de la red global. La mitad de las 50 compañías líderes tienen sede en
los Estados Unidos.
Según el informe elaborado en la Universidad de Zurich por
los investigadores Stefania Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston,
ese nucleo selecto constituye, en los hechos, una "super entidad" que
controla la economía mundial por encima, incluso, de los Estados nacionales que
las contienen y que, si se lo propusieran, podría actuar como un bloque
monolítico capaz de avasallar no sólo al poder político sino también a las
propias leyes del mercado inherentes al capitalismo.
Política
El propio informe asegura que es la primera vez que se
realiza un estudio de esta naturaleza a nivel mundial "a pesar de sus importantes
implicancias para la formulación de políticas desde los propios
Estados".
Según los autores de la investigación, establecer los
niveles de control sobre la economía que detentan las principales empresas
transnacionales es precisamente el punto de partida para determinar las medidas
necesarias capaces de dar una respuesta a los principales efectos que estos
altos niveles de concentración tienen sobre la economía y que ellos mismos se
animan a indentificar.
En primer lugar, claro, la erosión de la libre competencia a
partir del control horizontal y vertical de sectores enteros de la producción y
de sus cadenas de valor y distribución que, a su turno, se manifiestan en la
formación antojadiza de precios y en la apropiación indebida de beneficios extraordinarios.
En segundo lugar, además, los propios investigadores
advierten sobre los efectos ambiguos de la alta concentración sobre la
estabilidad financiera. Es que, infieren, los múltiples vínculos entre
diferentes firmas han sido un recurso de los grandes capitales para
diversificar riesgos frente a posibles shocks financieros. Sin embargo,
afirman, esos múltiples vasos comunicantes que se establecen entre las
diferentes compañías pueden ser (y así lo ha confirmado la actual crisis
financiera) un factor de exacerbación en la propagación y contagio de cualquier
crisis financiera incrementando la volatilidad del sistema en su conjunto y
afianzando el impacto de una crisis financiera sobre la economía real, la
producción y el empleo. Cuando "una red financiera está muy densamente
conectada se constituye un escenario de riesgo sistémico",
concluyen.
Un dato ilustrativo sobre la magnitud del entramado complejo
en el que hoy se sostiene la economía global surge de la propia
investigación.
Allí, los autores aseguran haber identificado, como
resultado de sus investigaciones, 1.006.987 vínculos de propiedad entre las
compañías analizadas sobre la base de los cuales establecieron una red de
empresas transnacionales compuesta por 600.508 "nodos" (firmas
mutuamente interconectadas).
Controlar a los
controladores
A nivel de las políticas capaces de actuar como contrapeso,
el estudio plantea la contradicción existente entre el carácter global de las
compañías transnacionales y sus prácticas monopólicas y el alcance nacional de
las instituciones anti monopólicas existentes a nivel mundial.
De este modo, infieren, es preciso, en primer lugar,
establecer un mecanismo de coordinación entre los entes nacionales existentes
pero, de forma perentoria, instar a los organismo internacionales existentes
como la ONU, la OMC, la UE, el G-20 etcétera, a establecer una política
supranacional capaz de actuar contra las prácticas monopólicas y, al mismo
tiempo, establecer una normativa capaz de regular el sistema financiero a nivel
internacional.
Un proceso en curso
Según confió a este diario el propio Stefano Battiston, el
equipo de investigadores ya se encuentra trabajando en un segundo informe que
vería la luz a fines de 2015 y permitiría establecer la dinámica del proceso de
concentración a ocho años del estallido de la crisis financiera.
Con todo, durante el período, el proceso de concentración se
ha acentuado a través de mega fusiones de empresas especialmente en sectores
estratégicos de la producción como el energético, el sector aerocomercial y el
automotriz donde, por ejemplo, se sustanciaron tres mega fusiones: la de
FIAT-Chrysler, Renault-Nissan y la de Peugeot-Dongfeng. Pero la concentración
se desenvolvió en especial en el sector financiero que se benefició con fuertes
rescates estatales a partir de los cuales operó sobre entidades de la
competencia quebradas.
Por caso, sólo en Estados Unidos, desde 2008 a esta parte,
se produjo la quiebra de un centenar de bancos cuyos activos fueron absorbidos
por otras entidades financieras. Un fenómeno de la misma naturaleza se produjo
en Europa. La propia crisis, además, disminuyó el número absoluto de empresas
en todo el globo.
Es esperable que un nuevo informe actualizado refleje
también el creciente protagonismo de China tanto a nivel de su mercado de
consumo como desde el punto de vista de su rol como inversor extranjero a
escala global y, en especial, en sectores estratégicos como el financiero, el
del transporte en sus diversas ramas en particular ferrocarriles y puertos y el
energético.
Los 50 dueños del
mundo
El estudio realizado por la Universidad de Zurich estableció
un índice mediante el cual se puede medir el control potencial sobre la
economía global de las transnacionales en todo el planeta. Según el
relevamiento realizado, al momento del estudio estas eran, en orden, las 50
compañías con mayor poder de control en el mundo. Del total, 25 estaban
establecidas en los Estados Unidos seguido por Gran Bretaña con ocho compañías,
entre ellas la aseguradora y operadora financiera Barclays, que encabeza el
ránking. La siguen Francia, con cinco multinacionales, y Japón, con cuatro en
el ranking de las que mayor poder potencial ejercen en el mundo. Además hay
compañías de origen alemán, chinas, italianas, holandesas y candienses.
01. BARCLAYS
PLC (GB)
02. CAPITAL GROUP COMPANIES (US)
03. FMR CORP (US)
04. AXA (FR)
05. STATE STREET CORPORATION (US)
06. JP MORGAN CHASE & CO. (US)
07. LEGAL & GENERAL GROUP (GB)
08. VANGUARD GROUP, INC., (US)
09. UBS AG (CH)
10. MERRILL LYNCH & CO. (US)
11. WELLINGTON MGMT CO. (US)
12. DEUTSCHE BANK AG (DE)
13. FRANKLIN RESOURCES, (US)
14. CREDIT SUISSE GROUP (CH)
15. WALTON ENTERPRISES LLC (US)
16. BANK OF NEW YORK MELLON (US)
17. NATIXIS (FR)
18. GOLDMAN SACHS GROUP (US)
19. T. ROWEPRICE GROUP (US)
20. LEGG MASON, INC. (US)
21. MORGAN STANLEY (US)
22. MITSUBISHI FINANCIAL GRP (JP)
23. NORTHERN TRUST CORP. (US)
24. SOCIÉTÉ GÉNÉRALE (FR)
25. BANK OF AMERICA CORP. (US)
26. LLOYDS TSB GROUPPLC (GB)
27. INVESCOPLC (GB)
28. ALLIANZSE (DE)
29. TIAA (US)
30. OLD MUTUAL PUBLIC LTD (GB)
31. AVIVAPLC (GB)
32. SCHRODERSPLC (GB)
33. DODGE & COX (US)
34. LEHMAN BROTHERS HOLD, (US)
35. SUN LIFE FINANCIAL INC. (CA)
36. STANDARD LIFE PLC (GB)
37. CNCE (FR)
38. NOMURA HOLDINGS, (JP)
39. THE DEPOSITORY TRUST COMP. (US)
40. MASSACHUSETTS MUTUAL (US)
41. INGGROEP N.V. (NL)
42. BRANDES INVESTMENT L.P. (US)
43. UNICREDITO ITALIANO SPA (IT)
44. DEPOSIT INSURANCE CORP (JP)
45. VERENIGING AEGON (NL)
46. BNPPARIBAS (FR)
47. AFFILIATED MANAGERS (US)
48. RESONA HOLDINGS INC. (JP)
49. CAPITAL GRP INTERNATIONAL (US)
50. CHINA PETROCHEMICAL GRP (CN)