|
Karl Marx ✆ Hanoch Piven
|
Michael Roberts / En mayo pasado, en la Conferencia
Marx ist Muss en Berlín, debatí con el
profesor Michael Heinrich sobre si Marx tenía una teoría coherente de las
crisis en el capitalismo que pudiese ser probada empíricamente. La posición de
Heinrich esta recogida en
un
artículo que escribió para
Monthly
Review Press en 2014,defendiendo que Marx no tenía una teoría coherente de
las crisis y que, de todos modos, no puede probarse ya que sólo tenemos
estadísticas oficiales capitalistas.
En la primera parte de este artículo lidio con el hecho de
si Marx tenía o no una teoría coherente de las crisis. Defiendo que la teoría
de Marx se basa en su ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancias y
que esta ley es realista y coherente. También sostengo que Marx no abandonó
esta ley en sus obras posteriores, como algunos han afirmado y que sigue siendo
la mejor y más convincente teoría de las crisis económicas periódicas y
recurrentes en el capitalismo. En la segunda parte del artículo, voy a
proporcionar algunas evidencias empírica de las economías capitalistas modernas
para apoyar esta posición. Con ello llego al final de lo que en realidad sólo
es un corto ensayo sobre la teoría marxista de las crisis económicas - como yo
la entiendo – y quedan sin tratar muchos aspectos.
¿Por qué nos
preocupamos por la teoría de las crisis?
Quienes participan en las luchas de los trabajadores contra
el capital internacionalmente pueden preguntarse por qué algunos dedicamos
tanto tiempo a reflexionar sobre las ideas de Marx y otros sobre por qué el
capitalismo tiene crisis regulares y recurrentes y crisis financieras. Sabemos
que es así, por lo tanto luchemos por acabar con el capitalismo y dejemos a un
lado las sutilezas de la teoría.
Pero hay buenas razones para entender la teoría, porque una
buena teoría conduce a una mejor práctica. Sí, sabemos que el capitalismo tiene
crisis económicas regulares y a menudo profundas. Crisis que causan enormes
daños a los medios de vida de la gente y frenan la organización social humana
en su avance hacia un mundo de abundancia, sin escasez ni sufrimiento. Y las
crisis son indicios de la naturaleza contradictoria y derrochadora del modo de
producción capitalista.
Antes del capitalismo, las crisis eran producto de la
escasez, el hambre y los desastres naturales. Ahora son la consecuencia de una
economía monetaria con fines de lucro; que son causadas por el hombre y, sin
embargo, parecen escapar a su control; un fetichismo. Por encima de todo, las
crisis demuestran que el capitalismo es un sistema con fallos, a pesar de los
grandes avances en la productividad del trabajo que este modo de producción ha
generado en los últimos 200 años aproximadamente. Si la Humanidad quiere
progresar o incluso sobrevivir como especie, tendrá que ser sustituido. Así que
es importante.
¿Tenía Marx
una teoría coherente de las crisis?
¿Cuál es? Se trata de un intenso debate entre los
marxistas.
Hay
varias interpretaciones. Las crisis de producción capitalista se deben
al "subconsumo", a la falta de gasto de los trabajadores que no
tienen suficiente para gastar; o al "desequilibrio", a la anarquía de
la producción capitalista que implica que la producción en varios sectores
puede no estar en línea con los demás y la producción apenas puede superar a la
demanda; o es la falta de rentabilidad en un sistema económico que depende del
beneficio de los propietarios privados para que la inversión y la producción
tengan lugar. En mi opinión, esta última interpretación es la que mejor se
ajusta a la teoría de Marx, es lógica y se ajusta a los hechos.
Algunos argumentan que Marx no tenía una teoría coherente de
las crisis económicas, y sobre todo en el caso de la ley de la rentabilidad de
Marx. El argumento es que la lectura de las obras de Marx: El Capital, Teorías de la plusvalía y los Grundrisse, muestran que la ley de la tendencia decreciente
de la tasa de ganancias de Marx es incoherente e ilógica.
Por ejemplo, la ley sostiene que el valor de los medios de
producción (maquinaria, oficinas y otros equipos), con el tiempo, aumenta en
relación con el valor de la fuerza de trabajo (el coste de emplear una fuerza
de trabajo determinada). Marx lo llamó la composición orgánica creciente del
capital. Como el valor (y las ganancias), sólo son creadas por el poder de la
fuerza de trabajo, el valor producido por la fuerza de trabajo, con el tiempo,
disminuye en relación con el coste de la inversión en medios de producción y
fuerza de trabajo. La tasa de ganancias tiende a caer.
Pero algunos críticos marxistas piensan que esto supone
asumir que la tasa de plusvalía (la ganancia en relación con el coste de la
fuerza de trabajo) será estática o crecerá menos que la composición orgánica
del capital. Y no hay ninguna razón lógica para asumir esto - de hecho, el
aumento de la composición orgánica implica un aumento de la tasa de plusvalía
(para aumentar la productividad), por lo que la ley es muy imprecisa. No
sabemos si conducirá a una caída o a un aumento de la tasa de ganancias.
Pero esto es no entender la ley y cómo Marx la planteó. La
ley "como tal" es que un aumento de la composición orgánica del
capital, suponiendo que la tasa de plusvalía es estática, hará caer la tasa de
ganancias. Pero esto es sólo una "tendencia", porque hay
"contratendencias", incluyendo una tasa de plusvalía que aumenta, el
abaratamiento del valor de los medios de producción, salarios que caen por
debajo del valor de la fuerza de trabajo, el comercio exterior y las ganancias
ficticias de la especulación financiera. Pero estas son
'contratendencias", no forman parte de la "ley como tal”,
precisamente porque no pueden cambiar (la tendencia de) la ley a la larga.
Como Marx dijo:
"No abolen la ley
general. Pero hacen que la ley actúe más bien como una tendencia, como una ley
cuya acción absoluta es obstaculizada, retardada y debilitada por
circunstancias contrarias... Estas últimas no anulan la ley, sino que merman su
efecto. La ley actúa como una tendencia. Y es sólo en determinadas
circunstancias y sólo después de largos períodos cuando sus efectos se hacen
sorprendentemente pronunciados".
Marx sostiene que la ley se basa en dos supuestos realistas:
1) la ley del valor opera, a saber, que el valor (y la plusvalía) sólo son
creadas por el trabajo vivo y 2) la acumulación capitalista conduce a un
aumento de la composición orgánica del capital. Estos supuestos (o
"priores” en lenguaje estadístico moderno) no sólo son realistas: son
evidentes.
En primer lugar, la ley del valor. La producción de lo que
Marx llamó "valores de uso" (cosas y servicios que necesitamos) es
necesaria para crear valor. Pero incluso un niño puede ver que nada se produce
a menos que intervenga el trabajo vivo. "Todos los niños saben que una
nación que deje de trabajar, no ya un año, sino incluso un par de semanas,
perecería" (Marx a Kugelmann, 11 de julio de 1868).
La composición orgánica creciente del capital es también
evidente. Desde las herramientas manuales a las fábricas, la maquinaria, las
estaciones espaciales, hay un enorme aumento de la productividad del trabajo en
el capitalismo como consecuencia de la mecanización. Que crea nuevos puestos de
trabajo para el trabajo vivo, pero que es esencialmente un proceso de ahorro
del trabajo vivo en términos relativos. Mientras que cada unidad de un nuevo
medio de producción puede contener menos valor (debido al menor precio de la
producción de esa tecnología) que una unidad de un medio de producción más
antiguo, por lo general el viejo es sustituido por medios de producción nuevos
y diferentes, o por un nuevo sistema de medios de producción que contiene más
valor total que el valor de los medios de producción que ha sustituido.
Como explica Marx en los Grundrisse:
"Lo que se abarata es la máquina
individual y sus partes componentes, pero también se desarrolla un
sistema de maquinaria; la herramienta no es simplemente reemplazada por una
sola máquina, sino por todo un sistema ... A pesar del abaratamiento de los
elementos individuales, el precio de todo el conjunto agregado aumenta
enormemente". Como dijo Marx: "Sería
posible escribir toda una historia de las invenciones realizadas desde 1830,
con el único propósito de suministrar al capital armas contra las revueltas de
la clase obrera". (Marx, 1967a, p 436.).
El objetivo de la inversión capitalista no es una mayor
productividad; es un mayor beneficio. Y para lograr eso, el capital necesita
una mayor productividad y nuevos medios de producción que ahorren trabajo.
¿Estaba Marx en lo cierto de que la inversión capitalista conduce a una mayor
composición orgánica del capital con el tiempo? Si. Mire este gráfico.
Muestra un aumento constante del valor de los medios de
producción (maquinaria, etc.) en relación con el valor del trabajo (medido en
tiempo de trabajo) en los EE.UU. desde 1947. También muestra el aumento de la
productividad (el tiempo de trabajo necesario para producir una unidad de
producto o servicios). (
Aquí
para el Reino Unido desde 1855, según Esteban Maito). Así que tenemos
una composición orgánica del capital (VKxH) que crece. un aumento de la
productividad del trabajo y un declive de la tasa de ganancias en el tiempo
(TDG). Esta es la ley tal como la definió Marx.
Hay contra-tendencias pero no superan la tendencia, la ley
como tal, de forma indefinida. ¿Por qué? Bueno, primero, hay un límite a la
tasa de plusvalía (24 horas) y no hay límite a la expansión de la composición
orgánica del capital. En segundo lugar, hay un "límite social" al
aumento de la tasa de plusvalía, en concreto, la resistencia de la mano de obra
(las luchas obreras) y de la sociedad (legislación social y la costumbre)
establecer un mínimo de trabajadores) que establecen un nivel de vida
"social" mínimo estándar y las horas de trabajo etc. Esta es la
esencia de la lucha de clases bajo el capitalismo.
¿Abandonó
Marx su ley de la rentabilidad como teoría de las crisis?
En una carta a Engels en fecha tan tardía como 1868, más de
diez años después del primer desarrolló de la ley, Marx afirma que la ley "fue uno de los mayores triunfos sobre
el puente de asnos de todos los economistas anteriores".
Pero muchos críticos marxistas creen que Marx abandonó esta
ley tan relevante porque no parece referirse a ella después de su definición a
finales de los años 1860 y se centró más en el papel del crédito en situaciones
de crisis (como Keynes y los economistas heterodoxos modernos hacen ahora). Por
otra parte, Engels, en la edición de los manuscritos de Marx después de su
muerte en los volúmenes II y III de El
Capital, habría llevado demasiado lejos la ley de Marx; de hecho
distorsionó las opiniones de Marx al respecto.
Ya en 1978, Jerrold Seigel pudo mirar los manuscritos. Sí,
Engels hizo cambios editoriales significativos a los escritos de Marx sobre la
ley, así como al volumen III de El
Capital. La aborda en tres capítulos, del 13 al 15; el 13 hasta dedicado a
'la ley'; el 14 a las 'influencias contrarias' y el 15 describe las
"contradicciones internas" (la combinación de la tendencia y las
contratendencias). Engels pasó parte del texto de las notas de Marx al capítulo
13 sobre la ‘ley como tal ', cuando en el manuscrito de Marx aparecen después
de los factores opuestos del capítulo 14. Pero al hacerlo, Engels no hace
excesivo hincapié en la importancia de la ley. Por el contrario, Engels en
realidad hace que parezca que Marx equilibra las contratendencias con la ley
como tal, cuando la secuencia original del texto subrayaba que la ley se acaba
imponiendo a las contratendencias. Así que, como Seigel lo resume: "Engels hizo que la confianza de Marx
en el funcionamiento real de la ley de rentabilidad pareciese más débil que lo
que lo que sugiere el manuscrito de Marx". (Seigel, Marx’s Fate:
The Shape of a Life, Princeton, Princeton University Press, 1978, p339 y
nota 26).
Fred Moseley y Regina Roth han prologado recientemente
una
nueva traducción al inglés de los cuatro borradores de Marx para el Volumen 3
de Ben Fowkes, donde Marx desarrolla la ley de la rentabilidad y muestran cómo
Engels editó esos manuscritos para
El Capital,
(introducción
de Moseley a los escritos de Marx). Moseley concluye que el tan
denostado Engels hizo un buen trabajo de interpretación de los borradores de
Marx y no hay ninguna distorsión real
.
“Se puede suponer, por lo tanto, que las intervenciones de Engels se hicieron
sobre la base de que deseaba hacer las posiciones de Marx más nítidas y, de
esta manera, más útiles para el debate contemporáneo político y social, por
ejemplo, en el tercer capítulo, sobre la tendencia decreciente de la tasa de
ganancias".
A partir de 1870, Engels se había trasladado de Manchester a
Londres. Así que Marx y él se reunían, rutinariamente, casi todos los días. Las
discusiones podían continuar hasta la madrugada. La casa de Marx estaba a poco
más de 10 minutos a pie ... y siempre estaban los pubs Mother Redcap o Grafton Arms. Todavía en 1875, Marx estaba
desarrollando diversas formas de calcular la tasa de plusvalía y la tasa de
ganancias. Si Marx realmente hubiera abandonado la ley como su más importante
contribución a la comprensión de las contradicciones del capitalismo, ¿no se lo
habría mencionado a Engels?
¿La ley de
Marx se ajusta a los hechos?
Algunos críticos marxistas de la ley de la rentabilidad de Marx
creen que la ley no puede ser empíricamente probada o refutada porque las
estadísticas oficiales no se pueden utilizar para mostrar el funcionamiento de
la ley de Marx. Pero hay un montón de estudios de economistas marxistas que
muestran lo contrario. Las pruebas claves de la validez de la ley en las
economías capitalistas modernas sería demostrar 1) si la tasa de ganancia cae
con el tiempo a medida que la composición orgánica del capital aumenta; 2) si
la tasa de ganancias aumenta cuando la composición orgánica del capital se
reduce o cuando la tasa de plusvalía aumenta más rápido que la composición
orgánica del capital; 3) si la tasa de ganancias aumenta, si hay fuerte caída
de la composición orgánica del capital como en una crisis. Estas serían las pruebas
empíricas y hay un montón de evidencia empírica para las economías de los
EE.UU. y mundial para demostrar que la respuesta es sí a todas estas preguntas.
Por ejemplo,
Basu
y Manolakos aplicaron el análisis econométrico a la economía de
Estados Unidos entre 1948 y 2007 y encontraron que había una tendencia secular
a la caída de la tasa de ganancia, con una disminución medible de alrededor del
0.3 por ciento al año "después de controlar las contra-tendencias".
En
mi
trabajo sobre la tasa de ganancias estadounidense, también encontré un
descenso medio del 0,4 por ciento al año hasta el 2009. Y aquí está un cuadro
de G. Carchedi sobre el aumento de la composición orgánica del capital (COC) en
el sector industrial de los EE.UU. desde 1947 en comparación con la tasa media
de ganancia (TMG). Cuentan la misma historia.
TMG y COC de EE.UU. (es decir, C / V)
Hay una clara correlación inversa entre el aumento de la
composición orgánica del capital y una tasa decreciente de ganancias.
¿Puede la
ley de Marx explicar las crisis?
¿Cómo funciona la ley de la rentabilidad de Marx como
explicación y previsión de las crisis en las economías capitalistas? La ley
lleva a una relación causal clara entre las crisis periódicas y recurrentes.
Que se extiende de la caída de rentabilidad a la caída de las ganancias a la
caída de la inversión a la caída del empleo y los ingresos. Acaba cuando hay
destrucción suficiente de valores de capital (abandono de tecnologías
obsoletas, quiebra de empresas, reducción de los costes salariales) para aumentar
primero las ganancias y luego la rentabilidad. El aumento de la rentabilidad
conduce a su vez al aumento de la inversión. El ciclo de auge recomienza y toda
la "mierda" comienza de nuevo, para usar la colorida frase de
Marx.
Hay
un ciclo de beneficios paralelo a la tendencia a largo plazo de la tasa de
ganancia a caer.
En el período previo a la Gran Recesión 2008-9, podemos ver
la causalidad visualmente para las ganancias, la inversión y el PIB real en
EE.UU. en el siguiente gráfico. La masa de ganancias corporativas alcanza su
techo a mediados de 2006, la inversión y el PIB dos años más tarde. Las
ganancias vuelven a recuperarse a finales de 2008 y la inversión un año más
tarde.
Hay dos regularidades básicas de acuerdo con los datos: que
un cambio en las ganancias tiende a ser seguido un año después por un cambio en
la inversión en la misma dirección; y que un cambio en la inversión es
generalmente seguida en pocos años por cambios en los beneficios en la
dirección opuesta. Así pues, tenemos un ciclo. A partir de estos resultados, de
la "regularidad" del ciclo económico, y del hecho de que la
rentabilidad se estancó en 2013 y disminuyó en 2014 (y ahora la masa de
ganancias en 2015) después de crecer entre 2008 y 2012, se puede concluir con
cierta seguridad que una recesión de la economía estadounidense, que será
también parte de una crisis económica mundial como la Gran Recesión, volverá a
ocurrir en los próximos años.
Y la ley sobre la tendencia decreciente de la tasa de
ganancias de Marx permite hacer una predicción aún más importante: que el modo
de producción capitalista no será eterno, que es transitorio en la historia de
la organización social humana. La ley de la tendencia predice que, con el
tiempo, habrá una caída en la tasa de ganancia a nivel mundial, provocando más
crisis de carácter devastador. Hay trabajos de análisis marxista modernos que
confirman que la tasa mundial de ganancias ha caído en los últimos 150 años.
Ver el gráfico siguiente
(datos
de Esteban Maito "cocinadas" por mí).
Como concluye Maito:
"La tendencia
decreciente de la tasa de ganancias y su confirmación empírica ponen de relieve
el carácter históricamente limitado de la producción capitalista. Si la tasa de
ganancias mide la vitalidad del sistema capitalista, la conclusión lógica es
que se está acercando a su punto final. Hay muchas maneras como el capital
puede intentar superar las crisis y regenerarse constantemente. Las crisis
periódicas son específicas del modo de producción capitalista y permiten, en
última instancia, una recuperación parcial de la rentabilidad. Este es un
aspecto característico del capital y de la naturaleza cíclica de la economía
capitalista. Pero la naturaleza periódica de estas crisis no ha detenido la
tendencia decreciente de la tasa de ganancias a largo plazo. Así que los
argumentos que afirman que existe una inagotable capacidad del capital para
restaurar la tasa de ganancias y su propia vitalidad y que por lo tanto
consideran el modo de producción capitalista como algo natural y un fenómeno
ahistórico, son refutadas por la evidencia empírica".
Así que la ley prevé que, en la medida en que la composición
orgánica del capital crece a nivel mundial, la tasa de ganancias caerá pesar de
los factores contrarios y pese a las sucesivas crisis (que ayudan temporalmente
a restaurar la rentabilidad). Esto demuestra que el capitalismo como un modo de
producción y de relaciones sociales es transitorio. El capitalismo no siempre
ha existido y tiene límites en última instancia, en concreto, el propio
capital. Tiene “fecha de caducidad”. Esa es la esencia de la ley de la
rentabilidad de Marx.
Las teorías
alternativas
Con ello no se pretende negar otros factores en las crisis
capitalistas. El papel del crédito es una parte importante de la teoría
marxista de la crisis y, de hecho, en la medida en que la tendencia de la tasa
de ganancia a caer engendra contratendencias, una de las más importantes es la
expansión del crédito y la utilización de la plusvalía en la inversión en
capital ficticio en lugar de capital productivo, para elevar la rentabilidad
temporalmente, pero con consecuencias desastrosas, finalmente, como ha
demostrado la Gran Recesión.
(La
Gran Recesión; La
deuda
importa).
Las teorías alternativas de la crisis como la del
subconsumo, o la falta de demanda efectiva, se han desarrollado a partir de las
teorías del reaccionario Thomas Malthus y del radical Sismondi, ambos de
comienzos del siglo XIX, que fueron recogidas por Keynes en la década de 1930 y
por modernos teóricos de la desigualdad como Stiglitz y por los economistas
post-
keynesianos. Pero
la falta de demanda y el aumento de la desigualdad no puede explicar la
regularidad de las crisis o predecir la siguiente. Estas teorías no tienen
tampoco un fuerte respaldo empírico
(¿Provoca
la desigualdad crisis?).
El profesor Heinrich, tras concluir que Marx no tenía una
teoría de la crisis y había abandonado la ley de la rentabilidad,
sí
ofrece una vaga teoría propia: a saber, el capital acumula y produce
más medios de producción a ciegas. Esto crea un desequilibrio con la demanda de
consumo de los trabajadores. Así que aparece una "brecha" que tiene
que ser rellenada con crédito, pero de alguna manera no basta para resolver el
problema indefinidamente y la producción se derrumba. Bueno, es una teoría,
pero más o menos la misma que la teoría del subconsumo (sobreproducción) que el
propio Heinrich rechaza y que
Marx
descartó hace más de 150 años. Parece menos convincente y con menos
apoyo empírico que la propia teoría de las crisis de Marx basada en la ley de
la rentabilidad.
Ninguna otra teoría, ya sea de la economía dominante o de la
economía heterodoxa, puede explicar las crisis recurrentes y regulares y
ofrecer un fundamento objetivo claro del carácter históricamente determinado
del sistema capitalista.
¿Por qué no
la ley de la rentabilidad de Marx?
Obviamente, piensan que está equivocada. Pero todas estas
teorías alternativas tienen una cosa en común. Sugieren una salida a las
crisis dentro del sistemacapitalista. Si es debida al subconsumo, el
gobierno tiene que gastar más; si es debido al aumento de la desigualdad, es
necesaria una corrección redistributiva fiscal; si es debido al exceso de
crédito o a la inestabilidad del sector financiero, hay que regularlos. Nada de
ello implica políticas o acciones para sustituir al modo de producción
capitalista, sino simplemente para corregirlo o mejorarlo. Conducen a
estrategias reformistas, es decir, no hay necesidad de reemplazar el modo de
producción capitalista con la propiedad común de los medios de producción y la
planificación controlada democráticamente para la satisfacción de las
necesidades (el socialismo).
El socialismo se convierte en una cuestión moral para poner
fin a la pobreza y la desigualdad, no en una necesidad objetiva si la sociedad
humana quiere abolir la explotación del trabajo. Esa es una visión reformista,
pero no la de Marx. En realidad, incluso estos pequeños cambios para preservar
el capitalismo pueden requerir una acción revolucionaria frente a la feroz
oposición por parte del capital. ¿Por qué limitarse, por lo tanto, a reformas?
Traducción del inglés por G. Buster