"No hay porvenir sin Marx. Sin la memoria y sin la herencia de Marx: en todo caso de un cierto Marx: de su genio, de al menos uno de sus espíritus. Pues ésta será nuestra hipótesis o más bien nuestra toma de partido: hay más de uno, debe haber más de uno." — Jacques Derrida

"Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal" Karl Marx

3/12/13

Immanuel Wallerstein sobre Lenin y el leninismo, hoy

  • “Pienso que el reciente brote de protesta alrededor del mundo incluye un retorno al debate sobre la economía política y las desigualdades, un debate que lleva a la gente de regreso a mucho de lo que Marx ha escrito y analizado”.
Immanuel Wallerstein ✆ A.d. 
-Gao Jingyu (GJ): El “socialismo real” de la Unión Soviética —el cual supuestamente estaba basado en lo que es llamado el “marxismo-leninismo”— falleció hace 20 años. ¿Cómo ves al marxismo-leninismo hoy en día?
- Immanuel Wallerstein (IW): El marxismo-leninismo está muerto. No hay manera en que sea capaz de re- emerger . Pero ni el leninismo ni el marxismo están muertos. Y el mismo Lenin está en camino a la resurrección histórica en Rusia. Desafortunadamente, el fracaso en distinguir analíticamente entre estos varios conceptos es amplio, e incapacita un pensamiento claro no sólo en Rusia sino en todas partes del mundo. El marxismo-leninismo fue una invención pos-1923 de los altos mandos soviéticos. Fue impuesto a los partidos comunistas a lo largo del mundo, y se convirtió en una camisa de fuerza en que eran forzados a operar (o ser denunciado como contrarrevolucionario). Lo que hemos venido a llamar marxismo-leninismo fue elaborado como un catecismo que fue incesantemente repetido, pero cuyos detalles podrían alterarse cuando sea que el liderazgo soviético decidiera cambiar las tácticas geopolíticas. Fue una rígida doctrina que de hecho fue bastante maleable, pero maleable sólo para el liderazgo soviético.

El marxismo-leninismo no tuvo una definición intelectual permanente. Era tanto un grave pecado adherir a una versión obsoleta del marxismo-leninismo como participar en un debate intelectual serio acerca de su última versión aprobada. El marxismo-leninismo fue una doctrina viable mientras vivió Stalin, y podría hacerla cumplir por medio de repetidas purgas, y afuera de la URSS a través del largo alcance de la estructura ejecutiva soviética. Cuando Stalin murió, la cuestión política inmediata si alguien más podría asumir el control de esta estructura ejecutiva. La respuesta resultó ser no.

El informe de Kruschev para el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) representó la rebelión de la nomenklatura en contra de la estructura ejecutiva stalinista. Sin embargo, Kruschev no permitió por ello otra versión del marxismo-leninismo que consiguiera la conservación estable del régimen, lo cual fue la intención de Kruschev. En vez de eso, su informe socavó irreparablemente la legitimidad de la doctrina, como muchas personas dentro y fuera de las estructuras del Partido Comunista observaron abiertamente. Para la época en que Gorbachov llegó al poder, nadie en el mundo siguió siendo en algún sentido significativo un marxista-leninista.

No obstante, la muerte del marxismo-leninismo no constriccionó por mucho tiempo la vida continua tanto del marxismo como del leninismo como construcciones intelectuales y políticas. De hecho, era casi todo lo contrario.

La muerte del marxismo-leninismo dio nueva vida tanto al marxismo como al leninismo. La muerte del marxismo-leninismo liberó al marxismo como un modo de análisis y como una inspiración para varias tendencias políticas de izquierda alrededor del mundo. Por una cosa, relegitimó un debate sobre las propias ideas de Marx. La gente realmente empezó a leer los mismos escritos de Marx en vez de confiar en versiones abreviadas propagadas por los voceros del marxismo-leninismo. Ni tampoco fue el redescubrimiento de las ideas de Marx reservadas a las personas en la izquierda política.

La crisis económica mundial de las últimas décadas, y especialmente de los últimos años, ha llevado incluso a los expertos conservadores a encontrar ideas útiles, e incluso apremiantes, en los análisis de Marx. En 1999, una encuesta de la BBC News Online preguntó a los encuestados británicos por el nombre del gran pensador del milenio. Karl Marx encabezó la encuesta.

Sin embargo, lo que es más interesante que el resurgimiento que las propias ideas de Marx es la supervivencia del leninismo como una doctrina. ¿Cómo puede ser esto si el marxismo-leninismo está muerto? Para responder esa interrogante, tenemos que analizar qué es el leninismo. Marx famosamente dijo , “no soy marxista ”. Lenin bien habría dicho “no soy leninista ”.
-GJ: Entonces, ¿qué cree usted que constituye al leninismo?
-IW: El leninismo no es realmente el resumen de las propias ideas de Lenin como es expuesto en sus varios escritos. Ni son sus prácticas como un líder del CPSU y de la Unión Soviética. Es una estrategia de gobernar un país. Como tal, el leninismo es practicado en muchos países bajo otros nombres, o bajo sin ningún nombre del todo. Me parece que el leninismo es una estrategia compuesta, que comprende la combinación de seis características.
1] Es la práctica de un partido/movimiento que cree que tiene que obtener el poder estatal de una forma u otra, y una vez en el poder, permanecer allí de una forma u otra. Sin el poder estatal, este partido/movimiento cree que nada puede ser conseguido. El leninismo, por consiguiente, rechaza cualquiera y todas las versiones de estrategias anarquistas, las cuales también han re-emergido en la estela de la muerte del marxismo-leninismo.
2] Una vez que el partido/movimiento ha conseguido el poder del Estado, su objetivo más inmediato es fortalecer el aparato estatal. El objetivo es aislar la estructura estatal en dos direcciones, tanto en contra de disidentes internos y de las fuerzas descentralizadas y en contra de la capacidad de las fuerzas externas de limitar la capacidad estatal para perseguir sus objetivos. Esto podría llamarse incrementar el grado en que un Estado es soberano, no teóricamente sino en la práctica.
3] El partido/movimiento es organizado como una estructura jerárquica que opera con un mecanismo de control de arriba hacia abajo. Esto, por eso, busca impedir cualquier y todos los vínculos de estructuras locales y de nivel medio, inclusive aquellas ubicadas al interior del partido/movimiento. Esta es la característica crucial que lleva a algunos analistas a denuncias al leninismo como no democrático, o al menos que no cumple los procesos formales típicos de un sistema electoral multipartidista con partidos alternativos gobernantes.
4] El principal objetivo político no es, como se alega a menudo, la retención del poder por el bien del régimen de los gobernantes. El principal objetivo político es alcanzar el crecimiento económico, como lo es medido en una escala comparativa mundial. Todas las demás preocupaciones son subordinadas a la primacía del crecimiento económico. Esto es decir, que hay otras preocupaciones de seguro —por ejemplo: la persecución de una política sensible vis-à-vis el medio ambiente— pero tales otras preocupaciones estaban en segundo lugar en el orden de prioridad.
5] Ideológicamente, el partido/movimiento se presenta a sí mismo, de hecho se piensa a sí mismo, como un baluarte del anti-imperialismo. Este es su lenguaje cuando está hablando a sus propios ciudadanos, al menos la mayor parte del tiempo. Cuando se habla al resto del mundo, el lenguaje anti-imperialista es usado cuando es diplomáticamente útil. Sin embargo, puesto que la retórica anti-imperialista es un tema indispensable en el marco compuesto del leninismo, el leninismo no puede existir en Estados en la cima de la estructura geopolítica de poder mundial.
6] La práctica del partido/movimiento en el poder es fundamentalmente pragmática, nunca dogmática. El partido/movimiento corregirá su práctica cuando sea considerado necesario para mantener en el poder al partido/movimiento. Es pragmático, incluso sobre la cuestión de si es más útil reconocer públicamente que es pragmático que de negarlo.
Llamo leninista a estos partidos/movimientos solo cuando esas seis características están ahí. Es la combinación de todas las seis características lo que hace del leninismo un modo efectivo tal de conservación del régimen. Algunas veces, después de un golpe militar, el nuevo régimen presenta su régimen como el equivalente al de un partido/movimiento. Efectivamente, este tratará de crear un nuevo partido/movimiento que este controle. Sin embargo, esta forma parece ganar menos legitimidad que el partido/movimiento normal leninista. Hay partidos/movimientos dentro de los cuales los militares ganan autonomía considerable y en que los militares asumen importantes funciones económicas.
-GJ: ¿Qué cree usted que significa el leninismo para el sistema-mundo?
-IW: Cuando uno mira alrededor del mundo hoy en día, uno puede ver muchos Estados en el cual el grupo en el poder se desempeña según estar reglas, combinando todas las seis características. La mayoría de ellos no usan el término leninismo para describirse a sí mismos. Por supuesto, no tenemos que llamar leninista a esta fórmula para el dominio estatal. En cuanto a la Unión Soviética, no sabemos realmente cómo habría evolucionado el régimen si Lenin hubiese vivido 10 años más. El punto a subrayar es que el leninismo, como lo he descrito, no tiene un vínculo necesario con el marxismo o con las propias ideas de Marx. Cuando la Unión Soviética colapsó, y con ella el Partido Comunista de la Unión Soviética, el nuevo régimen en la Federación Rusa se enfrentó a la decisión de qué hacer con Lenin, el hombre, como un símbolo histórico y una memoria histórica. Ellos parecen no haber encontrado muy fácil tomar una decisión definitiva. Por una parte, no solo estaba muerto el marxismo-leninismo como un catecismo, sino que la gran mayoría de la población rusa parecía estar muy contenta con esto. El uso de cualesquiera término —marxismo o leninismo— cayó en una amplia desaprobación, a pesar de la supervivencia de un movimiento que reclamó ser un movimiento comunista. Sin embargo, el régimen decidió no borrar todas las alusiones positivas a Lenin. Algunas estatuas y retratos se vinieron abajo, y otras no. La tumba de Lenin todavía está ahí en la Plaza Roja. Está cerrada por algún tipo de renovación por el momento, pero parece que reabrirá. Sospecho que será nuevamente posible visitar la tumba.

Cuando visité recientemente Moscú me llamó la atención de cuántos objetos materiales relacionados con Lenin eran ofrecidos a la venta en mercados públicos —poleras, pequeñas réplicas, etc.—. ¿Tales objetos eran comprados solamente por turistas extranjeros? ¿O algunos de estos eran comprados por jóvenes rusos? Y si es así, ¿por qué? Y, ¿este fenómeno crecerá en importancia en la siguiente década o dos, y es más que solo nostalgia o kitsch?

Podría ser notado como un principio histórico general del sistema-mundo moderno que las naciones nunca parecen eliminar a las grandes figuras históricas de su memoria histórica y de su celebración histórica, sin embargo aunque hayan sido controvertidos. Después de 200 años, los franceses finalmente parecen haber llegado a un acuerdo con la idea de que la Revolución de 1789 debería ser vista como una parte positiva de su legado. Una manera en que ellos hicieron esto es al engendrar interpretaciones diferentes, incluso conflictivas, de lo que sucedió durante la Revolución Francesa. En efecto, grupos diferentes están celerando realmente diferentes cosas. Pero solo un puñado hoy en día denuncia a la Revolución sin reservas. Algo parecido parece haber sucedido con la memoria de Napoleón.

Por supuesto, Lenin sigue siendo una figura controvertida en Rusia. La opinión está muy dividida, y en este sentido Lenin no es una figura unificadora. La memoria histórica Nacional parece necesitar héroes unificadores, y siempre está en la búsqueda de ellos. Pero la imagen actual de Lenin es menos importante que la imagen futura de Lenin. Lo que necesitamos considerar es cómo presentarán Lenin los libros de texto a los colegiales en el 2050. Sospecho que harán de él una figura central de la historia Rusa del siglo XX y que enfatizarán cuatro cosas acerca de él.

Primero, pienso que será presentado como un nacionalista ruso, quien rescató a Rusia de su colapso nacional debido a la incompetencia del ancien régime —incompetencia militar, incompetencia política, incompetencia social—. Se dirá que mantuvo unida a Rusia de cara a la intervención extranjera y los movimientos secesionistas. Él hizo posible reconstruir las fuerzas armadas.

Segundo, pienso que será alabado particularmente por llevar a cabo las reformas que von Witte defendió y fue políticamente incapaz de obtener. Recuerda su eslogan: el socialismo es igual a los soviets más electricidad. En el 2050, la gente solo notará la mitad de la electricidad del eslogan.

Será dicho que estas reformas hicieron posible la industrialización de Rusia, su “modernización”, y por eso la base de un serio incremento del Producto Nacional Bruto (PNB) de Rusia. Esta evaluación será comparable a la evaluación de Tocqueville de la Revolución francesa. Tocqueville vio a la Revolución Francesa como la continuación del impulso colbertista de la modernización francesa, la cual se había estancado en el siglo XVIII por la resistencia de elementos del ancien régime.

Tercero, creo que será alabado por ser simultáneamente un occidentalizador (“electricidad” y ponerse al día) y un tercer-mundista. La Conferencia de Bakú de 1920 será vista como el abrazamiento de Rusia como el líder efectivo de los “pueblos del Este”. Quizás en el 2050, los “pueblos del Este” —lo que hoy en día llamamos el Sur global— no querrán darle a Rusia demasiado crédito en este aspecto. Todo es una razón más para que los rusos en el 2050 hagan reivindicaciones por este logro, y acreditar a Lenin por ello.

Analistas más sutiles podrían decir que Lenin fue el primero en resolver el debate occidentalizador-eslavófilo (anti-occidentalizador) al ser ambos simultáneamente. Esta es la forma en que tales eternos debates culturales a menudo se resuelven. En añadidura, estos analistas podrían notar que al enfatizar el apoyo por las revoluciones en los países no-occidentales, él silenciosamente terminó el apoyo para las irremediables insurrecciones en Europa occidental.

Los libros de texto escolares no pondrían esto de esta manera, pero los historiadores de universidades podrían sacar libros junto con estos lineamientos. Y cuando lo hagan, el mensaje se filtrará hacia la conciencia del pueblo, y los hará orgullosos.

Finalmente, Lenin será visto como un líder decisivo. Él tomó el tren hasta estación Finlandia. Él persuadió a los líderes bolcheviques a tomar el poder “permaneciendo en las calles”. Incluso la Nueva Política Económica (NEP) será tomada como una señal de decisión. Él sabía cuándo cambiar de marcha pronto y de manera importante. Lenin pudo haber estado en lo correcto o equivocado, pero él fue definitivamente un líder decisivo.

En el 2050 Lenin podría ser el héroe nacional de Rusia en el siglo XX. Eso no nos dice nada del destino ya sea del marxismo o del leninismo en el 2050, en Rusia o en otras partes. Y lo repito, la única cuestión segura es que el marxismo-leninismo no solo habrá desaparecido del mundo real, sino muy posiblemente de los recuerdos reales de la gente.
-GJ: Su pudiéramos considerar al stalinismo como la continuación del leninismo en que su estructura ejecutiva mantuvo al régimen leninista, entonces ¿quién cree usted que debiera ser considerado responsable por el colapso de tal régimen, Lenin y Stalin o aquellos que socavaron la legitimidad del marxismo-leninismo tales como Kruschev y Gorbachov?
-IW: Nunca he usado la palabra stalinismo. He hablado de Stalin como aplicación de la doctrina del marxismo-leninismo. Recuerda que dije que Lenin no era leninista. Stalin lo fue . No fue inevitable que el régimen soviético se haya derrumbado. El régimen en China no se ha desmoronado, ciertamente no todavía si es que.

Sí, Kruschev socavó crucialmente la legitimidad de la doctrina. Esto fue claro casi inmediatamente. La gente en Rusia todavía no decide de si esto se trataba de su gran crédito o su gran descrédito. Pero esta no fue una decisión individual. Kruschev reflejó la fuerte presión de la nomenklatura, para quienes las homicidas purgas se habían convertido en una amenaza personal insoportable.

En cuanto a Gorbachov, él será eventualmente recordado como el único que hizo posible realizar los cambios que todos querían sin matanza o represión. Él intentó salvar a la Unión Soviética, no a Rusia. Casi tuvo éxito, pero cometió algunos errores en la última fase. Y por consiguiente, tenemos lo que tenemos hoy en día.
-GJ: Algunos académicos ponen a los partidos leninistas y los partidos fascistas en la misma categoría después de comparar sus estructuras. Ambos partidos son descritos al ser caracterizados de sistemas anti-parlamentos, que es la razón principal por su fracaso al establecer la democracia al empoderar a los ciudadanos.
Este es el problema de un “déficit democrático”, en la frase de Robin Blackburn, un problema que tanto Lenin como Mao Tse-Tung intentaron resolver pero que fracasaron. ¿Diría usted que el régimen está destinado a nunca evitar un déficit democrático? ¿Es este el talón de Aquiles del régimen?
-IW: No considero a los partidos fascistas, o los nazis, como lo mismo que los partidos leninistas. Por una cosa, no pueden ser en ningún sentido considerados anti-imperialistas en sus doctrinas o en sus acciones. Recuerda de nuevo, en mi discusión, insistí que el leninismo tuvo seis componentes, y consideré que los regímenes son leninistas sólo si manifestaban todos los seis componentes.
Sí, por supuesto, los regímenes leninistas tienen un déficit democrático. Pero también, en mi perspectiva, lo tienen los regímenes parlamentarios multipartidistas. No tenemos ningún país en el mundo hoy en día que en mi opinión sea democrático. La democracia es algo que todavía tenemos que construir.
-GJ: ¿Qué tipo de relación existe entre Lenin y Marx? Me recuerda a la comparación de Badiou que hace de Pablo “un Lenin para quien Cristo ha sido el equívoco Marx”.
-IW: No me gusta esta analogía. Marx no fue un dios . Él fue un pensador y un militante. En términos de perseguir una estrategia política apropiada para avanzar, hubo alternativas posibles. Las dos principales fueron aquellas expuestas por Lenin y Bernstein. La estrategia de Lenin tuvo mayor sentido en un país como Rusia. La estrategia de Bernstein tuvo mayor sentido en un país como Alemania. En el largo plazo ninguna estrategia ha funcionado realmente. Hoy en día todos estamos repensando las estrategias de transformación social, precisamente porque estas dos estrategias fueron un fracaso.
-GJ: ¿Por qué son aquellos Estados, en las áreas o regiones menos desarrolladas, propensos a adoptar un régimen leninista?
-IW: En orden de perseguir una estrategia “parlamentaria”, tú necesitas una situación en la que al menos la mitad, o más, de la población son parte de la “clase media” según estándares mundiales. Esto no es precisamente cierto de las áreas “menos desarrolladas”. De ese modo el leninismo parece más plausible.
-GJ: La caída del comunismo destruyó al socialismo marxista como proyecto político, pero le dio a los análisis de Marx del capitalismo un nuevo aliciente en su vida solamente en la academia. Bajo la condición de la deslegitimación del discurso y representaciones colectivas de clases, un individualismo ascendente, el consumismo y preocupaciones de estilo de vida, el socialismo ya no es el ideal común para la izquierda como alguna vez lo fue en el siglo XX. La principal fuerza de izquierda, la socialdemocracia, se ha reducido a ser una cultura de preferencia después de la neoliberalización, como usted dijo. Los otros movimientos de protesta han corrido ya sea al anarquismo o al extremismo.
Las fragmentadas fuerzas de la izquierda desconfían entre sí. El marxismo ya no parece ser más una teoría para los movimientos radicales. Ernesto Laclau y Chantal Mouffe han argumentado que sólo un discurso democrático podría deslegitimar el sistema existente y articular diferentes fuerzas de protesta. ¿Es posible para la democracia emprender esta tarea? Entonces, ¿qué tipo de rol tomará el marxismo en los futuros movimientos? ¿Son las recientes revueltas por los derechos democráticos en el área arábiga una señalización de esto?
-IW: No creo que el resurgimiento del marxismo esté limitado a la academia. Pienso que el reciente brote de protesta alrededor del mundo incluye un retorno al debate sobre la economía política y las desigualdades, un debate que lleva a la gente de regreso a mucho de lo que Marx ha escrito y analizado. ¿Será el “socialismo” su proyecto político? Todo depende de lo que queramos decir por socialismo. Estamos en medio de una confusión que no es meramente política sino también intelectual. Sería más prudente en mis predicciones acerca de lo que sucederá en los próximos 20 o 30 años, y más optimista.
-GJ: ¿Cómo evalúas a Mao Tse-Tung? ¿Recibirá comentarios similares como los que has predicho para Lenin en el 2050?
-IW: Mao Tse-Tung probablemente será recordado positivamente por dos cosas. Él liberó al partido chino, y por eso a la Revolución china, del control de Stalin. Y reunificó China, una tarea histórica de grandes líderes chinos. Por supuesto, él hizo muchas cosas negativas. ¿Se desvanecerán de la memoria?
Muy posiblemente. La memoria no es eterna. Es creada, y recreada, constantemente. Dependerá de los historiadores chinos. Pero éstos dependerán de la atmósfera política total de China en 2050.
http://socialismo21.net/

◆ El que busca, encuentra...

Todo lo sólido se desvanece en el aire; todo lo sagrado es profano, y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocasKarl Marx

Not@s sobre Marx, marxismo, socialismo y la Revolución 2.0

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Francisco Jaime: Marxismo: ¿salvación a través de la revolución? — El Siglo de Torreón
Michel Husson: Marx, Piketty et Aghion sur la productivité — A l’encontre
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Leopoldo Moscoso: 'Das Kapital': reloading... — Público
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José de María Romero Barea: Hölderlin ha leído a Marx y no lo olvida — Revista de Letras
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Marc Sala: El capitalismo se come al bar donde Marx y Engels debatían sobre comunismo — El Español

— Notas sobre debates, entrevistas y eventos
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David McNally & Sue Ferguson: “Social Reproduction Beyond Intersectionality: An Interview” — Marxismo Crítico
Gustavo Hernández Sánchez: “Edward Palmer Thompson es un autor que sí supo dar un giro copernicano a los estudios marxistas” — Rebelión
Alberto Maldonado: Michael Heinrich en Bogotá: El Capital de Marx es el misil más terrible lanzado contra la burguesía — Palabras al Margen
Leonardo Cazes: En memoria de Itsván Mészáros — Rebelión (Publicada en O Globo)
Entrevista con István Mészáros realizada por la revista persa Naghd’ (Kritik), el 02-06-1998: “Para ir Más allá del Capital” — Marxismo Crítico
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Entrevista a Juan Geymonat: Por un marxismo sin citas a Marx — Hemisferio Izquierdo
Juliana Gonçalves: "El Capital no es una biblia ni un libro de recetas", dice José Paulo Netto [Português ] — Brasil de Fato
Entrevista a Michael Heinrich: El Capital: una obra colosal “para desenmascarar un sistema completo de falsas percepciones” — Viento Sur
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Jorge L. Acanda: "Hace falta una lectura de Marx que hunda raíces en las fuentes originarias del pensamiento de Marx" — La Linea de Fuego

— Notas sobre Lenin y la Revolución de Octubre
Guillermo Almeyra: Qué fue la Revolución Rusa — La Jornada
Jorge Figueroa: Dos revoluciones que cambiaron el mundo y el arte — La Gaceta
Gilberto López y Rivas: La revolución socialista de 1917 y la cuestión nacional y colonial — La Jornada
Aldo Agosti: Repensar la Revolución Rusa — Memoria
Toni Negri: Lenin: Dalla teoria alla pratica — Euronomade
Entretien avec Tariq Ali: L’héritage de Vladimir Lénine — Contretemps
Andrea Catone: La Rivoluzione d’Ottobre e il Movimento Socialista Mondiale in una prospettiva storica — Marx XXI
Michael Löwy: De la Revolución de Octubre al Ecocomunismo del Siglo XXI — Herramienta
Serge Halimi: Il secolo di Lenin — Rifondazione Comunista
Víctor Arrogante: La Gran Revolución de octubre — El Plural
Luis Bilbao: El mundo a un siglo de la Revolución de Octubre — Rebelión
Samir Amin: La Revolución de Octubre cien años después — El Viejo Topo
Luis Fernando Valdés-López: Revolución rusa, 100 años después — Portaluz
Ester Kandel: El centenario de la Revolución de octubre — Kaos en la Red
Daniel Gaido: Come fare la rivoluzione senza prendere il potere...a luglio — PalermoGrad
Eugenio del Río: Repensando la experiencia soviética — Ctxt
Pablo Stancanelli: Presentación el Atlas de la Revolución rusa - Pan, paz, tierra... libertad — Le Monde Diplomatique
Gabriel Quirici: La Revolución Rusa desafió a la izquierda, al marxismo y al capitalismo [Audio] — Del Sol

— Notas sobre la película “El joven Karl Marx”, del cineasta haitiano Raoul Peck
Eduardo Mackenzie:"Le jeune Karl Marx ", le film le plus récent du réalisateur Raoul Peck vient de sortir en France — Dreuz
Minou Petrovski: Pourquoi Raoul Peck, cinéaste haïtien, s’intéresse-t-il à la jeunesse de Karl Marx en 2017? — HuffPost
Antônio Lima Jûnior: [Resenha] O jovem Karl Marx – Raoul Peck (2017) — Fundaçâo Dinarco Reis
La película "El joven Karl Marx" llegará a los cines en el 2017 — Amistad Hispano-Soviética
Boris Lefebvre: "Le jeune Karl Marx": de la rencontre avec Engels au Manifeste — Révolution Pernamente

— Notas sobre el maestro István Mészáros, recientemente fallecido
Matteo Bifone: Oltre Il Capitale. Verso una teoria della transizione, a cura di R. Mapelli — Materialismo Storico
Gabriel Vargas Lozano, Hillel Ticktin: István Mészáros: pensar la alienación y la crisis del capitalismo — SinPermiso
Carmen Bohórquez: István Mészáros, ahora y siempre — Red 58
István Mészáros: Reflexiones sobre la Nueva Internacional — Rebelión
Ricardo Antunes: Sobre "Más allá del capital", de István Mészáros — Herramienta
Francisco Farina: Hasta la Victoria: István Mészáros — Marcha
István Mészáros in memoriam : Capitalism and Ecological Destruction — Climate & Capitalism.us