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Antonio Gramsci & Karl Marx ✆ A.d.
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Juan Dal Maso | Hace algunos años, cuando escribí el
trabajo
La
"ortodoxia" que no fue, que intenta contextualizar la polémica de
Gramsci contra Bujarin del
Cuaderno 11 y rescatar críticamente algunas de sus
principales definiciones, una de las cuestiones que me parecieron importantes
fue la de la "nueva inmanencia" (reivindicada a su modo por Daniel
Bensaïd en
Marx Intempestivo), porque de por sí el tema llama la atención y es
otra vía de entrada al "nuevo materialismo" propuesto por Marx en sus
Tesis sobre Feuerbach, de lo que nos ocupamos
[en el artículo] Nuevamente
sobre el materialismo de Marx y su actualidad. Todo esto debería
resignificarse a la luz de una lectura concienzuda del llamado
Cuaderno Spinoza de Marx, que
intentaremos en un futuro cercano.
En los Cuadernos de la
Cárcel de Gramsci la idea de un "nuevo concepto de
inmanencia" o una nueva inmanencia aparece relacionada con tres posibles
líneas de interpretación (todas convergentes).
- Una continuidad de la filosofía inmanentista, depurando la
versión especulativa de esta que ofrece el hegelianismo (recordemos que Hegel
consideraba la filosofía de Spinoza como un "momento" de su sistema.
Esto está presente en la Fenomenología
del Espíritu pero sobre todo está explicado acabadamente en la Ciencia de
la Lógica), para una compresión realista y concreta de la historia.
- Una síntesis teórica que une la filosofía alemana, la
economía política inglesa y la política revolucionaria francesa (las famosas
tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo), creando una nueva
concepción del mundo que a su vez expresa esta síntesis de los tres elementos en
cada uno de sus segmentos, de forma tal que no hay filosofía, política y
economía marxistas, sino "filosofía de la praxis", "crítica de
la economía política" y una teoría política/estrategia que tiene sus
fundamentos teóricos en las dos anteriores y todo eso es parte de una
"concepción del mundo".
- La categoría de "mercado determinado" y
"leyes tendenciales" que Gramsci asocia al economista David Ricardo y
que considera un elemento convergente con la concepción marxista, en tanto
contribuye a establecer, dicho con términos no precisamente presentes en
Gramsci, una estructura sujeta a una legalidad no mecánica, lo cual coincide
con el interés de Gramsci en explicar "cómo surge el movimiento histórico
sobre la base de la estructura" y la cuestión de las relaciones de
fuerzas.
Peter D. Thomas, que considera estos distintos aspectos,
tomando a su vez otros estudios gramscianos, intenta cerrar el círculo de la
"nueva inmanencia" con una definición que es la siguiente: Inmanencia
= Teoría. Creo que si bien puede ser atractiva, no se ajusta del todo a la
reflexión gramsciana. Veamos por qué.
Thomas cita un pasaje del
Cuaderno 4, en particular
C4 §17, en el que Gramsci dice:
"la
expresión 'inmanencia' en Marx tiene un significado preciso y esto es lo que
había que definir: en realidad esta definifición hubiera sido realmente
'teoría". De esta frase, Thomas deriva la definición: Inmanencia
= Teoría.
Sin embargo, tal derivación está fuera de contexto. Dado que
Gramsci no está diciendo que la definición de inmanencia es teoría, sino que el
acto de definir el contenido preciso de la inmanencia en Marx hubiera sido
realmente "hacer teoría". Para afirmar esto me baso por ejemplo en el
Cuaderno 4 §13, donde Gramsci
sostiene respecto del Ensayo de Bujarin:
"La primera
observación que hay que hacer es que el título no corresponde al contenido del
libro. Teoría del materialismo histórico debería significar ordenamiento lógico
de los contenidos filosóficos que son conocidos bajo el nombre de materialismo
histórico. El primer capítulo, o una introducción general debería haber tratado
la cuestión: ¿qué es la filosofía? ¿una concepción del mundo es una filosofía?
¿cómo fue concebida hasta ahora la filosofía? ¿El materialismo histórico
renueva esta concepción? ¿Qué relaciones existen entre las ideologias, las
concepciones del mundo, las filosofías? La respuesta a esta serie de
interrogantes constituye la 'teoría' del materialismo histórico." Más
adelante dice que esos son los problemas teóricos y no "los que el autor
propone como tales".
En este contexto, es decir habiendo establecido qué
elaboraciones o reflexiones tendrían status "teórico", Gramsci
critica a Bujarin por sostener que la palabra "inmanencia" tiene en
Marx un sentido metafórico y por eludir la cuestión de definir su significado
preciso en el pensamiento marxiano, lo cual sería efectivamente un definición
"teórica".
Pero me parece forzar el texto hacerle decir que de ahí se
desprende la fórmula Inmanencia = Teoría. Sí me parece acertado rescatar, cómo
hace Thomas, que en la "nueva síntesis teórica" que es a su vez un
redefinición de las relaciones entre la teoría y la práctica, como parte del
desarrollo de la lucha por constituir a la clase obrera como clase hegemónica,
uniendo filosofía y política, la relación entre historia, teoría y política se
concibe como "inmanente".
No obstante esto, mi impresión es que Gramsci no hace una
definición precisa de la inmanencia según Marx, o por lo menos establece
distintas aristas de la cuestión dejando más planteado el problema teórico que
una "definición" formal, por lo que la idea de una "nueva
inmanencia" debe emparentarse (está emparentada) con la de un "nuevo
materialismo" de las Tesis sobre Feuerbach, como ya dijimos antes.
Este debate es más importante no tanto por el tratamiento de
la cuestión en los estudios gramscianos, sino sobre todo porque la
"inmanencia" fue durante varias décadas la bandera, primero de un
marxismo estructuralista y anti-hegeliano primero y de un autonomismo enemigo
del marxismo clásico después, post-estructuralismo mediante.
Cuando Toni Negri, resignificando sus propias elaboraciones
previas como las presentes en El Trabajo en la Constitución y El Poder
Constituyente, lanzaba muy suelto de cuerpo la idea de que "la multitud
llamó al imperio", creando una mala infinitud de desafíos por abajo respondidos
por recomposiciones por arriba que a su vez daba por liquidadas las mediaciones
político-sociales que necesita constuir la clase obrera junto con los sectores
oprimidos para mejor luchar (asociadas negativamente con la dialéctica
hegeliana) y habilitaba la idea de un "comunismo sin transición",
estaba utilizando la tradición inmanentista para crear una filosofia política
de una "sustancia" que no puede "devenir sujeto" o para
decirlo en términos más sencillos "tomar el mundo sin cambiar el
poder" (la inversión del título de Holloway es adrede). De forma tal que
el desafío planteado por Pierre Macherey en su Hegel o Spinoza de invertir la
forma impuesta por el idealista alemán para leer al materialista
judío-holandés, se transformaba en una simple degradación del legado de Spinoza
al servicio de una teoría derrotista de la lucha de clases.
Frente a este falso "inmanentismo", el rescate de
las reflexiones gramscianas y su relación con el "nuevo materialismo"
puesto en práctica por Marx, permite volver a pensar en los fundamentos
filosóficos del marxismo, no como una "pieza de museo" sino como una
teoría viva que busca recrearse contra el pensamiento burgués, seudoautonomista
y de la izquierda rutinaria.