Fernando Rosso | El
sentido preciso del famoso aforismo de Marx que sentencia que "la anatomía humana encierra la clave
de la anatomía del mono", tuvo muchas interpretaciones polémicas y no
pocas con sentido teleológico. Encontramos una llamativa similitud en las
conclusiones teóricas de Borges en torno a "Kafka y sus precursores"
y las de Marx (en la explicación de Ellen Meiksins Wood) en relación al
"capitalismo y sus precursores". En una síntesis superadora entre necesidad
y contingencia y con la introducción de la historia como variable explicativa;
en una visión más amplia, compleja y dialéctica del materialismo histórico.
Dice Borges:
"Si no me
equivoco, las heterogéneas piezas que he enumerado se parecen a Kafka; si no me
equivoco, no todas se parecen entre sí. Este último hecho es el más
significativo. En cada uno de esos textos está la idiosincrasia de Kafka, en
grado mayor o menor, pero si Kafka no hubiera escrito, no la percibiríamos;
vale decir, no existiría. El poema Fears and Scruples de Browning profetiza la
obra de Kafka, pero nuestra lectura de Kafka afina y desvía sensiblemente
nuestra lectura del poema. Browning no lo leía.
Como ahora nosotros lo
leemos. En el vocabulario crítico, la palabra precursor es indispensable, pero
habría que tratar de purificarla de toda connotación de polémica o rivalidad.
El hecho es que cada escritor crea sus precursores. Su labor modifica nuestra concepción
del pasado, como ha de modificar el futuro. En esta correlación nada importa la
identidad o la pluralidad de los hombres. El primer Kafka de Betrachtung es
menos precursor del Kafka de los mitos sombríos y de las instituciones atroces
que Browning o Lord Dunsany."
“El capitalismo puede
aportar la "clave" de la sociedad precapitalista, en el sentido aquí
entendido, sólo porque realmente existe y porque ha dado pie a sus propias
categorías históricamente constituidas, cuya especificidad histórica Marx trata
de demostrar aplicándolas críticamente a las formas precapitalistas. Ese es
precisamente el significado de su crítica de la economía política.
No se trata de que el
capitalismo esté prefigurado en las formas precapitalistas, sino, por el
contrario, de que el capitalismo representa una transformación históricamente
específica. Marx adopta esta estrategia paradójica para oponerse "al modo
de los economistas, que cancelan las diferencias históricas y ven la forma
burguesa en todas las formas de sociedad (...)".
Y concluye: "La
transición al capitalismo, entonces, es históricamente única (...)"...como
Kafka.