31/1/17

Reflexions sur Karl Marx et le socialisme africain

Yves Person

« Economie et culture sont les deux versants indissociables de la vie » a écrit récemment Cheikh Amidou Kane. Une voix africaine dénonce ainsi le déterminisme économique, qui est la philosophie du capitalisme, mais que le socialisme n’a pas toujours su dénoncer, car il n’osait pas s’élever contre l’épistémologie positiviste qui en est la conséquence. Or celle-ci a mis l’Europe sur la voie de la puissance et de la domination mondiale mais aussi nous le voyons maintenant, l’humanité sur celle de la catastrophe. C’est cet héritage européen que beaucoup d’Africains s’efforcent à présent de capter et ce sont ses principes qu’ils veulent diffuser chez eux, au nom d’une efficacité imaginaire, au moment où il est répudié dans son domaine d’origine. 

Le débat entre économie et culture ne s’est noué vraiment qu’au XVIIIe siècle, c’est-à-dire quand l’économie a prétendu imposer une hégémonie absolue et soumettre l’homme à une logique qui lui était extérieure afin de justifier la pratique du capitalisme. On demandait à l’homme qui, dans sa vie limitée, a surtout besoin de relations avec ses semblables, de renoncer à celles-ci pour y substituer les abstractions de la marchandise. C’est-à-dire de renoncer à l’autonomie créatrice, qui n’a de sens que dans le groupe où il vit, pour se laisser transformer en objet. Le socialisme n’a d’autre sens ni de réalité historique que de s’être révolté contre les pratiques inhumaines découlant de ses prémisses. Marx a su dénoncer les relations de marchandise et analyser le mécanisme du système, ce qui lui assure une grandeur durable. Il a vu que l’homme ne pouvait être libéré si on ne lui rendait pas son autonomie créatrice, si on ne le désaliénait pas.

30/1/17

Valor, precio y moneda, una revisión con base en El Capital de Karl Marx

Karl Marx ✆ Fabrizio Cassetta 

Antonio Lebeo Guzmán Raya


El valor-trabajo, desde sus orígenes en la economía política, ha tenido una relación central en su explicación del precio y la moneda, el autor cuyo prototipo llevó hasta sus últimas consecuencias dicha concepción de manera crítica, fue Marx. Se retoma aquí dicha relación entre valor, precio y moneda en su desarrollo teórico-abstracto y la finalidad que subyace en dichos postulados. La pertinencia de la teoría de Marx se hace presente, al introducir el dinero en una sociedad descentralizada, que permita hacer las transacciones superando el dualismo producción-mercado, en una visión heterodoxa, es decir monetaria institucional.
Introducción
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El análisis de Marx respecto al trabajo, está ligado a su relación con la mercancía y ésta a la moneda, por ende el trabajo es el fundamento de la teoría de la mercancía y su expresión en valor (de cambio) y valor de uso (Marx, 2014; Rubin, 1974). Una idea central en el desarrollo de la categoría de valor-trabajo, es el trabajo abstracto (Rubin, 1974; Robles y Escorcia, 2014). Lo anterior nos remite, a un análisis del valor-trabajo, no sólo en relación a la forma del valor y al precio, sino, también al proceso productivo y de trabajo, por ende en un primer momento haciendo abstracción del precio y del dinero. Siendo así, se parte de la pregunta guía ¿qué dice la teoría del valor-trabajo en Marx, si hacemos abstracción del precio y la moneda? Para después ver su mutua relación.1

25/1/17

Karl Marx, Manfredo Tafuri e il lavoro astratto in architettura

Manfredo Tafuri ✆ Giulio Raggi

Felice Mometti

Le api hanno sempre invidiato gli architetti. Ogni volta sono costrette, anche nel migliore dei casi, a costruire complessi alveari senza alcun preciso riferimento progettuale e invece gli architetti, anche i peggiori, hanno prima in testa ciò che vogliono costruire, dalla capanna al grattacielo. È il senso del famoso passo di Marx, oggetto di infinite controversie, sull’ape e l’architetto[1]. Infatti, come spesso accade negli scritti di Marx, dietro a quelle che possono sembrare delle banali evidenze si articolano molteplici discorsi sul lavoro concreto e astratto, sulla cooperazione e divisione sociale del lavoro. In tempi in cui nell’architettura predomina l’ossimoro di una retorica ipermodernista del postmoderno, scendere qualche gradino lungo la scala che porta ai «laboratori segreti» della produzione architettonica può risultare utile.
Un oggetto trascurabile

Da qualche tempo Hal Foster punta l’attenzione sul «complesso arte-architettura», alludendo al più inquietante «complesso militare-industriale», che avrebbe sussunto il culturale all’economico. Dagli incontri, dalle connessioni del passato, tra arte e architettura, si sarebbe giunti a un’unità quasi organica che avrebbe i caratteri di un blocco o di una sindrome[2]. Un «complesso» che condiziona fortemente scenari urbani e immaginari metropolitani. Pur nella loro valenza, le analisi di Foster non vanno tuttavia oltre la superficie percepibile dei fenomeni. Più sotto si colloca la contraddizione che attraversa l’arte contemporanea che, come ogni merce a produzione e circolazione globale, si è conformata alla logica del capitalismo finanziario internazionale e l’artista ha perso quella «differenza antropologica», attribuitagli dal modernismo, sulla quale aveva fondato la propria autenticità come critico della società[3], pur presentando ancora comportamenti di resistenza all’omologazione alle catene del valore del capitale transnazionale. 

24/1/17

Urnas y calles: Lenin electoral — II

Lenin en la Plaza Roja ✆ D. Nalbandian 
 “Todo análisis científico en Política debe ser un análisis de clase” — Lenin, 1906

 Nicolás González Varela

Por muy desnaturalizado que esté el mecanismo de representación popular en el Parlamento burgués, no obstante para Lenin (y Kautsky) tal mecanismo político proporciona: 1) materiales para analizar las políticas de las diferentes clases en pugna; 2) ayuda a corregir opiniones erróneas y puntos de vista estrechos sobre las políticas de las distintas clases sociales (precisamente es aquí, dirá Lenin, “en donde reside el fundamento de la Táctica”). Lenin reconoce en una editorial del diario bolchevique legal Vperiod (Adelante!) que la fracción socialdemócrata parlamentaria podría ser “de gran utilidad para la causa de la Revolución. Ya habíamos señalado la importancia que le otorga Lenin a revelar de modo materialista la “nomenclatura de clase” que poseen, de manera velada y codificada, todos los partidos políticos. Esta “nomenclatura de clase” tiene grados en el análisis leniniano: puede ser que un partido sea una “organización de clase” cuasi pura, de manera que se encuentra vinculado en forma total con una clase social determinada (sea esta dominante o no); pero también, Lenin señala, puede no estar relacionado en “forma exclusiva” con una clase particular pero aún a pesar de ello, ser “esencialmente expresión general de un interés de clase (ideal)”, con lo que su vinculación tiene una grado intermedio, su pureza clasista se encuentra degradada, como en los casos de partidos semi-burgueses o semi-terratenientes. 

La degradación de los suelos: Élisée Reclus frente a Karl Marx

Philippe Pelletier

La degradación de los suelos constituye uno de los problemas medioambientales de actualidad. Pero entre la negación de la mayor parte de los agro-industriales y el catastrofismo fomentado por otros, como Lydia y Claude Bourguignon, a los que si los escucháramos, nos preguntaríamos cómo puede aún existir algún cultivo (y sin embargo, la agricultura sigue…), conviene examinar la situación con sutileza. La geografía, y también la edafología, de un lugar no son iguales que la de otro. Hay que subrayar también que la cuestión no es nueva en el movimiento anticapitalista. Ha sido motivo de posturas divergentes entre Élisée Reclus y Karl Marx.
El catastrofismo edafológico de Marx
Un pasaje célebre de El Capital (1867) muestra cómo Marx, aunque brevemente, trata la cuestión. “Cada progreso de la agricultura capitalista es un progreso no solo en el arte de explotar al trabajador sino también en el arte de despojar al suelo; a cada progreso en el arte de aumentar la fertilidad por un tiempo le sigue un progreso en la ruina de sus recursos duraderos de fertilidad. Cuanto más se desarrolle un país, Estados Unidos de América, por ejemplo, sobre la base de la industria, más rápido será el proceso de destrucción. La producción capitalista solo desarrolla la técnica y la combinación del proceso de producción social, agotando al mismo tiempo las dos fuentes de las que surge esa riqueza: la tierra y el trabajador”.

22/1/17

«Structuralist Marxism» and the politicism of the theory of action

Karl Marx leyendo a Louis Althusser
✆ Jeffrey Ascott 
Robert Kurz 

The turn of Western Marxism towards the theory of action and the tautological reinterpretation of the left wing politicism associated with that theory did not enjoy an uninterrupted development, once that, in the ideological thought of Modernity, the metaphysics of intentionality did not generally succeed in freeing itself from the metaphysics of law-governed structures, or vice-versa. This is why Western Marxism also produced a “structuralist” version after the Second World War, represented principally by Louis Althusser. However, the so-called structuralism of the post-war period, which gave rise to Althusser’s “structuralist reading of Marx”, did not follow the classical bourgeois metaphysics of law-governed structure, but developed from linguistic (Saussure) and ethnological (Lévi-Strauss) paradigms. Here, too, however, they revealed pseudo-scientific reductions; in Lévi-Strauss, for example, these “explanatory models” were simultaneously directed against the Enlightenment and the Hegelian metaphysics of history. “Conformity with the laws” was no longer considered to be historically dominant; it was reduced to the “respective structures” and to their “necessary autonomization”, without teleological components.

19/1/17

Ecología y marxismo

Pity Ezra

Desde el principio, la noción marxiana de la alienación del trabajo humano estaba vinculada con la comprensión de la alienación de los seres humanos respecto a la naturaleza. Era esta la doble alienación la que, sobre todo, necesitaba ser explicada históricamente.” 
John Bellamy Foster – La ecología de Marx

El presente artículo tiene como propósito explicar y dar respuesta desde el marxismo, a los problemas de deterioro y destrucción de la naturaleza que se están dando en el mundo, como la destrucción de los campos de cultivo en Argentina con el monocultivo de soja transgénica de la mano de Monsanto y de un puñado de terratenientes, asociaciones empresariales y transnacionales; como la contaminación que genera el Proyecto minero Conga en el Perú (una ampliación de la mina Yanacocha que opera la multinacional Newmont), cuya ejecución significaría la destrucción de cuatro cabeceras de cuenca; o como los intentos del gobierno del MAS en Bolivia de construir la carretera del Proyecto IIRSA -para la integración burguesa e imperialista- por el territorio indígena del TIPNIS, lo que provocaría –como subordinación a los grandes capitales- la destrucción de grandes hectáreas de bosques, de la flora y la fauna.

18/1/17

Edición y censura del marxismo italiano en la España de Franco: Antonio Gramsci & Galvano della Volpe

Francisco Rojas Claros
Mitin en el barrio ✆ Renato Guttuso
Como afirma Pedro Ribas, tras la victoria de Franco en la Guerra civil y hasta los años Sesenta, «el marxismo quedó desterrado y sólo se habló de él desde posiciones antimarxistas»1. No obstante, durante el segundo franquismo se consiguió publicar en España un acervo bibliográfico importante de textos marxistas, impensable apenas unos años antes. Ello permitió una recuperación y renovación del marxismo en distintas áreas — ciencias sociales, cultura, pensamiento —, basándose principalmente en dos tipos de fuentes fundamentales: traducciones de autores marxistas contemporáneos y recuperación de escritos de autores clásicos. Los textos de Galvano Della Volpe y Antonio Gramsci, dos importantes representantes del marxismo occidental2, formaron parte sustancial de aquel proceso. No es el propósito de este trabajo entrar en los aspectos doctrinales de sus ideas, sino exponer el enfrentamiento dialéctico entre la disidencia editorial y el dirigismo cultural del régimen. Todo ello, gracias a los fondos documentales del ministerio de Información y Turismo, contenidos en el Archivo General de la Administración — en adelante, AGA —, en Alcalá de Henares (Madrid).
Dirigismo cultural y disidencia editorial durante el segundo franquismo

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El «dirigismo cultural» puede definirse como la tendencia exacerbada de las autoridades del régimen franquista al control y represión de toda manifestación política y cultural que no se adecuase a sus presupuestos ideológicos, fomentando al mismo tiempo la prevalencia de los mismos, con una función tanto represiva como promocional. Una estrategia de propaganda y a la vez parte sustancial de un sistema represivo mucho más amplio, destinado a defender el régimen de cualquier conato de oposición que pudiera surgir en la sociedad española, fruto de una clara perversión del concepto de orden público. 

17/1/17

Perry Anderson y un mapa polémico del marxismo

40 Años de “Consideraciones sobre el Marxismo Occidental”
Louis Althusser, György Lukács & Theodor Adorno ✆ Hidra Cabero 
Ariane Díaz

En un principio fue la polémica. Lo que hoy conocemos como “Consideraciones sobre el Marxismo Occidental”, en realidad, pretendía ser una introducción a una compilación que estaba preparando el equipo de redacción de la conocida revista británica, entonces dirigida por Perry Anderson, New Left Review (NLR). El proyecto no pudo concretarse y el texto, escrito en 1974, se publicó como libro en 1976 con un epílogo que reflejaba las discusiones abiertas en ese colectivo intelectual [1].
A hard day’s night
Las hipótesis del libro tenían mucho de ajuste de cuentas con la agenda de su revista. Hay unas coordenadas que no menciona allí pero que lo motivan: Anderson venía haciendo un balance nada halagador del marxismo británico, para él parte de una intelectualidad atascada en una cultura nacional conservadora y empirista que no había sabido construir ni una sociología ni una tradición marxista sistemáticas [2]. Aquellas vertientes de lo que llamó “marxismo continental” permitían un análisis totalizador que faltaba en la teoría social británica. La revista había ya iniciado el trabajo de publicación de textos de la tradición marxista francesa, italiana y alemana; desde 1966 en adelante publicaron a Sartre, Lukács, Adorno, Benjamin, Althusser y Gramsci, entre otros. La editorial de la NLR, hacia fines de 1970, contaba con más de la mitad de su catálogo dedicada a estos autores [3]. Es decir que fue la NLR dirigida por Anderson la que había introducido en la isla los autores que ahora criticaría.

16/1/17

Marx e la sua rilevanza post-marxista: una rassegna

Bernhard H. F. Taureck

Quattro libri su argomenti diversi ma interconnessi. Sul TTIP [Transatlantic Trade and Investment Partnership] 1 come dernier cri della globalizzazione 2. Su Piketty come sostenitore di un capitalismo dinamico 3. Su Polanyi e Nancy Fraser come analisti dell’emancipazione 4. Sul capitalismo come concetto-base per la comprensione del nostro mondo politico 5. 

Una premessa. Ogni studio che si occupi anche per via indiretta di Marx deve rispondere in maniera criticamente differenziata a tre domande, che lo faccia o meno in maniera consapevole, programmatica o esplicita. La prima domanda è la seguente: che cosa accade nel modo in cui viene descritto [da Marx]? La seconda domanda suona: che cosa viene spiegato con ciò? La terza domanda è: che cosa viene previsto inmaniera argomentata?

Alla prima domanda (che riguarda la descrizione) Marx ha già risposto a sua volta richiamando fenomeni come la dissoluzione della famiglia, delle piccole e medie imprese e dello Stato come risultato delle dinamiche di mercato. Ha risposto inoltre citando il fenomeno dell’alienazione dell’uomo da se stesso dal momento che è costretto a lavorare come mezzo per gli altri. A queste risposte di Marx viene oggi obiettato il fatto che le piccole e medie imprese continuano senz’altro a esistere nonostante l’accumulazione del capitale e la produzione di plusvalore assoluto. 

Comprendiendo a Marx: su teoría del valor

Karl Marx ✆ Kürşat Ünsal
Pedro Rosario Barbosa

En mayor o menor medida, Karl Marx es una de las figuras más amadas y simultáneamente más odiadas de la faz de la tierra, con o sin razón. No importa si uno es políticamente de izquierda, derecha, centro o ninguna de las anteriores, usted no puede ignorarlo. Es tal vez el pensador subversivo de mayor impacto del mundo y que contribuyó a definir políticamente los órdenes económico y político del siglo XX. En América Latina, algunos gobiernos se remiten a su propuesta como alternativa al capitalismo neoliberal que procura eliminar las restricciones estatales para andar, como diríamos los boricuas, “por la libre”.

Sin embargo, podríamos argumentar también que él ha sido uno de los pensadores menos entendidos por sus opositores y partidarios. Esto se debe a un sinnúmero de factores: Marx nunca terminó su magnum opus, El Capital, sino que publicó en vida solo el primer tomo, mientras que los otros dos fueron hechuras de su amigo Friedrich Engels a partir de las notas del ilustre pensador;  malas traducciones al inglés y al castellano; influencias ideológicas por parte de los soviéticos y varios ideólogos durante el siglo XX; una comprensión deficiente de las dialécticas hegelianas y marxianas; las oscuridades de los mismos escritos marxianos, la falta de contextualización de su obra, cegueras ideológicas, la distorsión llevada a cabo por Engels de la filosofía marxiana sobre la dialéctica (aplicada solo a la economía y a la historia) y convertirla en el llamado “materialismo dialéctico” (que no debe confundirse con la “dialéctica materialista”), entre muchos otros factores.

Karl Marx y la interseccionalidad

Karl Marx ✆ Aarya Bahari
Kevin B. Anderson

A finales del siglo XX, un discurso teórico de la interseccionalidad se hizo casi hegemónico en muchos sectores de la vida intelectual radical. En este discurso, que se refería a las cuestiones sociales y los movimientos alrededor de la raza, el género, la clase, la sexualidad y otras formas de opresión, se decía a menudo que debemos evitar cualquier tipo de reduccionismo de clase o esencialismo en que el género y la raza son subsumidos bajo la categoría de clase. A lo sumo, se dijo, los movimientos alrededor de la raza, el género, la sexualidad o la clase social pueden cruzarse entre sí, pero no puede unirse fácilmente en un solo movimiento en contra de la estructura de poder y el sistema capitalista que, según los marxistas, está detrás de él. Por lo tanto, la interseccionalidad real de estos movimientos sociales -en contraposición a su separación- por lo general se ve como bastante limitada, tanto como realidad como posibilidad. Decir lo contrario corría el peligro de caer en el abismo de reduccionismo o esencialismo.

English
Tomemos el ejemplo de la opresión racial y su potencial interseccionalidad con la opresión de clase. Lemas populares en períodos anteriores, como “Negro y blanco, unirse y luchar” [“Black and white, unite and fight,”], retrocedieron en cierto modo a raíz de la interseccionalidad. Hasta cierto punto, esto era un hecho positivo, ya que reconoce la singularidad de la opresión y la creatividad de las luchas de los afroamericanos para la auto-liberación, y el fracaso concomitante en muchos casos del trabajo blanco para unirse con la mano de obra negra debido al profundo racismo de la sociedad estadounidense, un racismo al que los trabajadores blancos no eran inmunes. En otro nivel, sin embargo, la nueva postura era problemático, ya que algunas variedades de teoría de la interseccionalidad tendían a negar cualquier posibilidad seria de la unidad de clase contra el capital a través de líneas raciales.

Le dernier Marx et Le Capital

Karl Marx ✆ Anne Simon 
Michael R. Krätke
Marx après 1867. Rien ne va plus ?

1. Selon une représentation populaire dont témoignent maintes biographies, Marx, sur ses vieux jours, ayant perdu toute capacité de travail, était en proie au désespoir. A ses plus proches amis, comme Engels, il disait faire des progrès, avancer dans son grand projet. De temps à autre, il annonçait que le Livre II du Capital serait bientôt prêt. En fait, il leur cachait le véritable état de ses manuscrits inachevés. Il était, il est vrai, presque constamment perturbé par la maladie. Et, en outre, souvent pris par des tâches politiques, celles du Conseil Général de l’Association Internationale des Travailleurs, la Première Internationale. D’un autre côté pourtant, après 1870, il n’avait plus les mêmes tracas financiers qui l’avaient hanté pendant plus de vingt années.

2. Après 1867 il ne publia plus grande chose, et presque rien sur la critique de l’économie politique, sauf un chapitre sur l’histoire de l’économie politique dans l’Anti-Dühring d’Engels et une version populaire du Livre I du Capital, écrite par Johann Most, mais révisée et réécrite par lui, et publié en 1876 [1] Dans la littérature biographique, cette dernière période de sa vie est surtout considérée comme une période d’échecs. Marx, pour diverses raisons, a raté son chef d’œuvre, Le Capital. Il aurait renoncé, accepté la défaite, s’avouant incapable de mener à terme son grand projet de critique de l’économie politique. Cela donnait, malgré tout, au Capital le charme d’un chef d’œuvre inachevé et imparfait. Mais cela laissait aussi assez de marge de manœuvre pour des spéculations hasardeuses, qui furent longtemps à la mode dans la marxologie académique.

12/1/17

Urnas y calles: Lenin electoral — I

 “La situación política es más fuerte que todas las declaracionesLenin, 1906
Lenin ✆ Konstantin Fedorovich Yuon, 1927

 Nicolás González Varela

El tradicional culto a Lenin, un poco en decadencia, en el mejor de los casos reduce caricaturescamente su figura al heroico bronce de la insurrección armada, los coches blindados y las bayonetas de los fusiles Mosin-Nagant. El Kul’t lichnosti además de servir de legitimación y consolidación del regimen de Stalin trajo como efecto secundario una reducción y mutilación del Lenin político, ya no podíamos comprenderlo en su dimensión completa, en su práctica materialista-histórica, en su “concretidad”. Hablar de las elecciones, del parlamentarismo en relación con el pensamiento de Lenin parece un equívoco, un oximorón o el intento de construir una relación extraña. Tanto la Leninología como la mayoría de los biógrafos (desde hagiógrafos a críticos) raras veces mencionan la actividad electoral revolucionaria de Lenin, mucho menos describen o analizan su táctica parlamentaria y su “uso” del mecanismo representativo de voto burgués. Queda poco espacio para la política electoral en el monumental Lenin insurreccionalista e ingeniero organizativo, salvo como “momento de pausa”, el descanso del guerrero entre la fallida revolución de 1905 y la revolución democrática burguesa de febrero de 1917. Por elevación esta etiqueta-estigma efectúa un ritornello negativo a su maestro Marx por influencia lógica: tampoco en las luchas democrático-burguesas es muy útil su escasa u ocasional contribución. Coinciden en esto todas las tendencias: la Leninología [1], la Sovietología heredada de la Guerra Fría [2] y el Post-marxismo [3] promulgan en que poco tienen que decir sobre rupturas democráticas y participación electoral tanto Marx como Lenin. El Lenin electoral es un lapsus accidental, [4] un interregno secundario entre la lucha por el control del partido y la conquista del poder. El Lenin electoral es una mera máscara del auténtico Lenin “conspirador-de-facción-insurreccionalista”.

11/1/17

Karl Marx: ¿Cómo leer a un clásico de nuestro tiempo?

Karl Marx
✆ F-K Woechter
Gabriel Vargas Lozano

En este artículo, se analizan los problemas que ha tenido la recepción de la obra de Marx y Engels tanto en el pasado como en el presente. En el caso del pasado, la edición de sus obras completas estuvo condicionada por aspectos políticos e ideológicos derivados principalmente de la forma en que se configuró el «socialismo realmente existente» en la URSS. Se analiza también la forma en que el neoliberalismo buscó eliminar al marxismo en general a partir del derrumbe del «socialismo realmente existente» en la URSS y Europa del Este (1989-1991); sin embargo, a partir de la crisis del neoliberalismo, que coincide con la nueva edición de la obra completa (MEGA 2), surge una renovación del marxismo que implica la oportunidad de repensar y enriquecer sus planteamientos. En el trabajo se hace una síntesis de las aportaciones de los clásicos, así como de los problemas que requieren nuevas consideraciones, como: la crisis ecológica; los sujetos históricos; los límites del capitalismo; la concepción marxiana de la filosofía; la ideología, la cosificación y enajenación, entre otros.

La presente reflexión ofrece algunos elementos sobre la situación del marxismo en México en las últimas décadas. Se trata de un caso donde el marxismo tuvo una extraordinaria relevancia, pero –a raíz del derrumbe del «socialismo realmente existente» en Europa del Este y la URSS (1989-1991) y la adopción del neoliberalismo como política de Estado– se produce una caída en el interés por esta corriente teórico-práctica. En nuestro país ha habido dos momentos estelares de la influencia del marxismo: el primero de ellos fue en la década de los años treinta cuando se llevó a cabo la reforma del artículo tercero de la Constitución y se estableció que la educación que impartiera el Estado, a excepción de la universitaria, debería ser socialista. Todo esto se enmarcó en la expropiación petrolera, el exilio republicano español y la lucha antifascista.

10/1/17

Marx et la réalisation de la philosophie

Karl Marx ✆ David Levine
Pierre Macherey

1.  Le propos de cet exposé, forcément limité, est d’essayer de faire comprendre comment Marx en est arrivé à reprendre à son compte le thème de la réalisation de la philosophie, dont il n’est pas à proprement parler l’inventeur. En effet ce thème a préoccupé la plupart des jeunes hégéliens, ces jeunes intellectuels allemands à la mouvance desquels Marx a d’abord appartenu, avant de trouver de bonnes raisons de s’en séparer, et qui, autour de 1840, se sont sérieusement posé la question de savoir s’il était encore possible de philosopher après Hegel, et si celui-ci n’aurait pas mis un point final à l’entreprise de la philosophie.

2. Le premier à soulever cette interrogation a sans doute été Cieskowski, auteur en 1838 d’un petit ouvrage, Prolégomènes à l’historiosophie [1], ouvrage aujourd’hui tombé largement dans l’oubli, mais qui sur le moment a considérablement frappé les esprits. Selon Cieskowski, Hegel ne représente pas un aboutissement, donc un point d’arrêt, mais plutôt le point de départ d’une nouvelle entreprise de pensée dont il revient à ses successeurs de développer le contenu. En quoi Hegel peut-il être considéré comme un initiateur ? En ce qu’il a mis au jour la dimension pratique de la pensée : celle-ci est, telle qu’il la présente, inséparable de son devenir, du mouvement de sa production, qui est une auto-réalisation ; en effet, l’Esprit doit tirer de soi-même tous les éléments qui, réunis, constituent sa conscience de soi, conscience de soi qui ne lui est pas immédiatement donnée, mais est le résultat de son effort, effort que, en conséquence, il doit accomplir en pratique, pour pouvoir en tirer, sur un plan proprement spéculatif, les bénéfices qu’il en escompte.

8/1/17

El pecado original no fue acto de mujer: del marxismo a la economía política feminista

"[P]ara que la renta sea extraída al máximo es necesario que el trabajador permanezca próximo a sus graneros y a sus esposas" Claude Meillassoux
El pecado original ✆ Michelangelo Buonarotti
Sandra Ezquerra

En el presente texto se revisa la conceptualización marxista de la acumulación primaria. A continuación, se destaca de manera especial una serie de autoras o bien explícitamente feministas o bien influenciadas por el feminismo, quienes se centran en las condiciones "extra-capitalistas" que permiten la creación de las relaciones sociales capitalistas, entre las cuales destaca la separación forzosa de los procesos de reproducción y producción y la subordinación de la primera a la segunda. En un esfuerzo por aterrizar la discusión a la esfera de las políticas públicas, se analizan los principios de género rectores del sistema de asignación de derechos sociales en el Estado español, concretamente del sistema de pensiones para la jubilación. El análisis muestra que la lógica de otorgación de derechos responde a una pervivencia e intensificación en nuestros días de la separación entre reproducción y producción. Finalmente, se realiza una reflexión sobre posibles vías a seguir para reformular la política pública de protección social desde una perspectiva feminista.

7/1/17

El Capital de Karl Marx, más actual que nunca — Chile, un país fascinado por el fetichismo del dinero

Álvaro Ramis

En 2017 conmemoraremos los 150 años de la publicación del primer tomo de El Capital, de Carlos Marx. Se trata de un hito mundial que no debe pasar inadvertido, entre otras razones porque la obra magna de Marx continúa siendo criterio ineludible a la hora de entender el tiempo en que vivimos. Con El Capital Marx logró el objetivo fundamental que se propuso: realizar una “crítica a la economía política”, entendida como aquellas relaciones de producción que involucran a las clases sociales. Se trata de una “crítica” en el sentido que Kant le da a este término: someter al juicio de la razón resolver, en lo posible, las distintas interpretaciones de un fenómeno. Y Marx propone su propia interpretación, que en estos 150 años ha obligado a derramar literalmente miles de litros y litros de tinta, tanto para intentar rebatirle, reinterpretarle o para reafirmar sus argumentos.

¿Puede haber, luego de tantos años, algo nuevo que decir sobre El Capital? Por supuesto, en tanto esta obra no es un punto de llegada, sino el inicio de un método. Marx no buscó dar respuesta a lo que describe en los dos primeros tomos de su obra. Las propuestas de salida sólo quedaron insinuadas y bosquejadas en el tomo III, que quedó inconcluso por su muerte. Por eso El Capital es ante todo una compleja lección de anatomía del capitalismo, y más ampliamente, de las relaciones políticas y culturales asociadas a sus lazos económicos.

4/1/17

Que faire des postcolonial studies? — À propos de Vivek Chibber, Postcolonial Theory and the Specter of Capital

Le marxisme se révèle pour cette raison un outil adéquat pour l’analyse du capitalisme dans tous les lieux et les contextes où il a pris racine…
“…les erreurs qu’il impute à la théorie postcoloniale sont les symptômes d’une défaillance plus générale d’un certain marxisme ou d’une certaine théorie sociale.”
Matthieu Renault & Félix Boggio Éwanjé-Épée

Dans Postcolonial Theory and the Specter of Capital, Vivek Chibber développe une discussion polémique autour des études subalternes et postcoloniales. Son argumentation consiste non pas tant à nier la nécessité d’une « provincialisation de l’Europe », qu’à contester la capacité de la critique postcoloniale à mener ce projet à bien. L’auteur tâche de montrer que les théories sociales « universalistes » ne sont pas nécessairement homogénéisatrices, mais offrent des instruments permettant de penser les différences historiques sans sombrer dans une nouvelle forme d’orientalisme. Fait assez rare pour être souligné, Chibber prend au sérieux les énoncés de ses adversaires postcoloniaux et les passe au crible de la recherche historique et de la pensée marxiste. Car c’est bien le fond de la dispute : l’héritage de Marx est-il valable pour penser les sociétés au-delà de l’Europe ?

1/1/17

Si può leggere ‘Il Capitale’ di Marx a partire dalle ‘Tesi su Feuerbach’?

Wolfgang Fritz Haug

Friedrich Engels, Karl Marx & Ludwig Feuerbach
Cercheremo qui di abbattere i muri che agli occhi di molti impediscono alla filosofia della prassi di introdursi nel regno del Marx più maturo. Il primo di questi muri è stato eretto tra le Tesi su Feuerbach e la critica dell’economia politica; un secondo tra il giovane Marx e il Marx maturo, con la conseguenza della nascita di una specie di dualismo marxologico; un terzo muro, infine, è stato costruito tra la società e la natura.

Se riusciremo a sospendere la quarantena nella quale gli strutturalisti hanno rinchiuso le Tesi su Feuerbach, il sarcasmo di Althusser dovrà cessare e la filosofia della prassi non sarà più «la bella conversazione notturna dei nostri leoni intellettuali da salotto»2. Non si potrà più dire allora, con il filosofo francese, che «il primato della prassi è la prima parola di ogni idealismo». E vacillerà anche l’ultima separazione, quella tra la società, o la cultura, e la natura.

The Return of Engels

Friedrich Engels
✆ Foto Edward Gooch
On the occasion of his birthday, let’s celebrate the incredible contributions of Marx collaborator Friedrich Engels

John Bellamy Foster

Few political and intellectual partnerships can rival that of Karl Marx and Friedrich Engels. They not only famously coauthored The Communist Manifesto in 1848, both taking part in the social revolutions of that year, but also two earlier works — The Holy Family in 1845 and The German Ideology in 1846. In the late 1870s, when the two scientific socialists were finally able to live in close proximity and to confer with each other every day, they would often pace up and down in Marx’s study, each on their own side of the room, boring grooves in the floor as they turned on their heels, while discussing their various ideas, plans, and projects.
 
They frequently read to each other passages from their works in progress. Engels read the entire manuscript of his Anti-Dühring (to which Marx contributed a chapter) to Marx before its publication. Marx wrote an introduction to Engels’s Socialism: Utopian and Scientific. After Marx’s death in 1883, Engels prepared volumes two and three of Capital for publication from the drafts his friend had left behind. If Engels, as he was the first to admit, stood in Marx’s shadow, he was nevertheless an intellectual and political giant in his own right.