8/1/17

El pecado original no fue acto de mujer: del marxismo a la economía política feminista

"[P]ara que la renta sea extraída al máximo es necesario que el trabajador permanezca próximo a sus graneros y a sus esposas" Claude Meillassoux
El pecado original ✆ Michelangelo Buonarotti
Sandra Ezquerra

En el presente texto se revisa la conceptualización marxista de la acumulación primaria. A continuación, se destaca de manera especial una serie de autoras o bien explícitamente feministas o bien influenciadas por el feminismo, quienes se centran en las condiciones "extra-capitalistas" que permiten la creación de las relaciones sociales capitalistas, entre las cuales destaca la separación forzosa de los procesos de reproducción y producción y la subordinación de la primera a la segunda. En un esfuerzo por aterrizar la discusión a la esfera de las políticas públicas, se analizan los principios de género rectores del sistema de asignación de derechos sociales en el Estado español, concretamente del sistema de pensiones para la jubilación. El análisis muestra que la lógica de otorgación de derechos responde a una pervivencia e intensificación en nuestros días de la separación entre reproducción y producción. Finalmente, se realiza una reflexión sobre posibles vías a seguir para reformular la política pública de protección social desde una perspectiva feminista.

En el presente texto se realiza un recorrido por la teoría económica marxista clásica y contemporáneay, particularmente, sobre cómo ésta ha teorizado y utilizado el concepto de acumulación primaria. A continuación se destaca de manera especial una corriente de pensamiento liderada por autores o bien explícitamente feministas o bien fuertemente influenciados por el feminismo quienes, frente a los procesos de espolio, proletarianización y mercantilización enfatizados por el marxismo más ortodoxo, se centran en las condiciones "extra-capitalistas" que permiten la creación de las relaciones sociales capitalistas, entre las cuales destaca la separación forzosa de los procesos de reproducción y producción y la subordinación de la primera a la segunda, como elementos centrales de la acumulación primaria.

Dicha separación tiene consecuencias sociales profundamente marcadas por el género, como son la creación de jerarquías en el seno de la clase trabajadora, la exclusión parcial de las mujeres del trabajo asalariado y la generación de una nueva división sexual del trabajo. Exime, a su vez, a la clase capitalista de asumir los costes de su propia reproducción y de la reproducción de su mercancía más valiosa: la fuerza de trabajo del trabajador asalariado. La incapacidad de Marx de comprender la transcendental importancia de esos procesos en su teorización del valor y de la mercancía constituye, defiendo aquí, la debilidad fundamental de su cuerpo teórico, debilidad crucial sobre la que se construyen otras carencias, como por ejemplo su explicación incompleta e insuficientemente rigurosa de la acumulación primaria como motor del nacimiento y funcionamiento del sistema capitalista.

En un esfuerzo por aterrizar en la esfera de las políticas públicas las discusiones teóricas presentadas, procedo a continuación a analizar desde la perspectiva feminista los principios rectores del sistema de asignación de derechos sociales antes y después de las medidas políticas neoliberales adoptadas en el Estado español desde el inicio de la crisis, concretamente del sistema de pensiones para la jubilación. El análisis muestra que la lógica de otorgación de derechos responde a una pervivencia en nuestros días de la separación entre reproducción y producción en detrimento de la primera y de una resultante construcción por parte del Estado de las mujeres como ciudadanas de segunda.

Para finalizar, se realiza una reflexión sobre posibles vías a seguir para reformular la política pública desde una perspectiva feminista que acabe con el divorcio entre reproducción y producción y que ponga la  segunda al servicio de la primera. Ello pasa no por recuperar el contrato social pre-crisis sino por construir un nuevo contrato social basado en la politización, la valorización y la socialización de la reproducción de la fuerza de trabajo y, en general, de la vida.