- Rescatando las elaboraciones gramscianas sobre la
cuestión de la hegemonía, Aricó va hacia el planteo de que un partido con
predominancia de la clase obrera tiene que ser por fuerza obrerista y
sindicalista y no puede ser “hegemónico”, de esta forma rehabilita la teoría de
los partidos bipartitos obreros y campesinos de Bujarin y Stalin, que ya en la
‘Lección Quinta’ le había adjudicado erróneamente a Lenin.
Juan Dal Maso | La
publicación de las Nueve lecciones sobre economía y política en el marxismo de José
Aricó nos permitió conocer de forma más sistemática la visión de los
principales problemas del marxismo que logró elaborar el referente de los
gramscianos argentinos en un momento particular: el del exilio mexicano, que
también fuera el contexto en el cual Juan Carlos Portantiero escribió ‘Los usos
de Gramsci’. Pero mientras en 'Los usos de Gramsci' lo central pasa por la
cuestión estratégica, en las Nueve lecciones Aricó desarrolla una relación más
comprensiva que parte de la definición del marxismo como teoría de la
revolución social, abarca una lectura de algunos de sus principales problemas
teóricos, esboza una historia crítica del marxismo como movimiento político y
social y busca indagar en las causas de las derrotas sufridas por el movimiento
comunista. En este contexto, tiene un peso especial en la argumentación de
Aricó, la crítica del
“derrumbismo” de la Tercera Internacional y su aparente
incomprensión de los procesos de “revolución pasiva” que en la perspectiva del
autor sí habrían sido reconocidos por Antonio Gramsci 1.
El “derrumbismo”: una
caricatura de la Tercera Internacional
Según el autor, a pesar de que Lenin era enemigo de la
teoría del derrumbe inevitable del capitalismo porque consideraba que no había
situación sin salida para