► “El
verdadero pecado, acaso el pecado contra el Espíritu Santo, que no tiene
remisión, es el pecado de herejía, el de pensar por cuenta propia” | Miguel de Unamuno
Miguel Mazzeo | José
Carlos Mariátegui, el “Amauta”, suele ser considerado como el fundador del
socialismo no gregario, no imitativo y más legítimo de Nuestra América. En
efecto, el socialismo de Mariátegui se caracterizó por una inusual capacidad
para contener, articular y superar positivamente otras tradiciones
emancipatorias de Nuestra América, como el nacionalismo revolucionario, el
antiimperialismo, el agrarismo y el indigenismo radical y para prefigurar
otras, como el guevarismo, la Teología de la Liberación y la Teoría de la
dependencia.
Lo que queremos demostrar, más allá de constatar “puntos
flacos”, es que el socialismo de Mariátegui, en algunos aspectos más allá del
propio Mariátegui, se fue constituyendo en un extenso campo, una especie de
encrucijada teórica que hizo y hace posible un diálogo fructífero entre
diversas tradiciones emancipatorias.