30/6/14

La mirada de Marx sobre el Leviatán

Juan Ramón Capella [1983]  |  En el centenario de la muerte de Marx tiene aún sen­tido aproximarse a este gran clásico también del pensa­miento político buscando inspiración para los problemas de la idealidad emancipatoria del presente. Inspiración; no soluciones hechas. 

En las metrópolis del capitalismo maduro —USA, el Japón, Europa occidental— el movimiento portador de aquella idealidad experimenta un eclipse; lo que hay son más bien jirones de la subjetividad revolucionaria de lo que ha sido un movimiento obrero y embriones de acti­vidad social tendencialmente emancipatoria que crecen a menudo sin conexión visible con lo que sin duda fue su tradición en ese movimiento. Embriones surgidos con­tra el exterminismo, contra el carácter predatorio del in­dustrialismo actual, contra el sexismo. Esta forma em­brionaria da cuenta de la acentuada fragmentación de la consciencia, la voluntad y la práctica emancipatoria colec­tiva potencial.

Las clases trabajadoras, cuya hegemonía política, económica e ideal sigue siendo condición necesaria para que nuestra especie pueda liberarse finalmente de las formas de organización social que la hacen desgraciada, no son aún capaces, en la situación presente, aplastadas y atomi­zadas por la crisis, de apartarse del objetivo de la pro­ducción por la producción que

29/6/14

L’espace urbain après le capitalisme: une utopie nécessaire

David Harvey  |  Les figures de la ville et de l’utopie ont depuis longtemps partie liée. Dès leurs premières apparitions, les utopies se présentèrent sous une forme distinctement urbaine et l’essentiel de ce qui est considéré comme de la planification urbaine au sens large a été infecté (certains diraient « inspiré ») par des modes de pensée utopiques. Le lien est bien antérieur à la première aventure de Sir Thomas More avec le genre utopien en 1516.

Il y a plusieurs manières de comprendre le texte de More et les nombreux schémas utopiques qui ont vu le jour par la suite, tels ceux de Francis Bacon ou de Tommaso Campanella. Je me limiterai ici à un seul axe : la relation suggérée entre l’espace et le temps, entre la géographie et l’histoire. Toutes ces formes d’utopie peuvent être caractérisées d’ « utopies de la forme spatiale » dans la mesure où la temporalité du processus social, la dialectique du changement social –l’histoire réelle – en sont exclues, tandis que la stabilité

28/6/14

La transitoriedad histórica del capital | La tendencia descendiente de ganancia desde el siglo XIX

Esteban Ezequiel Maito  |  El artículo presenta estimaciones de la tasa de ganancia para catorce países en el largo plazo. La rentabilidad muestra una clara tendencia descendente, si bien existen períodos de recuperación parcial, tanto en los países centrales como en los periféricos. El comportamiento de la tasa de ganancia confirma así las previsiones hechas por Marx de su tendencia y la transitoriedad histórica del modo de producción. Finalmente, se realiza una estimación de la tasa de ganancia mundial para las últimas décadas, destacándose también el papel particular de China en la rentabilidad sistémica durante el último decenio.

Introducción

Existe, en los orígenes mismos de la economía política clásica, una preocupación por la tendencia al descenso de la tasa de ganancia. Adam Smith y David Ricardo, entre otros, han sostenido a su manera su existencia. La tendencia sistémica a la crisis y la generación insuficiente de beneficios han sido también reflejadas por otros grandes exponentes de corrientes económicas diferentes de la escuela clásica,

27/6/14

Explorar ‘El Capital’ | La opinión de Alex Callinicos

  • La actual crisis del capitalismo ha coincidido con un renovado interés en ‘El Capital’ de Marx. la revista británica ‘Socialist Review’ entrevista a Alex Callinicos sobre su próximo libro, que trata de como comprendía Marx el capitalismo.
Karl Marx ✆ Ribbon
Ha habido un resurgimiento del interés por y los debates sobre El Capital de Marx. ¿Por qué cree que ocurre y por qué desea intervenir en los debates con su nuevo libro?

English
La razón principal es la radicalización y la resistencia al neoliberalismo que hemos visto desde los años 1990. Inicialmente hubo críticas al neoliberalismo y al capitalismo a partir de puntos de partida intelectuales muy diversos.  Pero con el tiempo, ha habido un creciente interés en la crítica marxista de la economía política, y ello implica volver a El Capital. Lo podemos ver muy claramente en la popularidad de las conferencias de David Harvey sobre El Capital y los libros que han ido surgiendo de las mismas. Un factor secundario es que ha habido un renacimiento de la economía política marxista y de los debates académicos marxistas sobre El Capital, que se debe en parte a la publicación gradual de la MEGA, las obras completas de Marx-Engels, que nos da un mayor acceso a los manuscritos y cuadernos preparatorios de Marx. Así que es un momento muy interesante en el estudio de El Capital, y se estudia no como una actividad puramente académica, sino en el contexto de tratar de entender lo que está ocurriendo con el capitalismo y, por supuesto, todo lo que ha ocurrido desde la crisis de 2007-8.

Karl Marx, Jacques Derrida y el fin de la era de la fantasía

Jacques Derrida
✆ Eugene Wolters
“¿O no demostraremos mediante el álgebra que el nieto de Hamlet es el abuelo de Shakespeare y que él mismo es el espectro de su propio padre?”  Ricardo PigliaRespiración Artificial 

Eduardo Sartelli  |  Desde que salió la noticia fabulosa sobre el increíble discurso del filósofo francés, comenzó a divulgarse la idea de que Derrida se había convertido al marxismo (1). Los comentarios eran pocos pero sustanciosos: el creador de la "deconstrucción", la filosofía que se proclamaba la verdad última sobre la verdad misma, aunque ésta no fuera más que un juego de palabras; la teoría que había dejado al marxismo "a la derecha", arrinconado contra la pared del "totalitarismo" junto al nazismo y el fascismo, la iglesia católica y la religión en general; la crítica más ácida y corrosiva, tanto que parecía extraño que no terminase por corroerse a sí misma algún día; él, el padre de los pueblos deconstruidos, el profeta, había abierto la boca para decir: Marx no ha muerto.

Peor: todos somos marxistas sin saberlo. Grave. Muy grave. Particularmente grave para los descendientes de M. Jourdain que, como los seguidores de Forrest Gump, se quedaron de pronto desconcertados ante el súbito cambio de dirección del maestro. Y peor todavía: como el mismo Forrest, el maestro parece no ir a ningún lado. En este texto intentaremos responder a dónde va Derrida, qué viaje nos propone y si vale la pena seguirlo, en caso de que tal viaje fuera posible y tuviera algún sentido. Dada la confusión que este

‘Marx ha vuelto’, esto recién comienza… | Las reflexiones de Raymundo Gleyzer, Jorge Sanjinés & Einsestein

Violeta Bruk & Javier Gabino  |  Ya están online los cuatro capítulos iniciales de la miniserie de ficción Marx ha vuelto, basada en el Manifiesto Comunista. Estrenados todos los jueves de mayo con miles de seguidores, con la publicación del último capítulo de la serie no terminó, en realidad recién comienza a emitirse “on demand” para todos los que quieran verla, compartirla y difundirla, esa es la lógica de internet. Los cuatro episodios pueden encontrarse en: www.contraimagen.org.ar y estamos agrupando ahí también todo lo que genera su lanzamiento: tweets, opiniones, notas en TV, radio, prensa, blogs y comentarios. La centralización en ese sitio es una ayuda al navegante, aunque sabemos que la clave en la viralización lograda por Marx ha vuelto es justamente la descentralización de su difusión, adoptada por miles de internautas individuales y colectivos, en especial vía redes sociales como

25/6/14

¿Qué marxismo está en crisis?

Karl Marx ✆ A.d. 
Rubén Zardoya Loureda  |  Digamos sin rodeos: está en crisis el marxismo vulgar, esa forma transfigurada de la teoría marxista que constituye la institucionalización del dogma fosilizado y su ensamblaje arbitrario con los más disímiles razonamientos pancistas que reproducen los fenómenos externos de la vida social en calidad de representación y prejuicio.

No se trata, simplemente, del resultado de un desgaste inevitable o de una avalancha de mordiscos sobre la teoría clásica, sino de un modo específico de pensamiento socialmente cristalizado, cuya especificidad, desde el punto de vista lógico, es la absolutización y fetichización de la lógica formal, la negación radical del historicismo concreto a favor de las más diversas formas de historicismo abstracto, que sustituyen la unidad de lo histórico y lo lógico –la investigación de la lógica del desarrollo, el cambio, la metamorfosis– por la clasificación, la tipología y la cronología, en esencia suprahistóricas, de los hechos y los avatares del devenir social; el parasitismo escolástico sobre las conquistas del pensamiento anterior, la traducción al lenguaje doctrinario de toda suerte de rutinas y politiquerías; la adoración de la forma externa o, lo que es lo mismo, la solución puramente formal de las contradicciones; el detallismo insulso, la pasión por el comentario que nada

La herejía comunista de Daniel Bensaïd

Daniel Bensaïd ✆ Joju Aliaga
Michael Löwy  |  “Auguste Blanqui, comunista hereje” era el título de un artículo que Daniel Bensaïd y yo redactamos juntos en el año 2006 (para un libro sobre los socialistas del siglo XIX en Francia, organizado por nuestros amigos Corcuff y Alain Maillard). Este concepto se aplica perfectamente a su propio pensamiento, obstinadamente fiel a la causa de los oprimidos, pero alérgico  a toda ortodoxia. Daniel había escrito algunos libros importantes antes de 1989, pero a partir de ese año, con la publicación de “Yo, la Revolución: Remembranzas de un bicentenario indigno” (Gallimard, 1989) y “Walter Benjamin Centinella mesiánico” (Plon, 1990), comienza un nuevo periodo que se caracteriza no solamente por una enorme productividad- decenas de obras de las cuales muchas se consagran a Marx- sino también por una nueva calidad de escritura, una fantástica efervescencia de ideas, una inventiva sorprendente.

A pesar de su gran diversidad, estos escritos están tejidos con algunos hilos rojos en común: la memoria de las luchas – y sus derrotas -  del pasado, del interés por las nuevas formas del anticapitalismo y la preocupación por los nuevos problemas que se plantean en la estrategia revolucionaria. Su reflexión teórica era inseparable de su compromiso militante, la cual escribe en  Juana de Arco – Juana de guerra agotada (Gallimard, 1991) – o sobre la formación del NPA (Tomar Partido, con Olivier Besancenot, 2009).

Dominación y extrañamiento en la sociedad capitalista

Nelson Guzmán  |  En el capitalismo, como bien lo ha expresado György Lukács, la vida está sometida al ser social. La sociedad ha subordinado a los hombres al imperio de la dominación. El trabajo ha terminado de convertirse en un objeto, hablamos sin duda de la alienación que producen las relaciones sociales de producción. Marx se separa de Hegel exactamente en el giro lingüístico que genera su teorización, entrabamos a comprender la sociedad capitalista echando mano al concepto de totalidad. Althusser dirá que Marx estaba descubriendo un nuevo continente para la historia.

La expresión más concreta es su ruptura epistemológica con la antigua manera de interpretar al mundo. El marxismo rompe con el escepticismo, lo hace también con el idealismo y con el hábito de estudiar la realidad fragmentariamente como lo habían realizado las teorías burguesas. Otras formas de concebir la historia apelaban al pensamiento mesiánico, se creía en los hombres predestinados a realizar los cambios trascendentales. El estalinismo tuvo mucho de esto, nadie se atrevía a contravenir al caudillo, hacerlo era considerado una herejía y sin duda llevó a las persecuciones más terribles realizadas en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

24/6/14

Marx está aquí | En memoria a Daniel Bensaïd

Ramiro Gálvez  |  Las librerías colombianas han sorprendido gratamente a los lectores con la segunda edición en español de “Marx ha vuelto”, obra del intelectual francés y militante marxista-revolucionario, Daniel Bensaïd, fallecido prematuramente en enero de 2010. El texto original en francés  “Marx Mode d’Emploi” había sido publicado en 2009. Sobriamente editado por la editorial argentina Edhasa, tras doce capítulos deliciosamente ilustrados con el sutil humor del dibujante argentino Miguel Repiso (Rep), Bensaïd anuncia, desde la Introducción misma, el fin último de su escrito: “este… es, a su vez una introducción innovadora a una obra, un ayuda-memoria, y una caja de herramientas con los útiles necesarios para el pensamiento y la acción. Desea contribuir en momentos de grandes turbulencias y pruebas, a que afilemos de nuevo nuestras hoces y martillos”.

Al igual que  para el filósofo Gerard Granel, El Capital de Marx constituye para Bensaïd un “trueno inaudible” cuyo “bronco sonido…no ha dejado de agrandarse…hasta llegar a ser ensordecedor hoy en día”, cuando, en palabras de Michel Husson, “todo parece converger para que la crisis actual se presente como una crisis inédita del capitalismo puro”.

De los demonios de juventud

En su primer capítulo, bautizado “Cómo convertirnos en barbudos y comunistas”, Bensaïd, explorando con minuciosidad la biografía intelectual de Marx, explica como entre 1830 y  1835, en el contexto de una Renania agitada por manifestaciones en favor de la unidad alemana y de

22/6/14

La revolución y no el cambio climático acabará con el capitalismo

Razmig Keucheyan  | El capitalismo creó desde sus orígenes un mundo de una gran complejidad. Pero en su base se encuentra un conjunto de mecanismos sencillos que se adaptan fácilmente a la adversidad. Es una especie de “gramática generativa” en el sentido de Chomsky: un juego de reglas reducido puede generar un número infinito de resultados. El contexto actual es muy diferente al de los años 60 y 70. Pero la izquierda, a escala mundial, corre el riesgo de cometer el mismo error de subestimar una vez más el capitalismo. El catastrofismo esta vez se concreta en un nuevo objeto: el cambio climático y la crisis ecológica de forma más general.

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En los círculos de la izquierda, efectivamente, existe la creencia, extendida de forma inquietante, de que el capitalismo no sobrevivirá a la crisis medioambiental. Según esta teoría, el sistema habría alcanzado sus límites absolutos: sin recursos naturales, entre ellos, el petróleo, no sabría funcionar y sus recursos se agotan rápidamente, el creciente número de desastres ecológicos haría aumentar el coste de las infraestructuras hasta un nivel insostenible y el impacto del cambio climático sobre el precio de los alimentos desencadenaría revueltas que harían las sociedades ingobernables.

21/6/14

La dialéctica histórica de Karl Marx | Aproximaciones metodológicas para una teoría del colapso capitalista

Karl Marx ✆ Mitch Francis 
Diego Bruno  |  Cuando en El Capital Karl Marx develó el carácter transitorio del modo de producción capitalista, a partir de identificar las contradicciones materiales que se desarrollan en su propio seno, no hizo más que dar un sustento científico a su concepción dialéctica de la realidad social. Como señaló en el epílogo (1873) de dicha obra, el núcleo racional de la dialéctica consiste en comprender que “la intelección positiva de lo existente incluye también, al propio tiempo, la inteligencia de su negación, de su propia ruina”. Esta forma del pensamiento que entiende a su objeto de estudio en su génesis, desarrollo y caducidad, es decir, que revela su transitoriedad, intentando develar la conexiones internas que condicionan su desarrollo, su historia, es nodal a la hora de comprender la inevitable tendencia al colapso que transita la sociedad burguesa. El pensamiento dialéctico,sin embargo, recién adquiere este carácter crítico de todo lo existente a partir dela fundamentación materialista que le imprime Marx, en oposición a las mistificaciones idealistas de la dialéctica hegeliana. Nos proponemos en este trabajo entonces, indagar como se inserta la dialéctica en la concepción materialista de Marx, el rol que juega en su ciencia, y su relación intrínseca con la teoría del derrumbe capitalista.

“Todo lo que nace merece perecer” | J. W. Goethe, Fausto

18/6/14

Su decrescita e marxismo | La decrescita è rivoluzionaria ma i marxisti non lo sanno

Marino Badiale  |  Vi è qualcosa di paradossale nel modo in cui il variegato mondo dell'estrema sinistra più o meno marxista ha finora discusso e criticato la proposta della decrescita. Vi è infatti un consenso abbastanza diffuso, fra i marxisti, su due questioni: in primo luogo lo sviluppo storico degli ultimi due secoli ha portato ad una situazione nella quale il rapporto sociale capitalistico non implica solamente, come in passato, sfruttamento e disumanità nei rapporti sociali, ma sta ormai minacciando la distruzione degli equilibri naturali e, quindi, delle stesse condizioni fisiche di una vita umana sensata, se non di una vita umana tout court. In secondo luogo, tale rapporto sociale, nella forma attuale, ha come elemento necessario la crescita della mercificazione di ogni ambito dell'esistenza, cioè la riduzione a merce di sempre maggiori settori dell'attività produttiva umana, e quindi la correlativa crescita del consumo di merci, perché beni e servizi prodotti sempre più nella forma di merci devono ovviamente trovare degli acquirenti.

Il pensiero della decrescita parte da una analisi che ha forti assonanze con quanto appena detto, e propone come risultato di

Marx inicia | Mal que les pese a algunos, los jóvenes siempre terminan teniendo la razón

  • En su juventud, Marx dedicó más de dos años a su tesis de doctorado, centrada en indagar las diferencias entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro. Este tema, en apariencia tan específico, fue la llave para abrir la puerta del azar, de la libertad, de lo no determinado en la acción humana. Una pequeña revolución del pensamiento que hoy sigue despertando el interés de los especialistas y que, más allá de la filosofía, puede leerse en la esfera de la política y la acción.
Fernando Bogado  |  Pocos filósofos están dotados de juventud. Dentro del imaginario social, la mayoría de ellos aparecen ya ancianos y con todo un sistema cerrado y autosuficiente que nos distancia de las condiciones reales de la producción de su pensamiento: ¿sintieron dudas? ¿Sufrieron las penas de ver su “sistema”, sus “ideas”, chocar con el mundo real y sus limitaciones? ¿En qué condiciones pensaron lo que pensaron y cómo trabajaron con sus respectivas influencias? Son preguntas que muchas veces aparecen resueltas de la manera más burda en el resumen biográfico, donde las “influencias” son apenas modos de pensar redes conceptuales a la hora de un resumen y no el trágico diálogo intelectual sufrido por un joven que, en un momento determinado y por circunstancias varias, tuvo que elegir y distanciarse del confort que siempre representa la doxa filosófica para atreverse a decir “no estoy de acuerdo”. La publicación de Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro, la famosa tesis doctoral de Karl Marx de 1841, nos permite sopesar cuáles son los rasgos marxistas en la temprana obra de alguien que, a duras penas, todavía no era “Marx”.

Karl Marx, entusiasmado por la perspectiva de conseguir un puesto de profesor en la Universidad de Bonn (según cierta información

12/6/14

El metamorfismo de Marx

Karl Marx ✆ A.d. 
Fernando López Laso  |  A las puertas del veinticinco aniversario de la caída del Muro de Berlín y de la derrota del comunismo tras el hundimiento de la URSS, parece inevitable interrogarse sobre lo que pueda enseñarnos aún, y en qué sentido, la obra de Marx. No evidentemente con un espíritu de trivial revancha ideológica. Así sucedió entonces, con aquella muchedumbre de propagandistas que clamaban solemnemente la refutación definitiva del marxismo y de la obra teórica de Marx. Para ello había que tomar groseramente la parte por el todo. Se trata, muy al contrario, de plantear la interrogación con toda su dificultad en un terreno filosófico, más allá de las banales simplificaciones ideológicas al uso en los medios de comunicación de masas. Por lo demás, el carácter inevitable de la interrogación, su consistencia como problema, se impone porque la obra de Marx pretende ser juzgada en su verdad precisamente por el movimiento de la historia. Para plantear el problema en estos términos propondré un argumento analógico, al modo que Pierce denominaba por abducción, es decir, una hipótesis basada en cierta semejanza y proporcionalidad. Y tomaré la analogía de un proceso geológico: el metamorfismo.

Los procesos de metamorfismo afectan a las rocas, e implican cambios en su composición mineral, en su microestructura o en ambas. Constituyen uno de los principales orígenes de las rocas terrestres, junto con el vulcanismo y la sedimentación. Los cambios metamórficos se deben en esencia a una adaptación de la roca

10/6/14

David Harvey, Thomas Piketty y la contradicción central del capitalismo | La explicación de Karl Marx a través de la ley de la rentabilidad

Karl Marx ✆ A.d. 
Michael Roberts  |  David Harvey es un reconocido profesor marxista de Antropología y Geografía en el Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Harvey es bastante crítico del libro de Piketty. Reconoce que Piketty proporciona datos de gran importancia sobre la desigualdad de la riqueza y de los ingresos en las principales economías capitalistas desde que el capitalismo se convirtió en el modo dominante de producción y las relaciones sociales desde 1750. 
“Lo que Piketty sí muestra estadísticamente (y deberíamos estar en deuda con él y sus colegas por eso) es que el capital ha tendido a lo largo de su historia a producir cada vez mayores niveles de desigualdad. Esto, para muchos de nosotros, no es noticia. Era, además, exactamente la conclusión teórica de Marx en el Tomo I de El Capital”.
English
Pero, como apunta Harvey, Piketty nada dice sobre las crisis recurrentes de producción y de inversión del capitalismo. Piketty “no nos dice por qué la crisis de 2008 se produjo y por qué está tomando tanto tiempo para tantas personas para salir de debajo de la doble carga del desempleo y de millones de casas perdidas en una prolongada ejecución hipotecaria . No ayuda a entender por qué el crecimiento es actualmente tan lento en EE.UU.

8/6/14

El Albacea | A raíz de una nueva edición de ‘Marx. Historia de su vida’, de Franz Mehring

Paula Varela   |  “… si según Marx y Engels el proletariado alemán es el heredero histórico de la filosofía alemana clásica, usted es el albacea de esa herencia”. Con estas palabras saludaba Rosa Luxemburgo a Franz Mehring en su cumpleaños número 70, el 27 de febrero de 1916. Unos años antes, en 1910, Laura Lafarge (hija de Marx) había designado a Mehring como su representante en la edición de la correspondencia entre Marx y Engels, confirmando esta caracterización. En 1918 Mehring haría honor a ese reconocimiento publicando su biografía sobre Marx.

Una biografía materialista para el padre del materialismo histórico

Leer la biografía de Mehring1 humaniza a Marx. Pero no en el falso (y tan trillado) sentido pseudoprogresista de buscar un Marx “humanista” contrapuesto a la dictadura del proletariado. Todo lo contrario, lo humaniza porque esa dictadura (la democracia más profunda que jamás haya existido), como así también toda la serie de pilares que constituyen al marxismo revolucionario, se vuelven una conclusión necesaria (aunque no evidente) de los cambios históricos que Marx (y Engels) estaban presenciando. La biografía

7/6/14

Marx y la acumulación primitiva | El carácter continuo de los ‘cercamientos’ capitalistas

Karl Marx ✆ Kāru Marukusu
Massimo De Angelis  |  En los últimos veinte años, la ortodoxia neoliberal devino predominante en todos los niveles de gobierno y delineó las recomendaciones de política de los think tanks más importantes alrededor del mundo. Los países han sido testigos de continuos y masivos ataques a todas aquellas funciones del Estado que fueron diseñadas para compensar las deficiencias e injusticias del mercado. Los recortes en el gasto social han adquirido, por supuesto, muchas formas y diversas configuraciones. En cada caso, depende del contexto histórico y socioeconómico en el que fueron implementados, y según se trate de los países “ricos” del Norte, los países “pobres” del Sur o los países del Este en proceso de “transición”. De cualquier manera, tras una rápida lectura de la enorme literatura sobre este tema, uno se queda con la fuerte sensación de que existe un trasfondo común entre, digamos, los ajustes realizados sobre los beneficios de desempleo en gran Bretaña, ante la necesidad de equilibrar el presupuesto; la ola de privatizaciones que tuvo lugar en Polonia debido a la necesidad de desmantelar el Estado socialista; y los recortes en los subsidios alimentarios efectuados en Tanzania por la necesidad de pagar los intereses de la deuda externa. Este artículo propone que una reinterpretación de la teoría de la acumulación primitiva postulada por Marx, puede brindarnos importantes hallazgos acerca del común carácter social de lo que a  prima facie se nos presenta como un conjunto de

Karl Marx, Thomas Piketty y los ladrones de títulos

Karl Marx ✆ A.d. 
Maciek Wisniewski  |  Cuando murió Gabriel García Márquez, Juan Sasturain anotó que el autor de Cien años de soledad no sólo fue un notable fabulador, sino también un extraordinario titulero. Quiero decir y me animo: sus libros no serían tan buenos con otros títulos (Página/12, 18/4/14). Acordándome de esto y acabando de leer el muy sonado Capital in the twenty-first century (2014, 671 pp.), de Thomas Piketty –el nuevo “economista superstar”–, quiero decir y me animo: su libro no tendría tan buena recepción con otro título. Sin la obvia (¿burda?) alusión a El capital de Marx que, dicho sea de paso, no sólo fue un gran economista (y sociólogo), sino también un gran titulero (y hacía buena literatura). ¡Y vaya! Un libro que de Marx –aparte del título– no tiene nada, y que además desde el punto de vista marxista resulta problemático.

Difícil decidir por dónde empezar y dónde acabar. Veamos por ejemplo la definición del capital: mientras para Marx éste era –sobre todo– una específica relación social, para Piketty –como para otros economistas neoclásicos– es sólo un conjunto de bienes, sinónimo de riqueza (pp. 47-48). O fragmentos donde señala –supuestas– limitaciones de Marx (pp. 7-11) o rechaza la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia (pp. 227-230), que despiertan serias dudas sobre si el autor haya leído

6/6/14

Una crítica a la crítica de Carlo Benetti sobre la derivación de la necesidad del dinero en la teoría de Marx

Karl Marx ✆ Pablo Lobato
Fred Moseley  |  La crítica de Carlo Benetti a la derivación de la necesidad de dinero (Benetti 1990, pp. 163-69) es muy conocida en México y es ampliamente aceptada (por ejemplo Hernández) (aunque no aceptada universalmente, por ejemplo Robles). De manera muy sucinta la crítica de Benetti es que la derivación de la forma general del valor de Marx al “invertir” la forma expandida del valor falla lógicamente, de manera más precia, la “inversión” de la forma expandida del valor no da lugar a la forma general del valor, sino que presenta la misma forma del valor expandida.

Esta nota argumenta que la crítica de Benetti es errónea lógicamente por dos razones principales: Benetti malinterpreta el concepto de forma expandida del valor de Marx y Benetti malinterpreta la lógica de la derivación de la forma general del valor de Marx. Concluyo que la derivación de Marx de la necesidad del dinero como la forma general de apariencia del valor de las mercancías es sólida lógicamente y que la teoría de Marx es de hecho la única teoría económica capaz de derivar la necesidad del dinero de su teoría del valor fundamental. Considero que esa es una fortaleza relativa muy significativa de la teoría de Marx