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Rosa Luxemburgo ✆ Dominic Thackray
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► “Como
azotados por espíritus invisibles, los caballos del tiempo pasan arrastrando el
ligero carro de nuestro destino; y no podemos hacer nada, sino sujetar
valerosamente las riendas… Si tuviese que caer, que un trueno, una tempestad o
incluso un paso en falso me hagan precipitarme en las profundidades, allí me
encontraré junto a miles de otros. Nunca he rehusado desafiar junto con mis
buenos camaradas de armas la sangrienta suerte por una mísera ganancia. ¿Por
qué habría de comerciar si se trata del libre precio de la existencia?” | Goethe, Egmont
Fernando Aiziczon | Dice
Paul Frölich que en estas palabras de Goethe pueden encontrarse muchos aspectos
de la filosofía de Rosa Luxemburg. Leyendo su biografía uno termina
coincidiendo, o en todo caso agregando que la poesía está presente en su
vertiginosa existencia. Judía, de nariz pronunciada, contextura pequeña, con
alguna dificultad para caminar, y fundamentalmente mujer en
territorios reservados a la actividad masculina, Rosa Luxemburg estuvo en el
epicentro de los debates del mayor y más prestigioso partido socialdemócrata de
Europa en un momento clave: Alemania en los prolegómenos de la I Guerra
Mundial; allí trabó amistad y polemizó con figuras eminentes como Bebel,
Bernstein y Kautsky (el “Papa del marxismo”).