"No hay porvenir sin Marx. Sin la memoria y sin la herencia de Marx: en todo caso de un cierto Marx: de su genio, de al menos uno de sus espíritus. Pues ésta será nuestra hipótesis o más bien nuestra toma de partido: hay más de uno, debe haber más de uno." — Jacques Derrida

"Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal" Karl Marx

21/1/15

Karl Marx | Reflexiones de un joven en la elección de una profesión

Karl Marx en su juventud
Este un ensayo escrito por Marx para los exámenes escolares en el Gimnasium Real Frederick William III en Tréveris, en agosto de 1835. Solo siete páginas del examen de Marx se han conservado. El ensayo antedicho, para la elección del escritor, un ensayo en latín sobre el reino de Augusto y un ensayo religioso, un latín inadvertido, una traducción del griego, una traducción en francés, y un folio sobre matemáticas. 

En el original hay numerosas acotaciones, presumiblemente hechas por el maestro de historia y filosofía, el entonces director de colegio del gimnasio, Johann Hugo Wyttenbach, que no se reproducen en la edición presente. Hizo el comentario siguiente: 
«Bastante bueno. El ensayo es marcado por una riqueza de pensamiento y una narración sistematizada buena. Pero generalmente el autor aquí ha cometido un error al buscar expresiones pintorescas detalladas para la elaboración. Por consiguiente muchos pasajes subrayan la falta de claridad necesaria y de definición; y, a menudo, la precisión en las expresiones separadas así como en los párrafos enteros».
*****

La naturaleza, en sí misma, ha determinado la esfera de la actividad en la que el animal debe moverse, y lo hace pacíficamente dentro de esa esfera, sin intentar ir más allá de ella, sin tener incluso una noción de cualquier otro campo. Al hombre, también, la Deidad dio un objetivo general: el de ennoblecerse así mismo y a la humanidad, pero él le dejó buscar la manera de lograr este objetivo; él lo dejó elegir la posición social que más le satisfizo, de la cual puede fortalecerse así mismo y a la sociedad.

Esta elección no es un gran privilegio del hombre sobre el resto de la creación, pero al mismo tiempo es un acto que puede destruir su vida entera, frustra todos sus planes, y lo hace infeliz. Por consiguiente, considerar seriamente esta elección es ciertamente el primer deber de un joven que está empezando su carrera y no quiere dejar sus asuntos más importantes para arriesgarse.
Todos tenemos un objetivo, que nos parece grande; y, realmente, para la convicción más profunda, es así, la más profunda voz del corazón lo declara de esta manera, la Deidad nunca deja al hombre mortal totalmente sin una guía; él habla suavemente pero con certeza.

Pero esta voz puede ahogarse fácilmente, y lo que nosotros tomamos como inspiración puede ser el producto del momento, que quizás también puede destruirse por otro. Nuestra imaginación, quizás, está en el fuego, nuestras emociones agitadas, los fantasmas revolotean ante nuestros ojos, y nos zambullimos precipitadamente en lo que nuestro impetuoso instinto sugiere, pudiendo llegar a imaginar lo que la Deidad nos ha señalado. Pero lo que nosotros abrazamos ardientemente pronto nos rechaza y ahí vemos nuestra existencia entera en las ruinas.

Debemos examinar, por consiguiente, seriamente, si realmente hemos estado inspirados al escoger nuestra profesión, si una voz interna lo aprueba; o, si esta es un engaño, y lo que nosotros tomamos como una llamada de la Deidad fue una autodecepción. Pero ¿cómo podemos reconocer esto, sino rastreando la fuente de la propia inspiración?

Respecto al ímpetu, este promueve la ambición, y puede fácilmente producir la inspiración, o lo que nosotros tomamos por inspiración; pero la razón no puede refrenar al hombre que es tentado por el demonio de la ambición y se zambulle precipitadamente en lo que sus impetuosos instintos le sugieren: él ya no escoge su posición en la vida, ahora esta es tomada por casualidad o ilusión.

No somos llamados para adoptar la posición que nos ofrece las oportunidades más brillantes; quizás no es lo que, en la larga serie de años, podamos sostenerlo, nunca nos cansaremos, ni se diluirá nuestra pasión, no permitamos que nuestro entusiasmo crezca impersonalmente, excepto si vemos nuestros deseos incumplidos, nuestras ideas insatisfechas y debemos “descubrirnos” contra la Deidad y la maldición de la humanidad.

Pero no sólo es la ambición la que puede despertar el entusiasmo súbito por una profesión particular; quizás pudimos haberla embellecido en nuestra imaginación, para hacerla parecer lo más alto que la vida puede ofrecer. No hemos analizado, ni considerado la carga entera, la gran responsabilidad que se impone en nosotros; sólo lo hemos visto a distancia, y la distancia es engañosa.

Nuestra propia razón no puede aconsejarnos; para esta, la decisión no se apoya por la experiencia ni por la observación profunda, se engaña por la emoción y se deslumbra por la fantasía. Entonces ¿a quién debemos volver nuestros ojos? ¿Quién debe apoyarnos donde nuestra razón nos desampara?

Nuestro corazón dice: nuestros padres, que han recorrido el camino de vida y han experimentado la severidad del destino. Y si nuestro entusiasmo todavía persiste, si continuamos amando una profesión y creemos su llamada después de haberla examinado a sangre fría, después de percibir sus cargas y dificultades, entonces debemos adoptarla, entonces nadie hará que nuestro entusiasmo nos engañe ni que la impaciencia nos lleve lejos.

Más no siempre podemos lograr la posición a la cual creemos que somos llamados, nuestras relaciones en la sociedad están relativamente preestablecidas antes de que estemos en una posición de determinarlas.

Nuestra constitución física es a menudo un obstáculo amenazante, y no permite a nadie mofarse de sus derechos. Es verdad que podemos subir sobre esta; pero entonces nuestra caída es la más rápida de todas, de ahí que somos aventurados en construir sobre las ruinas desmenuzadas, entonces nuestra vida entera es un forcejeo infeliz entre los principios mentales y corporales. Pero aquél, que es incapaz de reconciliar sus internos elementos en pugna, ¿cómo puede resistir la tensión tempestuosa de vida, cómo podría actuar serenamente? Y es exclusivamente desde la calma que esos grandes y finos hechos pueden surgir; es el único terreno en el que las frutas maduras se desarrollan con éxito.

Aunque no podamos trabajar de largo, y casi nunca de buena gana con una constitución física que no se satisface a nuestra profesión, el pensamiento, no obstante, surge del sacrificio de nuestro bienestar ante el deber, actúa vigorosamente aunque seamos débiles. Pero si hemos escogido una profesión para la que no poseemos el talento, nunca podremos ejercerla merecidamente, comprenderemos pronto, con vergüenza, nuestra propia incapacidad y diremos que somos seres inútiles, los miembros de la sociedad incapaces de cumplir su vocación. Entonces la consecuencia más natural es el desprecio por sí mismo, y lo que es más doloroso, el sentirse por todos como el menos capaz de lo que el mundo exterior puede ofrecer. El desprecio por sí mismo es una serpiente que en la vida roe el pecho de uno, a la vez que chupa la sangre de la vida del corazón y lo mezcla con el veneno de misantropía y desesperación.

Una ilusión sobre nuestro talento, para una profesión a la cual hemos examinado estrechamente, es una falta que toma su venganza sobre nosotros mismos, y aun si no se encuentra con la censura del mundo exterior, dando lugar al dolor más terrible que puede infligir en nuestros corazones.

Si hemos considerado todo esto, y si las condiciones de nuestra vida nos permiten escoger cualquier profesión que nos guste, podemos adoptar lo que nos asegura el valor más grande: aquel que está basado en las ideas de cuya verdad nos convencen completamente, que nos ofrece el alcance más amplio para trabajar para la humanidad y para nosotros mismos, para acercarse más al objetivo general para la que cada profesión es un medio: la perfección.

El mayor mérito de un hombre es aquel que da una gran nobleza a sus acciones y a todos sus logros, que lo hacen invulnerable, admirado por la muchedumbre y que lo elevó anteriormente.

Pero el mérito solo puede asegurarse por una profesión en la que no seamos herramientas serviles, en la cual actuemos independientemente en nuestra propia esfera. Solo puede asegurarse por una profesión que no exija actos reprobables, inclusive aquellos actos reprobables solo en su apariencia exterior, una profesión que los mejores pueden seguir con noble orgullo. Una profesión que asegure esto en el más amplio sentido no siempre es la mejor, pero siempre será la preferida.

Pero así como una profesión que no nos da ninguna seguridad de su mérito nos degrada, debemos ciertamente sucumbir bajo las cargas de quien se ha basado en ideas que las reconoceremos posteriormente como falsas. Casi no tenemos ningún recurso para la autodecepción, y lo que una salvación desesperada es aquella que se obtiene por la traición a sí mismo!

Esas profesiones que no son tan envueltas en la vida misma concernientes con las verdades abstractas son las más peligrosos para el joven cuyos principios no son todavía firmes y cuyas convicciones no son todavía fuertes e inflexibles. Al mismo tiempo estas profesiones pueden parecer ser las más excelsas si han sido tomadas de raíz en nuestros corazones y si somos capaces de sacrificar nuestras vidas y todos los logros por los ideales que aspiramos a conseguir en ellas.

Ellas pueden dar felicidad al hombre que tiene una vocación para estas, mas destruyen a quien las adopta imprudentemente, sin reflexión, rindiéndose al impulso del momento.

Por otro lado, tenemos más consideración en las ideas que basan nuestra profesión en darnos un alto status en la sociedad, para reforzar nuestro propio mérito y hacer nuestras acciones indiscutibles.

Uno que escoja una profesión que valore favorablemente, se estremecerá ante la idea de ser indigno de ella; solo actuará noblemente si su posición social es la de un noble.

Mas la guía principal que debe dirigirnos en la elección de una carrera es el bienestar de la humanidad y nuestra propia perfección. No debe pensarse que estos dos intereses pudieran estar en conflicto, que uno tendrá que destruir el otro; al contrario, la naturaleza de hombre está constituida de tal modo que solo puede lograr su propia perfección trabajando para la perfección, para el bien de sus semejantes.

Si uno solo trabaja para sí mismo, quizás puede volverse un famoso del aprendizaje, un gran sabio, un poeta excelente, pero nunca puede ser perfecto, verdaderamente grande.

La historia llama a esos hombres los más grandes, los que se han ennoblecido trabajando por el bien común; la experiencia aclama como el más feliz a quien ha hecho el más grande número de la personas felices; la religión misma nos enseña que el ideal de la vida por quienes todos se esfuerzan por copiar se sacrifica por causa de la humanidad, y ¿quien se atreverá a dudar de tales juicios?

Si en la vida hemos escogido la posición desde la cual podemos trabajar más por la humanidad, ninguna carga nos puede doblegar, porque son sacrificios en beneficio de todos; entonces experimentaremos una no pequeña, limitada, egoísta alegría, sino que nuestra felicidad pertenecerá a millones de personas, nuestros hechos se vivirán calladamente, pero por siempre por el trabajo, y sobre nuestras cenizas se verterán las ardientes lágrimas de la gente noble.

Tréveris, agosto de 1835

◆ El que busca, encuentra...

Todo lo sólido se desvanece en el aire; todo lo sagrado es profano, y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocasKarl Marx

Not@s sobre Marx, marxismo, socialismo y la Revolución 2.0

— Notas notables
Cecilia Feijoo: Apuntes sobre el Concepto de Revolución Burguesa en Karl Marx — Red Diario Digital
Moishe Postone: Il compito della teoria critica oggi: Ripensare la critica del capitalismo e dei suoi futuri — Blackblog Franco Senia
Pierre-Yves Quiviger: Marx ou l'élimination des inégalités par la révolution — Le Point
Hernán Ouviña: Indigenizar el marxismo — La Tinta
Emmanuel Laurentin: Les historiens américains et Karl Marx — France Culture
Adèle Van Reeth: Le Capital de Karl Marx: La fabrique de la plus-value — France Culture
Manuel Martínez Llaneza: Reproches a Marx acerca de El Capital (Bajo la égida de Friedrich Engels) — Rebelión
Victoria Herrera: Marx y la historia — Buzos
Alejandro F. Gutiérrez Carmona: La vigencia del pensamiento marxista — Alianza Tex
Víctor Arrogante: El Capital y las aspiraciones de la clase trabajadora — Nueva Tribuna
Mauricio Mejía: Karl Marx, el poeta de la mercancía — El Financiero
Emmanuel Laurentin: Karl Marx à Paris: 1843-1845 — France Culture
Jacinto Valdés-Dapena Vivanco: La teoría marxista del Che Guevara — Bohemia
Aldo Casas: El marxismo como herramienta para la lucha — La necesidad de la formación en la militancia — La Tinta
Evald Vasiliévich Iliénkov: La dialéctica de lo abstracto y lo concreto en El Capital de Marx — Templando el Acero
Vincent Présumey: Suivi des écrits de Karl Marx / 1837-1848 - Part I, Part II, Part III & Part IV — Mediapart
Roman Rosdolky: Marx ésotérique et Marx exotérique — Palim Psao
Lepotier: Marx, Marxisme, Cui bono? — Bella Ciao
Andrea Vitale: La critica di Pareto a Marx: una abborracciatura — Operai e Teoria
Annelie Buntenbach: Marx provides us with a glimpse behind the scenes of capitalism — Marx 200
Antoni Puig Solé: La Ley del Valor y la ecología en Marx — Lo que somos
Vladimiro Giacché: Note sui significati di "Libertà" nei Lineamenti di Filosofia del Diritto di Hegel — Il Comunista
Salvador López Arnal: Manuel Sacristán (1925-1985) como renovador de las tradiciones emancipatorias — Rebelión
Paúl Ravelo Cabrera: Marx, Derrida, el Gesto Político y la supercapitalización mundial — Scribb
Dino Greco: In difesa del marxismo — Sollevazione
Alberto Quiñónez: Arte, praxis y materialismo histórico — Rebelión
Josefina L. Martínez: Feminismo & Socialismo marxista - Eleanor Marx, la cuestión de la mujer y el socialismo — Rebelión
John Bellamy Foster: Marx y la fractura en el metabolismo universal de la naturaleza — Scribb
José Manuel Bermudo Ávila: Concepto de Praxis en el joven Marx — Scribb
Carlos Oliva Mendoza: Adolfo Sánchez Vázquez: ¿marxismo radical o crítica romántica? — InfoLibre
Bernardo Coronel: ¿El marxismo es una ciencia? — La Haine
Sylvain Rakotoarison: Le capitalisme selon Karl Marx — Agora Vox

— Notas y comentarios sobre El Capital
António Ferraz: Os 150 anos do livro ‘O Capital’, de Karl Marx — Correio do Minho
Horacio Tarcus: Traductores y editores de la “Biblia del Proletariado” - Parte I & Parte II — Memoria
Emmanuel Laurentin: Le Capital, toujours utile pour penser la question économique et sociale? — France Culture
J.M. González Lara: 150 años de El Capital — Vanguardia
Roberto Giardina: Il Capitale di Marx ha 150 anni — Italia Oggi
Alejandro Cifuentes: El Capital de Marx en el siglo XXI — Voz
Marcela Gutiérrez Bobadilla: El Capital, de Karl Marx, celebra 150 años de su edición en Londres — Notimex
Mario Robles Roberto Escorcia Romo: Algunas reflexiones sobre la vigencia e importancia del Tomo I de El Capital — Memoria
Antoni Puig Solé: El Capital de Marx celebra su 150° aniversario — Lo que Somos
Jorge Vilches: El Capital: el libro de nunca acabar — La Razón
Carla de Mello: A 150 años de El Capital, la monumental obra de Karl Marx — Juventud Socialista del Uruguay
Rodolfo Bueno: El Capital cumple 150 años — Rebelión
Diego Guerrero: El Capital de Marx y el capitalismo actual: 150 años más cerca — Público
José Sarrión Andaluz & Salvador López Arnal: Primera edición de El Capital de Karl Marx, la obra de una vida — Rebelión
Sebastián Zarricueta: El Capital de Karl Marx: 150 años — 80°
Marcello Musto: La durezza del 'Capitale' — Il Manifesto
Esteban Mercatante: El valor de El Capital de Karl Marx en el siglo XXI — Izquierda Diario
Michael Roberts: La desigualdad a 150 años de El Capital de Karl Marx — Izquierda Diario
Ricardo Bada: El Capital en sus 150 años — Nexos
Christoph Driessen: ¿Tenía Marx razón? Se cumplen 150 años de edición de El Capital — El Mundo
Juan Losa: La profecía de Marx cumple 150 años — Público
John Saldarriaga: El Capital, 150 años en el estante — El Colombiano
Katia Schaer: Il y a 150 ans, Karl Marx publiait ‘Le Capital’, écrit majeur du 20e siècle — RTS Culture
Manuel Bello Hernández: El Capital de Karl Marx, cumple 150 años de su primera edición — NotiMex
Ismaël Dupont: Marx et Engels: les vies extravagantes et chagrines des deux théoriciens du communisme! — Le Chiffon Rouge
Jérôme Skalski: Lire Le Capital, un appel au possible du XXIe siècle - L’Humanité
Sebastiano Isaia: Il Capitale secondo Vilfredo Pareto — Nostromo

— Notas y reportajes de actualidad
Román Casado: Marx, Engels, Beatles, ese es el ritmo de Vltava — Radio Praga
María Gómez De Montis: El Manifiesto Comunista nació en la Grand Place — Erasmus en Flandes
Enrique Semo: 1991: ¿Por qué se derrumbó la URSS? — Memoria
Michel Husson: Marx, un économiste du XIXe siècle? A propos de la biographie de Jonathan Sperber — A L’Encontre
César Rendueles: Todos los Marx que hay en Marx — El País
Alice Pairo: Karl Marx, Dubaï et House of cards: la Session de rattrapage — France Culture
Sebastián Raza: Marxismo cultural: una teoría conspirativa de la derecha — La República
Samuel Jaramillo: De nuevo Marx, pero un Marx Nuevo — Universidad Externado de Colombia
Sergio Abraham Méndez Moissen: Karl Marx: El capítulo XXIV de El Capital y el “descubrimiento” de América — La Izquierda Diario
Joseph Daher: El marxismo, la primavera árabe y el fundamentalismo islámico — Viento Sur
Francisco Jaime: Marxismo: ¿salvación a través de la revolución? — El Siglo de Torreón
Michel Husson: Marx, Piketty et Aghion sur la productivité — A l’encontre
Guido Fernández Parmo: El día que Marx vio The Matrix — Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires
Cest: Karl Marx y sus "Cuadernos de París" toman vida con ilustraciones de Maguma — El Periódico
Leopoldo Moscoso: 'Das Kapital': reloading... — Público
Laura "Xiwe" Santillan: La lucha mapuche, la autodeterminación y el marxismo — La Izquierda Diario
José de María Romero Barea: Hölderlin ha leído a Marx y no lo olvida — Revista de Letras
Ismaël Dupont: Marx et Engels: les vies extravagantes et chagrines des deux théoriciens du communisme! — Le Chiffon Rouge Morlai
Francisco Cabrillo: Cómo Marx cambió el curso de la historia — Expansión
El “Dragón Rojo”, en Manchester: Cierran el histórico pub donde Marx y Engels charlaban "entre copa y copa" — BigNews Tonight
Marc Sala: El capitalismo se come al bar donde Marx y Engels debatían sobre comunismo — El Español

— Notas sobre debates, entrevistas y eventos
Fabrizio Mejía Madrid: Conmemoran aniversario de la muerte de Lenin en Rusia — Proceso
Segundo Congreso Mundial sobre Marxismo tendrá lugar en Beijing — Xinhua
Debate entre Andrew Kliman & Fred Moseley — Tiempos Críticos
David McNally & Sue Ferguson: “Social Reproduction Beyond Intersectionality: An Interview” — Marxismo Crítico
Gustavo Hernández Sánchez: “Edward Palmer Thompson es un autor que sí supo dar un giro copernicano a los estudios marxistas” — Rebelión
Alberto Maldonado: Michael Heinrich en Bogotá: El Capital de Marx es el misil más terrible lanzado contra la burguesía — Palabras al Margen
Leonardo Cazes: En memoria de Itsván Mészáros — Rebelión (Publicada en O Globo)
Entrevista con István Mészáros realizada por la revista persa Naghd’ (Kritik), el 02-06-1998: “Para ir Más allá del Capital” — Marxismo Crítico
Rosa Nassif: “El Che no fue solo un hombre de acción sino un gran teórico marxista” Agencia de Informaciones Mercosur AIM
Entrevista a Juan Geymonat: Por un marxismo sin citas a Marx — Hemisferio Izquierdo
Juliana Gonçalves: "El Capital no es una biblia ni un libro de recetas", dice José Paulo Netto [Português ] — Brasil de Fato
Entrevista a Michael Heinrich: El Capital: una obra colosal “para desenmascarar un sistema completo de falsas percepciones” — Viento Sur
Alejandro Katz & Mariano Schuster: Marx ha vuelto: 150 años de El Capital. Entrevista a Horacio Tarcus — La Vanguardia
Salvador López Arnal: Entrevista a Gustavo Hernández Sánchez sobre "La tradición marxista y la encrucijada postmoderna" — Rebelión
Jorge L. Acanda: "Hace falta una lectura de Marx que hunda raíces en las fuentes originarias del pensamiento de Marx" — La Linea de Fuego

— Notas sobre Lenin y la Revolución de Octubre
Guillermo Almeyra: Qué fue la Revolución Rusa — La Jornada
Jorge Figueroa: Dos revoluciones que cambiaron el mundo y el arte — La Gaceta
Gilberto López y Rivas: La revolución socialista de 1917 y la cuestión nacional y colonial — La Jornada
Aldo Agosti: Repensar la Revolución Rusa — Memoria
Toni Negri: Lenin: Dalla teoria alla pratica — Euronomade
Entretien avec Tariq Ali: L’héritage de Vladimir Lénine — Contretemps
Andrea Catone: La Rivoluzione d’Ottobre e il Movimento Socialista Mondiale in una prospettiva storica — Marx XXI
Michael Löwy: De la Revolución de Octubre al Ecocomunismo del Siglo XXI — Herramienta
Serge Halimi: Il secolo di Lenin — Rifondazione Comunista
Víctor Arrogante: La Gran Revolución de octubre — El Plural
Luis Bilbao: El mundo a un siglo de la Revolución de Octubre — Rebelión
Samir Amin: La Revolución de Octubre cien años después — El Viejo Topo
Luis Fernando Valdés-López: Revolución rusa, 100 años después — Portaluz
Ester Kandel: El centenario de la Revolución de octubre — Kaos en la Red
Daniel Gaido: Come fare la rivoluzione senza prendere il potere...a luglio — PalermoGrad
Eugenio del Río: Repensando la experiencia soviética — Ctxt
Pablo Stancanelli: Presentación el Atlas de la Revolución rusa - Pan, paz, tierra... libertad — Le Monde Diplomatique
Gabriel Quirici: La Revolución Rusa desafió a la izquierda, al marxismo y al capitalismo [Audio] — Del Sol

— Notas sobre la película “El joven Karl Marx”, del cineasta haitiano Raoul Peck
Eduardo Mackenzie:"Le jeune Karl Marx ", le film le plus récent du réalisateur Raoul Peck vient de sortir en France — Dreuz
Minou Petrovski: Pourquoi Raoul Peck, cinéaste haïtien, s’intéresse-t-il à la jeunesse de Karl Marx en 2017? — HuffPost
Antônio Lima Jûnior: [Resenha] O jovem Karl Marx – Raoul Peck (2017) — Fundaçâo Dinarco Reis
La película "El joven Karl Marx" llegará a los cines en el 2017 — Amistad Hispano-Soviética
Boris Lefebvre: "Le jeune Karl Marx": de la rencontre avec Engels au Manifeste — Révolution Pernamente

— Notas sobre el maestro István Mészáros, recientemente fallecido
Matteo Bifone: Oltre Il Capitale. Verso una teoria della transizione, a cura di R. Mapelli — Materialismo Storico
Gabriel Vargas Lozano, Hillel Ticktin: István Mészáros: pensar la alienación y la crisis del capitalismo — SinPermiso
Carmen Bohórquez: István Mészáros, ahora y siempre — Red 58
István Mészáros: Reflexiones sobre la Nueva Internacional — Rebelión
Ricardo Antunes: Sobre "Más allá del capital", de István Mészáros — Herramienta
Francisco Farina: Hasta la Victoria: István Mészáros — Marcha
István Mészáros in memoriam : Capitalism and Ecological Destruction — Climate & Capitalism.us