30/10/16

Karl Kautsky, el Estado y la Revolución en la Rusia imperial

Plaza Roja, Moscú
Eric Blanc

Desde la publicación de El Estado y la Revolución de Lenin en 1918, las ideas del teórico socialista Karl Kautsky sobre este tema se han asimilado habitualmente con la defensa de una utilización gradualista del estado capitalista para llevar a cabo la transformación socialista. El influyente panfleto de Lenin ha arrojado una larga sombra tras de sí, llevando a muchos estudiosos y socialistas a asumir que el defecto fatal del socialismo de la II Internacional era una apreciación no-marxista del poder del estado.

El argumento afirma que el llamamiento de los líderes bolcheviques a destruir el Estado capitalista constituyó una ruptura pionera respecto de la posición dominante en la socialdemocracia “ortodoxa” (i. e., marxismo). Según una reciente explicación, "la práctica de estos partidos socialistas [de la II Internacional no-bolchevique] estaba informada por una importante ruptura con la teoría del Estado de Marx". Se culpa a Kautsky de este desarrollo, pues supuestamente "desconsideró la crítica de Marx al Programa de Gotha y la crítica similar de Engels al Programa de Erfurt, en las que se insistía en que era un serio error que el partido alemán afirmara que la transición al socialismo podría llevarse a cabo sin destruir el viejo Estado por medio de una revolución"/1.

27/10/16

Marx, Engels et le parti révolutionnaire

Dans les récits canoniques, il y a deux lectures essentielles de la pensée de Marx sur le parti, toutes deux insuffisantes. L’une, héritée des traditions léninistes, fait de Marx et Engels les précurseurs de la social-démocratie allemande et russe, puis du bolchevisme. L’autre fait de Marx un penseur presque libertaire. Dans cet article de 1978, Étienne Balibar proposait une déconstruction minutieuse, une lecture symptomale de la pensée marxienne du parti. Entre le parti comme conscience et le parti comme appareil, se lisent des points d’incompatibilité, des points aveugles, mais aussi de puissantes intuitions qui méritent d’être réactivées. Au fond, il s’agit de faire travailler la contradiction féconde entre autonomie de classe et pouvoir ouvrier, entre une nouvelle intellectualité de masse et son devenir-État.

Friedrich Engels & Karl Marx
✆ J. Stephensson
Étienne Balibar

L’appréciation des analyses consacrées par Marx et Engels à la question du parti révolutionnaire dépend d’une question préalable qu’il faut poser au moins schématiquement. N’y a-t-il pas chez eux, en fait, deux discours concurrents, diversement entrecroisés, sur la question du « parti » ? Le premier s’énoncerait sur le mode de l’analyse de ce qui est, historiquement, et qu’il s’agit d’expliquer. De ce point de vue, il n’y a pas « le » parti, selon un concept posé en soi avant ses réalisations plus ou moins imparfaites : il y a des formes d’organisation ouvrières et prolétariennes multiples, avec leur idéologie contradictoire, surgies de conditions économiques et politiques déterminées, et qui jouent un rôle plus ou moins durable dans les luttes de classes ; tels le chartisme, les organisations secrètes de type blanquiste, la « Ligue des communistes », les Trade-unions, l’Association internationale des travailleurs, l’Union générale des ouvriers allemands (lassallienne), etc. Mais à côté de ce discours analytique, et généralement critique, figure aussi semble-t-il un discours normatif, sur le mode du devoir-être : énonçant, sur la base d’une théorie des tendances historiques à long terme, ce que doit être le « parti prolétarien » pour être conforme à son concept, c’est-à-dire à sa destinationhistorique : la conquête du pouvoir politique par le prolétariat en vue de l’abolition de l’exploitation capitaliste.

26/10/16

Tiempo, trabajo, dominación social… y destrucción ecológica

La destrucción ecologica ✆ Christelle Enault
Daniel Tanuro

Moishe Postone es profesor de historia en la Universidad de Chicago. Especialista en Marx y en marxismo, publicó en 1993 Tiempo, trabajo y dominación social, un grueso libro que no se publicó en francés hasta 16 años más tarde/1. Rechazado categóricamente por algunos, ensalzado hasta las nubes por otros, Tiempo, trabajo y dominación social es una obra discutible por una serie de aspectos, aunque importante y estimulante. En esta contribución, me concentraré en particular en el interés del libro para los ecosocialistas/ecomarxistas que quieren fundamentar teóricamente su especificidad. Postone da crédito a algunos de sus argumentos, al tiempo que abre nuevas pistas de reflexión (que apenas son exploradas en su libro).

Las 600 páginas de Tiempo, trabajo y dominación social se dividen en tres partes: una crítica de lo que Postone llama “el marxismo tradicional”, una crítica de la escuela de Frankfurt y,finalmente, un ambicioso intento de reconstrucción de las categorías de Marx (capital, mercancía, valor, trabajo abstracto, trabajo concreto…). Esta última parte da subtítulo a la obra: “Una reinterpretación de la teoría crítica de Marx”.

25/10/16

Dialéctica y marxismo: Marx y la crítica de la economía política

Karl Marx ✆ René Houlekc
Juan Dal Maso

Luego de la derrota de la clase obrera en las revoluciones de 1848, Marx dedicó una gran parte de sus esfuerzos a estudiar la economía capitalista. En 1859 publicó la Contribución a la crítica de la economía política, de la que es muy conocido su "Prólogo". Ese libro, contiene un pasaje también bastante conocido sobre el método de la economía política. Cabe aclarar que Marx nunca formalizó un “método” en el sentido estricto de una serie de pasos claramente delimitados para hacer ciencia. Quizás por este motivo, otros autores han buscado indagar más en la “estructura lógica” de sus obras, en particular de El Capital, así como en su modo de hacer ciencia, en un abanico que va desde Roman Rolsdolsky hasta Manuel Sacristán, pasando por Daniel Bensaïd.

Sin embargo, en este apartado de la Contribución que se titula “El método de la economía política” Marx plantea una aproximación a lo que sería la dialéctica marxista y su diferencia con la hegeliana. Veamos.

24/10/16

Repensar la teoría marxista del Estado — La obra de Antoine Artous

Facundo Nahuel Martín & Martín Mosquera

La publicación en castellano de Marx, el Estado y la política de Antoine Artous (Sylone, 2016a) constituye un hecho editorial e intelectual de trascendencia. Aunque su obra no ha tenido todavía la atención internacional que se merece, posiblemente este texto constituya uno de los mayores aportes a la teoría marxista del Estado desde la aparición de Estado, poder y socialismo, de Nicos Poulantzas, y la compilación del debate alemán sobre la "derivación del Estado" en State and Capital: A Marxist debate, ambos publicados a fines de los años setenta. En cierta forma, la riqueza del texto de Artous es, de hecho, su posición transversal respecto a los bloques de opinión que constituyen esas respectivas obras. Una, la del último Poulantzas, trabaja la autonomía del campo político y el Estado, sus contradicciones internas, su carácter de "campo estratégico de disputa". La escuela de la derivación alemana, por su parte hace énfasis en la co-dependencia estructural del Estado y el capital. Si Poulantzas alentó la estrategia que denominó "vía democrática al socialismo", pensando en la combinación de lucha electoral y movilización social extra-parlamentaria; la escuela de la derivación fue traducida políticamente por su recepción inglesa, principalmente John Holloway, quien, del carácter estructuralmente capitalista del Estado, desprendió la necesidad de que toda lucha anticapitalista sea, inmediatamente, anti-estatal. Veremos que Artous, por su parte, es capaz de articular un análisis estructural del Estado capitalista con un reconocimiento de su autonomía relativa y su rol en las luchas emancipatorias.

23/10/16

La hegemonía mundial capitalista transnacional y la crítica del marxismo contemporáneo

Karl Marx
✆ Cássio Loredano
 (…) Desde hace un siglo, la filosofía se está muriendo y no puede hacerlo porque todavía no ha cumplido su misión. Por esto, su atormentadora agonía tiene que prolongarse indefinidamente. Allí donde no pereció convirtiéndose en una mera administración de pensamientos, se arrastra en una agonía brillante en la que se le va ocurriendo todo aquello que olvidó decir a lo largo de su vida. En vista del fin próximo quisiera ser honrada y entregar su último secreto. Lo admite: los grandes temas no fueron sino huidas y verdades a medias. Todos estos vuelos de altura vanamente bellos -Dios, universo, teoría, praxis, sujeto, objeto, cuerpo espíritu, sentido, la nada, no son nada. Sólo son sustantivos para gente joven, para marginados, clérigos, sociólogos” Peter Sloterdijk (1)

Orlando Cruz Capote

Las (sin) razones del crítico e irónico onanismo intelectual, de signo ambivalente, al que parece convocar Peter Sloterdijk, ocurre gracias a la paradójica presencia dual de las filosofías analíticas, marcadamente solipsistas, especulativas y contemplativas que aumentan su hegemónica traza en el mundializado capitalismo transnacional y neoliberal de hoy, con la existencia de una larga crisis del pensamiento teórico y la debilidad en la capacidad autocrítica de las izquierdas, (2) especialmente las comunistas, socialistas y marxistas, (3) acompañadas de conversiones y deserciones, desdibujamientos de programas políticos, pérdidas de brújulas ideológicas y falencias en los procesos de organización, orientación, movilización y conducción de las masas populares, y la rezagada articulación de los actuantes movimientos sociales y políticos en nuestros días.

21/10/16

Avec Marx, le bonheur est émancipation politique

La vie du révolutionnaire nous enseigne qu’être heureux n’est pas une affaire de réussite personnelle, c’est être témoin d’une époque.

Karl Marx ✆ A.d.
Paul B. Preciado

Aune époque où la psychologie de la réussite personnelle se présente comme l’ultime graal du néolibéralisme, pour faire face au sinistre festival de violences politiques, économiques et écologiques dans lesquelles nous sommes impliqués, la biographie de Karl Marx écrite par le journaliste britannique Francis Wheen peut se lire comme un puissant antidote aux plans de coaching de développement personnel. Au fil des joyeuses infortunes de Marx, on peut imaginer une sorte d’antipsychologie du moi pour usagers d’un monde en décomposition. Le bonheur, en tant que réussite personnelle, n’est autre que l’extension de la logique du capital à la production de la subjectivité.

S’intéressant à la vie difficile et tumultueuse de Marx on peut conclure que, contrairement à ce que la psychologie du moi et du dépassement personnel cherche à nous faire croire, le bonheur ne dépend pas de la réussite professionnelle ou de l’accumulation de richesses. Le bonheur ne se trouve pas à travers le management émotionnel, ne réside pas dans l’équilibre psychologique entendu comme gestion des ressources personnelles et contrôle des affects. Et même si c’est difficile à admettre, il ne dépend ni de la santé ni de la beauté.

20/10/16

Marxismo y antropología

El pasado 5 de octubre falleció en Australia György Márkus, a los 82 años de edad. Fue integrante de la Escuela de Budapest, formada alrededor de György Lukács, una de las dos escuelas de pensamiento crítico marxista más importantes del siglo XX en Europa. El trabajo siguiente, le ha merecido un justo reconocimiento universal

György Márkus

¿Se puede atribuir a Marx una “antropología filosófica”? Y, sí la respuesta a esa pregunta es afirmativa, ¿qué relación tiene esa antropología filosófica con la concepción materialista de la historia? Este compuesto problema se presenta cada vez más frecuentemente en los escritos de los intérpretes y críticos burgueses de Marx, y también en los de algunos filósofos marxistas. Con el presente estudio se desea contribuir a la resolución de ese problema mediante un análisis del concepto de “menschliches Wesen“ser humano, esencia humana”  a través de la importante función que tiene -principalmente- en los Manuscritos económico-filosóficos (1844)

Un paso más allá del Manifiesto Comunista

Friedrich Engels &  Karl Marx ✆ George Gordon
Hugo Salinas

La cuestión central de este artículo es determinar si es suficiente la abolición de la propiedad privada de los medios de producción [i] para lograr la emancipación del proletariado, tal como lo propusieron Marx y Engels. “La Liga de los Comunistas […] encargó [a Marx y Engels] que redactaran un programa detallado del partido, a la vez teórico y práctico, destinado a la publicación. Tal es el origen de este Manifiesto”, nos dicen sus autores. (p. 3) [ii]

Es así cómo, Karl Marx a los 29 años y Federico Engels a los 27, escriben una de las más célebres proposiciones. A esa corta edad logran sintetizar la práctica y la teoría de un mundo en evolución, para luego proponer a inmensos sectores de la población agobiados por la pobreza y el desempleo, una teoría y práctica alternativa. En el Prefacio de la edición alemana de 1872 [iii], pocos años antes de la muerte de Marx, manifiestan lo siguiente: “aunque las condiciones hayan cambiado mucho en los últimos veinticinco años, los principios generales expuestos en este Manifiesto siguen siendo hoy, en grandes rasgos, enteramente acertados.” (p. 3).

19/10/16

La actualidad de la Teoría del Valor de Karl Marx

Karl Marx ✆ Rozas 
Antoine Artous

Aunque participó en el último congreso Marx Internacional en París en setiembre de 2007, Moishe Postone, profesor de historia de la Universidad de Chicago, es poco conocido en Francia. Sólo había sido publicado, en 2003, una colección de tres artículos con el título ¿Ha enmudecido Marx? Frente a la mundialización. Editado en lengua inglesa en 1993 -con una reedición en 2003-, Tiempo, trabajo y dominación social no ha sido objeto de discusión en Francia, aunque ha ocasionado muchos debates en el mundo anglosajón [1].

Es un libro importante. En primer lugar, por el carácter particularmente ambicioso de su proyecto, formulado desde su subtítulo: “Una reinterpretación de la teoría crítica de Marx”; también por la fuerza que tiene su crítica a lo que denomina “marxismo tradicional” y por su propia lectura de Marx, desarrollada a partir de la cuestión decisiva en la tradición marxista de la crítica del trabajo, en relación con la problemática de la crítica de la economía política.

13/10/16

Con el sudor de tu frente: Una sociología de los cuerpos/emociones en Marx desde la comida y el hambre

Karl Marx ✆ Solveig Wiig 
 “Es cierto que la leyenda del pecado original teológico nos dice que el hombre fue condenado a ganar el pan con el sudor de su frente; pero la historia del pecado original económico nos revela por qué hay gente que no necesita sudar para comer.” Marx, 2002-607

Adrián Scribano

El mundo contemporáneo tiene en el hambre uno de sus desafíos centrales y en la “espectacularización de la cocina de autor” uno de los ejes por donde pasa la pornografía de unas sociedades normalizadas en el disfrute inmediato. En este contexto resulta relevante preguntarse por el lugar de la comida y el alimentarse en la teoría social en general y en especial en el legado de Marx que posibilita estructurar una sociología de los cuerpos/emociones.

El presente trabajo tiene por objetivo mostrar, de un modo introductorio, cuál es el lugar del comer/alimentarse en las sociología de los cuerpos/emociones en Marx. La estructura argumentativa que se ha seleccionado es la siguiente: a) se sintetiza la pertinencia de la existencia de una sociología de los cuerpos/emociones en Marx, b) se analizan algunos textos de diferentes obras del autor enfatizando su análisis sobre el comer/alimentarse y c) se extraen algunas preguntas a modo de conclusión en conexión a la situación de la temática en el contexto actual del Sur Global. Se termina argumentado a favor de la necesidad de recorrer los caminos que se transitan entre la desigualdad en la distribución de nutrien¿tes y la diferencia en la mercantilización de la experiencia del comer

9/10/16

Cuando Eduard Bernstein revisó la "ortodoxia" marxista

Eduard  Bernstein ✆ A.d.
Marc Mulholland

Entre 1896 y 1900 el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) - una organización de masas de la clase trabajadora, comprometida con el socialismo - fue sacudida por un debate sobre el "revisionismo". Esta fue la primera brecha intelectual importante dentro de las fuerzas del marxismo desde que desarrolló un apoyo de masas en la década de 1880. El debate revisionista comienza cuando Eduard Bernstein, uno de los principales teóricos del partido, escribió un artículo sobre el colonialismo en 1896. En él, Bernstein argumentó que, dado que el SPD representaba ya en 1896 a una cuarta parte de los votantes del Reich alemán (estado), "tenemos una cierta responsabilidad de la política de ese Reich" (1). Los trabajadores, escribió, tienen una nación a la que deben ser leales. Cuando la causa es justa, como el apoyo a los armenios contra la represión turca, los socialistas deben apoyar al gobierno.

El excéntrico socialista británico Ernest Belfort Bax respondió duramente. Había conocido a Bernstein en Inglaterra y estaba convencido de que Bernstein había "inconscientemente dejado de ser un socialdemócrata " (2). Siempre un poco romántico cuando se trataba de las sociedades no-europeas, Bax insistió en que el deber de los socialistas era " luchar con uñas y dientes contra todo avance de la civilización en los países bárbaros y salvajes ... 'Mejor la esclavitud que el capitalismo; mejor el tratante de esclavos árabe que la empresa de tráfico de esclavos': esas deben ser nuestras respuestas a estas preguntas" (3).

8/10/16

Karl Marx, yesterday and today

The nineteenth-century philosopher’s ideas may help us to understand the economic and political inequality of our time.
Karl Marx
✆ Roberto de Vicq de Cumptich

Louis Menand

On or about February 24, 1848, a twenty-three-page pamphlet was published in London. Modern industry, it proclaimed, had revolutionized the world. It surpassed, in its accomplishments, all the great civilizations of the past—the Egyptian pyramids, the Roman aqueducts, the Gothic cathedrals. Its innovations—the railroad, the steamship, the telegraph—had unleashed fantastic productive forces. In the name of free trade, it had knocked down national boundaries, lowered prices, made the planet interdependent and cosmopolitan. Goods and ideas now circulated everywhere.
Just as important, it swept away all the old hierarchies and mystifications. People no longer believed that ancestry or religion determined their status in life. Everyone was the same as everyone else. For the first time in history, men and women could see, without illusions, where they stood in their relations with others. The new modes of production, communication, and distribution had also created enormous wealth. But there was a problem. The wealth was not equally distributed. Ten per cent of the population possessed virtually all of the property; the other ninety per cent owned nothing. As cities and towns industrialized, as wealth became more concentrated, and as the rich got richer, the middle class began sinking to the level of the working class.

El joven Marx y la construcción del comunismo crítico

Diálogo con Nicolás González Varela, autor de "Crónicas marxianas. Marx & marxismo" que se publicará en breve

Karl Marx ✆ Manuel Loayza
Juan Dal Maso
En el libro que vas a publicar le prestas mucha atención al joven Marx ¿Cómo describirías las distintas etapas de la formación de su pensamiento?
En esa formidable ciencia llamada “Marxología” en realidad al joven-joven Marx (hablamos de su desarrollo filosófico-político entre 1837 y 1843) se le desconocía o se le minimizaba, el foco se colocaba sobre el ya no tan joven Marx, en especial el “existencialista” de los Manuscritos de 1844. Al parecer nada interesante ni productivo había, salvo para la Historia monumental o anticuaria, en su práctica y en su pensamiento ex ante de la mítica cesura de 1845. Este canon fue grabado a fuego ya desde la fosilización de Marx en los años 20’s en la escolástica del Dia-Mat soviético, y se hizo un lugar común en Occidente después de 1945. El prestigio académico de esta posición ideológica vino de la mano de Althusser y su famoso “corte epistemológico”, que ponía en un manto de sospecha a todo aquel que quisiera “valorizar” para las tareas políticas presentes al Marx juvenil que presentaba como una conspiración pérfida. Y no es un asunto de mera Filología: ya Lenin intentó llevar al gran público este Marx desconocido o el mismo Gramsci desde la cárcel intentaba editar los textos menos “oficiales” y perdidos del joven Marx que estaba difundiendo el trágico David Riazanov.

Los que nos descubre este Marx recuperado es que no desarrolló la idea comunista a partir de una parcial recuperación del corpus preexistente o deducida de una negación aséptica del objeto filosófico, sino que el neue Kommunismus (el mismo Engels denomina a la nueva idea comunista en esta época como “Comunismo crítico”), se configuró a través de una discusión crítica (despiadada) con las formas teórico-prácticas de comunismo y socialismo existentes; y que el valor de esta Kritik a la propia izquierda es para Marx servir de insustituible propedeútica y acceso real al problema de la plusvalía. Es decir: contra el Dia-Mat y contra Althusser, el origen del Comunismo crítico entre 1845-1846 revela que es inseparable el Marx político del Marx filósofo, que no puede entenderse su crítica y su método sino desde un análisis unificado de las dos dimensiones.

6/10/16

Il tema del lavoro secondo Karl Marx

Giulio Di Donato

Per Marx la libertà comunista non è l’uscita dal lavoro ma il superamento del lavoro determinato da una necessità eteronoma ed etero-finalistica

Il lavoro dovrebbe essere, agli occhi di Marx, “manifestazione di libertà”, “oggettivazione/realizzazione del soggetto”, “libertà reale”. In tutte le forme storiche succedutesi, il lavoro ha però sempre avuto (quale lavoro schiavistico, servile, salariato) un carattere “repellente”, è stato sempre “lavoro coercitivo esterno”. In altre parole, non si sono mai create le condizioni soggettive ed oggettive che gli permettessero di diventare “attraente”, di costituire “l’autorealizzazione dell’individuo”. [1]

Perché si ritorni alla sua vera e profonda essenza, deve cessare di essere lavoro “antitetico” e divenire “libero”. Ciò non significa, ribadisce Marx, che esso possa diventare, come vorrebbe Fourier, un mero gioco; un “lavoro realmente libero, per es. comporre, è al tempo stesso la cosa maledettamente più seria di questo mondo, lo sforzo più intensivo che ci sia”. E tanto più serio e intensivo sarà il lavoro quando esso diventerà veramente “universale”, cioè processo di produzione consapevolmente istituito e controllato dagli uomini “come attività regolatrice di tutte le forze naturali”. [2]