25/7/15

Le point d’origine de l’analyse marxiste

Karl Marx ✆ Kürşat Ünsal
Michel J. Cuny   |   Dans mon précédent article, ayant rangé sous la rubrique du matérialisme dialectique la mention faite, par Pierre Cot, de la division du travail, je vais m’arrêter ici, un instant, sur la problématique marxiste. Non sans avoir tout d’abord rappelé qu’en 1953, l’année même de la mort du meilleur disciple de Lénine, Pierre Cot a reçu le prix Staline pour la paix, distinction qui vaut, à travers lui, pour Jean Moulin. Deux mots, donc, sur l’articulation des deux matérialismes: dialectique (matière en mouvement) et historique (rapports de classe). Pourquoi la production est-elle nécessaire dans le contexte de la condition humaine telle que nous la connaissons ? C’est qu’il nous faut vivre. Vivre n’est pas une affaire aussi simple qu’il y paraît, même si nous avons tendance à ne pas prendre ce problème sous l’angle qui est d’abord le plus impérieux : répondre aux nécessités de notre survie au sens biologique le plus étroit.

Dans L’Idéologie allemande, Karl Marx et Friedrich Engels écrivaient:
«Or, pour vivre, il faut avant tout manger et boire, se loger, se vêtir et maintes choses encore. Le premier acte historique, c’est donc la création des moyens pour satisfaire ces besoins, la production de la vie matérielle elle-même. En vérité, c’est là un acte historique, une condition fondamentale de toute histoire que l’on doit aujourd’hui, tout comme il y a des millions d’années, remplir jour par jour, heure par heure, rien que pour maintenir les hommes en vie.» (Marx, Œuvres, III, La Pléiade, 1982, pages 1058-1059)

Última fase del capitalismo: Tanatocapitalismo

Todo lo que nos venga de arriba a abajo y nos incite a sustituir nuestra participación y nuestro protagonismo por el voto, está abocado a la frustración (que para muchos adquirirá la forma de “traición”). Tsipras es una tan inmejorable como patética muestra de ello
Son necesarios sujetos activos que generen democracia directa, democracia económica, democracia social, sin delegar la propia emancipación a otros

Andrés Piqueras   |   El avance del capitalismo alberga un consustancial proceso de automatización productiva, el cual entraña dos dramáticas consecuencias. Una es la sobreacumulación de capital (exceso de maquinaria o de tecnología en relación al valor, traducido en ganancia, que se genera). Esta es la clave de la inclinación recurrente de este sistema a la crisis. La otra implicación atañe a la disolución de la relación salarial, esto es, el agudo declive del empleo. Ante esta disyuntiva quedarían en principio dos caminos. Bien, bajo una intensa presión social, se reparte el trabajo al tiempo que se mantiene el salario; donde el salario directo (nómina) estaría cada vez más compensado por el indirecto (servicios sociales) y el diferido (pensiones de jubilación), a partir de una redistribución del valor agregado o de la riqueza social total generada (aquí tendría también cabida una renta básica universal). O bien se acelera la destrucción de empleo y la miseria general de la sociedad.

24/7/15

Para una justa comprensión del pensamiento de Antonio Labriola

"... es indispensable y debe hacerse en una medida mucho más grande de lo que se ha hecho hasta ahora, siguiendo las preciosas indicaciones que nos deja Antonio Gramsci"
Antonio Labriola ✆ Tondo

Palmiro Togliatti   |   Durante cuarenta años por lo menos, a partir de su muerte, en Italia casi no se ha hablado de Antonio Labriola. El fascismo dominaba en la vida política y social: dominaba el idealismo en el campo de la cultura, de los estudios. El libro de Luigi Dal Pane,[1] [Antonio Labriola. La vita e il pensiero. Prólogo de Gioacchino Volpe. Edizioni Roma, 1935] que apareció en el año XIII de la llamada "era fascista", es la excepción y por ello debe elogiarse sin reservas. A través de esta obra, a la que aún hoy debemos referirnos para estar exactamente informados, aunque desgraciadamente todavía en forma parcial, sobre esa parte y sobre aquellos aspectos de la producción intelectual de Labriola que no pasaron de la exposición oral en cursos universitarios, de apuntes para lecciones o de apuntes para trabajos no concluidos, a través de esta obra, digo, el pensamiento de Antonio Labriola pudo nuevamente ser conocido y estudiado. Lo cual tuvo entonces un grandísimo valor no sólo porque era el momento en que se quemaban los textos tradicionales, clásicos, del socialismo, sino porque tanto el dominio político del fascismo cuanto el dominio cultural de las corrientes idealistas comenzaban a sufrir los primeros golpes y una nueva generación de militantes políticos y de estudiosos se estaba orientando hacia el socialismo y hacia el marxismo. 

22/7/15

Leggere Marx a Venezia – Enwezor e la rappresentazione del capitalismo alla Biennale d’Arte 2015

Logic of Disappearance. A Marx Archive ✆ Madhusudhanan 
Pietro Bianchi   |   Vi è una celebre sequenza all’inizio di Grapes of Wrath, il film capolavoro di John Ford tratto dal romanzo di Steinbeck, in cui vediamo Tom Joad che dopo essere uscito di prigione torna nella fattoria di famiglia e la trova vuota, distrutta e abbandonata. La terra è stata confiscata dalle banche e la sua famiglia se n’è dovuta andare verso la California a cercare un lavoro e un salario migliori. Ma com’è possibile – si chiede Tom – che una banca possa impossessarsi della terra dove i Joad vivevano da più di cinquant’anni come se niente fosse? Che cosa è successo? Muley – un uomo che si era accampato tra le rovine della casa abbandonata dei Joad e che si era rifiutato di fuggire in California – interpellato da Tom Joad racconta chi sono i veri responsabili di ciò che è successo. In tre minuti di emozionante flashback John Ford non solo ci fa vedere come funziona concretamente il procedimento di confisca delle terre nell’Oklahoma con grande lucidità politica, ma ci mostra anche in un distillato di fulminante chiarezza uno dei problemi più enigmatici e complessi della modernità capitalistica: come si manifesta il capitalismo? Che volto ha quando appare nelle nostre vite? Qual è la sua immagine?

Marx se inicia – Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro

En su juventud, Marx dedicó más de dos años a su tesis de doctorado, centrada en indagar las diferencias entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro. Este tema, en apariencia tan específico, fue la llave para abrir la puerta del azar, de la libertad, de lo no determinado en la acción humana. Una pequeña revolución del pensamiento que hoy sigue despertando el interés de los especialistas y que, más allá de la filosofía, puede leerse en la esfera de la política y la acción.

Fernando Bogado   |    Pocos filósofos están dotados de juventud. Dentro del imaginario social, la mayoría de ellos aparecen ya ancianos y con todo un sistema cerrado y autosuficiente que nos distancia de las condiciones reales de la producción de su pensamiento: ¿sintieron dudas? ¿Sufrieron las penas de ver su “sistema”, sus “ideas”, chocar con el mundo real y sus limitaciones? ¿En qué condiciones pensaron lo que pensaron y cómo trabajaron con sus respectivas influencias? Son preguntas que muchas veces aparecen resueltas de la manera más burda en el resumen biográfico, donde las “influencias” son apenas modos de pensar redes conceptuales a la hora de un resumen y no el trágico diálogo intelectual sufrido por un joven que, en un momento determinado y por circunstancias varias, tuvo que elegir y distanciarse del confort que siempre representa la doxa filosófica para atreverse a decir “no estoy de acuerdo”. La publicación de Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro, la famosa tesis doctoral de Karl Marx de 1841, nos permite sopesar cuáles son los rasgos marxistas en la temprana obra de alguien que, a duras penas, todavía no era "Marx".

19/7/15

Marx y el desarrollo capitalista en Argentina – La no burguesía y el Estado

El papel del sector agrario y del mundo empresario como limitante de la expansión económica nacional. Tensión entre dos senderos de desarrollo
Karl Marx tomando tereré

Norberto Alayón     |   El 25 de julio de 1867, en Londres, el alemán Karl Marx escribió el Prólogo a la primera edición de su obra “El Capital – Crítica de la economía política - Tomo I” (Fondo de Cultura Económica, México DF, 1987, Vigésima reimpresión).

Advirtió que “Allí donde en nuestro país la producción capitalista se halla ya plenamente aclimatada, por ejemplo en las verdaderas fábricas, la realidad alemana es mucho peor (sic) todavía que la inglesa, pues falta el contrapeso de las leyes fabriles. En todos los demás campos, nuestro país, como el resto del occidente de la Europa continental, no sólo padece los males que entraña el desarrollo de la producción capitalista, sino también los que supone su falta de desarrollo. Junto a las miserias modernas, nos agobia toda una serie de miserias heredadas, fruto de la supervivencia de tipos de producción antiquísimos y ya caducos, con todo su séquito de relaciones políticas y sociales anacrónicas (sic). No sólo nos atormentan los vivos, sino también los muertos. Le mort saisit le vif! (sic)”.

Ernest Mandel: a 20 años de su muerte

Foto: Ernest Mandel
Ernest Mandel (1923-1995), economista marxista belga nacido en Alemania, fue autor de obras fundamentales como el Tratado de Economía Marxista (1962), El Capitalismo Tardío (1972) y Las Ondas Largas del Desarrollo Capitalista (1978 y 1995). 
Como dirigente de la IV Internacional fue dirigente del Secretariado Unificado. Murió en julio de 1995, hace ahora 20 años. Mandel recogió en forma de entrevista con Jon Rothschild un balance de los debates estratégicos en la izquierda revolucionaria de los años 60 y 70, que publicó la editorial Verso en 1979 con el título de Revolutionary Marxism Today. El texto que reproducimos en primer lugar, relativo a la entrevista ya mencionada, recoge dos apartados del primer capítulo del libro, referidos a la política de frente único y los gobiernos obreros que, para facilitar la lectura, se han colocado en orden inverso.

El texto que está en segundo lugar titulado Ernest Mandel y la capacidad revolucionaria de la clase obrera fue escrito por François Vercammen (1944-2015) quien fue dirigente de la IV Internacional y de su sección belga, responsable de la coordinación del trabajo europeo. Tras la muerte de Mandel en 1995 fue director de la Fundación Ernest Mandel, de cuyo boletín N° 1 está extraído este artículo.

18/7/15

Representing Capital. El desempleo: una lectura de El Capital – Fredric Jameson

Álvaro Briales   |   Con las cifras de paro en máximos históricos, Fredric Jameson, reconocido teórico marxista heterodoxo y conocido fundamentalmente por su obra de 1990 Postmodernism, or the cultural logic of late capitalism, nos ofrece una lectura del volumen primero de El Capital. Hay que decir, de entrada, que en la traducción española se ha puesto “el desempleo” en el título cuando éste no aparece en el título original, de modo que el libro no se centra tanto en tal problema como se podría dar a entender.

Así, el estudio de Jameson se centra principalmente en los fundamentos filosóficos que subyacerían a la teoría del capitalismo de Marx, vistos desde el actual momento histórico en que la crisis nos obliga a repensar qué ocurre con esta máquina imparable que llamamos capitalismo. A través de un recorrido por las secciones de El Capital se van poniendo sobre la mesa algunas de las discusiones sobre la representación y lo irrepresentable en particular, la irrepresentabilidad de lo insoportable (189) ; la dialéctica cuyo resultado es una elipsis (Pág. 203), y no una síntesis ; la alienación contra Althusser ; la subsunción; así como temas de la teoría literaria -la figuración, la alegoría, etc.-. Al mismo tiempo, el diálogo erudito con una gran heterogeneidad de autores marxistas, los grandes de la filosofía, autores contemporáneos, etc. da como resultado un buen cúmulo de sugerentes ideas que apuntan a cuestiones de profundidad más allá de la “forma de presentarse” que vemos cada día en lo directamente medible por los indicadores oficiales de los economistas.

16/7/15

Acumulación por desposesión en Europa

Héctor Illueca Ballester   |   La Unión Europea pretende anular el resultado de las elecciones celebradas en Grecia el pasado 25 de enero. Como era previsible, el Eurogrupo intenta aprovechar las dificultades financieras que atraviesa el país heleno para liquidar definitivamente el programa de Syriza y desautorizar su mensaje. 

Al exigir nuevas reformas del mercado laboral y del sistema de pensiones para desbloquear el último tramo del rescate financiero, medidas absolutamente ajenas a las necesidades reales del país, la Unión Europea evidencia que su estrategia de negociación no responde a motivaciones de índole económica, sino política: se trata, ante todo, de subvertir el proceso democrático y quebrantar la soberanía de Grecia, enviando al mismo tiempo un elocuente mensaje a los países de la periferia, y muy especialmente a España, que tiene a la vista las elecciones generales más importantes de su historia reciente. En este contexto, cabe preguntarse por la auténtica naturaleza del experimento social y político al que se enfrentan los pueblos del sur de Europa. ¿Qué está pasando en el Viejo Continente?

13/7/15

Karl Marx – La deuda pública se convierte en una de las palancas más potentes de la acumulación originaria

Karl Marx ✆ M. Barnard
Los empréstitos permiten a los gobiernos hacer frente a gastos extraordinarios sin que el contribuyente se dé cuenta
Como la deuda pública tiene que ser respaldada por los ingresos del Estado, que han de cubrir los intereses y demás pagos anuales, el sistema de los empréstitos públicos tenía que ser forzosamente el complemento del moderno sistema tributario

El sistema del crédito público, es decir, de la deuda del Estado, cuyos orígenes descubríamos ya en Génova y en Venecia en la Edad Media, se adueñó de toda Europa durante el período manufacturero. El sistema colonial, con su comercio marítimo y sus guerras comerciales, le sirvió de acicate. Por eso fue Holanda el primer país en que arraigó.

Ecos de Marx & Malthus – El camino rocoso desde el control de la población hacia los derechos reproductivos

Karl Marx & Thomas Malthus 
Jadwiga Pieper-Money   |   En este estudio enlazo debates sobre la regulación de la fertilidad humana y el control de la población con las consideraciones sobre los derechos reproductivos de la mujer. Primero, una breve discusión de antiguas rivalidades entre Thomas Robert Malthus y Karl Marx introduce el carácter profundamente político de las consideraciones sobre reproducción humana. A continuación me traslado al siglo XX y muestro que ahora reencontramos a Marx y a Malthus vestidos en ropa nueva por rivales políticos que aplicaron antiguas rivalidades a nuevos conflictos políticos. Me concentro en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando los nuevos debates sobre población y derechos reproductivos estaban acompañados por los nuevos paradigmas globales de los derechos humanos –y argumento que la práctica de los derechos estaba comprometida por los enfrentamientos entre políticos de derecha e izquierda– presentados durante la Guerra Fría. Apoyándome en historias de médicos y planificadores poblacionales activos en Europa y las Américas, me concentro en el estudio del caso de la planificación familiar y los derechos reproductivos en Chile para mostrar los efectos dañinos que los enfrentamientos de la Guerra Fría –las dicotomías políticas de derecha e izquierda– tuvieron en las políticas de salud y de derechos reproductivos.

12/7/15

Marx vive en todas partes, como si fuera el universo entero y todos los puntos del universo

Marx sigue hablando. Habla de la realidad pero la gente está asustada de la realidad, por eso prefiere la literatura

Juan Chaneton   |   Visto desde adentro, es decir, en el fragor de los conflictos sociales setentistas que tocaron a rebato en América Latina, Marx aparecía como una vía hacia el poder. Más precisamente, como una weltanschauung que daba sustento a la política entendida como praxis desalienante y liberadora. Por cierto que, por aquellos años, tampoco escaseaban los comentaristas que observaban la tragedia a la manera del coro griego, esto es, desde el costado del escenario y destacando aspectos que, en la cosmovisión del pensador de Tréveris, ellos percibían como menos revulsivos y más evolucionistas y, con ello, no tan exigentes en términos de ejercicio de la actividad política. 

Si "todo lo sólido se desvanece en el aire" –como había afirmado el autor del Manifiesto Comunista–, pues entonces no había quebranto moral alguno en administrar razonablemente los tiempos y modos del compromiso, ya que con un poco bastaba y el resto lo harían las ineluctables "leyes de la historia". Personalmente, me conmovió muy temprano este pensamiento de Hegel: el sujeto individual y la naturaleza son ontológicamente idénticos pues ambos son etapas en el despliegue del espíritu absoluto.

9/7/15

El retorno de Marx

César Rendueles    |    En los años noventa, en lo más crudo de la postmodernidad, yo estudiaba en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense. Entre otras cosas, me interesaba lo que, a grandes rasgos, se podría denominar la tradición materialista: un conjunto de autores de muy distintas disciplinas –desde la historia a la teoría literaria pasando por la economía– que se consideraban a sí mismos afines al legado intelectual y político de Marx.

En aquel momento, era un área de estudios crepuscular. El juicio unánime sobre la economía marxista era que se trataba de un cadáver conceptual que sólo interesaba a un puñado de académicos que lo mismo podían haberse dedicado a discutir sobre los epiciclos ptolemaicos. La sociología de Marx, se decía, no recogía ni la complejidad de las relaciones laborales del capitalismo postindustrial ni la autopercepción de la mayor parte de la gente, que se veía a sí misma como de clase media. En términos políticos, el marxismo parecía incompatible con los nuevos movimientos sociales relacionados con la identidad cultural, el género o el medioambiente. Y, por supuesto, para la mayor parte de los filósofos se trataba de una doctrina groseramente esencialista que había quedado superada tras el fin de los grandes “metarrelatos”.

Actualizar y diferenciar el enfoque marxista del Estado

Foto: Ernest Mandel
Alain Bihr   |   En su obra más destacada, El capitalismo tardío, cuya edición original data de 1972/1, Ernest Mandel (1923-1995) desarrolla un análisis magistral de la fase de desarrollo del capitalismo que siguió a la gran crisis estructural de los años treinta del siglo pasado. En su conjunto, la obra muestra la riqueza de la tradición marxista clásica en la que se sitúa, pero también algunas de sus limitaciones. Estas aparecen en particular en el capítulo XV del libro, titulado El Estado en la era del capitalismo tardío/2. En él se plantea, en efecto, un análisis del Estado de carácter básicamente funcionalista en su enfoque tanto del Estado capitalista en general como de las diferentes formas que adopta en el curso de las sucesivas fases de desarrollo del modo de producción capitalista.

Mi intervención en este foro, organizado con motivo del vigésimo aniversario de la muerte de Ernest Mandel, tiene por objeto poner de manifiesto tanto las limitaciones generales de dicho análisis funcionalista como las omisiones a que conduce en la presentación de El Estado en la era del capitalismo tardío y más allá, en la fase actual de su desarrollo. Las restricciones impuestas a esta intervención, sin embargo, me obligan a formular unas tesis cuyo desarrollo argumentativo únicamente podré esbozar en esta ocasión.

8/7/15

Karl Marx | Transcripción del manuscrito de un artículo escrito en marzo del 1845 acerca del libro 'Das nationale System der politischen Ökonomie' de Friedrich List

Karl Marx Josep Renau
Mural en Halle-Neustadt
Publicamos a continuación el borrador de un extenso artículo escrito por Karl Marx contra el economista alemán Friedrich List. El manuscrito, que nunca fue publicado en la prensa de la época, abunda en abreviaciones, cancelaciones, correcciones y agregados y evidentemente quedó inconcluso. Falta la primera página –en la que al parecer estaba contenido el título del artículo– y falta también la primera parte del mismo. De igual manera no han sido encontradas las páginas que van de la 10 a la 22.

En dicho manuscrito, Marx analizaba y reseñaba el primer volumen del libro el Sistema Nacional de la Economía Política de Friedrich List, publicado en 1841. En el inicio del año 1845, Marx había transcrito numerosos pasajes de esta edición, citando fuentes francesas que el mismo había traducido al alemán, con la excepción de una cita extraída de un libro de Louis Say, que citaba adrede en francés para mostrar la manera imprecisa de citar por parte de List.
I. Caratterizzazione generale di List
... [2] che la consapevolezza della morte della borghesia sia già penetrata anche nella coscienza della borghesia tedesca, perciò la borghesia tedesca è abbastanza ingenua da ammettere essa stessa questo "triste fatto".

7/7/15

La recepción de las obras económicas de Karl Marx entre 1867–1910

Daniel Gaido   |   El problema que los discípulos de Marx encontraron repetidamente luego de su muerte, acaecida en 1883, fue que su obra manuscrita estuvo durante cuatro décadas en proceso de elaboración. Sabemos por el prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política que Marx pretendía considerar el sistema de la economía burguesa en seis libros (capital, propiedad de la tierra, trabajo asalariado; estado, comercio exterior, mercado mundial), sin embargo, sólo el primer volumen del primer libro fue publicado en vida de Marx. Durante varias décadas después de su muerte, nuevos e importantes manuscritos fueron apareciendo, incluyendo el segundo y tercer volúmenes de El Capital y los tres tomos de Teorías sobre la plusvalía, que se terminaron de publicar recién en 1910, todos los cuales son esenciales para una comprensión completa del proyecto de Marx.

6/7/15

En ese caso, releamos a Marx

Eduardo Montes de Oca   |   Tal vez haya pocos ámbitos del conocimiento y la praxis donde suelan errar las predicciones tanto como en la sociedad. El hecho de que, como en otras áreas, un elemento emergente pueda cambiar en un santiamén un escenario y que la esfera esté transida del factor humano, es decir, que en ella medie la voluntad del sujeto, hace que a menudo los profetas queden en flagrante ridículo ante una muchedumbre adaptada a la credulidad por heraldos especializados en recetas prefabricadas. 
– Marx: Aquí está, les recomiendo este libro
Recordemos que ninguno de los más “conspicuos” sovietólogos previó en su momento la estrepitosa, rauda caída de la URSS, mientras la mismísima Margaret Thatcher, en los vagidos de los noventa, proclamaba el peligro que resultaba para Occidente la puja con el “oso” en el campo de... ¡la economía! ¿Alguien ha olvidado que, en sentido opuesto, más de un oligarca internacional contaba con la plusvalía que obtendría de materializarse la anhelada vuelta de Cuba al redil anterior a 1959 al quedar abandonada a su suerte por los antiguos socios del campo socialista que fuera?  Por eso deviene loable el intento de quienes no se dejan llevar por el “sentido común”, por la conciencia prefilosófica, que se dio a la tarea de anunciar que el otro mundo, el rival, perduraría por los siglos de los siglos, amén, lo cual incluso encontró plasmación “teórica” en el cacareado “fin de la historia” del hoy apenas mencionado Francis Fukuyama. 

4/7/15

O conceito marxiano de contradição na crítica à Filosofia do Direito de Hegel

Karl Marx  ✆ Shanghart
Emmanuel Nakamura   |   Em sua crítica de 1843, Marx encontrou na Filosofia do Direito de Hegel (1821) uma contradição na repolitização da sociedade civil burguesa. Os interesses das instituições sociais só podem se realizar de maneira formal como assunto geral do Estado. Deste modo, tal processo de repolitização acaba repondo a separação entre sociedade civil burguesa e Estado. Meu objetivo é mostrar como, nesse debate com Hegel, Marx já apresenta um conceito de contradição que aponta para pressuposições históricas. Essa relação entre apresentação lógicosistemática e consideração histórica é fundamental para compreender posteriormente o programa da crítica à Economia Política.
I
Marx encontrou na apresentação hegeliana do poder legislativo nas “Linhas fundamentais da Filosofia do Direito” (1821) uma aporia na repolitização da sociedade civil burguesa. Para ele, as instituições sociais não podem aparecer imediatamente em seu significado político, pois isso significaria um retorno à Idade Média (MARX, 1982a, p. 79). As instituições sociais enquanto tal não têm significado político e só podem então ganhar “eficácia e significação política” quando elas renunciam aos seus interesses para que esses se realizem apenas de maneira puramente “formal” como “assunto geral” do Estado. Por isso, o burguês pode ser cidadão do Estado apenas como indivíduo, ou seja, enquanto ele está em “contradição com estas únicas comunidades aí-presentes” (ibidem, p. 86-7).

1/7/15

Uber, la rendita e Marx

Lorenzo Mainini    |   “Se automobile definisce ciò che si muove da solo, allora la produzione di auto-mobili salariati, ovvero di lavoratori che si attivano da soli al servizio dell’organizzazione capitalistica, è incontestabilmente il maggior successo dell’impresa (…) neoliberista”1

Attraverso una simile metafora Frédéric Lordon prova a spiegare in che modo l’introduzione d’una dimensione ‘desiderante’ nel rapporto produttivo capitale/lavoro tenda a schiacciare, sempre di più, il desiderio del lavoratore sul desiderio del capitale. Il discorso pubblico incentrato sullo slancio ‘imprenditoriale’, sull’immagine del lavoro come ‘realizzazione di sé’ e del lavoratore come ‘imprenditore di se stesso’, servirebbe infatti ad attivare il lavoratore nella realizzazione d’un desiderio che in realtà non è il suo, ma quello dell’impresa; un desiderio che non è più l’incrocio dei bisogni sociali, ma a cui, tuttavia, il lavoratore è chiamato ad aderire perché sarà solo desiderando (ovvero lavorando per) quel desiderio altrui che accederà al denaro – il salario – in quanto medium per la ‘realizzazione di sé’ – tendenzialmente attraverso il consumo.