10/12/13

Il corpo biopolitico nel Capitale di Karl Marx

  • Et exultabunt ossa humiliata
Jacques Bidet  |  Si potrebbe essere tentati di cominciare da alcuni frammenti veementi del Capitale1, che denunciano l’incorporazione del lavoratore alla macchina e il commercio di «carne umana»2. Se vogliamo comprendere fino in fondo l’invenzione biopolitica di Marx e la rivoluzione teorica che essa comporta, però, dobbiamo abbordare la questione da lontano, e considerarla nel suo intero dispiegamento concettuale, economico-politico. Marx si proponeva di produrre una teoria della società «moderna» (o anche, secondo i suoi termini, «borghese», o «capitalista»), o quantomeno di fornire un contributo a una tale ricerca. Considerava la sua opera maggiore, Il Capitale, come uno degli elementi di una costruzione più larga, che avrebbe dovuto articolarsi in tutto un insieme di «libri». Questa teoria appartiene al progetto designato con il nome di «materialismo storico», ovvero, per riprendere il termine delle Annales, a un progetto di «storia totale», capace di prendere unitariamente in considerazione la dimensione economica, politica, culturale ed ecologica. I concetti che essa elabora articolano queste diverse facce della realtà sociale. Per quanto insufficiente possa esserne la realizzazione (e non c’è da meravigliarsene, visto ciò che se ne “sapeva” all’epoca), si tratta al contempo di una «storia globale», nel senso che si è stato recentemente attribuito a questo termine. Marx aveva di mira diverse prospettive di «lunga durata», diverse storicità. E, più specificamente, diverse storicità del corpo, relative ai diversi modi della sua attualità.

Marx e la fondazione macro-monetaria della microeconomia

Riccardo Bellofiore  |  In molti dei suoi scritti recenti, Fred Moseley ha sottolineato che la teoria di Marx deve essere interpretata secondo un approccio tanto «macro» quanto «monetario», e che su di esso poggia la determinazione dei prezzi di produzione[1]. Moseley riconosce che anche altri interpreti hanno proposto una lettura «macro-monetaria» della teoria marxiana. Piuttosto che aprire un dialogo con queste altre prospettive interpretative, Moseley si è accontentato di sviluppare la propria. Un confronto aperto e una critica rigorosa sono perciò opportuni per individuare similitudini e differenze tra le varie posizioni.

Non posso che essere d'accordo con l'idea secondo cui l'originalità di Marx risiederebbe in quella che ho altrove definito come una vera e propria «teoria monetaria del valore-lavoro» e nella sua prospettiva «macro-sociale»: due elementi che caratterizzano la mia lettura di questo autore fin dagli anni ottanta. Tali affermazioni devono essere tuttavia vagliate attentamente, poiché non è per niente ovvio che il primo libro del Capitale di Marx possa essere letto alla maniera di Moseley, sia per quanto riguarda il versante «macro» che per quel che riguarda il versante «monetario». Una prima ragione sta nel fatto che, con poche eccezioni, il collegamento fondamentale tra

Trabajo precario y nuevas pobrezas en la fase de la competencia global | Reconstruir el bloque social antagonista para el conflicto capital-trabajo en una hipótesis de clase

Luciano Vasapollo [Publicado el 01-11-2004]Con el propósito de entender la actual fase de la competencia global, es determinante hacer un análisis de la misma sobre la organización del ciclo económico, las características del tejido productivo y social, el papel del Estado, las relaciones entre las áreas internacionales y la estructura económica, los intereses generales de dominio y expansión que determinan no solamente las guerras financieras y económico-comerciales, sino también verdaderos enfrentamientos bélicos. Toda esta problemática está fuertemente vinculada, determinante y estratégicamente en la época de tránsito del fordismo al post - fordismo.

Analizando esquemáticamente las últimas tres décadas con las fases político - económicas, resulta que ya a partir del inicio de los años 70 pierde importancia la unión entre sistema productivo fordista y modelos keynesianos a través de los cuales el Estado ejercía su papel general de mediación, regulación y compresión del conflicto social. A tal propósito, se habla de poner en discusión la rigidez de los procesos de acumulación precisamente

A Dialética do Ideal

Foto: Evald Ilyenkov
A Dialética do Ideal (Диалектика идеального) é um manuscrito de 1976, não publicado em vida por Ilienkov, mas que teve uma versão parcial, e fortemente editada, traduzida para o inglês, em 1977, por Robert Daglish, chamada O Conceito de Ideal (The Concept of the Ideal), na revista Philosophy in the URSS: Problems of Dialectical Materialism. Em 2009 foi publicada uma versão completa e com comentários do autor no periódico russo Logos (n. 1, p. 6-62), e, em 2012, este texto completo foi traduzido para o inglês, publicado no periódico Historical Materialism: Research in Critical Marxism Theory (v. 20, n. 2, p. 149-193). Esta tradução em português tem permissão do editor da revista Historical Materialism, e do tradutor, professor Alex Levant, da Wilfrid Laurier University, para a publicação no Marxists Internet Archive.

English
Entre chaves estão os comentários que Ilienkov incluiu em versões subsequentes do texto, e mudanças de palavras e frases estão marcadas com um til (~). As notas do tradutor em inglês estão indicadas com A.L. e as do tradutor em português com M.S.

Vicenç Navarro sobre Marx y Keynes, o las vagas ideas económicas del reformismo

José A. Tapia  |  Como dije en otra ocasión, Vicente (Vicenç) Navarro es uno de los autores más destacados de los que hacen crítica social en España. Por ello, sus ideas merecen comentarse, tanto más cuando hay razones importantes para discrepar de sus razonamientos. Navarro representa el paradigma de intelectual progresista que a menudo mezcla ideas de tradición anticapitalista con nociones vagamente progresistas de tradición reformista. En términos económicos, Navarro hace una mezcolanza de Marx y Keynes y pretende que se trata de un estupendo café con leche, perfecto para nuestro alimento intelectual. Lamentablemente, la mezcla parece más bien un potaje de lentejas con helado de chocolate porque, pese a Navarro, las ideas económicas de Marx son tan compatibles con las de Keynes como el ateísmo con la religión, o

El ‘capitalismo real’ también existe

Antonio Fraguas  |  En los años sesenta comenzó a popularizarse el concepto de socialismo real. Provenía de los países del bloque soviético, que justificaban así la divergencia entre las políticas que estaban llevando a cabo y el ideal que recogía la teoría marxista. El concepto fue fervorosamente adoptado en Occidente por los teóricos antimarxistas que lo utilizaban con una connotación clara: el socialismo real quiere decir que el socialismo en realidad supone colas en los supermercados, violación de derechos humanos, purgas y ausencia de pluralismo político. Muchas de esas críticas eran pertinentes y el concepto de socialismo real contribuyó en buena parte al desmoronamiento teórico y material del bloque soviético. Pero, ¿por qué nadie habla de capitalismo real cuando la aplicación del capitalismo difiere tanto de su ideal como lo hacía el socialismo del suyo?

Lo usual es pensar que la caída del bloque soviético culminó hace décadas, pero en realidad se siguen produciendo consecuencias por ese desmoronamiento. Por ejemplo, la pérdida de una lectura alternativa de la realidad, ajena a la lectura que hace el neoliberalismo. Ese desmoronamiento también es la causa de que ningún político o teórico influyente de la órbita progresista se