Karl Marx ✆ Atilla Atala |
A. Sebastián Hdez. Solorza & Alan A. Deytha Mon |
Anteriormente hemos criticado la explicación que presenta Rolando
Astarita del plusvalor extraordinario. Este autor ha respondido a nuestra
crítica[1], razón por la cual respondemos una vez
más. Consideramos que la postura de Astarita es errónea y es relevante volver a
criticarla porque como múltiples marxistas aprenden de sus trabajos estarían
aprendiendo algo errado. Buscamos convencer a los marxistas, a través de la
teoría de Marx, que el consenso actual sobre la plusvalía extraordinaria (la tesis
de las transferencias como Astarita la llama) es correcto y para ello
presentamos nuestra postura, que la sustenta. Primero mostraremos que la postura de Astarita es
incompleta. A continuación explicaremos porqué la postura de este autor es
incorrecta. Después expondremos nuestra postura y la evidencia textual que la
sustenta. Finalmente analizaremos la evidencia textual que usa Astarita.
1. El carácter incompleto de la explicación de Astarita
Para Astarita, en cada rama de la economía la generación de
valor de cada productor depende del nivel de las fuerzas productivas con el que
cuenta en comparación al nivel normal de las fuerzas productivas. Por
un lado, hay productores con un nivel normal de sus fuerzas
productivas. Por otro lado hay otros productores con un nivel de fuerzas
productivas por debajo de lo normal y otros productores con un nivel de fuerzas
productivas por encima de lo normal. En relación a los normales, los primeros
generan menos valor por espacio de tiempo y los segundos generan más valor por
espacio de tiempo.
– El tiempo de trabajo de los productores normales es la magnitud de valor que generan, es decir, 1 hora de trabajo de los productores normales produce 1 hora de valor.
– El tiempo de trabajo de los productores con un nivel de sus fuerzas productivas menor al de los productores normales genera menos valor, esto es, 1 hora de su trabajo genera menos que 1 hora de valor. Astarita llama a este trabajo despotenciado.
– El tiempo de trabajo de los productores con un nivel de sus fuerzas productivas mayor al de los productores normales genera más valor, es decir, 1 hora de su trabajo genera más que 1 hora de valor. Astarita llama a este trabajo potenciado.
Astarita sostiene que los productores cuyo trabajo es
potenciado obtienen plusvalor extraordinario. La fuente de dicho plusvalor
extraordinario radica en la diferencia entre el nivel de la fuerza productiva y
el nivel normal de las fuerzas productivas. Si el nivel de las
fuerzas productivas de un productor es mayor al nivel normal de las fuerzas
productivas, entonces genera más valor por espacio de tiempo que los
productores normales, esa diferencia en la mayor generación de valor es el
plusvalor extraordinario según Astarita.
Astarita no explica cómo determinar cuál es el
nivel normal de las fuerzas productivas y por consiguiente no brinda
la manera para establecer cuáles productores son los normales.
Si bien Astarita no se detiene en explicar cómo determinar
el nivel normal de las fuerzas productivas, él busca explicar cuáles productores
son normales y cuáles no. Según el autor los productores normales son aquellos
que producen con el tiempo de trabajo socialmente necesario (TTSN). Entonces,
aun cuando no lo haga explícito, Astarita considera que el nivel normal de las
fuerzas productivas es aquel que da lugar al TTSN. Por esta razón lo que
requiere para su explicación del plusvalor extraordinario es encontrar cómo
determinar el TTSN para así encontrar el nivel normal de las fuerzas y con ello
determinar la equivalencia entre tiempo de trabajo y valor generado.
Para la mayoría de los casos Astarita define el TTSN como la
moda. Aquí es importante destacar que no distingue si la moda se refiere al
tiempo de trabajo necesario (TTN) que más se repite entre los productores
porque tienen el mismo nivel de fuerzas productivas o se refiere al TTN que más
se repite de acuerdo al volumen de producto generado por los productores. En el
primer caso, si existieran en una rama 10 productores y 9 de ellos tuvieran
como TTN 2 horas por unidad (sin importar si la mayoría de las mercancías en el
mercado fueron producidas por ellos), entonces el TTSN sería 2. Mientras que en
el segundo caso, si en una rama se producen 10 mercancías y 2 empresas producen
9 mercancías con un TTN de 4 entonces el TTSN sería de 4 horas por unidad. Sin
prestar atención a esta falta de especificación, Astarita favorece la
determinación del TTSN como la moda, ya que en múltiples ocasiones afirma
que siempre un grupo de productores en la rama determina el TTSN.
Sin importar cómo es que Astarita considera la moda, nos
encontramos con dos dificultades para esta definición. Si hubiera múltiples
modas o no hubiera moda entonces ¿cómo se determina el TTSN? Es decir, ¿cómo se
determina la magnitud del valor? Parece que nosiempre un grupo de
productores en la rama determina el TTSN.
El autor en cuestión también define el TTSN como el
promedio. En este caso el TTSN sería la media aritmética del TTN de todos los
productores. Si bien se acepta que en ocasiones el TTSN se puede determinar con
el promedio, esta definición no es muy favorecida porque puede llevar a niveles
absurdos para él. Por ejemplo si hay 9 productores cuyo TTN es de 2 horas por
unidad y 1 productor tiene como TTN 15 horas por unidad, entonces el TTSN sería
de 3.3 horas por unidad, lo cual sería absurdo porque no por el hecho de
existir únicamente un productor con un TTN tan elevado implicaría que el TTSN
habría de alejarse tanto del TTN de la mayoría.
Astarita también define el TTSN como la mediana. En este
caso el TTSN es la mediana entre el TTN de todos los productores. El autor no
profundiza en esta definición; lo único que sabemos es que según él puede
utilizarse para determinar el TTSN.
Astarita no explica cuándo se determina el TTSN a través de
la moda, cuándo a través del promedio y cuándo a través de la mediana. Además
tampoco explica cómo estas definiciones captan la determinación del TTSN en la
realidad.
Debido a que Astarita no brinda una definición general para
el TTSN, tampoco explica de forma general cuáles son los productores normales,
por consiguiente tampoco explica para cualquier caso cómo determinar el nivel
normal de las fuerzas productivas y por tanto tampoco explica cómo determinar,
de manera general, el plusvalor extraordinario.
Antes de afirmar si Astarita está bien o mal, es
indispensable destacar que no ha expuesto de manera completa su explicación del
plusvalor extraordinario porque no ha completado su explicación sobre la
determinación de la magnitud del valor (TTSN).
Ahora bien, en la explicación de Astarita existe otro
elemento clave: no existe el fundamento por el cual se sostiene que
diferencias en las fuerzas productivas (dentro de una rama de la economía)
provocan una generación de valor diferente.
El autor ha presentado dos caminos para sostener que un
nivel de las fuerzas productivas superior al nivel normal genera mayor valor
por espacio de tiempo y que un nivel de las fuerzas productivas inferior al
nivel moral genera menor valor por espacio de tiempo. El primero consiste en
considerar la relación entre el nivel de las fuerzas productivas de cada
productor y el nivel normal de las fuerzas productivas como similar a
la relación entre trabajo simple y complejo. El segundo camino consiste en
considerar al trabajo empleado con un nivel de las fuerzas productivas superior
al normal como trabajo complejo y al trabajo empleado con el nivel normal de
las fuerzas productivas como trabajo simple.
En el primer camino, el nivel normal de las fuerzas
productivas constituiría la unidad base de la generación de valor, pero el
nivel normal no es lo mismo que el trabajo simple y el trabajo
potenciado (trabajo empleado con un nivel de fuerzas productivas superior al
normal) no es trabajo complejo.
En el segundo camino, el nivel normal de las fuerzas
productivas es el trabajo simple y el trabajo empleado con un nivel de fuerzas
productivas superior al normal es trabajo complejo. Aquí Astarita no explica
qué vendría a ser el trabajo despotenciado, pero podría inferirse que al igual
que el trabajo complejo (“potenciado”) es trabajo simple (“normal”)
multiplicado por un factor mayor a 1, el trabajo _____ (“despotenciado”) es
trabajo simple multiplicado por un factor menor a 1.
El primer camino no constituye
un fundamento teórico para explicar por qué la diferencia entre el
nivel normal de las fuerzas productivas y el nivel de las fuerzas productivas
de cada productor provoca una generación de valor diferente. Este camino
consiste únicamente en una afirmación (sin sustento) que por su similitud con
la relación trabajo simple y trabajo complejo adquiere la apariencia de
plausibilidad. No obstante, la explicación es inexistente. Con este camino
Astarita no argumenta, ni prueba por qué las diferencias entre el nivel normal
de las fuerzas productivas y los demás niveles de fuerzas productivas provocan
una generación de valor diferente.
El segundo camino sí constituye un fundamento, sin
embargo no cuenta con la explicación de porqué el trabajo empleado con un nivel
de las fuerzas productivas superior al normal es trabajo complejo. Astarita
llama al trabajo utilizado con un nivel de las fuerzas productivas superior al
normal trabajo potenciado y como Marx define al trabajo complejo como
trabajo simple potenciado, entonces la apariencia existente por el uso de la
misma palabra (potenciado) causa que la asociación de palabras parezca una
explicación.
Sin embargo, la explicación no existe. Las únicas palabras
en El Capital donde Marx menciona el trabajo simple y complejo son:
Éste es gasto de la fuerza de trabajo simple que, término medio, todo hombre común, sin necesidad de un desarrollo especial, posee en su organismo corporal. El carácter del trabajo medio simple varía, por cierto, según los diversos países y épocas culturales, pero está dado para una sociedad determinada. Se considera que el trabajo más complejo es igual sólo a trabajo simple potenciado o más bien multiplicado, de suerte que una pequeña cantidad de trabajo complejo equivale a una cantidad mayor de trabajo simple. La experiencia muestra que constantemente se opera esa reducción. Por más que una mercancía sea el producto del trabajo más complejo su valor la equipara al producto del trabajo simple y, por consiguiente, no representa más que determinada cantidad de trabajo simple. Las diversas proporciones en que los distintos tipos de trabajo son reducidos al trabajo simple como a su unidad de medida, se establecen a través de un proceso social que se desenvuelve a espaldas de los productores, y que por eso a éstos les parece resultado de la tradición. Para simplificar, en lo sucesivo consideraremos directamente toda clase de fuerza de trabajo como fuerza de trabajo simple, no ahorrándonos con ello más que la molestia de la reducción. (Marx, 1975, págs. 54-55, énfasis añadido).
Aquí Marx se refiere a la fuerza de
trabajo como simple (que no es lo mismo que fuerzas
productivas normales) por ser una capacidad de quien trabaja con la que cuenta
sin un desarrollo especial. En primer lugar Marx no se refiere al nivel de las
fuerzas productivas, sino a una característica de la fuerza de trabajo. En
segundo lugar Marx no menciona que el trabajo complejo surge por diferencias
entre niveles de fuerzas productivas. Finalmente, Marx dice que la fuerza de
trabajo es la simple y no dice que el trabajo utilizado con un nivel normal de
las fuerzas productivas es considerado simple.
Para que Astarita pueda argumentar que el trabajo utilizado
con un nivel de las fuerzas productivas superior al normal es el trabajo complejo
tendría que explicar cómo es que esta afirmación es compatible con la
definición de trabajo complejo que Marx expone en el fragmento citado
previamente.
Otra vez, antes de afirmar si el autor está bien o mal, es
indispensable destacar que no ha expuesto de manera completa su explicación del
plusvalor extraordinario porque no ha brindado el fundamento por el
cual afirma que diferencias en las fuerzas productivas (dentro de una rama de
la economía) provocan una generación de valor diferente.
Para que Astarita pueda convencer a los marxistas de que su
postura es correcta, sin siquiera tomar en cuenta si es correcta o no, requiere
subsanar las dos carencias en su explicación.
2. ¿Por qué Astarita está mal?
A pesar de que la explicación de Astarita se encuentre
incompleta es posible mostrar porqué su explicación es errónea.
El valor de cualquier mercancía depende de cuánto tiempo de
trabajo se utiliza para producirla. La cantidad de trabajo abstracto que se
utiliza para producir una mercancía depende del nivel de las fuerzas
productivas.
La relación entre el trabajo abstracto y las fuerzas
productivas es inversa, esto es, mientras mayor es la magnitud de las fuerzas
productivas menor es la cantidad de trabajo abstracto requerido para producir.
Esta última relación es la que Marx expresa bajo el concepto tiempo de trabajo
necesario.
En términos generales: cuanto mayor sea la fuerza productiva
del trabajo, tanto menor será el tiempo de trabajo requerido para la producción
de un artículo, tanto menor la masa de trabajo cristalizada en él, tanto menor
su valor. A la inversa, cuanto menor sea la fuerza productiva del trabajo,
tanto mayor será el tiempo de trabajo necesario para la producción de un
artículo, tanto mayor su valor. Por ende, la magnitud de valor de una mercancía
varía en razón directa a la cantidad de trabajo
efectivizado en ella e inversa a la fuerza
productiva de ese trabajo. (Marx, 1975, pág. 50, énfasis añadido).
La relación entre trabajo concreto y fuerzas productivas es
directa y se refiere a lo siguiente: el nivel o magnitud de las fuerzas
productivas determina la cantidad de producto que se genera, es decir, a mayor
nivel de las fuerzas productivas mayor es la cantidad de producto que se
genera.
Astarita confunde cómo es que las fuerzas productivas se
relacionan con el trabajo en su carácter abstracto con el trabajo en su
carácter concreto. Un mayor nivel de las fuerzas productivas en efecto provoca
producir más valores de uso, sin embargo no provocan que se genere más valor.
Esto porque no se utiliza más tiempo de trabajo para producir la mercancía.
Astarita menciona que la mayor generación de valor se debe a
la relación entre el nivel normal de las fuerzas productivas y el nivel de las
fuerzas productivas de cada productor, esto es, que la generación de mayor
valor siempre es relativa a un nivel normal. Sin embargo la relación entre las
fuerzas productivas y- el trabajo en su carácter abstracto es de carácter
general como la cita lo indica. Este es un principio general de la teoría del
valor de Marx y en ningún momento Marx menciona que este principio general se
ve alterado por un diferencial entre las fuerzas productivas de los
productores.
Si una fuerza productiva mayor no provoca que el trabajo
empleado genere más valor la explicación de Astarita se invalida por completo.
Otra manera de comprobar que la postura de Astarita es
errónea consiste en analizar el concepto tiempo de trabajo socialmente
necesario (TTSN). Éste, como su nombre lo indica, es el tiempo que requiere la
sociedad en su conjunto para producir cierta cantidad de producto. Cuando
hablamos de la sociedad nos referimos a todos los productores en la rama de la
economía que produce la mercancía y a todos los productores que proveen los
medios de producción a la rama en cuestión.
Astarita considera que el TTSN no es el tiempo que requiere
toda la sociedad, sino el tiempo que requiere una fracción de ella: la
fracción normal. Como ya vimos Astarita no nos dice de forma general cómo
determinar qué es lo normal. La ‘normalidad’ que no logra explicar es en
realidad el promedio o la media que Marx usa indistintamente:
[...] el trabajo que genera la sustancia de los valores es trabajo humano indiferenciado, gasto de la misma fuerza humana de trabajo. El conjunto de la fuerza de trabajo de la sociedad, representado en los valores del mundo de las mercancías, hace las veces aquí de una y la misma fuerza humana de trabajo, por más que se componga de innumerables fuerzas de trabajo individuales. Cada una de esas fuerzas de trabajo individuales es la misma fuerza de trabajo humana que las demás, en cuanto posee el carácter de fuerza de trabajo social media y opera como tal fuerza de trabajo social media, es decir, en cuanto, en la producción de una mercancía, sólo utiliza el tiempo de trabajo promedialmente necesario, o tiempo de trabajo socialmente necesario. El tiempo de trabajo socialmente necesario es el requerido para producir un valor de uso cualquiera, en las condiciones normales de producción vigentes en una sociedad y con el grado social medio de destreza e intensidad de trabajo. (Marx, 1975, pág. 48, énfasis añadido).
Marx dice que el tiempo de trabajo socialmente necesario es
el tiempo de trabajo promedialmente necesario, usa los términos como
sustitutos, es decir, sinónimos. Posteriormente usa condiciones normales como
sinónimas a grado medio, esto es, lo normal es lo promedio.
También Marx menciona que el conjunto de la fuerza de
trabajo se representa en los valores del total de las mercancías, esto se puede
representar como el cociente L/Q , donde L es el tiempo
total de trabajo en la rama y Q es el volumen total de la producción.
Sin embargo, para que a partir del promedio obtengamos el resultado L/Q,
no nos referimos al promedio simple, sino a un promedio en particular. Más
adelante profundizaremos en esto.
Astarita, al aceptar que únicamente una fracción de la
sociedad determina el TTSN y acepta que si los productores anormales modifican
el nivel de sus fuerzas productivas entonces el TTSN no cambia. Por ejemplo, si
hay diez productores, seis con un TTN de 4 y cuatro productores con un TTN de
2, entonces siguiendo a Astarita el TTSN sería de 4. Si los cuatro productores
con el TTN de 2 incrementaran el nivel de sus fuerzas productivas y redujeran
su TTN a 1, bajo la definición de Astarita el TTSN no cambiaría. Esto es, aun
cuando la sociedad requiere en su conjunto menos tiempo de trabajo para
producir la mercancía por el cambio en las fuerzas productivas, según Astarita
esto no es así, contradiciendo el principio general de la teoría del valor de
Marx enunciado a continuación:
La magnitud de valor de una mercancía se
mantendría constante, por consiguiente, si también fuera constante el tiempo de
trabajo requerido para su producción. Pero éste varía con todo cambio en
la fuerza productiva del trabajo. (Marx, El Capital. Crítica de la
Economía Política. Libro primero. El proceso de producción de capital, 1975,
pág. 49).
Otra manera de probar que la explicación de Astarita es
errónea se encuentra en la relación entre el tiempo total de trabajo y la
magnitud total de valor. De acuerdo a Astarita no es necesario que el tiempo
total de trabajo y la magnitud total de valor sean iguales. Sin embargo, para
Marx el tiempo de trabajo es la sustancia del valor, por lo que no puede haber
valor sin que haya sustancia del valor. En el agregado no puede haber más
unidades de valor que de tiempo de trabajo porque entonces se aceptaría que el
valor no se encuentra fundado en la sustancia del valor que es el tiempo de
trabajo, sino en otra cosa. Esto mismo sucede en el caso del plusvalor, el cual
según Astarita puede ser mayor al plustrabajo por la misma razón expuesta
previamente.
Notas
[1] Para conocer el debate que se ha
suscitado sobre esta cuestión puede dirigirse al Blog de Rolando
Astarita: https://rolandoastarita.wordpress.com/.
En él encontrará las entradas que tratan sobre esta cuestión:
En él encontrará las entradas que tratan sobre esta cuestión:
https://rolandoastarita.wordpress.com/2015/06/18/marx-ttsn-y-renta-agraria/
https://rolandoastarita.wordpress.com/2015/06/23/david-ricardo-sobre-valor-y-trabajo-empleado/
https://rolandoastarita.wordpress.com/2015/06/23/david-ricardo-sobre-valor-y-trabajo-empleado/
[2] La crítica se puede encontrar en el siguiente enlace:
http://revistaeconomiacritica.org/sites/default/files/revistas/n18/1_Hernandez-Deytha_RolandoAstarita.pdf
Nota del Editor
El texto anterior es solo un resumen amplio del texto
original que puede consultarse a continuación en formato PDF.
https://tiemposcriticos.wordpress.com/ |