19/11/14

El marxismo, piedra angular de la psicología vigotskiana

Lev Vigotsky ✆ Sergio Cena
 “La piedra que rechazaron los constructores, esa vino a ser piedra angular…”  |  Lev Vigotsky, epígrafe a El significado histórico de la crisis en psicología (1926).

Juan Duarte   |   Como se ha señalado en notas anteriores en esta revista 1, la obra de Lev Vigotsky constituye un aporte fundamental a la hora de abordar la psicología desde una perspectiva superadora de los dualismos, reduccionismos y visiones antinómicas que han marcado a la psicología desde su constitución como disciplina científica hasta hoy en día. Se trata de un autor que utilizó la teoría marxista de forma creativa para sentar las bases programáticas de una psicología científica, y si bien el lugar del marxismo en su obra empieza a ser cada vez más reconocido entre los especialistas 2, la presentación que se hace en ámbitos académicos tiende a mostrar solo aspectos parciales de su obra, desligados de su programa general de investigación y de los elementos metodológicos de la dialéctica materialista 3. Con esto se pierde una parte esencial de su pensamiento, o, parafraseando a nuestro autor, su “piedra angular”. En este artículo abordaremos algunos elementos que nos parecen claves para comprender el desarrollo del programa de investigación del psicólogo soviético y su grupo, resaltando justamente este aspecto.

La revolución obrera y el sentido social del proyecto vigotskiano

La vida de Vigotsky (1896-1934), está signada por el desarrollo del proceso revolucionario en Rusia. Se acerca al marxismo tempranamente a partir de sus estudios en la Universidad Popular –no oficial– de Shanyavskii, reducto de militantes antizaristas, donde se gradúa en Leyes, Filosofía e Historia 4. En 1919 se propone colaborar, desde la psicología, con las tareas educativas del Estado soviético. Así, se desempeña como profesor de literatura, lógica, psicología, estética, teoría del arte y filosofía en escuelas e instituciones para obreros y docentes (escuela nocturna de formación política, escuela de los obreros gráficos, escuela técnico-pedagógica, etc.), donde desarrolla sus primeras experiencias de investigación en psicología 5. Al mismo tiempo, dirige la sección de teatro de la oficina de educación popular, y la de artes en la secretaría de formación política. Fruto de este período es su libro Psicología pedagógica 6, pensado para orientar educadores, que expresa sus concepciones psicológicas iniciales así como el sentido social estratégico de lo que será su proyecto en psicología. Señala allí que:
La vida se convierte en creación solo cuando se libera definitivamente de las formas sociales que la deforman y mutilan. Los problemas de la educación se resolverán cuando se resuelvan los problemas de la vida 7.
La crítica al capitalismo será inherente a sus desarrollos científicos. Por ejemplo, en “La modificación socialista del hombre” (1930) identifica tres “raíces” para el desarrollo histórico de las potencialidades psicológicas humanas:
La primera consiste en la destrucción de las formas de organización y producción capitalista y las formas de vida espiritual y social humanas que se edifican sobre sus cimientos […] El primer origen, la primera fuente de la modificación del hombre es, entonces, su liberación.[...] El segundo origen de la modificación del hombre reside en el hecho de que, al mismo tiempo que desaparecen las viejas cadenas, el enorme potencial positivo que existe en la industria en gran escala, el siempre creciente poder de los humanos sobre la naturaleza, será liberado y devendrá operativo.[...] Finalmente, el tercer origen de la modificación del hombre es el cambio en las relaciones sociales entre las personas 8.
Consecuentemente, a partir de 1924 Vigotsky comienza a intervenir activamente en el campo específico de la psicología debatiendo con las diferentes corrientes que disputaban el terreno de las explicaciones psicológicas en la época, desde la reflexología hasta la Gestalt, pasando por el psicoanálisis. Vigotsky pone el problema de la conciencia en el centro y comienza a desarrollar una visión propia apoyándose en las herramientas metodológicas del marxismo.

La crisis de la psicología

En 1926 escribe un texto clave en el cual realiza una “crítica” del estado del arte de la psicología, y en discusión con otras tendencias que se reclamaban marxistas, desarrolla el lugar epistemológico y filosófico del materialismo dialéctico en la construcción de una psicología científica, que luego dará lugar a la psicología histórico-cultural. Se trata de El significado histórico de la crisis en psicología. Haremos un breve recorrido por algunos ejes del libro en relación a nuestro objetivo.

Vigotsky caracteriza el campo de la psicología en crisis, escindido entre una tendencia materialista vulgar referenciada en las ciencias naturales que reducía al ser humano a la pura biología (conductismo, reflexología, por ej.), y otra idealista, que lo hacía en las ciencias hermenéuticas (como la fenomenología, que dejaba de lado la búsqueda de fundamentos materiales objetivos de sus principios explicativos). Como en su momento ilustraban las dos psicologías propuestas por Wilhelm Wundt, y hoy lo podrían hacer el reduccionismo neurocientífico 9 y ciertas tendencias en psicoanálisis, respectivamente 10. No hay –señalaba– un marco común de referencia, conceptos y principios explicativos comunes, o sea, una metodología común para las diferentes psicologías, por lo cual cada una eleva sus descubrimientos al estatus de principio explicativo de toda la psicología. De este modo, por ejemplo, la reflexología y el conductismo postulan la “conducta”, y el psicoanálisis el concepto de “inconsciente”. Para su análisis, Vigotsky propone tomar en cuenta a) el sustrato sociocultural de la época, b) las leyes y condiciones del conocimiento científico y c) las demandas de la realidad objetiva. Su análisis lo lleva a trazar el recorrido desde el descubrimiento científico hacia su transformación en una “cosmovisión” (weltanschauung): i) se hace un descubrimiento; ii) ese descubrimiento se extiende a otras áreas y es formulado más abstractamente; iii) toda la subdisciplina psicológica es dominada por el descubrimiento y se extiende –más abstracta aún– a otra subdisciplinas; iv) la idea se expande hasta convertirse en un principio universal, y todo puede ser explicado desde allí, desde el trabajo, la creatividad, el arte, y la lucha de clases; v) finalmente, convertido en ideología,
“… estalla como una pompa de jabón. […] Por extraño que parezca, precisamente cuando ha sido llevada hasta su forma filosófica, cuando parece velada por numerosas capas y se halla muy lejos de sus raíces directas y de las causas sociales que la engendraron, solo ahora descubre qué quiere, qué es, de qué tendencias sociales procede, a qué intereses de clase sirve. Tan solo después de haberse desarrollado hasta convertirse en una ideología o hasta conseguir conexión con ella, la idea parcial, de hecho científico que era, se convierte de nuevo en un hecho de la vida social; es decir, retoma al seno de donde surgió. Solo al convertirse de nuevo en una parte de la vida social, pone de manifiesto su naturaleza social, que vivía, naturalmente, todo el tiempo en ella, pero que permanecía oculta bajo la máscara del acto cognoscitivo y en calidad de tal figuraba” 11.
Así, es asimilada por otras ideologías que representan otras tendencias y fuerzas sociales, “se hunde como una gota de agua en el océano y deja de existir por sí misma” 12.

Vigotsky traza varios ejemplos, pero para ilustrar veamos el de psicoanálisis: sus ideas –escribe– nacieron de descubrimientos específicos en el campo de la neurosis, desde los cuales se estableció inequívocamente el hecho de que toda una serie de fenómenos psíquicos están determinados por el inconsciente y de que la sexualidad se oculta en una serie de actividades. Paulatinamente, este descubrimiento concreto respaldado por el éxito de su aplicación terapéutica (la veracidad de su práctica), se traspasó a una serie de campos adyacentes como la psicología de la vida cotidiana o la psicología infantil, además de adueñarse de la totalidad de los enfoques teóricos sobre la neurosis. En la confrontación disciplinar, esta idea se impuso sobre las más lejanas ramas de la psicología, rebasando con ello sus límites. Así –concluye–
“… la sexualidad se transformaba en el principio metafísico de una serie de ideas metafísicas, el psicoanálisis se transformaba en ideología, la psicología se transformaba en metapsicología. El psicoanálisis dispone de su propia teoría del conocimiento y de su propia metafísica. El comunismo y el tótem, la iglesia y la obra de Dostoievski, el ocultismo y la publicidad, el mito y los inventos de Leonardo da Vinci no son sino sexo disfrazado y enmascarado” 13.
Vigotsky ubica la raíz de esta situación en la tendencia, señalada por Engels, a “la concentración de ideas alrededor de dos polos –el idealismo y el materialismo–”, lo cual permite comprender la presencia constante del dualismo cartesiano (mente/cuerpo) en los desarrollos disciplinares, así como la dicotomía ciencia natural/ciencia del espíritu señalada. Esto planteaba para nuestro autor la necesidad de construir conceptos generales y principios clarificadores propios de la disciplina, o sea…
“… la necesidad de una psicología general”
Vigotsky señala que la ciencia general es la filosofía de las ciencias particulares, aquella que no estudia los objetos sino los conceptos, en el sentido de “investigación crítica” que devela la relación entre conceptos abstractos y su base material, dado que todo concepto encierra una realidad concreta, y todo hecho científico una abstracción primaria. En este sentido, se podría decir que retoma ciertos aspectos del análisis de Engels en Dialéctica de la naturaleza en su crítica al empirismo, y pone en juego la noción de “crítica” de los conceptos, que tal como se ha analizado en otro artículo de esta revista 14, es inherente a la epistemología marxista.

El extendido eclecticismo en psicología es una de las razones para plantear la necesidad de esta disciplina. Vigotsky ejemplifica con el psicoanálisis, y los intentos por insertar sus conceptos dentro de sistemas heterogéneos como la reflexología (Bejterev y Zalkind) y el marxismo (Luria, Fridman). El rápido desarrollo de la psicología aplicada (psicoterapias, test de inteligencia, por ejemplo), también es señalado como razón urgente avanzar en una metodología de la psicología aplicada.

La dialéctica materialista y el método del marxismo son presentados entonces como claves en pos de construir una psicología científica que supere esta situación. Pero lejos de cualquier visión dogmática, Vigotsky era a su vez profundamente crítico de las visiones vulgares del marxismo, que extrapolan y aplican directamente sus conceptos a las ciencias biológicas y a la psicología, generando solo
“… un amontonamiento de estructuraciones lógico-formales, escolásticas, verbales, sobre categorías generales, abstractas, universales, de fenómenos concretos, cuyo sentido interno y cuya correlación se desconoce. En el mejor de los casos esa aplicación puede conducir a acumular ejemplos e ilustraciones. Pero a nada más” 15.
Llega incluso a recusar la noción de “psicología marxista” como un sinsentido, dado que lo que se trata es de construir una psicología científica (aunque señala que este sólo será posible sobre la base del marxismo).¿Cómo se planteaba entonces construir una nueva psicología?

Esa teoría del materialismo psicológico o dialéctica de la psicología es a lo que yo considero psicología general. Para crear estas teorías intermedias –o metodologías, ciencias generales– será necesario develar la esencia del grupo de fenómenos correspondientes, las leyes sobre sus variaciones, sus características cualitativas y cuantitativas, su causalidad, crear las categorías y conceptos que les son propios, crear su El capital. […] La idea de la necesidad de una teoría intermedia, sin la cual es imposible estudiar a la luz del marxismo hechos particulares aislados, es conocida hace tiempo, y a mí sólo me resta señalar la coincidencia de conclusiones de nuestro análisis con esta idea 16.

Será sobre todo en las unidades dialécticas de análisis, elaboradas para dar cuenta de fenómenos complejos que implican elementos contradictorios, donde se podrán apreciar la construcción de esos conceptos propios que permitirán tener en cuenta las relaciones interno/externo, individual/social, biología/cultura, etc. Solo para ilustrar podemos señalar el concepto de Zona de Desarrollo Próximo (relaciones desarrollo-aprendizaje e imitación activa), el de internalización de las funciones psicológicas superiores (génesis social de los procesos psicológicos individuales) y el concepto de significado (unidad de pensamiento y habla).

El carácter histórico de la psicología

Uno de los ejes programáticos fundamentales a partir de lo cual Vigotsky desarrollará su psicología será el carácter histórico concreto de los fenómenos a investigar, como vía para superar visiones dualistas y reduccionistas. La mediación cultural como constitutiva de la actividad psicológica propiamente humana (pasible de conciencia y voluntad), una metodología que acentúa los procesos antes que los productos, y un enfoque dialéctico a todo nivel (biológico/evolutivo, histórico-cultural, ontogenético), serán otros de sus rasgos. Y esta concepción será inherente tanto a los fenómenos psicológicos como a la ciencia misma. Se trata de un marxismo que, al modo de Marx y Engels, acepta la posibilidad de autocrítica radical y reconoce que las formas de conocimiento son históricas y que toda teorización es ella misma parte de los elementos a analizar.

Es en este sentido que Vigotsky concluye El significado histórico de la crisis en psicología señalando que “en la futura sociedad […] esa psicología se parecerá tan poco a la actual, como, según palabras de Spinoza, la constelación del Can se parece al perro, animal ladrador” 17.

Para terminar señalemos, retomando el comienzo de esta nota, que el panorama de la psicología muestra hoy continuidades con el analizado por el psicólogo soviético, proliferando corrientes psicológicas que ponen en juego tendencias similares en esencia a aquellas que criticó, en particular el reduccionismo biologicista de la mano del auge de las neurociencias 18 y las tendencias a la normalización y medicalización. Escapar de lecturas recortadas, y recuperar la “piedra angular” del marxismo en su obra, se torna –como vemos– una condición necesaria para una apropiación crítica y fructífera de su legado como vía superadora.

Notas

1. Ver “Apuntes para una concepción integral de las capacidades cognitivas humanas”, en IdZ 7 y “Piaget, Vigotsky y la dialéctica”, entrevista a José Antonio Castorina, en IdZ 10.
2. En nuestro país, las elaboraciones de Castorina y Ricardo Baquero, y previamente el importante trabajo de traducción y edición de Guillermo Blanck. A nivel internacional, autores como René Van der Veer, Mohamed Elhammoumi, Andy Blunden y Anton Yasnitsky.
3. Por ejemplo, un texto muy utilizado de introducción a la psicología cognitiva, al tiempo que lo incluye dentro de esa corriente, señala: “cabe preguntarse ¿por qué tuvimos a Vigotsky en la estantería equivocada durante tanto tiempo? ¿Por qué creímos que era sobre todo marxista, cuando sobre todo era un gran psicólogo?” (Carretero, Mario, Introducción a la psicología cognitiva, Bs. As., Aiqué, 1998). Asimismo se presentan una serie de desarrollos, referenciados en su obra, que coinciden en dejar de lado su método marxista (Jerome Bruner, Bárbara Rogoff, Michael Cole, los autores de la “teoría de la actividad”, entre otros).
4. Y en Derecho en la universidad oficial.
5. Luego será parte activa en la constitución de toda una disciplina, la paidología, dedicada a este campo.
6. Vigotsky, Lev S. (1926), Psicología pedagógica, Bs. As., Aiqué, 2005.
7. Ibídem, p.487.
8. Vigotsky, Lev S. (1930), “La modificación socialista del hombre”, en Blanck, Guillermo (ed.), La genialidad y otros textos inéditos, Bs. As., Almagesto, 1998.
9. Ver reseña de Usar el cerebro. Conocer nuestra mente para vivir mejor, de Facundo Manes y Mateo Niro en IdZ 9.
10. Me refiero al psicoanálisis de matriz lacaniana que tiende a reducir las explicaciones de los fenómenos psicológicos a su aspecto discursivo. Por supuesto existen otras tendencias psicoanalítica, críticas, que complejizar sus elaboraciones incorporando los aspectos sociales, culturales y políticos en la constitución subjetiva, como en nuestro país es el caso de la Revista Topía.
11. Vigotsky, Lev, (1927), “El significado histórico de la crisis en psicología”, Obras Escogidas Tomo 1, Madrid, Visor, 1991, p. 272.
12. Ibídem, p. 273.
13. Ibídem, p.275. Vale aclarar que Vigotsky, lejos del dogmatismo que caracterizaría luego al estalinismo, sostuvo con el psicoanálisis y el conjunto de las teorías psicológicas de su época, un diálogo sin ningún tipo de prejuicios, al tiempo que puso a disposición del público soviético las obras mismas de Freud (y de otras corrientes) desde la editorial estatal. La apreciación de conjunto del psicoanálisis de parte del psicólogo soviético merecería un desarrollo propio, que retomaremos en otras notas.
14. Díaz, Ariane, “La imaginación realista”, en IdZ 10.
15. Vigotsky, Lev, (1927), “El significado…”, op. cit. p. 390.
16. Ibídem, p.389.
17. Ibídem, p. 406. Se refiere a Ética, teorema 17, escolio.
18. Ver IdZ 7 y 9.