«Privatizar los textos
de Marx o Engels es como ponerle marca a las palabras ‘socialismo’ o ‘comunismo’».
Con este argumento, más de 6.000 personas han dirigido una queja contra la
editorial Laurence & Wishart, que ha hecho valer sus derechos sobre las «Obras completas» en inglés de los
pensadores alemanes y ha forzado a la web Marxist Internet Archive a retirar los
textos. Una aparente ironía dentro de la lógica capitalista que reabre el
debate sobre el «copyright», los
beneficios y el derecho a la cultura.
Laurence & Wishart, «que
dispone de los derechos de las obras completas de Marx y Engels, se ha dirigido
al Marxist Internet Archive para que
borremos todos los textos originarios de la colección. En consecuencia, desde
el 30 de abril no tendremos este material disponible en marxists.org, aunque sí
mantendremos traducciones del inglés de otras fuentes». Con este mensaje
los responsables del portal,
un amplísimo catálogo en Internet donde puede
encontrarse la obra de autores como Rosa Luxemburgo, Vladimir Lenin o Leon
Trotsky, acataban la orden de eliminar los volúmenes de las obras completas de
Marx y Engels de su archivo gratuito. Lo hacían a regañadientes, apenas una
semana después de que la editorial londinense, que se define como
«independiente y radical», esgrimiese sus derechos de autor para instar al
colectivo a suprimir la obra de su fondo digital.
No podían haber elegido un día más simbólico: el 1 de mayo,
día del trabajador y que conmemora la matanza de obreros durante la huelga por
la jornada laboral de ocho horas desarrollada en Chicago en 1886. Ahora, 127
años después, la gran enciclopedia marxista virtual se veía obligada a suprimir
algunos escritos que ofrecía gratuitamente.
Para defender su posición, los responsables de Laurence
& Wishart respondían que en un mundo capitalista, incluso para publicar los
trabajos de quienes clamaron contra la propiedad privada y propugnaron el
socialismo se necesita dinero. Es mera supervivencia. También dicen que sus
derechos son sobre traducciones y trabajos propios, no sobre los textos en sí,
que están disponibles libremente aunque no ordenados y acotados. Un
razonamiento que ha resultado muy jugoso para quien siempre tiene preparada la
sospecha hacia la izquierda y se frota las manos mientras comprueba que ni los
padres del comunismo están exentos de encontrarse el debate sobre las
plusvalías que generan sus obras.
La discusión no se puede solventar con un brochazo. En un
mundo mediatizado por Internet, una polémica de estas características es el
campo abonado para una guerra cruzada de comunicados a través de la red, que es
como se resuelven los pleitos a principios del siglo XXI: artículos en blogs
desplegando el argumentario a favor y en contra de la editorial e incluso una
campaña en Change.org , la versión hipster e inofensiva de la clásica manifestación. Y esto puede
resultar tanto o más sintomático que ver comercializada la imagen del Che
Guevara en la nueva colección de camisetas de cualquier multinacional de la
moda.
Un trabajo de tres
décadas
Vamos al origen. Las «Obras
Completas de Marx y Engels» constituye la mayor recopilación de textos
traducidos al inglés de ambos filósofos alemanes, incluyendo todas las obras
publicadas y algunas inéditas, así como cartas personales. La obra de toda una
influyente vida. En total, 50 volúmenes en los que aparecen títulos que van
desde los más clásicos, como El Capital
o El Manifiesto Comunista, hasta
ejemplares de poemas de Marx o correspondencia entre ambos pensadores, que se
extiende desde 1844 hasta 1985. Un trabajo monumental, el de selección,
traducción y acotación, que desarrollaron entre 1975 y 2005 las editoriales Progress Publishers (fundada en Moscú en
1931), International Publishers
(especializada en estudios marxistas y creada en Nueva York en 1924) y la
londinense Laurence & Wishart.
Obviamente, las tres disfrutan de los derechos de autor. Un argumento que han
utilizado para defender que ese trabajo, y no la obra de Marx, debe estar
sujeto al copyright. Especialmente,
para garantizar su supervivencia y, con ella, que publicaciones o estudios
similares puedan realizarse.
«Muchas traducciones
de trabajos de Marx están fuera de esta protección. Todas ellas están
disponibles tanto on-line como en librerías públicas. Nuestro trabajo con
derechos de autor es una edición de biblioteca académica de 50 volúmenes,
resultado de treinta años de labor. Los ingresos que nos genera contribuyen a
financiar nuestro programa de publicaciones. Infringir estos derechos de autor
tiene el efecto de privar a una pequeña editorial radical de los fondos que
necesita para seguir existiendo», argumentan desde Londres. En concreto,
los derechos de un autor desaparecen automáticamente cuando transcurren 70 años
de su muerte, por lo que la reclamación, en este caso, es sobre un tratamiento
posterior a los textos. Un razonamiento que no convence a quienes les acusan de
buscar el beneficio «privatizando» unos textos que deberían de estar al alcance
del público.
«Su decisión de ordenar
el borrado de los textos de Marx y Engels nos ha generado gran preocupación.
¡Es muy bajo para una organización que estuvo afiliada al Partido Comunista
Británico en el pasado y que es conocida por publicar literatura progresista!»,
responden desde la petición de Change.org
puesta en circulación por el paquistaní Ammar Aziz y que ha recopilado cerca de
6.000 apoyos. «No se pueden privatizar sus escritos, son propiedad colectiva de
la gente para la que se escribió. Privatizar los textos de Marx y Engels es como
ponerle marca a las palabras ‘socialismo’ o ‘comunismo’», argumenta el promotor
de la queja.
Hecha la ley, hecha
la trampa
Desde Marxist Internet
Archive rechazan estar detrás de la campaña contra la editorial, aunque no
comparten la decisión. Frente al anuncio de Lawrence & Wishart de estar
preparando una edición digital que estará disponible en bibliotecas y fondos
académicos, Andy Blunden, uno de los responsables de la web citado por The Chronicle of Higher Education
argumenta que esto reducirá el acceso a un material clave para entender el
pensamiento de Marx y Engels. «Los
profesores e historiadores podrán escribir artículos sobre lo que dijo Marx,
pero la población en general va a volver a 1975», lamenta.
Desde la editorial contraatacan: «Sin Lawrence & Wishart y el trabajo invertido por sus empleados
durante muchos años no existirían las obras completas de Marx y Engels en
inglés. Y sin el ingreso que deriva de sus derechos de autor sobre las obras,
la editorial no existiría». Qué duda cabe que, si la labor editorial
resulta compleja y está sometida a dificultades, etas se incrementan en un
proyecto pequeño y centrado en publicaciones netamente progresistas. No parece
que el objetivo sea hacerse rico.
No sabemos qué pensarían Marx o Engels de que las obras que
cambiaron la forma de entender el mundo de miles de millones de personas no
necesiten ya biblioteca y puedan guardarse en un artilugio del tamaño de un
libro. Internet va más rápido que las normas y, por el momento, no se ha
hallado solución razonable. Para cuando marxists.org suprimieron los textos,
otro blog había almacenado los enlaces. Vuelta a empezar.
Un inmenso archivo
marxista en 54 idiomas y gestionado por voluntarios
Marxist Internet Archive (en
castellano, Archivo de Autores Marxistas en Internet) es una inmensa biblioteca
virtual colaborativa y no comercial que ofrece textos de autores marxistas en
un total de 54 idiomas (entre los que se incluye también el euskera) y a la que
se accede en el dominio www.marxists.org Fue creada en 1990 aunque no fue
hasta tres años después, en 1993, cuando publicó en la red su primer archivo,
el Manifiesto Comunista. Desde entonces, gracias a la colaboración de
decenas de voluntarios (actualmente cuenta con más de medio centenar distribuidos
en distintos países), su fondo bibliográfico no ha hecho sino crecer. Acumula
más de 600 autores, entre los que se incluyen desde Marx y Engels hasta Noam
Chomsky, Fidel Castro e incluso José Miguel Beñaran, «Argala».