5/2/14

Marx después de Marx | Eurocentrismo, crítica y política en José Ma. Aricó

Karl Marx ✆ Etten Carvallo
Guillermo Ricca  |  Este artículo es el resultado parcial de una investigación más amplia sobre la relación entre clases subalternas e identificación política en la   obra de José Aricó. En el mismo se reconstruye el posicionamiento de Aricó en el marxismo crítico latinoamericano y su relación con diferentes momentos de la política en Argentina y América Latina, a la vez que se analiza la polémica respuesta dada por Aricó en Marx y América Latina en torno al eurocentrismo de Marx y la vigencia de ese enfoque frente a otras perspectivas contemporáneas.
“Una herencia nunca se re-une, no es nunca una consigo misma. Su presunta unidad, si existe, sólo puede consistir en la inyunción de reafirmar eligiendo. Es preciso quiere decir es preciso filtrar, cribar, criticar, hay que escoger entre los varios posibles que habitan la misma inyunción. Y habitan contradictoriamente en torno a un secreto”. | Jacques Derrida
El trabajo persistente de muchos intelectuales y militantes por habitar ese espacio inhabitable, el espacio de la destrucción del marxismo, no ya para salvar verdades incontrastables ni filosofías universales de la historia, sino para convertirse en “sujetos de la crisis” como señalara oportunamente Alain Badiou1, supo dar forma singular a un legado para nada unívoco. Si la multifacética,
abierta y a veces paradójica herencia de Marx tiene una “sobrevida espectral”2 después del marxismo, como dice Elías Palti a propósito de Derrida, es porque de algún modo esa obra fue concebida al calor mismo de la crisis. La constitución del marxismo estuvo atravesada por tensiones que, como indica José Aricó, muestran su pretendida unidad incuestionada como “paradigma evanescente” o como “metáfora polémica”3. Oscar del Barco supo también poner en cuestión tempranamente la pretendida clausura del discurso de Marx y dejar como en relieve las aristas incómodas de un pensamiento de la crisis, atento de manera obsesiva a la constante metamorfosis de su objeto4. Esta bibliografía crítica y, a la vez, inmanente a la herencia de Marx, producida en América Latina a comienzos de los años ochenta, en el contexto de la derrota revolucionaria, las dictaduras cívico militares e incipientes procesos de apertura democrática, hoy puede ser leída en una nueva perspectiva. Cierto interés renovado por la obra de Marx no puede desgajarse de la emergencia de nuevos sujetos y nuevos procesos políticos, sociales y culturales con un frente común en la región: las desigualdades persistentes, profundizadas por las dictaduras y por las políticas del consenso de Washington. Pero tampoco puede deslindarse ese interés de los itinerarios tortuosos y diversos de la racionalidad moderna de la que el mismo Marx forma parte en más de un sentido. No sólo en lo relativo a su posición como enunciador “europeo”. Si hemos de reconocer a Mariátegui como marxista, como sugiere Aricó, debemos considerarlo también como exponente de una modernidad con carácter propio, latinoamericana, capaz de vincular la gran cuestión de la emancipación indígena con el problema de la nación  y la propiedad de la tierra. Acaso la expresión –de resonancias sorelianas– “comunismo agrario del ayllu”5 presente en los Siete ensayos… sea un reflejo de esa síntesis original, fecunda y a la vez poco transitada.

La reciente re edición de Marx y América Latina de José María Aricó6 en un nuevo contexto político de la región es una ocasión para re pensar el trabajo que Aricó proyectó como “desincrustación” y “secularización” de Marx respecto a la ortodoxia del marxismo de la KOMINTERN e intentar relaciones entre esa operación de lectura contextual de una obra dispersa, en el difícil vínculo con nuestro continente y el “emergente”7 de una cultura política de rasgos instituyentes en la región.

Tampoco debe perderse de vista el carácter ensayístico y fragmentario del trabajo de Aricó, orientado sin embargo por un objetivo de largo aliento: identificar las razones del desencuentro entre las clases y grupos subalternos y una cultura política de contestación y transformación radical de la sociedad, tal como se imaginó a sí misma la tradición socialista. Cultura que constituye uno de los itinerarios de la modernidad latinoamericana y que está lejos de ser un camino trillado o acabado. Desde esta perspectiva crítica, la lectura de Juan B Justo y de Mariátegui que propone Aricó, alumbra alternativas que, en línea con las Tesis de Benjamin, desbrozan el camino de aquella “cita secreta entre generaciones”8 abierta por la lucha de clases; porque “nada de lo que alguna vez sucedió ha de darse por perdido”9, esto es, en la perspectiva de Aricó, la incipiente y luego frustrada confluencia de corrientes nacional populares y socialismo en América Latina10.

Notas del presente extracto

1 Cf. BADIOU, A (1990). ¿Se puede pensar la política? Buenos Aires, Nueva Visión.
2 PALTI, E (2010). Verdades y saberes del marxismo. Reacciones de una tradición política ante su crisis. Buenos Aires, FCE, p. 135.
3 ARICÓ, J (2010). Marx y América Latina, Buenos Aires, FCE, p. 88.
4 Cf. Del BARCO, O (2008). “Hacia el otro Marx”, In: El Otro Marx. Buenos Aires, Milena Caserola, pp. 21-41. Hay edición más reciente en Del BARCO, 0 (2010). Alternativas de lo post humano. Córdoba, Caja Negra, pp. 23-45.
5 MARIÁTEGUI, JC (2009). Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, Buenos Aires, Capital Intelectual, p 78.
6 En Febrero de 2012 se anuncia la publicación de un título inédito de Aricó por el Fondo de Cultura Económica con estudio preliminar de Horacio Crespo: Nueve lecciones de economía y política marxista, curso en el Colegio de México.
7 El concepto es utilizado en el sentido que le confiere Raymond Williams. Cf. WILLIAMS, R (1981). Marxismo y literatura, Madrid, Grijalbo, pp. 146-149.
8 BENJAMIN, W (1973). “Tesis de filosofía de la historia”, In: Discursos interrumpidos, Madrid, Taurus, p. 178.
9 ARICÓ, J (1985). “El Marximo en América Latina: ideas para abordar de otro modo la vieja cuestión”, Opciones, n° 7, Septiembre-Diciembre Santiago de Chile, Chile, p. 75.
10 Cf. ARICÓ, J (1991). “1917 y América Latina”, Nueva Sociedad, nº.111, Caracas, Venezuela, pp. 14-22; PORTANTIERO, JC (1979). Estudiantes y política en América Latina, México, Siglo XXI.
 



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