Benjamín Palacios
Hernández | El autor escribió las siguientes trece tesis
sobre la vigencia del marxismo hace ya veinte años. Así como insiste en volver
a las fuentes de los fundadores del marxismo y desechar las vulgarizaciones y
entender por qué se llegó al estalinismo, también propone el esclarecimiento de
nociones como democracia y liberalismo. Un debate con plena vigencia.
I. Hoy más
que nunca tiene no sólo sentido,1 sino que es imprescindible, plantear y
plantearnos la pregunta acerca de cómo, “cuánto” y por qué es en la actualidad
teóricamente válido y prácticamente “aplicable” el corpus esencial
del marxismo, entendiendo por tal, fundamentalmente, el conjunto de tesis,
conceptos y generalizaciones filosóficas, éticas, económicas y políticas
elaborado por los fundadores, en primer lugar por el propio Marx.
II. Todas, o
al menos la gran mayoría de las respuestas negativas a la anterior
interrogante, es decir, de esas recientísimas posturas que en el vertiginoso
derrumbe de los “socialismos” este-europeos han querido ver la prueba
incontrastable del correspondiente derrumbe del marxismo, de su repentina
caducidad e impracticabilidad, y, en el extremo, el desvelo de su “carácter
real” de mera “ideología”, se basan en los siguientes asistemáticos y no-fundados
puntos de partida:
a) La sustancial ignorancia —representada no ya por una “insuficiente” o “inadecuada” comprensión de la concepción filosófica, de la conceptualización de la economía política, de la teoría político-sociológica del Estado, de las clases y de la