Adolfo Sánchez Vázquez ✆ Helguera |
Stefan Gandler | Alfred
Schmidt y Adolfo Sánchez Vázquez tienen en común que parten de Marx sin caer en
el dogmatismo. Schmidt es uno de los alumnos y colaboradores más importantes de
Horkheimer, Adorno, y Marcuse, muy probablemente el más relevante entre los aún
vivos al inicio del siglo XXI, no solamente por su gran seriedad filosófica,
sino también porque en esta tradición teórica es el que más conocimiento
directo tiene de la obra de Marx. Para él como para Sánchez Vázquez –él
filósofo marxista no dogmático hispanoparlante–, una de las cuestiones
filosóficas fundamentales es la de la relación entre el idealismo y el
materialismo (premarxiano) y la del carácter, al fin y al cabo materialista, de
una interpretación de Marx orientada a la praxis.
Presentación | Escribimos el siguiente texto con el doble afán de honrar,
por un lado, a dos profesores universitarios eméritos, ambos filósofos
materialistas, y fallecidos en los últimos dos años, por otro lado, para
rescatar y comparar algunas de sus aportaciones conceptuales centrales en el
actual debate de la teoría marxista. Al dedicarnos en lo siguiente al análisis
de sus pensamientos, daremos especial énfasis a sus tempranas obras sobre Karl
Marx, que ambos presentaron originalmente como tesis de doctorado en los años
sesenta del siglo veinte. Aunque Adolfo Sánchez Vázquez (Algeciras, Cádiz 1915
– México, D.F. 2011) pertenece a otra generación que Alfred Schmidt (Berlin
1931 – Frankfurt/ M. 2012), ambos impactaron –cada uno en su contexto
geográfico, civilizatorio y lingüístico (Schmidt en Frankfurt/Alemania y
Sánchez Vázquez en México, a donde llegó como exiliado en 1939) – de manera
decisiva en el pensamiento teórico del movimiento estudiantil de los años
sesenta y setenta. Al mismo tiempo, los dos fueron forjados por el contexto
intelectual y político de aquellos años posteriores a la Revolución Cubana, que
estaban marcados por la búsqueda de un socialismo con rostro humano (Dubcek) y
de una correspondiente teoría social anti-capitalista, sin embargo no pro-estalinista.
Aunque los tiempos actuales, en una gran parte del mundo,
están bajo el signo del crecimiento más o menos paulatino de ideologías
chauvinistas, belicistas, racistas y derrotistas ante la posibilidad y
necesidad de superar cuanto antes la, por el momento, reinante forma de
reproducción, estamos de todos modos ante la inevitable e imponente necesidad
de pensar las limitaciones y contradicciones de esta forma económica y social.
El análisis comparativo de las dos obras filosóficas mencionadas, pretende ser
un aporte a este pensar, dejar atrás la fe ciega en las ideologías hoy
dominantes y sólo en apariencia permanentes.