Eric Hobsbawm ✆ Castino |
Eric Hobsbawm | Estamos
aquí para discutir temas y problemas de la concepción marxista de la historia,
cien años después de la muerte de Marx. Éste no es un ritual de celebración de
su centenario, pero sí es importante que comencemos por recordar el papel único
de Marx dentro de la historiografía. Lo haré sencillamente por medio de tres
ilustraciones. La primera es autobiográfica. Cuando yo era estudiante en
Cambridge en los años treinta, muchos de los hombres y mujeres más aptos se afiliaron
al Partido Comunista. Pero como ésta era una época muy brillante en la historia
de una universidad muy distinguida, muchos de ellos estaban profundamente
influidos por los grandes nombres a cuyos pies nos sentábamos. Allí, entre los
jóvenes comunistas, solíamos decir en broma que los filósofos comunistas eran wittgensteinianos, los economistas
comunistas eran keynesianos, los estudiantes
comunistas de la literatura eran discípulos de F .R. Leavis. ¿Y los historiadores?
Eran marxistas, porque no había ningún historiador que conociéramos en Cambridge,
ni en ninguna otra parte ―y conocíamos a
algunos grandes, como Marc Bloch― que pudiera competir con Marx como maestro y
como inspiración. Mi segundo ejemplo es similar.
Treinta años después, en 1969, Sir John Hicks, ganador del
premio Nobel, publicó su Teoría dela Historia Económica. Escribió: “La mayoría de aquellos [que deseen otorgar
un lugar al curso general de la historia] usarían las categorías marxianas, o
alguna versión modificada de ellas, ya que no hay muchas versiones alternativas
disponibles. Sin embargo, sigue siendo extraordinario que cien años después de Das
Kapital [...] no haya surgido mucho más” 1
Mi tercera ilustración proviene del espléndido libro de
Fernand Braudel El capitalismo y la vida material, un libro cuyotítulo mismo
indica un vínculo con Marx. En ese ilustre trabajo se alude a Marx más que a
ningúnotro autor, más aún que a cualquier otro autor francés. Un tributo de
esta naturaleza de un país no muy dado a subestimar a sus pensadores
nacionales, es en sí impresionante.