Ariel Mayo
Göran Therborn (1) es autor de una obra sobre los orígenes
de la sociología que merece ocupar un lugar destacado en los trabajos sobre la
historia de la teoría social. Se trata de Ciencia,
clase y sociedad: Sobre la formación de la sociología y del materialismo
histórico, Madrid, 1980, Siglo XXI (Traducción española de Santos Juliá
Díaz). (2) El capítulo 6 del libro de Therborn (Luchas obreras y rupturas
teóricas: La formación social y teórica del materialismo histórico) está
dedicado a los orígenes del marxismo, proyecto teórico y político contrapuesto
al de la sociología. Presento a continuación una ficha de lectura dedicada al
tratamiento por Therborn de la influencia de la filosofía hegeliana en dichos
orígenes.
El Materialismo Histórico surgió hacia
1845, con la redacción por Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895)
del manuscrito de La Ideología alemana.
(p. 317 y 353). Therborn propone distinguir tres componentes básicos en la
formación del Materialismo Histórico:
1. La existencia de un tipo particular de intelectuales radicalizados,
consecuencia de la combinación del subdesarrollo económico y político de
Alemania (producto del fracaso de la Revolución Burguesa) y la experiencia de
los países desarrollados de Europa occidental (Inglaterra y Francia). Estos
intelectuales fueron los Jóvenes Hegelianos quienes se desempeñaron como
mediadores entre el “sentido teórico” del pueblo alemán y la clase obrera real.
Los Jóvenes Hegelianos realizaron dos contribuciones al surgimiento del Materialismo Histórico: a) dedicación a la teoría abstracta y a la investigación seria. Ambas cualidades eran el resultado de la cultura universitaria alemana de comienzos del siglo XIX; b) su cualidad de intelligentsia radical y alienada, conformada por publicistas “libres” y, con frecuencia, perseguidos. No disfrutaba de seguridad académica (pp. 322-324).
Therborn destaca que la influencia de los Jóvenes Hegelianos
en la génesis del Materialismo Histórico constituyó “un componente social de una importancia
fundamental en la formación de Marx y en medida algo menor, de Engels (p. 324).
No fue sólo un componente meramente ideológico. Nuestro autor equipara, más
adelante, a los Jóvenes Hegelianos con
los bolcheviques rusos. (p. 333).
2. Encuentro y unión de parte de los intelectuales
radicalizados con la clase obrera (con la parte revolucionaria del movimiento
obrero). Hay aquí una diferencia decisiva con la sociología académica y con
otras corrientes radicales posteriores. En la coyuntura política pueden
distinguirse tres elementos que potenciaban dicho encuentro:
a) Revolución Burguesa como fenómeno político actual (no sólo el recuerdo de 1789, sino la Revolución de 1830 y la reforma electoral inglesa de 1832);
b) fracaso de la Revolución Burguesa en Alemania (ofensiva de Federico Guillermo IV, rey de Prusia, contra los liberales y los Jóvenes Hegelianos en 1842-1843);
c) aparición del proletariado con sus propias reivindicaciones (cartismo inglés; insurrecciones de los obreros de Lyon en 1831 y 1834; rebelión de los tejedores de Silesia en 1844). (pp. 324-325).
Therborn plantea que “la
unión de la teoría materialista histórica y el movimiento obrero es la esencia
del marxismo” (p. 325; el subrayado es del autor).
Marx y Engels tuvieron que aprender del proletariado:
a) el mundo real en su concreta materialidad;
b) descubrir la lucha de clases; c) la lucha organizada y revolucionaria de la clase obrera. (p. 326-332). Ya en La Ideología alemana, Marx y Engels fijaron el papel de la teoría, que era servir al proletariado mediante la clarificación de los antagonismos de clase. (p. 333).
Es importante indicar que Marx y Engels no sólo fueron
intelectuales orgánicos de la clase obrera - en el sentido gramsciano del
término -, sino que desde el principio participaron como comunistas
revolucionarios en la actividad organizativa. Esta es la divisoria de aguas con
la sociología: “[Ambas] son reflexiones
sobre el capitalismo y la sociedad burguesa. Ambos expresan a su modo la
desilusión producida por la revolución burguesa, a través de una intelligentsia
desarrollada. (...) No hay ni un sólo sociólogo importante en el mundo
capitalista que, como tal sociólogo, se haya formado en un movimiento obrero
militante y haya tomado parte en él.” (p. 334).
3. La filosofía de la izquierda hegeliana, mediación
intelectual mediante la cual Marx y Engels procesaron sus experiencias. Según
Therborn, “favorecía mucho más el
desarrollo de un discurso teórico sistemático sobre la sociedad que las
respuestas relativamente efímeras de la agitación por cuestiones parciales, el
periodismo y la literatura.” (p. 317).
Marx, inicialmente un idealista objetivo, rompió con el
idealismo en el período que va de 1843 a 1845/46. En ese camino, cuyo punto
culminante es La Ideología Alemana,
rompió con dos líneas de comunicación posibles con la incipiente sociología:
a) el determinismo idealista de la escuela histórica del Derecho;
b) el determinismo idealista de Hegel, con su “espíritu del pueblo”. (pp. 337-343). Therborn resalta la importancia fundamental de la distinción hegeliana entre Estado y sociedad civil para el descubrimiento marxiano “de la sociedad como una realidad empírica regida por leyes” (p. 343).
La superación del idealismo hegeliano fue un proceso
complejo. En primer lugar, un desarrollo materialista de la mencionada
distinción hegeliana, lo llevó a los utilitaristas franceses e ingleses del
siglo XVIII y a los economistas liberales. En este punto, comenzó a desarrollar
la noción de alienación: “Un desarrollo
continuo y lineal desde la concepción hegeliana de sociedad civil, la esfera de
las necesidades y el egoísmo individual hasta la economía habría exigido
centrarse en la competencia y en la división del trabajo como hecho económico
fundamental - esto es, el descubrimiento del mercado- y en la guerra de todos
contra todos como blanco fundamental de la crítica social.” (p. 346).
Therborn opina que el concepto de alienación del hombre oscureció en este
período el pasaje desde la sociedad civil a la crítica de la economía política.
(p. 347).
Hasta noviembre de 1844, un poco después de la publicación
de La Sagrada Familia, la teoría de
Marx y Engels era una mezcla de humanitarismo, utilitarismo y socialismo. (p.
350). La ruptura (o el pasaje a posiciones definidamente socialistas) se dio en
La Ideología alemana, donde la
estructura económica de la sociedad y la lucha de clases determinada por
aquélla aparecen en el centro de la nueva teoría. En esta obra, Marx y Engels,
“rompen con ese tipo de teoría de la
sociedad basada en la idea de sujeto soberano y creador del mundo, sea un
hombre, una nación, una clase o cualquier otra cosa. La nueva ciencia del MH se
centra en la totalidad social compleja ya dada, el mundo “mundo ya existente”, su estructura, sus efectos sobre
los hombres que en él viven, sus “leyes
de movimiento” y su
posible transformación.” (p. 352-353).
Notas
(1) Therborn es un sociólogo sueco, nacido en 1941 en
Kalmar. Realizó sus estudios en la Universidad de Lund, donde se doctoró en
1974. Desarrolló toda su carrera profesional en Gran Bretaña; profesor de
Sociología en la Universidad de Cambridge; publicó sus obras en idioma inglés,
entre las que se destacan: What Does the
Ruling Class do When it Rules?: State
Apparatuses and State Power under Feudalism, Capitalism and Socialism
(Londres, Verso, 1978); The Ideology of
Power and the Power of Ideology (Londres, Verso, 1980).
(2) Fue redactado en la primera mitad de los años ‘70 del
siglo pasado (el prefacio está fechado en Gotemburgo en septiembre de 1975) y
publicado por primera vez en inglés en 1976: Science, Class and Society,
Londres, Verso.
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