Georg Wilhelm Friedrich Hegel ✆ A.d. |
Juan Dal Maso
El surgimiento y potente desarrollo del idealismo alemán es
inseparable de la política del despotismo ilustrado de la segunda mitad del
Siglo XVIII. Nos referimos en especial a Federico II de Prusia, que durante su
reinado (1740-1786) instituyó una serie de reformas a fin de modernizar el
Estado, evitando de ese modo el surgimiento de un movimiento de Ilustración
radicalizado como el que diera sustento ideológico a la Revolución Francesa.
Sus ideas, algunas de ellas bien expresadas por Kant en su conocido texto “Qué es la ilustración”, podían
resumirse en: educación del pueblo, libertad de conciencia contra el predominio
de la Iglesia, reducción de los abusos de autoridad, abolición de la tortura,
reconocimiento de la igualdad ante la ley, entre otras.
Entre las reformas promovidas por Federico II se incluyó la
conformación de un sólido sistema educativo y el fomento de las ciencias y las
artes. Esta política tuvo como resultado el desarrollo de amplias camadas de
intelectuales, con mucho tiempo para pensar y no tantas cosas para hacer, dado
el carácter “primitivo” del desarrollo capitalista germano.