15/8/16

Dialéctica y marxismo: el joven Hegel

Georg Wilhelm Friedrich Hegel
 ✆ A.d.
Juan Dal Maso
El surgimiento y potente desarrollo del idealismo alemán es inseparable de la política del despotismo ilustrado de la segunda mitad del Siglo XVIII. Nos referimos en especial a Federico II de Prusia, que durante su reinado (1740-1786) instituyó una serie de reformas a fin de modernizar el Estado, evitando de ese modo el surgimiento de un movimiento de Ilustración radicalizado como el que diera sustento ideológico a la Revolución Francesa. Sus ideas, algunas de ellas bien expresadas por Kant en su conocido texto “Qué es la ilustración”, podían resumirse en: educación del pueblo, libertad de conciencia contra el predominio de la Iglesia, reducción de los abusos de autoridad, abolición de la tortura, reconocimiento de la igualdad ante la ley, entre otras.

Entre las reformas promovidas por Federico II se incluyó la conformación de un sólido sistema educativo y el fomento de las ciencias y las artes. Esta política tuvo como resultado el desarrollo de amplias camadas de intelectuales, con mucho tiempo para pensar y no tantas cosas para hacer, dado el carácter “primitivo” del desarrollo capitalista germano.

El regreso del marxismo al debate ambiental: ¿por qué Marx?

La crítica ecológica en Marx desapareció entre 1930 y 1960. Hoy son incontables los estudiosos marxistas del asunto, para quienes la relación entre naturaleza y sociedad es vista como coevolutiva.

Gilson Dantas
El tema de la crítica ecológica en Marx prácticamente desapareció de la literatura marxista entre fines de la década de 1930 y la década 1960. El notable estudio del marxista británico Christopher Caudwell sobre biología/ecología, por ejemplo, solo sería publicado en 1986, medio siglo después, debido a las resistencias estalinistas del PC inglés. El británico tenía una completa claridad sobre el carácter inseparable y coevolutivo de la relación entre seres humanos y naturaleza. Y según E. P. Thompson, tuvo el mérito de trascender el positivismo del marxismo estalinizado de su momento sin caer en un sesgo idealista, pues nos recuerda John B. Foster, que hasta un pensador de la talla de György Lukács tendía a adoptar la postura de no ver ninguna dialéctica en la naturaleza.

Después de la Segunda Guerra Mundial podemos encontrar al marxista norteamericano Paul Swezzy adoptando un determinado enfoque ecológico de la economía, desde su Teoría del desarrollo capitalista hasta su artículo con Paul Baran, en la Monthly Review de septiembre de 1989, titulado Socialismo y ecología. De todas formas, en la década de 1960 el tema ambiental no poseía en absoluto aun la visibilidad actual, y tampoco la devastación ecológica había alcanzado los niveles de hoy, graves y globalmente amenazadores. Otras obras de época fueron más influyentes, como Primavera silenciosa de Rachel Carson, publicada en 1962 en Estados Unidos, con edición brasilera en 1964.