30/5/16

Partido, clase y marxismo: ¿Era Kautsky “leninista”?

Lenin ✆ Serguey Polischuk
Eric Blanc   /   En los últimos años, los socialistas han discutido encarnizadamente sobre la cuestión de los llamados “partidos amplios”. Muchos han defendido que hay que desechar el modelo "leninista" en favor de formaciones más amplias, como Syriza, Podemos, el Partido Laborista británico, los Verdes, etc. Otros han rechazado participar en este tipo de organizaciones, con el argumento "leninista" de que la construcción de partidos marxistas revolucionarios independientes sigue siendo la tarea de organización estratégica de los socialistas. Entrelazado con este debate ha habido una seria reevaluación del propio "leninismo". En particular, después de la publicación del monumental Lenin Rediscovered de Lars T. Lih, se han abierto algunas grandes interrogantes: ¿Rompió Lenin en la teoría y / o práctica con la estrategia "ortodoxa" articulada por el teórico marxista Karl Kautsky? ¿Fueron los bolcheviques, en otras palabras, un "partido de nuevo tipo"?

  English
Por desgracia, el debate ha pasado por alto hasta ahora una de las obras de Kautsky más reveladores sobre la construcción del partido revolucionario, su artículo de 1909 "¿Sectas o partidos de clase?". El artículo merece llegar a un público más amplio, ya que aclara la estrategia del Kautsky revolucionario (es decir, antes de su capitulación posterior ante la burocracia del partido alemán) y porque perspicazmente pone en cuestión las orientaciones políticas problemáticas que se han convertido en hegemónicas entre los socialistas de hoy. 

28/5/16

Dalla filosofia alla concezione materialistica della storia — Appunti per una introduzione alla concezione materialistica della storia

Karl Marx
✆ Natalia Rizzo 
Antiper   |   Sul rapporto tra marxismo e filosofia sono state scritte intere biblioteche. Il “dilemma” è ricondotto alla questione, posta dai filosofi “di professione”, dell’insufficiente, nascosto, frainteso o addirittura mistificato “statuto filosofico” del marxismo. Nel parlare di marxismo e filosofia si va da chi afferma che il vero problema del marxismo è l’assenza di uno spazio filosofico specifico a chi afferma che un po’ di buona filosofia c’è, ma bisogna disseppellirla da sotto una montagna di deformazioni economicistiche, storicistiche, umanistiche, a chi sostiene che in Marx è posto in modo esauriente il problema filosofico fondamentale. E così via.

Più in generale i filosofi vogliono più filosofia. E' normale: gli economisti vogliono più economia, i sociologi più sociologia, ecc… Raramente si ricorda che una delle acquisizioni fondamentali di Marx consiste proprio nel superamento della divisione disciplinare della conoscenza (si potrebbe dire, della “divisione del lavoro nel campo della conoscenza”) e nell’inaugurazione di un nuovo approccio ai problemi filosofici, economici, storici, sociali, ecc…
«il marxismo non si lascia collocare in nessuno dei comparti tradizionali del sistema delle scienze borghesi, e anche se si intendesse approntare appositamente per esso... un nuovo comparto chiamato sociologia, esso non vi rimarrebbe tranquillamente, ma continuerebbe a uscirne per infilarsi in tutti gli altri. “Economia”, “filosofia”, “storia”, “teoria del diritto e dello Stato”, nessuno di questi comparti è in grado di contenerlo, ma nessuno di essi sarebbe al sicuro dalle sue incursioni se si intendesse collocarlo in un altro» [1].

10/5/16

Marx e la rivoluzione del 1848

Karl Marx
✆ Matson - The N.Y. Observer
Irene Viparelli   |   Che influenza ebbe la rivoluzione europea del 1848 sulla teoria marxiana? Quale fu il suo contributo specifico? In che misura fu un evento determinante? La strada maestra per addentrarsi nel cuore di questo problema sembra essere fornita dal temporaneo abbandono della militanza politica, compiuto da Marx agli inizi degli anni Cinquanta. Sicuramente il mutamento del contesto storico, la vittoria della controrivoluzione in tutta Europa, la repressione, l’esilio londinese furono tutti fattori che ebbero un’importanza decisiva. Vi fu però anche una motivazione squisitamente teorica, un radicale mutamento nella prospettiva strategica marxiana1.
«Nel caso di una battaglia contro un nemico comune non c’è bisogno di nessuna unione speciale. Appena si deve combattere direttamente tale nemico, gli interessi dei due partiti coincidono momentaneamente, e, com’è avvenuto sinora così per l’avvenire, questo collegamento, calcolato soltanto per quel momento, si ristabilirà spontaneamente»2.
L’imperativo dell’alleanza di tutte le forze democratiche, centrale nel Manifesto, sembra ormai, dopo la rivoluzione, avere ben poco di strategico; il vero compito dei comunisti rivoluzionari è piuttosto la lotta proprio contro queste alleanze ibridatrici che, lasciando evaporare le differenze di classe, dissolvono l’autonomia del proletariato e ne distruggono la coscienza e la forza rivoluzionaria.

9/5/16

Nietzsche, ¿lector oblicuo de Marx? — II

Friedrich Nietzsche
✆ Shigeru Ito 
Nicolás González Varela   /   Debemos señalar que aunque el Nietzschéisme haya sostenido su tesis sobre el radical olimpismo de Nietzsche, su señorial indiferencia por las cuestiones sociales o políticas, e independientemente de nuestra disposición hermeneútica, es una proposición insostenible. El mismo Nietzsche consideraba a la Cuestión Social, a la Soziale Frage de la época, como una de las consecuencias fundamentales de la décadence burguesa, precisamente uno de los problemas que más le acuciaba resolver, ya que el Nihilismo no era más que su lógica. Como Nietzsche afirmaba, no sólo de ha de luchar contra los estados que son la consecuencia de toda la miseria presente de la “degeneración”, cuyo modelo germánico es el Volkstaat de Bismarck, sino que “toda la décadence que ha habido hasta ahora continúa estando pendiente, es decir, sigue viva. Una tal aberración total de la Humanidad en sus instintos fundamentales, una tal décadence total del juicio de valor es el signo de interrogación par excellence, el auténtico enigma que el animal ‘humano’ le plantea al filósofo”.[1] La “Cuestión Social”, y, por ende y con ella, el propio Marx, es una parte arquitectónica fundamental del enigma moderno. La crítica al Nihilismo exige para Nietzsche, en cuanto Medicina cultural, el conocimiento y la correcta evaluación no sólo de la “Cuestión Social” en tanto síntoma, sino de sus consecuencias (Folgen) más perversas, como el Anarquismo o el Socialismo. Dicho con sus propias palabras: toda Filosofía “práctica” debe pasar en seguida a primer plano en “situaciones de emergencia”, como la de la Modernidad. “Se puede ver que lo que combato”, dirá Nietzsche tardíamente, “es el optimismo económico”. Para disputar a los denostados “socialistas sistemáticos” (socialistischen Systematiker) se necesita conocer a fondo la racionalización de esta degeneración para enfrentarla en forma de un Contramovimiento, un Gegenbewegung. ¡Guerra a todos los presupuestos con los que se ha fingido un mundo verdadero! grita el filósofo del martillo. La Voluntad de Verdad es en el fondo Voluntad de Poder. Es Nietzsche mismo quién niega y reniega su aparente olimpismo filosófico con respecto al Mundo histórico.[2]

5/5/16

El Shakespeare de Marx

Karl Marx & William Shakespeare
Sean Ledwith   |   Mientras el establishment político y cultural de Gran Bretaña se prepara para regodearse en el 400 aniversario de la muerte de Shakespeare, una alternativa adecuada para los socialistas sería considerar el notable papel que el poeta y dramaturgo tuvo en el desarrollo de las ideas de Karl Marx. Antes de que caer en la verborrea patriotera, rosa y sin sentido sobre el “Dulce Cisne de Avon”, puede ser instructivo seguir la influencia del dramaturgo a lo largo de la carrera intelectual de Marx, desde sus primeros movimientos en la disidencia como un adolescente hasta la disección que hizo del capitalismo, ya madura, contenida en El Capital.

La élite intentará, predeciblemente, promover una narrativa de Shakespeare como un defensor apolítico y pintoresco de una “Alegre Inglaterra”, desprovisto de cualquier mensaje de tipo radical o subversivo. Marx, por el contrario, estuvo siempre atento al potencial disidente de una voz singularmente dotada, que vivió en la cúspide de las transformaciones que catapultaron a Inglaterra, en su modernidad temprana, desde el feudalismo hacia la época capitalista.

4/5/16

Karl Marx, el pensador más poderoso del mundo del trabajo

José Martí
✆ José Luis Fariñas
Ernesto Wong Maestre   |   Leer a Noam Chomsky, Jürgen Habermas o Atilio Borón opinar sobre Carlos Marx, después de más de un siglo de publicaciones marxistas sobre el Prometeo de Tréveris o gran compañero de Federico Engels, sigue siendo muy interesante,  por esas peculiares interpretaciones de sus escritos y de los contextos en que fueron hechos. Y aprecio muy interesante también, para comprender cómo construir el socialismo del siglo XXI,  leer hoy al entonces destacado escritor cubano José Martí (posterior líder independentista) opinando sobre Carlos Marx el 29 de marzo de 1883, a solo quince días de haber fallecido el filósofo alemán de los trabajadores.

Recordemos que Marx nació el 5 de mayo de 1818 y todavía muy joven hizo una reflexión pública que merece toda su atención, en el esfuerzo que a diario hacemos para enfrentar las guerras económica y psicológica que la burguesía lleva cabo contra el pueblo, apoyándose en esa contradicción humana entre lo individual y lo social del ser. “Si el hombre solo se preocupa de sí mismo, puede llegar a ser un famoso erudito, un gran sabio, un excelente poeta, pero nunca un hombre grande y perfecto”. Para Marx, la grandeza y la perfección la alcanza el ser humano en tanto ser social y con conciencia social, es decir, en ser un revolucionario, que es –como decía el Che Guevara- sentir en la propia mejilla el golpe dado a la mejilla de otro hombre. 

1/5/16

Dossier: Zygmunt Bauman & Karl Marx

Zygmunt Bauman
✆ Hugo Enio Braz
Nuova ossessione anticapitalista — Il terzomondismo frivolo di Baumann (e compagni) confutato con le parole di Marx

Luciano Pellicani   |   Il sociologo polacco Zygmunt Baumann, classe 1925, ha acquistato notorietà internazionale con una serie di saggi nei quali la modernità viene descritta come un perverso sistema che tutto manipola e corrompe. “Nella sua forma attuale permanentemente negativa – questa la tesi che ha ribadito innumerevoli volte – la globalizzazione è un processo parassitario e predatorio, che si nutre della forza succhiata dai corpi degli stati-nazione e dei loro sudditi”. E questo perché “il capitalismo non può sopravvivere senza le economie non capitalistiche: esso è in grado di progredire, seguendo i propri princìpi, fintanto che vi siano terre vergini aperte all’espansione e allo sfruttamento; ma non appena le conquista per poterle sfruttare, le priva della verginità precapitalistica e così facendo esaurisce le fonti del proprio nutrimento.”

Il capitalismo, per dirla crudamente, è in sostanza un sistema parassitario. Come tutti i parassiti, può prosperare per un certo periodo di tempo quando trova un organismo non ancora sfruttato del quale nutrirsi. Ma non può farlo senza danneggiare l’ospite, distruggendo quindi, prima o poi, le condizioni della sua prosperità o addirittura della sua sopravvivenza”.