26/2/15

Karl Marx contra Louis Althusser

Domenico  Losurdo   |   El joven Marx acusa a la sociedad de su tiempo  como “negación del humanismo positivo (positiver Humanismus), del “ humanismo  cabal” (vollendeter  Humanismus) (2) y el “ humanismo real” (realer Humanismus) (1) Formula su programa revolucionario enunciando  un “imperativo categórico  de echar por tierra todas aquellas relaciones en que el hombre es un ser degradado, sojuzgado, abandonado y despreciable” (3). Hay que acabar con un orden social en el que el hombre “está bajo el dominio  de relaciones y elementos inhumanos” (y no logra ser todavía “ un real entre genéricos ”(4) Para Louis Althusser estas formulaciones son ingenuidades ideológicas, felizmente superadas por el Marx ,maduro, más o menos  a partir de 1846 cuando se produjo la “ruptura epistemológica”  y la retórica humanista, ayuna de la lucha de clases, habría dado paso al materialismo histórico  o , mejor dicho, a la ciencia de la historia.

Es una interpretación, que en el plano filosófico adolece de confundir la lucha por el reconocimiento y la inclusión real del esclavo o semiesclavo  en la categoría de hombre con un humanismo edificante que desconoce o aparta el conflicto social. En realidad hemos visto como el joven Engels invita al obrero  a “salvar su humanidad” mediante la “rebelión contra la burguesía”,  es decir no con llamamientos morales  genéricos e indefinidos sino con una concreción política, con el cuestionamiento de un sistema social bien definido. Y La Ideología Alemana se burla de Max Stirner quien había dicho que “los negros protagonistas de la revolución de Haití y los negros cimarrones de todas las colonias no quieren  liberarse a sí mismos sino al hombre” (5)

El humanismo solo es real cuando sabe delimitar y concretar la universalidad en luchas determinadas. A Ruge, que ensalza la revolución de 1848 como la “más humana en sus principios”, Engels le objeta que lo es porque “esos principios han nacido del encubrimiento de intereses opuestos”, del conflicto entre el proletariado y la burguesía capitalista. Por otro repetir (en septiembre del mismo años)  “visiones filantrópicas y frases sentimentales sobre la fraternidad “solo sirve para embellecer “el canibalismo de los crueles vencedores de las jornadas   de junio en Paris  y los antagonismos que siguen  estallando” (6) .En  Marx y Engels el reclamo al concepto universal de hombre y la lucha por el reconcomiendo  va a la par  con la crítica del humanismo  edificante.

La tesis de Althusser  tampoco convence en el plano más  estrictamente filológico.  La presunta retoricas “humanistas” con fuerza en el discurso sobre el libre cambio que pronuncia Marx en Bruselas a comienzos de 1848 y que condena el capitalismo porque quiere reducir al mínimo los costos “para mantener esa máquina que se llama obrero”.( A su vez el manifiesto del partido comunista llama a echar por tierra un sistema, el capitalista, que desconoce la dignidad de la gran mayoría de la población: se acusa a unas relaciones socio0ecoinomicas que implican “la transformación en maquina” de los proletarios degradados desde la niñez a W” simples  artículos de comercio e instrumentos de trabajo”. A  “mero accesorio de la maquina”, apéndice “dependiente e impersonal” del capital “independiente y personal”. (7)

Cierto es que el manifiesto, según el filósofo francés corresponde a las obras “de maduración teórica” y no a las” obras de la madurez” plena. Veamos ahora en qué términos censura el sistema capitalista en 1865. Salario, precio y ganancia: “El tiempo es el espacio en que se desarrolla el hombre.  Un hombre que no dispone de ningún tiempo libre, que durante toda su vida, salvo  en las pausas puramente físicas del sueño, las comidas, etc, está absorbido por su trabajo para el capitalista, es menos que una bestia d carga. Físicamente destrozado y espiritualmente embrutecido, es una simple máquina para producir riqueza ajena.”(8)

Estamos en presencia  de un sistema- reitera el capital que no deuda en sacrificar vidas humanas  todavía en formación e incapaces de defenderse: tal es el “gran rapto herodiano de los niños cometido por el capital en los comienzos del sistema de fábricas en las casas de los pobre sy orfanatos, mediante el cual se incorporó un material humano carente por completo de  voluntad”. (9) Terribles son los cotos humanos del capitalismo. Piénsese en la formación de la industria textil en Inglaterra : la metería prima se consigue acercando y destinando a  pasto las tierras comunes que aseguraban la subsistencia  a grandes masas  que, al ser expropiadas, están condenadas al hambre  y la desesperación, de modo  que, por usar la expresión de Thomas Moro recogida por Marx. “las ovejas devoran a los hombres”. (MEW 23,747,n193)

No es un capítulo de historia   pasada que se impute al proceso de formación del capitalismo. También en su forma madura este sistema se caracteriza por un afán de ganancia que conlleva  “un derroche de vida humana  digno de Timur-Tamerlan” .(10))Si, “con todo y su cicatería”  la producción capitalista es “en general muy prodiga en material humano es , “ dilapidadora de hombres”, se caracteriza por “ la disipación de la vida y la salud de los obreros”. (11))En resumen, el capitalismo “sanciona el dominio de la cosa sobre el hombre”, implica la transformación  de los obreros en “máquinas de fuerza-trabajo”, y también la transformación de los niños, “de hombres que aún no han llegado  a la mayoría de edad en máquinas para la producción de plusvalía” sin preocuparse  lo mas mínimo por “ la atrofia moral  y la “esterilidad intelectual” consiguientes.(12). La sociedad burguesa gusto de alabarse a si misma como un verdadero Edén de los derechos innatos del hombre”  cuando realmente en su ámbito  el “trabajo humano”, es más, “el hombre como tal (…) desempeña una función miserable” (13). En cuando pasamos de la esfera de la circulación a la de la producción nos percatamos de que,. Lejos de ser reconocido en su dignidad de hombre el obrero asalariado “lleva al mercado su prop0ia piel y solo le cabe esperar que…se la curtan” (15). Si Engels al describir la Situación de la clase obrera en Inglaterra denuncia como hemos visto “el comercio indirecto de carne humana”  que ejercen los capitalista”, El Capital llama la atención sobre “ el tráfico de carne humana” semejante al de los esclavos negros que se sigue practicando en Inglaterra , país modélico en aquel momento del desarrollo capitalista y la tradición liberal  (17).

La crítica de los procesos de deshumanización propios del capitalismo resuena con más fuerza cuando Marx habla de la suerte reservada a los pueblos colonizados: con “la aurora de la era de la producción capitalista” África se convierte en un “coto de caza para los mercaderes de pieles negras”  (16). Vayamos ahora a Asia  y al imperio colonial holandés: aquí funciona el “sistema de robo de hombres en las Celebes para proveer de esclavos a Java”, con “ladrones de hombres” (Menschenstehler) “adiestrados para tal fin “ (18). Todavía a mediados del siglo XX vemos que Estados Unidos el esclavo negro esta tan deshumanizado por sus amos que se convierte en una “simple propiedad” como las demás unh “ganado humano” o un “bi9en mueble de color negro” (19). La reducción a mercancía es tan completa que algunos Estado se especializan en la “cría de negros” (Negertzught)(20), o – Marx recoge la expresión inglesa –breeding of slaves– (21), renunciando a los artículos de exportación tradicionales, estos Estados “ crían esclavos”  en calidad de mercancías de exportación  (22). Por otro lado, la ley de devolución de esclavos fugitivos convierte a los propios ciudadanos del Norte en “cazadores de esclavos “(23). El” ganado humano” domestico convertido en caza: un paso más en el proceso de deshumanización.

Como vemos, también en los escritos de madurez de Marx es frecuente el motivo critico que reprocha a la sociedad burguesa la reducción  de la gran mayoría de la humanidad a “maquinas”, “ instrumentos de trabajo”, “ mercancía” que se puede derrochar tranquilamente, “ artículos de comercio” y de “ exportación”, “ bien mueble”, ganado de cría, caza, piel  que se caza y piel que se curte.

La denuncia del anti humanismo del sistema capitalista no ha desaparecido, ni puede desaparecer, porque está en el centro del pensamiento marxiano: la comparación, tan importante para él, entre esclavitud moderna y esclavitud antigua, entre esclavitud asalariada y esclavitud colonial,  señala la permanencia en el ámbito del capitalismo del proceso de cosificación que se expresa con toda  su crudeza en la relación con el esclavo propiamente dicho. El análisis científico y la condena moral están fuertemente entrelazados, y este nexo es el único que puede explicar5 la llamada a la revolución.  Por verídica e implacable que sea, la mera descripción de la sociedad existente no puede estimular la acción para derribarla si n es mediante la condena mortal; y si esta condena es tan fuerte se debe a que el  orden sociopolítico analizado  y reprobado es culpable, no solo y no tanto de cometer ciertas injusticias, sino de despreciar la dignidad humana  de toda una clase social y de los pueblos colonizados en conjunto, que en última instancia constituyen la gran mayoría de la humanidad.

Partiendo de este hecho, la realización de un orden nuevo pasa a ser un “imperativo categórico” tanto en los escritos juveniles como en los de madurez.  Si las Tesis sobre Feurbach terminan criticando los filosofos que se muestran incapaces de transformar un mundo en que se sojuzga y humilla al ahombre, El capital es una “critica de la economía política”- como reza el subtítulo- también en el plano moral: se critica al “economista político” no solo por sus errores teóricos sino también por su “ estoica imperturbabilidad”, es decir, por su incapacidad de indignación moral ante las tragedias causadas por la sociedad burguesa (24). En una palabra ¡Es difícil imaginar un texto tan cargado de indignación moral como el primer libro de El capital!  La continuidad en la evolución de Marx  es evidente y lo que Althusser describe como ruptura epistemológica solo es el paso a un plano en el que la condena moral de los procesos de cosificación propios de la sociedad burguesa y de su anti humanismo se expresa de un modo más sistemático y elíptico.

Ciertamente, el filósofo francés admite que también puede haber un “ humanismo revolucionario”  ( Althusser , Balibar 1968,p 150), pero sobre este aspecto es muy dubitativo, con lo que dificulta la comprensión de la lucha de clases como luchas por el reconocimiento;  si,  luchas por el reconocimiento es la lucha de lacases de los esclavos ( y de los pueblos coloniales o de origen colonial)  que es el sujeto social expuesto a la deshumanización mas explicita y radical; lucha por el recomiendo es también la lucha de clases cuyos protagonistas son los proletarios de la metropo0licapitalista, ellos mismos considerados por la ideología dominante meros instrumentos de trabajo o “ maquinas bípedas”; y lucha por el reconocimiento es la lucha de clases de las mujeres que cuestionan, combaten y liquidan la esclavitud domestica a las que las somete la familia patriarcal.

Vemos pues, hasta qué punto es inadecuada y engañosa la lectura puramente economicista de la teoría marxiana del conflicto.

1.- ( MEW 2,7).2.- (MEW 1 ,583 y 536)  3.- MEW,1,385).4.- (  NEW 1,360).5.- (MEW 3,290).6.- ( Mew 5,358).7.- (MEW 4,476)8.- MEW 16,144)9.- MEW 23,425)  10.- ( MEW 23,279 n 10311.- MEW 25,97,99,10212.- M MJEW23,189 y 5913.-EW 23, 262 y 421-42214.- MEW 4,450)15.- MEW 23,19116.- MEW 27,77917.- MEW 23,28318.- MEW  23,78019.- MEW 15,333,23282,30,29020.- NEW 23,4721.- MEW 23,7y8022.- MEW 15,33623.- MEW 15,333.-24 MEW 232,313)

Domenico Losurdo: “La lucha de clases.  Una historia política y filosófica” El viejo Topo, 2014.