6/2/15

Crítica a una sección de ‘Valor, Capital industrial y Renta del suelo’ de Esteban Ezequiel Maito

Karl Marx ✆ Allan Cavanagh
Alan Deytha Mon & A. Sebastián Hdez. Solorza   |   Nos agrada de sobremanera que Esteban Ezequiel Maito se interese por un tema esencial como el que se discute en este espacio y  compartimos un punto muy especial: definir la magnitud del valor como el cociente entre el tiempo total de trabajo desempeñado y la cantidad total de mercancías producidas. Ahora bien, nuestro objetivo es presentar una breve crítica del primer apartado de su artículo en proceso “Valor, Capital industrial y Renta del Suelo” hasta el cuadro N° 4. Esto para poder lograr una discusión más a fondo sobre el tema de la plusvalía extraordinaria. Debemos aclarar que defendemos la postura de la transferencia como explicación de la plusvalía extraordinaria de acuerdo a como se ha desarrollado en Crítica a la interpretación que hace Rolando Astarita de la Plusvalía Extraordinaria. Exposición de la Teoría marxista del valor.

Consideramos que son 4 los errores principales en los que incurre Esteban Ezequiel Maito: 1) No tomar en cuenta el fundamento de la definición de la magnitud del valor; 2) Tomar en cuenta todas las variables en términos de unidades de tiempo únicamente y no en términos de dinero; 3) No considerar el proceso de Inversión, compra de elementos de producción (fuerza de trabajo y medios de producción), producción, venta de mercancías e ingresos que Marx resumía en: D – M – D’ y 4) Considerar que la relación oferta-demanda determinan la magnitud de valor.

Estos 4 errores se encuentran estrechamente relacionados. La crítica debe comenzar con una aclaración muy importante que se presenta desde el resumen, donde dice:
“La confusión entre condiciones de producción particulares y sociales a nivel de una rama lleva a confusiones sobre el carácter social del valor, y en consecuencia a afirmar que capitales con distintas productividades al interior de una rama generan el mismo valor por hora trabajada.”
Nos parece incorrecto lo que Esteban Ezequiel Maito asevera ya que, al ser la magnitud del valor un resultado de las condiciones sociales (medias) prevalecientes en un sector dado, no se puede llamar “valor” a la cantidad de tiempo individual que cada productor requiere para generar una mercancía (Tiempo de Trabajo Necesario individual) y sin embargo usted llama a esto valor. Esta podría aparentar ser una crítica superficial y referirse únicamente a cuestiones terminológicas, sin embargo va más allá que eso. Lo que Maito llama “valor individual” es en realidad el TTN (Tiempo de Trabajo Necesario) de cada empresa y es la cantidad de tiempo que requiere la empresa para producir una unidad de producto y lo que él llama “valor social” es el TTSN (Tiempo de Trabajo Socialmente Necesario), que se refiere al tiempo de trabajo promedio que requiere el sector para producir una unidad de producto, esto es el valor unitario. Si bien Marx utilizó los términos “valor individual” y “valor social”, es importante entender que no por haberlas mencionado Marx sea la mejor manera de expresarse.

El TTN de cada empresa no es la magnitud del valor de cada mercancía generada por la empresa, sino que es la magnitud de trabajo que invierte por cada unidad de su producto. El TTSN es la única magnitud de valor y se define como la media aritmética ponderada de los TTN, donde el ponderador es la participación de mercado (q/Q), la cual da como resultado el cociente entre el tiempo total de trabajo empleado (invertido) por las empresas (L) y la cantidad total de mercancías producidas (Q). Si bien Marx utiliza los términos “valor individual” y “valor social”, consideramos que es momento de darle al término “valor” el lugar que corresponde. Marx utilizó esos términos para ser explicativo, pero no son los términos más adecuados y de hecho en la actualidad generan más confusiones de las que logran resolver. Al usar “valor individual” y “valor social”, se genera la confusión de cómo todos pueden ser valor y cómo determinar el valor social.

En el segundo párrafo la primera sección EL VALOR COMO TIEMPO DE TRABAJO SOCIALMENTE NECESARIO vemos lo siguiente:
Los capitalistas que utilizan métodos de producción más perfeccionados se apropian una parte mayor de la jornada de trabajo que sus competidores, dado que su trabajo actúa como trabajo potenciado generando un mayor valor por unidad de tiempo.
Si bien el fenómeno de una mayor (menor) fuerza productiva parece darnos la causa de que un productor obtenga más (menos) “valor” del que “contiene” su trabajo y por ello se le llamen “horas potenciadas”, esto no es posible. Podemos intentar seguir las palabras de Marx de la forma más apegada posible (como si Marx no hubiera cometido errores ya sea de expresión o de contenido) como lo hace Maito (y también Astarita), sentir el respaldo de la autoridad de Marx y afirmar como lo hace Maito que las empresas se apropian una parte mayor de la jornada de trabajo de los trabajadores que emplea y que generan más valor por  unidad de tiempo. 1 Pero cabe preguntarse si seguir literalmente las palabras de Marx nos conduce a una teoría económica marxista consistente o no. Supongamos que Maito interpreta a la perfección a Marx, eso ¿nos garantiza que el contenido de la interpretación sea correcta? Cuestionémonos lo siguiente: si todas las empresas pagan a sus trabajadores el valor de su fuerza de trabajo y todos los trabajadores tienen la misma jornada laboral ¿cómo pueden las empresas con un TTN menor al TTSN apropiarse más plustrabajo de sus propios trabajadores que las otras empresas?

Supongamos que en una rama hay múltiples empresas y una de ellas es más eficiente que las otras. Supongamos que todos los trabajadores de la empresa más eficiente laboran la misma jornada laboral y que en total laboran 200 horas. Supongamos que 100 horas son trabajo necesario (el valor total de la fuerza de trabajo) y que 100 horas son plustrabajo. Si la empresa paga a sus trabajadores el valor de su fuerza de trabajo (100 horas de trabajo en total), entonces la empresa sólo puede recibir 100 horas como plustrabajo de sus propios trabajadores empleados. ¿Por qué? Porque sus trabajadores empleados únicamente laboraron 200 horas. La empresa I no puede apropiarse una mayor parte de su jornada laboral porque ya remuneró con 100 horas a los trabajadores. La única forma en que la empresa I podría obtener más trabajo gratuitamente es pagando a sus trabajadores menos que el valor de su fuerza de trabajo, pero esto contradeciría el supuesto que planteamos (que usó Marx adecuadamente para no mezclar efectos) .

¿No será que cuando Marx dice “Los capitalistas que utilizan métodos de producción más perfeccionados se apropian una parte mayor de la jornada de trabajo que sus competidores”, se habrá estado refiriendo a la jornada de trabajo de todos los trabajadores en el mercado en cuestión? Puede ser y de hecho sería más congruente porque si la empresa ya no puede obtener más plustrabajo de los trabajadores que emplea, únicamente puede obtener más plustrabajo si de alguna manera se apropia el plustrabajo de los trabajadores empleados por otras empresas. No obstante, preguntarse de esta manera significa preocuparse por encontrar la interpretación más fiel a las palabras de Marx. Nosotros no somos partidarios de esta forma de desarrollar alguna teoría científica. Marx desarrolló la teoría del valor trabajo partir de pensadores previos y la única forma de continuar desarrollando esa teoría es haciéndolo a partir de su contenido, de sus argumentos, de su lógica, no de las citas textuales de un autor en particular. La interpretación más adecuada de la teoría económica de Marx no se basa en las palabras de Marx, sino en los fundamentos sobre los que descansa la teoría económica marxista.

Ahora, si la empresa más eficiente no puede obtener más plustrabajo (y tampoco más trabajo) de los trabajadores que emplea ¿cómo puede obtener el de los trabajadores empleados por otras empresas? ¿Es acaso esto posible? ¿Qué magia utilizan para obtener dicho tiempo de trabajo? ¿Tendrán capacidades telepáticas? La empresa más eficiente puede obtener el trabajo desempeñado por los trabajadores de otras empresas porque el monto al que vende cada una de sus mercancías es el valor de mercado vigente. Pero ¿qué es el valor de mercado? Aquí es importante notar porqué es útil distinguir TTN, TTSN y valor de mercado, si usamos el término valor para todo es difícil distinguir los conceptos (cuestión en la que Marx no reparó, pero que a más de un siglo de su trabajo podemos ir mejorando). El valor de mercado es la magnitud a la que se venden las mercancías de acuerdo a las condiciones temporales del mercado (principalmente la relación entre oferta y demanda, y aunque hay otras, no las consideraremos aquí). Si la oferta es igual a la demanda el TTSN coincide con el valor de mercado, entonces todas las empresas venden sus mercancías al TTSN. Supongamos que el TTN de la empresa más eficiente es de 0.333 (horas por unidad de producto) y el TTSN es de 0.5 (horas por unidad de producto). Si la empresa más eficiente, por tener un TTN menor al TTSN, invierte 0.333 horas por unidad y logra venderlas a 0.5 horas por unidad entonces obtiene un diferencial, y ese diferencial es una ganancia extra. Pero esa ganancia extra no proviene de sus trabajadores, sino de la diferencia entre su TTN y el TTSN. Ahora pensemos qué sucede con las empresas que tienen un TTN mayor al TTSN, estas empresas en lugar de recibir un extra, pierden porque venden a un nivel menor de lo que ellas invirtieron.

Ahora la pregunta es ¿están relacionadas las ganancias extras de las empresas más eficientes que el promedio con las pérdidas de las empresas menos eficientes respecto al promedio? La respuesta es Sí. Debido a que el TTSN es la media aritmética ponderada, donde el ponderador es su participación de mercado, cuando todo lo que se produce se vende (oferta igual a demanda) entonces el tiempo de trabajo utilizado por toda la rama se distribuye entre las empresas acorde a su eficiencia. Las empresas que tienen un TTN menor al TTSN reciben una ganancia extra sobre su inversión y el plustrabajo desempeñado por sus trabajadores, las empresas cuyo TTN es mayor al TTSN reciben una cantidad menor a su inversión más el plustrabajo desempeñado por sus trabajadores y las empresas cuyo TTN es igual al TTSN no reciben más ni menos. Las ganancias de las más eficientes son las pérdidas de las menos eficientes. De ahí que se le hayan llamado transferencias.

¿Qué es lo que Maito no toma en cuenta de la explicación anterior? La temporalidad2 de los sucesos. Maito no habla del proceso inversión-producción-venta, por lo que no se percata que el extra que obtienen las empresas más eficientes no lo generan ellas, sino las empresas menos eficientes que tienen pérdidas. La empresa más eficiente no puede generar más valor por unidad de tiempo porque el trabajo desempeñado por cada empresa precede a la determinación del TTSN y a la determinación del valor de mercado. No es sino hasta que todos los productores se enfrentan en el mercado que se determinan el TTSN y el valor de mercado (de acuerdo a la cantidad de mercancías producidas e inversiones realizadas por todas las empresas) y acorde a estas cantidades se determinan los ingresos de cada empresa.

Al momento de que un productor incrementa su fuerza productiva entre muchos de una misma rama su TTN disminuye y al ser éste un determinante del TTSN, ésta baja disminuye el TTSN sin embargo se mantiene por encima del TTN de éste productor. Posterior a ello el productor vende su producto al TTSN (si el precio-valor es igual al valor como Marx asume constantemente) y le sorprende obtener por sus mercancías más tiempo de trabajo (“valor”) que lo que a él le tomó producir sus mercancías. La cantidad extra de horas que recibe no se debe a una “potenciación” sino a una “transferencia” de horas.
 



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