28/10/14

150 años de la Internacional de los Trabajadores | Marx le otorgó la finalidad de realizar un programa político, de clase, como garantía de un movimiento de masas

Marcelo Musto   |   El 28 de septiembre de 1864, la sala del St. Martin’s Hall, un edificio situado en el corazón de Londres, se encontraba a rebosar. Habían concurrido hasta abarrotarla cerca de dos mil trabajadoras y trabajadores para escuchar un mitin de algunos sindicalistas ingleses y colegas parisinos. Gracias a esta iniciativa nacía el punto de referencia del conjunto de las principales organizaciones del movimiento obrero: la Asociación Internacional de Trabajadores.  

Lavoratori di tutto il mondo, Unitevi!
✆ Dibujo de Giuseppe Garibaldi
En pocos años, la Internacional levantó pasiones por toda Europa. Gracias a ella, el movimiento obrero pudo comprender más claramente los mecanismos de funcionamiento del modo de producción capitalista, adquirió mayor conciencia de su propia fuerza e inventó nuevas formas de lucha. A la inversa, en las clases dominantes causó horror la noticia de la formación de la Internacional. La idea de que los obreros reclamasen mayores derechos y un papel activo en la historia suscitó repulsión en las clases acomodadas y fueron numerosos los gobiernos que la persiguieron con todos los medios a su alcance.

Las organizaciones que fundaron la Internacional eran muy diferentes entre sí. Su centro motor inicial fueron las Trade Unions inglesas, que la consideraron como el instrumento más idóneo para luchar contra la importación de mano de obra de fuera durante las huelgas. 

Karl Marx | El hombre, la idea…

Dagoberto Gutiérrez   |   Ningún hombre, hasta ahora, ha sido tan amado y tan odiado, tan seguido y tan perseguido, tan estudiado y tan sepultado, tan pensado muerto y tan pensado vivo. Se trata de un alemán de origen judío que nació en 1818, cuando Napoleón Bonaparte recién había sido derrotado y Europa se organizaba de acuerdo a las voluntades e intereses de los nuevos centros de poder.

Desde un principio saboreó la exclusión porque a los judíos se les prohibió trabajar en ciertas profesiones y su padre Heinrich Marx, tuvo que aparecer y parecer como luterano para poder ejercer su profesión de abogado. Esta realidad favoreció su reflexión desde un principio en torno a la alienación como un fenómeno en donde el ser humano es tratado como extraño en su propio mundo, desde un principio el joven Marx se convirtió en un lector inagotable e incansable, porque la necesidad de saber fue entendida como la base de la necesidad de comprender y ésta, la comprensión de la realidad, estuvo a partir de esos días decisivos, como una meta perseguida afanosamente.