José Carlos Mariátegui ✆ Carlín |
Rafael Ojeda | En un período
de cambios trascendentales, en el que las tradicionales teorías que hasta no
hace mucho nos habían servido para explicar la realidad, han dejado de ser
útiles; emerge un contradictorio contexto teórico-social afectado por un
simultáneo proceso de fragmentación y homogeneización. Una problemática
agudizada más aún en nuestros países latinoamericanos. De ahí que el estudio de
algunas aristas teóricas un tanto marginales a los tradicionales estudios
mariateguistas, nos dice hasta qué punto este pensador peruano, pudo entrever,
desde los años veinte, las nuevas vías que asumiría después la cultura, la
ciencia y las dinámicas sociales de la sociedad contemporánea; al vislumbrar,
desde su conciencia modernista, los umbrales de esa diversidad y
multidimensionalidad negada por el centralismo lineal, universalista y
etnocéntrico de la sociedad contemporánea. En una tendencia propiciada por el
embate homogeneizador que la globalización está inyectando en estas tierras, y
un proceso simultáneo de heterogeneización característico a la conciencia
posmoderna.
Introducción
Las
modas intelectuales casi siempre han sido generadas por el deseo de negar lo
anterior y superarlo a partir de presupuestos nuevos que marquen una ruptura,
superación y distanciamiento con el pasado. Las demás de las veces, estos
cambios son solo respuestas a los defectos mismos de los paradigmas teóricos
vigentes. Actitudes que no siempre responden a necesidades reales, sino, a
veces, a un esnobismo de fijación efímera e insensata que puede arrastrarnos
por falsas pistas de renovación y vías de salida. Modas, más bien derivadas de
un ánimo de cambio no necesariamente funcional o efectivo, sino esteticista y
performántica, desde una disposición “filoneista”, en la que, al igual que los
objetos, los grandes discursos de la razón se hallan atrapados también por la
irresistible lógica de lo nuevo.