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Karl Marx © Deutsche Telekom
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Sebastián
Campanaro | Podría ser una "ley de vuelta al ruedo
de los autores clásicos": cuando la cosa anda mal en la economía,
resucitan los estudios de John Maynard Keynes. Pero cuando la mano viene muy
complicada, son los escritos de Karl Marx los que recobran protagonismo. En las
últimas semanas, las ideas del autor de El
capital se discuten con una intensidad que hace tiempo no tenían en
seminarios -locales y en el exterior- y en producciones periodísticas
especiales. El marco que inspira este revival es un crecimiento global bajo
desde la crisis de 2007-2008, una tasa de desempleo elevada y persistente en
las economías desarrolladas y una desigualdad en ascenso.
El libro en boga por estos días, El capitalismo del siglo XXI, del profesor de la Escuela de
Economía de París Thomas Piketty -que fue comentado en esta sección dos semanas
atrás-, predice décadas de un crecimiento mundial anémico, del orden del 1,5%
promedio anual, que fosilizarán una distribución del ingreso muy regresiva, con
un dominio de las "grandes fortunas" similar al del siglo XIX, previo
a la revolución industrial. Si bien el análisis de Piketty difiere del de Marx,
ambos coinciden en su visión muy crítica del capitalismo global: