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La critica dell’economia politica, ieri e Oggi

Karl Marx ✆ João Pinheiro
Sergio Cesaratto  |  Nel lontano 1973 due valorosi economisti sraffiani aprivano un (allora) influente articolo su marxismo ed economia con la seguente ottimistica affermazione: «[c]rediamo non si possa mettere in dubbio che la teoria economica, che ha dominato praticamente incontrastata per quasi un secolo, attraversa oggi una crisi profonda»1. Purtroppo questa veniva sostenuto proprio nel mentre nelle università degli Stati Uniti si consolidava la contro-rivoluzione monetarista che avrebbe rapidamente spazzato via quella keynesiana dei primi due decenni del secondo dopoguerra, preparando culturalmente l’avvento alla fine del decennio di Reagan e Thatcher. Naturalmente il clima in Italia era ancora ben diverso. Attraverso la fondazione della Facoltà di economia di Modena e l’esperienza delle 150 ore, la critica dell’economia politica, profondamente influenzata dall’opera di Sraffa, si fondeva, per esempio, con le esperienze operaie e sindacali più avanzate2. Di lì a pochissimo le cose sarebbero evolute in direzioni ben diverse anche in Italia.
Al formidabile impatto che il lavoro di Sraffa ebbe negli anni caldi del movimento operaio (e studentesco) contribuì da un lato, com’è evidente, la domanda intellettuale da parte dello stesso movimento di un’alternativa alla teoria economica dominante, ma anche l’eco dello scossone che il famoso “dibattito fra le due Cambridge” diede alla teoria economica. Se mi si concede un

Los falsos costes esconden la explotación | Marx considera que el trabajador asalariado crea más valor de cambio que el valor representado por su paga salarial

Manuel C. Martínez  |  Desde hace más de 140 años se descubrió la explotación económica del asalariado; lo hizo Karl Marx [1] quien determinó el monto de la explotación del asalariado, lo llamó plusvalía y con ello dio cuenta del origen de la riqueza burguesa, de la ganancia de fábrica, y finalmente acaba con el mito de la ganancia por compraventa de las mercancías diferentes a la fuerza de trabajo (FT). La fuerza de trabajo es la única mercancía cuyo valor de uso o utilidad es capaz de crear valor de cambio mediante su aplicación a los medios de producción. Que estos sean propiedad ajena, sólo significa que el trabajador, o vendedor de dicha fuerza de trabajo, no es dueño de ese valor de cambio creado por él, sino sólo de una porción montante al salario convenido.

Obviamente, este extraordinario hallazgo en materia económica no ha podido ser compartido por la clase burguesa, habida cuenta de que desde la aparición de la burguesía comercial-hace sus buenos 500 años o más-la ganancia del comerciante y luego la del fabricante capitalista han sido vistas como una diferencia entre el precio de compra y el de venta de las mercancías traficadas. Efectivamente, el capitalista compra medios de producción y fuerza de trabajo o trabajo productivo, y con estos bienes fabrica tal o cual mercancía; si