José Revueltas ✆ José Hernández |
Mucho del pensamiento de la izquierda mexicana de aquellos
años se basaba en la idea de que la Revolución había sido el acontecimiento
fundador de una nueva historia. La caracterización de la Revolución Mexicana
dio sustento y esperanzas a las tesis de la acción progresista del Estado
mexicano. El marxismo soviético fue la otra vertiente doctrinaria que alimentó
esa confianza. Y llevaron a la conclusión, para muchos, en ese tiempo, de que
el Estado mexicano podría conducir un desarrollo independiente y exitoso[3].
Por otro lado, hay que recordar que entre 1950 y 1970 fueron
los años del estado del Bienestar, posteriores a la Segunda Guerra, y que el
concepto del Estado promotor, planificador y redistributivo fue incluso
adoptada por gobiernos de distinto signo político en el mundo desarrollado.
Uno de las obras fundamentales que expresan la ruptura con
el dogmatismo fue su novela Los días
terrenales, publicada en 1949. Se trata de una crítica inclemente a la
rigidez ideológica y al autoritarismo de los partidos comunistas. Revueltas
traza un retrato dramático de los militantes de la izquierda, en particular del
PCM, quienes, según su relato, tuvieron que lidiar con dos verdugos al mismo
tiempo, la dictadura del comité central del partido y la represión del Estado
mexicano. La novela fue repudiada por la izquierda comunista y lombardista [4] y la presión y la condena fueron tan
duras que Revueltas aceptó retirar su libro de la circulación. No aparecería
otra vez, sino hasta 1967 con motivo de la edición de sus Obras Completas en Empresas Editoriales.
Ese mismos año, 1949, Revueltas empieza también a
cuestionarse la estrategia de Lombardo Toledano, el principal dirigente de la izquierda
en esos años y con quien había colaborado con gran entusiasmo en la fundación
del Partido Popular (PP). En una carta dirigida y entregada al maestro (que no
tuvo respuesta), le dice:
La clase obrera está abandonada a sí misma, mediatizada por el Estado a través de los líderes traidores; sus fuerzas están desarticuladas y su conciencia oscurecida y atrofiada por el colaboracionismo. La clase obrera no constituye en la actualidad un factor político independiente [5]
Debe recordarse que apenas un año antes, en 1948, se había
desatado una represión generalizada contra el sindicalismo independiente por
parte de Miguel Alemán (que por cierto había sido apoyado por Lombardo, quien
le había designado como el “cachorro de la Revolución”). Debido a esa represión
se pudo descabezar a los principales sindicatos de industria y poner en su
lugar, con el ejército y la policía, a dirigentes incondicionales. Es en esos
años que surge el término “charrismo
sindical” (por el dirigente espurio impuesto en el sindicato
ferrocarrilero).
Pero será hasta 1955 cuando Revueltas rompa públicamente con
el Partido Popular y pida su reingreso al Partido Comunista Mexicano (PCM) que
lo acepta un año después solo para salir de este partido otra vez y
definitivamente en 1960. Estos cinco años son decisivos para la elaboración de
una nueva teoría política sobre el Estado mexicano basada en la historia de
México.
¿Qué pasa en estos cinco años, entre 1955 y 1960, que hace
madurar el pensamiento de Revueltas?
Tres hechos fundamentales, por lo menos:
En 1956, el XX Congreso del PCUS denuncia los crímenes de
Stalin y anuncia una nueva etapa del socialismo. Se trata de un terremoto a
gran escala para la izquierda mundial.
En 1958-59, se llevan al cabo las grandes huelgas
ferrocarrileras y magisteriales con Vallejo y Campa a la cabeza que son
reprimidas por los gobiernos de Ruiz Cortines y López Mateos.
Y tercero, a pesar de ello, Lombardo apoya la candidatura
presidencial de López Mateos.
En enero de 1958, Revueltas concluye que:
…las ideas marxistas en México han sido víctimas de un saqueo general por parte de los diversos sectores, desde el revisionismo acomodaticio, oportunista y acrobático de Lombardo Toledano, hasta el “marxismo legal” de la burguesía democrática
Un año después, en su artículo “Enseñanzas de una derrota”, afirma: “La lucha por la creación de un poderoso movimiento sindical
independiente y por la conquista de la independencia política de la clase
obrera ha sufrido uno de los más rudos golpes con la brutal represión… a los
trabajadores ferrocarrileros”[6]
Convencido entonces de que ni el PCM ni el PP ofrecen una
salida teórica ni práctica a la izquierda mexicana, Revueltas emprende un nuevo
camino que expresa ampliamente en su Ensayo
sobre un proletariado sin cabeza. Seguramente Revueltas y la célula Carlos
Marx del PCM (a la que también perteneció Enrique González Rojo) se preguntaban
¿por qué no hay un sindicalismo independiente en México?, ¿por qué si el
gobierno reprime a los trabajadores, la izquierda (incluso el PCM), sigue
confiando en el gobierno?
Esa es la pregunta que Revueltas trata de resolver en su
famoso libro, con la siguiente tesis:
En México se produce un fenómeno del que difícilmente puede darse un paralelo en ningún otro país del mundo contemporáneo. Este fenómeno consiste en que la conciencia de la clase obrera ha permanecido enajenada a ideologías extrañas a su clase, y en particular a la ideología democrático–burguesa, desde hace más de 50 años, sin que hasta la fecha haya podido conquistar su independencia. O sea, su enajenación ha terminado por convertirse en una enajenación histórica… La clase obrera mexicana, de este modo, se proyecta en la historia de los últimos 50 años del país como un proletariado sin cabeza, o que tiene sobre sus hombros una cabeza que no es la suya [7]
La conciencia enajenada o la falta de independencia de la
clase obrera mexicana es un hecho excepcional en el mundo contemporáneo, que
debe tener una explicación investigando la historia nacional. Aunque el texto
de Revueltas puede parecer de difícil comprensión (sobre todo si no se lee
atentamente) están aquí presentes algunos rasgos esenciales de caracterización
del Estado mexicano que van a ser materia del debate intelectual y político
diez años después:
a) El control de masas del Estado mexicano o, como se llamó después, su política de masas
b) La falta de independencia orgánica e ideológica de las clases, sobre todo de las clases explotadas y en particular de la clase obrera, lo que explicaría la debilidad del sindicalismo mexicano.
c) La fuerza ideológica de la Revolución Mexicana que sirvió para legitimar al Estado como representante de todos los mexicanos y para abarcar distintas posturas políticas
d) La existencia de un partido de Estado
e) La deificación del Estado (o su omnipresencia en las relaciones sociales)
f) La represión a las disidencias sobre todo las disidencias de masas y las disidencias que aspiren al poder, como un rasgo fundamental del régimen.
El gran mérito de Revueltas reside en la crítica del poder
ideológico del Estado mexicano a partir de una nueva visión de la historia de
México, en particular de la Revolución Mexicana.
En México: Una
democracia bárbara, Revueltas señaló:
“Si queremos poner al descubierto la esencia del fenómeno socioeconómico y político mexicano … es preciso subrayar con todo el énfasis necesario, el papel que desempeña la ideología dentro del complejo del poder pues es (aquí) donde se agazapa y disimula la manipulación real que constituye una de las bases primordiales en que se sustenta el sistema de dominio al cual se encuentra enajenada la sociedad mexicana …” [8] (p. 15)
Y es que, a pesar de sus ropajes ideológicos, el poder del
Estado mexicano se utilizó reiteradas veces contra el pueblo sobre todo a
partir de 1948 para tratar de doblegar su resistencia frente a los despojos,
las injusticias, el autoritarismo y la corrupción. Revueltas puso en claro, con
un análisis que representó una verdadera revolución intelectual, que ese Estado
represor no defendía otro interés que la conservación del poder de una élite
política y los intereses económicos de una reducida clase dominante. Ya no
representaba las causas populares que habían dado origen al levantamiento de
principios del siglo XX.
Hoy en día, esa crítica sigue vigente. En el fondo, la
izquierda se debate todavía entre la necesidad de hacer una denuncia de las
desviaciones del poder: su autoritarismo, su corrupción y su impunidad; y el
pragmatismo político que le impone la competencia electoral, el camino de las
reformas y su responsabilidad a la hora de ejercer parte de ese poder (del
Estado). Entre una política sectaria y otra de masas. Entre una propuesta
política sólida desde el punto de vista teórico e ideológico, y el oportunismo
que borra fronteras entre la izquierda y la derecha.
La izquierda ya no vive, hoy, subyugada por el dogma.
Pareciera que, por el contrario, su propuesta se diluye o se decolora hasta
hacerse difícilmente reconocible, como una alternativa propia, en el marasmo de
nuestra vida política. Pero precisamente por eso, las reflexiones de Revueltas
son tan necesarias. Hay que insistir que la inspiración de su pensamiento y de
su vida fue, básicamente, la crítica del poder (del Estado, de la burguesía o
del comité central).
Pero sobre todo hay una tarea que Revueltas propuso desde
hace más de 50 años y sigue vigente: la búsqueda por convertir a la clase
obrera en un actor político, libre del control del Estado y de líderes
traidores. Aunque solo fuera por ello, Revueltas es un pensador vivo y vigente
que con sus ideas sigue militando con nosotros.
Para finalizar, y frente a los hechos más recientes, en
particular la represión al movimiento estudiantil normalista de Ayotzinapa en
Iguala, Guerrero, a finales de septiembre, cabría también recordar las palabras
escritas por Revueltas el día 4 de octubre de 1968, como una muestra de su
“desolación” por la matanza de Tlatelolco:
Uno hubiese querido amar, sollozar, bailar, en otro tiempo y en otro planeta (aunque se hubiese tratado de este mismo). Pero todo te está prohibido, el cielo, la tierra. No quieren que seamos habitantes. Somos sospechosos de ser intrusos en el planeta. Nos persiguen por eso; por ir; por amar, por desplazarnos sin órdenes ni cadenas. Quieren capturar nuestras voces, que no quede nada de nuestras manos, de los besos, de todo aquello que nuestro cuerpo ama. Está prohibido que nos vean. Ellos persiguen toda dicha. Ellos están muertos y nos matan. Nos matan los muertos. Por esto viviremos [9]
Y más adelante:
La bárbara matanza de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968 es una herida que permanece abierta y sangrante en la conciencia de México … sólo la justicia histórica puede cerrar esta herida … Pero ni la justicia histórica ni nada ni nadie podrá borrar este recuerdo; será siempre una acta de acusación y una condena…” [10]
Notas
[1] José Revueltas nació el 20 de noviembre de
1914 y falleció el 14 de abril de 1976.
[2] “Revueltas
fue siempre el ángel rebelde, soberbio, humilde, constantemente arrepentido y
pecador. Salía de las manos de un Dios y le disgustaba su origen celeste. Lo
rechazaba y volvía a él. Siempre libre y siempre encadenado, desde joven
siempre protestó en la tierra contra el sistema establecido y gritó y peleó por
un nuevo sistema, por un modelo de otro cielo, pero dialécticamente, el nuevo
modelo celeste se le volvía inaceptable haciéndolo así el ángel rebelde de muchos
diferentes dioses. De naturaleza dogmática, aborrecía el dogma pero volvía a él
como si fuera un fuego inextinguible e hipnotizador. Se dejaba juzgar y se
juzgaba a si mismo…” Elena Poniatowska (1977) en Nocturno en que todo se oye. José Revueltas ante la crítica.
Selección y prólogo de Edith Negrín, México, Era, 1999.
[3] Desde luego hay que señalar que la izquierda
no estaba defendiendo un liberalismo económico sin cortapisas. El desarrollo
capitalista tendría que ir acompañado de la protección del nivel de vida del
obrero y el campesino, y tendría que respetar el papel determinante del estado
en el diseño de las metas socioeconómicas y los derechos de los capitalistas
nacionales. (B Carr, p. 161)
[4] Sobre el escándalo que causó la novela Cf,
por ejemplo José revueltas, una biografía intelectual, de Jorge Fuentes Morúa,
pp. 237 y sigs y el ensayo de Héctor Manjarrez, p. 35.
[5] Obra completas, t. 16, p. 119.
[6] Revueltas, José. “Escritos Políticos II” en
Obras Completas, t. 13. México, Ed. ERA, 1984. P. 71 y 93
[7] Revueltas, José. “Ensayo sobre un
proletariado sin cabeza”, Obras Completas, t. 17. México, Ed. ERA, 1980, p. 75.
[8] Revueltas. José “México: una democracia
bárbara” en Obras Completas, t. 16. México, Ed ERA, 1983
[9] Revueltas, José. “México 68: Juventud y
Revolución” Obras Completas, t. 15. México, Editorial ERA, 1978. Cf. pp. 79 y
sigs.
[10] Op. Cit., p. 280.
Título original: “José
Revueltas: La revisión de la historia”