1/10/14

La libertad en el pensamiento de Karl Marx

Karl Marx ✆ Ali Radicali 
Patricia Lambruschini   |   El trabajo aborda la peculiar concepción que Karl Marx tenía sobre la libertad, analizando sus dimensiones fundamentales y tratando de identificar sus puntos de encuentro y desencuentro con las concepciones más representativas de la teoría política moderna. El punto de partida es la afirmación que el autor realiza, en sus escritos juveniles, de que el objetivo del comunismo es la emancipación humana, en oposición a una emancipación meramente política. La tesis que se intenta abonar es que, en relación al problema de la libertad, la concepción de Marx puede ser entendida como un movimiento de herencia, ruptura y superación del pensamiento político moderno. Aunque el trabajo aborda una problemática de carácter teórico, pretende ser una herramienta para pensar nuestro presente histórico y los desafíos que éste plantea, así como la vigencia de las ideas de Marx para asumirlos.

La libertad en la teoría política moderna

Como es sabido, los problemas por excelencia de la teoría política moderna fueron el problema de la libertad y el de las formas de organización social que permiten su pleno desenvolvimiento. Quienes se dedicaron a indagar estas cuestiones —en el agitado con‑ texto de la revolución burguesa y su lucha contra el absolutismo y la restauración posterior—, concibieron distintas formas de libertad que, a grandes rasgos, podríamos sintetizar en tres tipos fundamentales:

1. La libertad liberal, entendida como el “silencio de la ley” (silentium legis) proclama que  nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe explícitamente , de modo que salvo en esas excepciones, el individuo es libre de actuar conforme a su voluntad. Se trata de una libertad cuyo objetivo primordial es  proteger al individuo de los potenciales abusos del poder y, fundamentalmente, del poder del Estado, razón por la cual ella es considerada como una libertad  negativa . John Locke es uno de los fundadores del liberalismo, pero también una de sus manifestaciones más radicales. En efecto, Locke fue uno de los primeros en plantear la apropiación del propio cuerpo (esto es, de las propias capacidades y habilidades) como una precondición de la libertad del individuo, quitando con ello toda legitimidad a la esclavitud y la servidumbre, y fue uno de los primeros en considerar como una expresión de dicha libertad a la propiedad obtenida mediante el propio trabajo. Asimismo, Locke fue quien elaboró y justificó filosóficamente el derecho de resistencia a la opresión y a la insurrección  (ius resistendi), derecho que será uno de los estandartes fundamentales de la revolución burguesa.

2. La libertad entendida como autonomía (autodeterminación y autogobierno) alcanza sus expresiones más acabadas, por un lado, en la voluntad general de Rousseau, según la cual los individuos actúan obedeciendo las leyes que ellos mismos se han dado como miembros del Estado y, por otro lado, en el imperativo categórico de Kant, según el cual los sujetos obran siguiendo los dictados de su conciencia moral y sin tener en cuenta ninguna otra motivación que no sea el deber mismo. Se trata en estos casos de una libertad positiva por la cual, obedeciendo a la ley (que es esencialmente universal y, por ende, racional), el individuo se obedece a sí mismo, pues obedece a su propia razón.

3. En fin, está la libertad tal como la entiende Hegel, es decir, como libertad conciente‑de‑sí, idea ésta que sintetiza y supera a las dos concepciones anteriores. En sus Principios de la Filosofía del Derecho, Hegel reseña el devenir de la Idea de Libertad que se ha vuelto objetiva y real: a lo largo de un recorrido que comienza en la propiedad y que culmina en el Estado, describe la libertad que se ha realizado históricamente en las instituciones, en las leyes, en las costumbres, en las relaciones entre los hombres, todas las cuales son consideradas como objetivaciones del Espíritu. La libertad conciente‑de‑sí (que Hegel esboza en sus Principios...  y desarrolla más específicamente en su Filosofía de la historia universal) es la libertad que se ha realizado en el Estado moderno y es para el filósofo la forma más acabada de libertad. Es la libertad que se ha vuelto reflexiva sobre sí misma, la libertad que  se sabe libre y se quiere libre: la que se autocomprende como una conquista histórica, como el resultado de un proceso de emancipación y que quiere ser libre precisamente porque sabe lo que significa no serlo. Una libertad que se ignora a sí misma como libertad, esto es, como una conquista social e histórica, no es una auténtica libertad.

Cabe señalar que, a diferencia del contractualismo, para Hegel el Estado en cuyo seno se desarrollarían la libertad y la razón no es una idea normativa sino que es real: es lo que el Estado efectivamente es según su concepto, según su finalidad intrínseca, y es también lo que ha llegado a ser realmente cuando, devenido y realizado históricamente, la filosofía lo conoce. Por otro lado, Hegel critica la idea del contrato social planteando que el Estado no es un mero artificio surgido de la voluntad de los individuos sino que es una totalidad orgánica anterior a sus partes y condición de posibilidad de la voluntad real y concreta; de lo que se deduce que para Hegel la libertad nunca es una libertad solipsista como en el planteo iusnaturalista, sino siempre una libertad colectiva. Sólo porque la libertad se ha realizado en la comunidad estatal, puede el individuo desarrollar su particularidad y ser libre también él.

Como se desprende de lo que hemos dicho, para la teoría política moderna la forma de organización en la cual la libertad estaría plenamente garantizada no es la sociedad sino el Estado. Como sostiene Norberto Bobbio, tanto en los contractualistas como en Hegel, el Estado es visto como la forma más desarrollada o, a lo sumo, la menos imperfecta de convivencia humana. El Estado, con sus leyes e instituciones, es entendido como el ámbito de la Razón y, por lo tanto, como el ámbito que permitiría a los hombres llevar una vida acorde a su carácter racional y desenvolver todas sus potencialidades, especialmente la libertad.
 



Revistas del Instituto de Investigaciones Gino Germani
Facultad de Ciencias Sociales | Universidad de Buenos Aires

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