30/4/14

Un fantasma recorre Chile | ¡Marx, el terrible y apocalíptico Karl Marx está resucitando de a poco!

  • Chile está aterrorizado, atemorizado, viviendo su peor pesadilla. Un muerto temible ha resucitado y recorre las calles, las avenidas, las grandes alamedas con su barba aparentemente bonachona y su aspecto de abuelito antiguo.
Ricardo Farrú  |  Recorre cada casa, cada pueblo y ciudad de nuestro país, con un voluminoso libro atrapado entre sus dedos, un libro tan viejo como él y desgastado por el paso de los años y el uso frecuente, desparramando su hálito de muertes verdaderas y horrores eternos. Ay del pobre chileno que se le atraviese en su camino, es casi imposible que sobreviva y los que lo logran, quedan infectados con terribles enfermedades.

Los pocos sobrevivientes que han logrado escapar a su muerte segura hablan cosas raras, cosas incoherentes para esta patria casta, cuna de la moral cristiana, la razón profunda de la familia bien constituida  y las buenas costumbres, pregonando sobre algo inexistente como la lucha de clases y la explotación del hombre por el hombre. Otros balbucean incoherencias sobre El Capital y los que fueron atacados de manera inmisericorde por este fantasma citan pasajes enteros de un papiro ignoto en estas tierras que habla de algo insólito, de magia y fantasmas comunistas recorriendo Europa, con amenazas terribles a la propiedad privada y a los grandes empresarios, también dicen que el gran libraco tiene un título en letras góticas, típicas del alemán antiguo, pero eso es un
absurdo, cuándo se ha visto en Chile un fantasma con libros en alemán. Pobre gente, el viejo del libro es peor que el infierno del Dante.

Los primeros indicios del fantasma fueron reportes aislados, que nadie quiso tomar en serio, ni la prensa, ni los partidos políticos, ni siquiera los programas de farándula barata. Así de inverosímiles sonaban los rumores sobre este raro fenómeno paranormal. Sin embargo hubo un vidente que lo predijo con bastante antelación. Pablo dicen que es su nombre, y que se volvió depresivo camino a Til Til; que por más señas es un santo de la UDI y apóstol no reconocido de la gran vuelta de San Jaime Guzmán, quien desde el más allá nos vigila desde su sacra y eterna opus dei, la constitución pinochetista, para que no caigamos en el pecado izquierdoso, líbranos de todo mal con tintes rojizos, rojillos o rosaditos, amén.

Pablo, gracias a sus extraordinarias capacidades psíquicas, fue el primero que escuchó algo sobre el siniestro fantasma y él jura por lo más sagrado de la UDI, un busto del general en su laberinto, que fue el mismísimo Jaime quien se lo dijo al aparecérsele en sueños al lado de un litre ardiendo para revelarle la gran verdad: ¡Marx! Sí, Pablo, el terrible y apocalíptico Karl Marx está resucitando de a poco, para que nadie lo perciba en su total perversidad: un ojo apareció en Los Lagos, como por un descuido casual, el otro anda mirando por Parral en un boliche de tragos, su brazo derecho apareció en Buin, señores creyentes, el izquierdo en San Vicente, nadie sabe con qué fin y así, Pablito, de a poco va asomando la lucha de clases, Das Kapital, la religión como opio del pueblo, el materialismo, o sea, mi querido acólito, la pérdida total de los valores por los cuales luchamos junto a mi general. Es tu deber, Pablo, escribir mi decálogo de la verdad y hacérselo saber a nuestros partidarios, ellos deben de estar preparados para lo peor, para el avance de las tinieblas, para la hora de la resurrección total y la destrucción del país que tanto nos costó construir a nuestra imagen y semejanza.

Y así lo hizo el vidente. Con su Tablet bajo el brazo se dirigió hacia la sede del partido para transmitirles a todos los militantes la espantosa nueva.

Pero, ahora ya se sabe, este fantasma tiene una habilidad única para confundir las mentes humanas, incluso las más preclaras y en la UDI, el propio partido de Jaime y Pablo, sólo creyeron que este último andaba con un arrebato místico de tanto comunicarse con los espíritus y no le prestaron atención a su perorata con el Tablet en la mano y el olor del litre chamuscado aún impregnando sus ropajes.

Claro que el fantasma de Marx había aprovechado ese momento de máxima confusión que fue el gobierno de Sebastián Piñera, elegido presidente justamente con el apoyo invaluable de la propia UDI y del mismo Pablo que ofició de ministro y, como a Piñera le dio por parecerse a los gobiernos de la Concertación, las fuerzas de la sombra, comandadas por el fantasma, utilizaron ese minuto de debilidad de la derecha y se colaron entre las rendijas más débiles del país.

Gran error de la UDI y sus dirigentes el no haber escuchado a su profeta.

Ahora que la alianza de derecha perdió el poder, apenas después de cuatro años, es que otra de sus cabezas pensantes en brujas y espíritus, Melero, curiosamente también de la UDI, descubre, de un zúacate que Marx había resucitado y que ya era semi fantasma y semi hombre, transitando sin vergüenzas por las calles del país y, aparentemente, en La Moneda, aunque esos rumores han sido tajantemente desmentidos por los actuales ocupantes y a él, que fue un valiente acompañante de Pinochet, le bajó la angustia más terrible, un pánico de muertes pestilentes y variadas, todo eso acompañado de cólicos estomacales insufribles y con la cara deformada por el terror le da a conocer al país la brutal noticia: Compatriotas, Marx ha resucitado de entre los muertos y sembrará el mal entre nosotros. Destruirá todo lo que junto a mi general construimos y Chile volverá a ser presa de la barbarie inhumana bajo las consignas de la igualdad, que no es más que otra mentira que atenta contra nuestro Dios. Por favor, conciudadanos, quemad a este falso ídolo que sólo acarrea la perdición a nosotros, los píos y opus creyentes en esta justa sociedad.

Es tanto el pánico que ha cundido entre los abnegados militantes UDI, que definieron que para acabar con el enemigo había que conocerlo a fondo y pensando y rumiando, llamaron a sus centros de estudio o Think Tank como se les dice en castellano,  para que vieran la manera de poner fin a esta verdadera pesadilla. Pero el viejo Marx, como es un fantasma hábil, logró, una vez más, confundir a la comisión encargada y les metió la maldad entre sus filas, logrando que la UDI decidiera estudiar a Gramsci para entenderlo  a él.

Qué tremendo truco el de Karl: estudiar a Gramsci para entender el marxismo es lo más parecido a cocinar porotos para hacer dulce de membrillo.

Pobres Udis, no van a conocer ni entender a Marx, tampoco van a entender que los muertos no resucitan y mucho menos que las ideas de los grandes pensadores siguen siempre vigentes en la humanidad, mientras ésta tenga necesidad de ellas, sobre todo aquellas ideas que hablan de igualdad . Pero ellos, enredados en su mesianismo y psicosis paranormal, donde sus dirigentes se comunican con los finaditos para afianzar sus ideas políticas, no les queda otra que explicarse el mundo por ese lado absurdo, destemplado, decimonónico y cada vez más fuera de lugar.

* El título está parafraseado de 'El Manifiesto Comunista', escrito por Karl Marx y Friedrich Engels, y publicado en Londres el 21 de febrero de 1848.