10/2/14

Repensando a Marx (en un mundo post-marxista)

Karl Marx ✆ Benny Thomas 
Publicado originariamente en «Rethinking Marx (in a Post-Marxistworld)», en Camic, Charles (Ed.), Reclaiming the Sociological Classics, Cambridge, Mass Blacwell Publishers.

Moishe Postone  [1998]  |  La sociología surgió como una teoría de la sociedad capitalista moderna y ha sido la única disciplina en ciencias sociales que mantiene su relación con el problema de la sociedad como totalidad.1 Podríamos añadir que lo hace en la medida en que se conserva en permanente diálogo con, y apropiación de, las teorías sociales clásicas.

Si la tarea de la teoría social es dilucidar la naturaleza básica de nuestra sociedad y el carácter de su desarrollo histórico, la teoría social clásica puede ser caracterizada como una teoría que todavía tiene cosas que decirnos [Habermas, 1984: XI] –teoría lo suficientemente rica y compleja como para que releerla y retrabajarla pueda ayudarnos a iluminar los rasgos distintivos generales de nuestro universo social. Tal teoría, que se vuelve particularmente importante durante períodos de transformación estructural fundamentales, resulta central para nuestros intentos en curso de formular un entendimiento adecuado de nuestro mundo y no debe
ser relegada a la prehistoria de la sociología. Aunque, ciertamente, la cuestión de la posible relevancia de una teoría tal para los fenómenos contemporáneos puede ser planteada, debe hacerse en un nivel analítico diferente de aquel en que se desarrollan la mayoría de las agendas de investigación habituales, ya que la teoría clásica interroga el marco social básico que estas últimas tienden a presuponer.

Una interrogación fundamental tal, acerca de nuestro contexto histórico y social, resulta especialmente importante hoy. Las transformaciones históricas de las sociedades industrializadas avanzadas y del orden global en las dos últimas décadas han transformado significativamente la naturaleza de nuestro mundo. Este período se ha venido caracterizando por el retroceso de los Estados del bienestar en el Oeste capitalista y por el colapso o la metamorfosis fundamental de los partidos de Estado burocráticos en el Este comunista —más generalmente, por el debilitamiento de los Estados nacionales como entidades económicamente soberanas— y la reemergencia, aparentemente triunfante, de un capitalismo de mercado desregulado. Se han observado también transformaciones en la estructura social del trabajo, doméstica e internacionalmente hablando, el declive del movimiento obrero clásico, la emergencia de nuevos movimientos sociales, el resurgimiento de nuevos movimientos tanto democráticos como nacionalistas, y la creciente importancia de los medios globales de comunicación y de las redes financieras internacionales.

Como entre estos cambios ha estado el dramático colapso y la disolución final de la Unión Soviética y del comunismo europeo, han sido interpretados como la señal del fin histórico del marxismo y, más generalmente, de la relevancia teórica de la teoría social de Marx. Sin embargo, precisamente porque las recientes transformaciones históricas han revalorizado la importancia central para la teoría social de las problemáticas de las dinámicas históricas y de las transformaciones estructurales a gran escala, un renovado encuentro con la teoría crítica de la modernidad de Marx, podría, desde mi punto de vista, contribuir de forma importante al proceso de confrontación teórica con nuestro universo social. Pero no únicamente, como señaló Daniel Bell, porque cualquier consideración seria de la transformación social deba necesariamente pasar por la poderosa teoría del desarrollo histórico de Marx [Bell, 1973: 55-56] sino, también, porque las dos décadas pasadas suelen ser vistas como marcando el fin de un período de organización de la vida social y económica centrado en el Estado, cuyos orígenes pueden localizarse en la Iª Guerra Mundial y en la Revolución Rusa —un período aparentemente caracterizado por la primacía efectiva de la política sobre lo económico—, y la reemergencia manifiesta de la centralidad social de procesos económicos cuasi-automáticos. Es decir, las recientes transformaciones históricas sugieren la importancia de un renovado interés teórico por el capitalismo.

Sin embargo, también sugieren que si una teoría crítica del capitalismo quiere resultar adecuada al mundo contemporáneo debería diferir de la tradicional crítica marxista al capitalismo en aspectos básicos e importantes. Y voy a argumentar que la teoría social del Marx maduro provee el punto de partida para, precisamente, una teoría crítica reconceptualizada del capitalismo. Esbozaré algunos aspectos de una reinterpretación de la teoría social del Marx maduro que reconceptualiza su análisis de la dinámica básica del capitalismo —sus relaciones sociales, formas de dominación y dinámica histórica— de manera que rompe en lo esencial con los enfoques marxistas tradicionales. Esta reinterpretación puede ayudar a iluminar los elementos estructurales esenciales y a captar la dinámica histórica de la sociedad industrial avanzada contemporánea proveyéndonos de una crítica básica del marxismo tradicional, reformulando la relación de la teoría marxiana con otras importantes corrientes de la teoría social.