24/12/13

El estilo y las ideas del Dr. Marx | La retórica del Manifiesto Comunista revela que nunca renunció a darle un matiz emocional a sus argumentos

Karl Marx ✆ A.d.
Álvaro Rivera Larios  |  Marx fue un hombre que, entre otras cosas, dedicó su vida a la reflexión teórica y a la publicidad revolucionaria. Como publicista político se desenvolvió en dos terrenos: el periodismo y la propaganda. La necesidad económica y la militancia lo empujaron a escribir durante toda su vida. Hizo el intento juvenil de escribir poesía. El círculo romántico de los hermanos Schlegel llegó a publicarle dos poemas en 1841. Sacó adelante una tesis doctoral. Durante una época breve e intensa que lo marcaría fue redactor-jefe de un medio de prensa. Al final de su existencia dejó un considerable cúmulo de páginas y páginas de escritura involucrada en la política, el periodismo, la filosofía y “la teoría social”. A menudo olvidamos que “El manifiesto Comunista” debe también su gran eficacia comunicativa a la destreza “literaria” del Dr. Marx.

Un teórico social con vocación política o, si ustedes quieren, un político con vocación didáctica no tenía más remedio que escribir y escribir y por eso ahí están los varios volúmenes de su obra completa recordándonos algo que no por obvio debe de ser pasado por alto: Marx fue un escritor y un escritor que frecuentó varios “géneros del discurso”. Así que debía tener, por fuerza, una visión compleja de la escritura como técnica. Y no me refiero únicamente a la escritura vinculada con el pensamiento. Hay que recordar los poemas, el teatro y la novela fallida que intentó. Hablamos, por lo tanto, de un hombre familiarizado con el complejo mundo del

Karl Marx le explica a Engels la ‘Ley Wert’ en La Maison du Cigne, un bar de Bruselas, Bélgica

Fachada del Restaurant
La Maison du Cygne en Bruselas
José Mansilla  |   Es que me lo imagino. Marx y Engels sentados en La Maison du Cigne, [Ver abajo la Nota del Editor] en Bruselas, justo donde redactaron el Manifiesto Comunista, delante de dos pintas de cerveza y comentando el hecho.
- Karl, la que están liando en España con la nueva Ley de Educación – comenta Engels.
- Ya te digo, aunque bueno, se veía venir ¿eh? – contesta Marx.
- ¡Coño! ¿Y eso?
- A ver, está más claro que el agua del Volga. ¿Te tengo que hacer un dibujo o qué?
- Bueno, una breve explicación no me vendría mal, la verdad. Es que siempre te piensas que todos somos como tú… ¡Que intensito que eres…!
- Bueno, vale, no te enfades. Te cuento. Yo lo veo según dos puntos principales. El primero está basado en mi concepto de Relaciones Sociales de Reproducción. Ya sabes que ninguna sociedad puede producir continuamente, esto es, re-producir, sin reconvertir y transformar una parte de sus productos en medios de producción.  El ejemplo más claro de esto es la educación. El sistema de producción capitalista necesita, para continuar con el proceso de acumulación, introducir novedades tecnológicas, mejoras en la productividad, además de una clase trabajadora que sea capaz de participar de ese proceso. Esta es la