Ted Grant & Alan Woods | La
cuestión de las nacionalidades —la opresión de las naciones y las minorías
nacionales— es una de las características del imperialismo desde su nacimiento
hasta la actualidad y siempre ha ocupado un lugar central en la teoría
marxista. En particular, los escritos de Lenin se ocupan con gran detalle de
este problema tan importante, y todavía nos siguen proporcionando una base
sólida para abordar este tema tan explosivo y complicado. Si los Bolcheviques
no hubieran tratado el tema correctamente nunca habrían conseguido tomar el
poder en 1917. Sólo situándose a la cabeza de las capas oprimidas de la
sociedad consiguieron unir al proletariado bajo la bandera del socialismo y
reunir las fuerzas necesarias para derrocar el dominio de los opresores. De no
haber apreciado correctamente los problemas y aspiraciones de las
nacionalidades oprimidas del imperio zarista, la lucha revolucionaria del
proletariado no habría triunfado.
Las dos barreras para el progreso humano son por un
lado la propiedad privada de los medios de producción y por el otro el estado
nacional. Pero mientras que la primera parte de esta ecuación está
suficientemente clara, a la segunda no se le ha