9/12/13

Londres | Desde la tumba de Karl Marx

  • Highgate y Tottenham son barrios cosmopolitas de Londres: uno de élite global, el otro de inmigrantes | Ni el presupuesto de 36 millones del presidente de Google basta para comprar una vivienda de lujo | Los 'refugiados' de la ciudad global se van desplazando hacia las anodinas afueras de Metroland
Imagen nevada de la tumba de Karl Marx en el cementerio de Highgate, 
barrio opulento donde abundan las mansiones caras.
Marx 
vivió 30 años en Londres ✆ Jim Dyson - Getty
Andy Robinson  |  La tumba de Karl Marx ocupa suelo inmobiliario de elevada cotización en Highgate Cemetery, al que Marx -cuyo patrimonio al morir sumó 250 libras- jamás habría aspirado durante sus treinta años de vida en Londres, en otra edad de extrema desigualdad.  Subiendo Hillway hacia el West Cemetery pisando una alfombra de hojas otoñales de robles centenarios, se pasa delante de las comunidades valladas del Holly Lodge Estate, donde tres residencias acaban de venderse por una media de dos millones de libras (2,4 millones de euros). Al otro lado, dos parcelas junto al campo de golf están protegidas por una valla de seguridad con guardia. Aquí, existen "posibilidades para construir dos mansiones landmark (emblemáticas)", asegura la inmobiliaria. Precio: 40 millones de libras.

En un momento en que una oleada de flujos de capitales globales converge en los inmuebles de lujo londinenses, estas mansiones en Highgate pueden venderse sin siquiera recurrir al banco. Unos 3.000 millones de libras se gastan cada mes en inmuebles

Crisi finanziaria e capitalismo cognitivo

Foto: Yann Moulier-Boutang
La crisi che scuote il mondo intero da cinque anni pare non voglia calmarsi. Il discorso convenzionale pone sul banco degli accusati la separazione progressiva tra una cosiddetta economia reale, buona e produttiva, e una finanza semplicemente parassitaria, tagliata fuori da ogni connessione col mondo concreto. Da parte tua, sebbene non sottostimi per nulla il dominio e il ricatto esercitati dai mercati e dagli operatori finanziari, rifiuti ogni distinzione così netta. Pertanto, ritieni che non ci si possa più limitare a invocare un fantasmagorico ritorno al reale. Potresti spiegare perché le cose non son così semplici come sembrano?

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Davide Gallo Lassere intervista a Yann Moulier-Boutang  |  In effetti bisogna distinguere la parte finanziaria dell’economia reale, dalla parte non finanziaria dell’economia reale. Entrambe sono pienamente reali. Del credito, che è la sostanza della moneta la cui forma consiste nella più o meno grande liquidità o esigibilità (le famose forme della massa monetaria M1, M2, M3), genera immediatamente delle possibilità d’investimento, dei salari, degli acquisti di beni e servizi, degli impieghi. Ciò che succede è che la parte finanziaria dell’economia reale diventa via via più gigantesca a mano a mano che l’economia diventa più complessa, e che si accrescono l’interdipendenza e la mutualizzazione degli impegni contrattuali o legali e regolamentari.

Sobre la dialéctica del anticapitalismo

  • “El mirar obstinado al desastre tiene algo de fascinación. De esta manera guarda un consentimiento secreto” | Horkheimer/Adorno, Dialéctica del Iluminismo
  • “Este pensamiento me sorprendía. ¿Esto era un pensamiento mío? Esto era el pensamiento del enemigo. ¿Era yo mi enemigo? Yo me distancié de mi mismo, es decir, yo me imaginé a un hombre, que me miraba desde afuera.” | Vollker Braun, El carro de acero
Wolfgang Fritz Haug    |  El eruptivo aparecer de un movimiento multiforme de críticos de la globalización en Seatle 1999 que fuera celebrado como el "nuevo Aurora" (Ramonet 2000) no ha iniciado un vuelco revolucionario mundial. Sin embargo la forma de volcarse contra los dominadores del capitalismo mundial, redirigió la mirada de los antiglobalizadores al globo en el sentido de nuestro mundo. Una dialéctica memorable los transformó en luchadores de una mundialización de abajo. En francés se llaman ahora los ‘altermondialistes’. Tras el trauma paralizador del fracaso del socialismo de estado, este movimiento ha hecho aparecer el nuevo sueño de un mundo que no fuera capitalista, sin degenerar en la omnipotencia de un aparato de estado. Desde entonces tienen resonancia progresiva consignas no solo críticas del capitalismoactual, sinoen contra del capitalismo como tal. Junto con ellas crece la necesidad de clarificación.

Sobre la dialéctica de la raza y de la clase | Los escritos de Marx sobre la guerra civil, 150 años después

Karl Marx ✆ A.d. 
Kevin B. Anderson  |  Con motivo de la celebración este año en Estados Unidos del 150 aniversario de la Guerra de Secesión, se ha prestado una especial atención a la resistencia afro-americana a la esclavitud y a los abolicionistas radicales del Norte. Cada vez más se está admitiendo, incluso en el Sur, que la supuesta “causa noble” de los confederados se basaba en la defensa de la esclavitud. Sin embargo, hasta hoy, este país continúa negando las dimensiones raciales y de clase de esta guerra. Igualmente se niegan, incluso en la izquierda, las implicaciones revolucionarias de la guerra, no sólo para los afro-americanos, sino también para la clase trabajadora blanca y para el sistema económico y político americano en su conjunto. Al mismo tiempo, persiste un gran desconocimiento de los escritos de Marx y Friedrich Engels sobre la dialéctica de la raza y de la clase en la guerra civil americana, algo que he intentado remediar en mi último libro, Marx at the Margins: On Nationalism, Ethnicity and Non-Western Societies1

Frantz Fanon: la dialéctica de la raza, de la clase y de la revolución                       

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Una feliz coincidencia hace que este año, 2011, se celebre también el 100 aniversario de la revolución china de 1911 cuyo objetivo era la lucha contra el imperialismo y el despotismo indígena, al tiempo que reivindicaba la democracia y la emancipación de las mujeres. Más en relación con el tema que aquí nos interesa, conmemoramos también este año una tercera efeméride, el 50 aniversario de la muerte del gran revolucionario y filósofo afro-caribeño, Frantz Fanon, quien, al igual que Marx, tiene cantidad de cosas que decirnos hoy sobre la dialéctica

La segunda arista de la concepción marxista del mundo | La dialéctica

Karl Marx ✆ A.d.
Salvador López Arnal  |  En Si eres igualitarista, ¿por qué eres tan rico?, el recientemente malogrado Gerald A. Cohen señalaba: “Esta idea dialéctica es que toda cosa viviente, toda cosa que funcione, toda cosa viva, incluyendo no sólo las cosas vivas literales que se estudian en biología sino también sistemas de ideas o tendencias artísticas o sociedades con funcionamiento lineal o familias vigorosas, se desarrolla desplegando su naturaleza interna en formas externas y, cuando se ha elaborado completamente esa naturaleza, muere, desaparece, se transforma en una forma que la sucede precisamente porque ha tenido éxito al desarrollarse por completo. Así que la idea dialéctica es la idea de la autodestrucción que genera una nueva creación.”

La intepretación de Sacristán añadió nuevos matices a este primer nudo, básico, usual, una metáfora transitada. ¿De dónde su lectura? Entre los papeles, resúmenes y fichas depositados en Reserva de la BC de UB, fondo Sacristán [1], puede verse este texto de Marx y una nota suya, una observación de su traductor al castellano:
“[...] Cita [Lassalle] una frase de “Heráclito el Oscuro”, en la cual éste, para ilustrar la reversión de todas las cosas en su contrario, dice: “Así, el oro se transforma en todas las cosas, y todas las cosas se transforman en oro”. El oro, dice Lassalle,

El marxismo sin dialéctica

Rolando Astarita  |  A partir de las notas recientes sobre dialéctica aparecieron algunos comentarios que cuestionaron la utilización de la dialéctica en los análisis marxistas. El propósito de esta nota es mostrar que las críticas que se enviaron al blog se inscriben en una larga tradición que sostuvo que el marxismo debía ser depurado de la dialéctica. No pretende ser una revisión exhaustiva, sino ayudar a ubicar las características principales de esta tradición, y sus principales planteos, en la esperanza de que anime a los lectores a interesarse en estas cuestiones. Es a ese fin que cito una bibliografía bastante extensa, incluyendo algunos textos que defienden el punto de vista opuesto al de los autores críticos de la dialéctica.

El rechazo de la dialéctica en la Segunda Internacional

A pesar de que Marx planteó que la dialéctica hegeliana, despojada de su forma mistificada, había jugado un rol importante en su crítica de la sociedad capitalista (véase el Prólogo a la segunda edición alemana de El Capital), existe una larga tradición, dentro del marxismo, de rechazo de la dialéctica. Ya en la Segunda Internacional (fundada en 1889) se tendía a aceptar la dialéctica de palabra, pero se le veía poco significado. Es que, como observaba Korsch, los

Sobre la Dialéctica | Una respuesta a los compañeros y a los otros

Karl Marx ✆ A.d. 
Galvano Della Volpe  |  Este escrito parte del tercer capítulo, dedicado al “método de la economía política”, de la Introducción general a los Elementos de la crítica de la economía política (1857-1858) de Marx (1) que, si bien incompleta y póstuma, ha sido reconocida “importantísima” aun por mi principal contradictor, el compañero Luporini. Veamos a dónde puede conducirnos, si es razonado y justificado este superlativo (singular por parte de un contradictor de D. V.: véase Lógica come scienza positiva, 1956, pp. 185 y ss. y “Para una metodología materialista de la economía y de las disciplinas morales en general”, en Rousseau y Marx,1972, pp. 121 ss.). (2)

La introducción de 1857-1858

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Si por ejemplo —dice Marx— examinamos la categoría económica de producción, debemos saber que su carácter general o común es algo articulado o complejo, que se diversifica en numerosas determinaciones. Algunos de estos elementos son comunes a todas las épocas, otros solamente a algunas. Pero así como los idiomas más desarrollados tienen leyes y caracteres en común con los menos desarrollados, y lo que constituye su “desarrollo” es precisamente aquello en lo que se apartan del

La dialéctica como arma, método, concepción y arte

Foto: Iñaki Gil
de San Vicente
Iñaki Gil de San Vicente  |  La dialéctica materialista es un instrumento polivalente imprescindible para la emancipación humana. Gracias al nivel de conocimiento alcanzado hasta la actualidad, podemos, por ahora, discernir cuatro grandes utilidades de la dialéctica: ser arma intelectual revolucionaria por excelencia; ser el método de pensamiento racional más adecuado para conocer y transformar el mundo; ser la concepción atea y materialista más acorde con las inquietudes humanas, y ser el componente insustituible para que la existencia humana sea un arte. La propia dialéctica impide que el orden de exposición aquí utilizado sea siempre obligado y necesario. En estas y otras muchas cuestiones, son las necesidades concretas, el desenvolvimiento de las contradicciones, las que dictan en cada situación particular el orden transitorio de utilización y de priorización de esas aptitudes. Sin embargo, en la práctica social las cuatro actúan a la vez, simultáneamente. Nosotros hemos escogido esteorden de enunciación porque, bajo el grado actual de irreconciliabilidad entre el imperialismo y los pueblos del mundo, así como del proceso de liberación de Euskal Herria, es su esencia de arma revolucionaria la que prima en la dialéctica materialista.

De hecho, esta esencia revolucionaria recorre a las otras tres cualidades citadas, debiendo decirse que ella es su síntesis, su núcleo, su código genético. Basta ver, por ejemplo, el creciente enfrentamiento entre, por un lado, el método de pensamiento racional y científico-

Dos aproximaciones al problema de la dialéctica

Marx & Hegel ✆ A.d.
Carlos Pereyra  |  Panegiristas y detractores de la dialéctica han contribuido a veces más a confundir que a esclarecer límites y posibilidades del método en cuestión. Los primeros, por ejemplo, han difundido con amplitud el lugar común según el cual la dialéctica es una teoría que describe las leyes más generales del movimiento de todas las cosas y proporciona, por tanto, un método de aplicación universal para el conocimiento de la realidad. No menos extendida está la versión de que la dialéctica es una forma superior de la lógica, capaz de aprehender las peculiaridades de la cosa misma allí donde la lógica formal fracasa de modo irremisible por su aceptación del principio de no contradicción. La identificación hegeliana de lógica y ontología se encuentra presente en buena parte de los discursos formulados en la perspectiva del materialismo histórico, por lo que se pasa de sostener una hipótesis ontológica como la de que
“todas las cosas tienen contradicciones internas que provocan su movimiento y desarrollo”, a sostener que asumir esa hipótesis obliga a comprometerse con una lógica excluyente del principio de no contradicción. Frente a esas versiones tan difundidas, habría que empezar por afirmar que “la dialéctica no es en manera alguna una  lógica y no hay un método general de aplicación universal”

Dialogo sobre la Dialéctica | Carta de Raya Dunayevskaya a Herbert Marcuse

Querido HM (15 de julio de 1958): El carácter absoluto de mi silencio no debe ser interpretado como prueba de que la idea absoluta ha perdido su influencia sobre mí, sino solamente que la práctica de la vida cotidiana de una autora cuya editorial es tan pequeña como para casi unirse con los políticos para silenciar el mundo y de ese modo la sobrecargan también con todo el “trabajo publicitario”. Pero fuera de la aparición en la TV la próxima semana para la Universidad de Detroit, no tengo por lo pronto casi nada que hacer hasta el otoño, cuando debo presentarme en Cooper Union.[i] En todo caso aprovecho cualquier momento de calma que haya en mis recorridos y conferencias para comenzar de nuevo dónde me quedé, cuando Marxismo y libertad terminó nuestra correspondencia.

Marshall Berman y el urbicidio capitalista

Foto: Marshall Berman
Maciek Wisniewski  |  La ciudad y la modernidad fueron sus dos grandes temas. Marshall Berman (1940-2013), teórico político e intelectual público, luchaba por el derecho a la ciudad para todos y ayudaba a entender las consecuencias de la modernización. A contrapelo de teorías posmodernas, la veía como una condición de desasosiego y desintegración. En su clásico Todo lo sólido se desvanece en el aire (1982), a base de experiencia de vivir en un cambiante espacio de su natal Nueva York (las carreteras y obras públicas de Robert Moses, etcétera), y con amplias referencias a literatura y filosofía –sobre todo a Marx: el principal motivo fue tomado del Manifiesto comunista–, pintó un ambiguo retrato de modernidad capitalista y su “destrucción creativa” (Sombart/Schumpeter), un tormentoso proceso de acumulación y aniquilación de riqueza. Bien apuntó Corey Robin que este es uno de los pocos textos, frutos de la íntima revelación del autor, como, por ejemplo, Orientalismo, de Said. Su marxismo era un poco “light ”  y su enfoque hacia la modernidad a veces poco riguroso, pero él mismo se decía “marxista-humanista”, e, igual que Marx, aunque admiraba la modernidad se preocupaba más por sus víctimas, buscando su mejor variedad, más allá del capital. Junto con otros teóricos hablaba de urbicidio   –“asesinato de una ciudad”–, señalando que la destrucción de edificios también es una forma de violencia contra las personas. Aunque el término se popularizó