25/10/13

‘La Ruche’ | Marxismo y surrealismo en la insurrección haitiana de 1946

La jungla ✆ Wilfredo Lam (Cuba) 
Sergio Abraham Méndez Moissen  |  [En el] trágico terremoto que sacudió Haití han sido confirmados cerca de 200.000 muertes, 250.000 heridos y más de 1 millón que quedaron sin casa. El gobierno norteamericano de Barack Obama en una campaña “humanitaria” que  consistente nada más y nada menos en el envío de 13.000 efectivos militares, una flota de guerra y cientos de helicópteros con la excusa de evitar ” desmanes y “asegurar” la entrega de alimentos y medicinas. En realidad, el objetivo es reprimir a la población desesperada y garantizar la continuidad de los negocios de la burguesía local y las multinacionales instaladas sobre todo en la frontera con República Dominicana donde sus trabajadores carecen de derechos laborales o sindicales.  Haití  hoy más que nunca merece de nuestra atención y por ello nos hemos dado a la tarea de analizar la historia de la insurrección de 1946, insurrección “inédita en la historia de las revoluciones del siglo XX latinoamericano.”

Según Gerald Bloncourt los días 7, 8, 9, 10 y 11 de enero de 1946 son conocidos en la historia de Haití como “los cinco gloriosos días en el que el pueblo haitiano terminó derribando la dictadura retrograda de Elie Lescot.”[2]  En enero de 1946  el surrealista André Breton, el poeta de la negritud Aimé Césaire y el pintor cubano Wifredo Lam visitarían Haití. El pintor

El Marxismo y la Cuestión Nacional en la Obra de Rodolfo Puiggrós

José Miguel Candia  |  La construcción de las formaciones políticas de izquierda y de una corriente del pensamiento marxista que explicara la realidad social latinoamericana debió cruzar por un campo minado de tensiones y dilemas.  Un puñado de dirigentes sociales y estudiosos  de los presupuestos teóricos establecidos por los autores clásicos del socialismo, se dieron a la tarea de afrontar la enorme labor de responder un amplio abanico de preguntas, entre otras, y ocupando un lugar preponderante, se encuentra la denominada “cuestión nacional”. Consciente de la magnitud de este desafío el historiador y militante revolucionario Rodolfo Puiggrós – verdadero paradigma del intelectual crítico - se involucró en la búsqueda de un camino original para la transformación de la realidad social de los países de la región. Su vasta obra escrita está cruzada por dos interrogantes principales: ¿Cómo entender desde el marco socio-cultural y económico del sur, la constitución y el comportamiento político de los actores sociales que integran el campo popular?; ¿Cómo explicar y resolver la vinculación entre los objetivos históricos de carácter socialista y las tareas antiimperialistas propias de la izquierda en sociedades dependientes o semi-coloniales? En este ensayo se reflexiona  acerca del aporte de este autor y militante social, sobre esas dos grandes interrogantes.

Introducción al Manifiesto del Partido Comunista de Marx & Engels

Eric Hobsbawm  |  En la primavera de 1847 Karl Marx y Frederick Engels acordaron afiliarse a la llamada Liga de los Justos (Bund der Gerechten), una rama de la anterior Liga de los Proscritos (Bund der Geächteten), sociedad secreta revolucionaria creada en París en la década de 1830 bajo la influencia de la Revolución Francesa por artesanos alemanes, la mayoría sastres y carpinteros, y todavía compuesta principalmente por estos artesanos expatriados radicales. La Liga, convencida de su “comunismo crítico”, se ofreció a publicar un manifiesto redactado por Marx y Engels como su documento político y también a modernizar su organización siguiendo sus líneas. Y efectivamente se reorganizó en el verano de 1847, cambiando su antiguo nombre por el de Liga de los Comunistas (Bund der Kommunisten) comprometida con el propósito de “derrocar a la burguesía, instaurar el dominio del proletariado, acabar con la vieja sociedad basada en las contradicciones de clase (Klassengegensätzen) y establecer una nueva sociedad sin clases ni propiedad privada”. Un segundo congreso de la Liga celebrado también en Londres en los meses de noviembre y diciembre de 1847 aceptó formalmente los objetivos y nuevos estatutos e invitó a Marx y a Engels a redactar el nuevo Manifiesto exponiendo los objetivos y políticas de la Liga.

Italia | Riflessioni sulla ricostruzione di un partito comunista unito e adeguato

  • Una fase storica nuova e la fine del “Patto sociale” postbellico
Domenico Moro  |  Una fase storica nuova e la fine del “Patto sociale” postbellico. Ricostruire il partito comunista, oggi, richiede il superamento della frammentazione organizzativa e dell’inadeguatezza tattica e, prima ancora, strategica dei comunisti. Infatti, unità ed adeguatezza ai compiti della fase storica sono inestricabilmente legati. Per questa ragione, per prima cosa, vanno chiarite, seppure schematicamente, le caratteristiche e gli aspetti di discontinuità della fase in cui siamo entrati rispetto a quella che l’ha preceduta. Ciò comporta anche il delicato compito di fare i conti con la storia del comunismo novecentesco.

La fase storica in cui siamo inseriti è il risultato di diversi fenomeni legati tra di loro, maturati nei decenni precedenti. La fine della Seconda guerra mondiale e la vittoria sul fascismo videro il fronte socialista internazionale e il movimento operaio europeo occidentale attestarsi su rapporti di forza avanzati, che si concretizzavano nelle Costituzioni antifasciste e nel “patto sociale” tra le classi.