Karl Marx ✆ Gilbert |
Aldo
Casas | La crisis iniciada en los años 2008-2009 ha
motivado incontables artículos periodísticos y académicos. Pese a lo cual, en
el mainstream del pensamiento económico, brilla por su ausencia una reflexión
crítica sobre las contradicciones y antagonismos del capitalismo que llevaron
(¡una vez más!) a la catástrofe. Semejante ceguera ideológica y de clase fue
denunciada hace ya mucho:
En las crisis del mercado mundial estallan las contradicciones y los antagonismos de la producción burguesa. Y en vez de indagar en qué consisten los elementos contradictorios, que se abren paso violentamente en la catástrofe, los apologistas se conforman con negar la catástrofe misma y, a despecho de su periodicidad fiel a una ley, se obstinan en sostener que si la producción se atuviese a las reglas de sus manuales, jamás existirían crisis (Marx, 1974: 31).
Los años pasaron, pero la ceguera
persiste. Interpelados por la reina de Gran Bretaña Isabel II, los académicos
de la London School
of Economics confesaron que esta nueva crisis los había sorprendido porque
habían perdido de vista “los riesgos sistémicos” y se habían extraviado “en una
política de denegación” (Harvey, 2012: 6).