Enrique Villanueva | Hasta
cuándo tendremos que soportar el descaro y la prepotencia de la derecha,
defendiendo el golpe-cívico militar de 1973, a la dictadura y ahora a los
criminales confesos de crímenes de lesa humanidad, ex militares que están
presos en cárceles de lujo, construidas durante los gobiernos de Eduardo Frei y
Ricardo Lagos.
Se suma a lo anterior que la mayoría de estos torturadores y
violadores, encubridores y cómplices pasivos están libres, amparados por la ley
de amnistía de 1978, que en virtud de los acuerdos de 1988, pre y post plebiscito,
se declararon intocables. Quienes protegen a estos criminales son los mismos,
políticos, empresarios, periodistas, o sus herederos, que oficiaron de asesores
políticos y militares, que crearon el Plan Z, el caos económico para dar un
golpe de Estado en 1973. Inventando una guerra como excusa para aniquilar a sus
adversarios, no en enfrentamientos armados, sino que mayoritariamente
indefensos y asesinados en cámaras de tortura o en fusilamientos
extrajudiciales. Es tiempo de desenmascarar todo este entramado político, así
como las redes que protegen a estos criminales, a toda esa jauría, a los que
están gozando de impunidad y a los que están en Punta Peuco y en el Penal
Cordillera. Ya no es posible permitir que estos bandidos sean
calificados de héroes porque supuestamente libraron “la gran batalla para
salvar a Chile del marxismo”. Alguien tiene que recordarles, que los que están
allí, en esas cárceles llenas de privilegio, están condenados por torturar,
violar, asesinar, porque